Un terremoto se presentó sigilosamente en sus manos.

Y al mismo tiempo, un diluvio en su mirada…

Recordó todas las veces que ayudó a otros con una mentira.

«Todo estará bien»

Aunque para ella, todo andaba mal.

Se creía un superhéroe, cuando salía el sol fingía y de noche…

Su mente gritaba mientras su voz dormía.

Llovía en su mirada cuando nadie observaba.

Aumentaba su valentía.

Sonreía cuando la insultaban.

Reía cuando se burlaban.

Le daba la razón a lo que decían.

Pero hubo un día en el que la sonrisa desapareció por completo.

¡Joder sonríe! ―gritó a su reflejo―, deja de llorar… ―retrocedió y la muralla impidió su paso, sin embargo, se acorrucó en ella.

Quería desaparecer.

Nadie le podría decir que todo iba bien, la soledad se hacía presente en ella.

En el fondo, ella sólo era «la mentirosa Titania»

Dejó su fuerza por la tristeza.

Sus armaduras se fueron deteriorando.

En su cabeza sólo se escuchaba la lluvia al caer.

Dicen que la lluvia suele consolar a los corazones tristes.

Solía decir que se había acostumbrado al dolor, sin embargo, ¿Quién puede acostumbrarse a algo como eso?

Intentó de todo...

Trenzó su cabello incontables veces.

Pesadillas tuvo infinitas veces.

El océano escuchó sus gritos.

Nada era suficiente, de alguna u otra forma, terminaba en su habitación, sola.

Al poco tiempo se convirtió en un muerto en vida. Tiñó de blanco y negro su camino, aunque el color rojo aparecía constantemente en su cuerpo.

Apretó el nudo más veces que cualquier humano en la faz de la tierra.

Su dieta no fue más que alcohol y pastillas.

Durmió al borde de un puente.

Y éste se enamoró de ella.

Y entonces, un día como cualquier otro.

Enredó su cuello en una serpiente.

Su cuerpo pintó de un color rojizo.

Dulces con chocolate caliente bebió.

Y voló del nido.

Sus alas se desplegaron de ella y la vida tuvo color.

Volvió a vivir los tiempos en que su otra parte existía.

Y ahí, lo vio.

Escarlata y azul. Unidos por una vez más, aunque esta vez era para siempre.

Se lanzó a sus brazos y sintió algo, que unió su corazón.

Bienvenida a mi mundo, Erza Scarlet ―le susurró al oído, mientras entrelazaron sus manos.

Espero no separarme de ti otra vez, Jellal Fernandes ―pensó mientras unían sus cuerpos, en un cálido beso, lleno de sentimientos.

Y así el color púrpura volvió a existir.

Y esta vez, será para siempre.


¡Qué mal final!

Recomendación: No escuchen música cursi mientras escriben, les saldrán babosadas como ésta.

¡Volví!

Aunque no se acostumbren e_e recién esta semana pude entrar en mi computador u_u

bueno bueno, emm.

Dedicado a mi pequeñita u_u

con mucho amor a Liv-Scarlett u_u

¡Por fin tu regalín! c:

Les contaré queeee -sé que a nadie le importa pero me vale :C- la sensual mushasha que ha escrito esto se ha cortao' el cabello ñ-ñ y se siente tan cómodo jddhbvsj

Los quiero mucho :c

¡Se cuidan sabandijas!