ROJO ESCARLATA

PROLOGO

Se despertó de un sobresalto, y sudando a chorros, Hermione se pasó la mano por la frente, recargando su rostro en esta, cerró los ojos y se relajó, lo que había pasado hace tres años le había dejado un extraño efecto secundario, sacó las piernas de la cama y se sentó, sintiendo el frío de la vieja madera, Hermione se inclinó al frente y cubrió su rostro con ambas manos.

Maldición, ese estúpido sueño de nuevo…- susurró la castaña a sabiendas de que alguien estaba a la entrada de su recamara.

¿Estás bien, Hermione? – la voz de Ginny retumbó en la cabeza de la castaña, quien simplemente asintió con un movimiento de cabeza, no tenía ganas de hablar con nadie.

Ya han pasado tres años, Hermione ¿No crees que es demasiado raro que…? – pero la pelirroja se auto interrumpió al ver la mirada profunda que le dirigía su amiga.

Ginny… tenía un año y medio que no tenía estos sueños… me pregunto…porqué ahora.- fue su única respuesta antes de ponerse de pie y buscar algo de ropa.

Eh, Granger… ya sé que me deseas tanto, pero no es necesario que andes por ahí medio desnuda ¿no crees? – aquella voz, aquella maldita y aterciopelada voz cargada de burla, Hermione sonrío ligeramente, Ginny levantó la ceja curiosa…

"¡Pero si hace unos momentos que estabas en tu apogeo de la amargura!" – gritaba Ginny mentalmente.

Estúpido Hurón… ¡Sal de aquí, degenerado! – gritó la castaña mientras le lanzaba con una bota, el rubio soltó la carcajada, evadiendo el golpe, Ginny suspiró al ver como Draco se alejaba de la habitación, sus risas iban volviéndose cada vez menos sonoras.

Hermione se tiró de nuevo sobre la cama, atravesada sobre esta, Ginny sonrío al verla con solo un bóxer oscuro y una blusa de tirantes, la Weasley se acercó y se sentó a su lado.

¿Tan malo es ese sueño tuyo, Herms? – preguntó la pelirroja mientras terminaba por tirarse a su lado.

No es eso, Ginny…es solo que… desde que volví yo…

¡¿SUEÑAS CON ÉL? – Preguntó la chica ya escandalizada, Hermione se giró para mirarla.

Desde hace un año que no lo hago… ¿crees que tenga significado todo eso?

No tengo ni idea…

¡HERMIONE! – Ginny rodó los ojos al escuchar la chillona voz de Ronald acercarse a la recamara, y dicho y hecho, el chico ya estaba frente a ellas con la cara roja.

¿qué quieres Ron? ¡No me mires así y lárgate! ¡¿Qué no vez que estoy a medio vestir? – exclamó la castaña mientras se sentaba en la cama.

¡Oh, discúlpame su majestad, se me olvidó que no tienes buen despertar! ¡Si tanto te avergüenza que te vea así! ¡CIERRA LA PUERTA! – Y después de tanto alarido, el muchacho salió de la recamara, cerrando la puerta de un golpe, Ginny simplemente sonrío.

Maldito Malfoy…- susurró Hermione mientras se ponía de pie y levantaba los pantalones del suelo.

Jamás nos contaste que pasó en aquel lugar, Hermione…

Les dije lo que era necesario, Ginny…viaje al pasado, muy. Muy al pasado y conocí a varios personajes de la historia…hum…bastante peculiares.- comentó la joven mientras se subía los desgastados jeans.

¿algo "interesante" que quieras contarme? – Hermione le miró con sus ojos entrecerrados, aquella palabra remarcada, interesante, significaba una sola cosa.

No hubo nada de romance… si es a lo que vas, Ginevra Weasley…- y dicho aquello sonrío un poco.

Yo sé que es mentira, Herms, a mi no me puedes engañar…

Uy, te pareces tanto a Helga…

¿Helga? – preguntó Ginny levantando la ceja.

Hermione se mordió la lengua, no debía de haber mencionado ese nombre, ahora la chica no la dejaría en paz en todo el día.

No le digas a nadie, a nadie Ginny… absolutamente a nadie ¿bien? – pidió la chica mientras se sentaba.

A nadie…- repitió la chica, Hermione volteo a ver el techo de la habitación.

Conocía a los fundadores de Hogwarts…- comentó ella mientras suspiraba y volvía a ponerse de pie, era como si no pudiera aguantar estar en un solo lugar por mucho tiempo, Ginny lo sabía, algo le incomodaba a la joven…

A los… ¡ ¿Conociste a los fundadores, Hermione? – Hermione le miró con extrañeza y luego sonrío, les había contado que había estado en el pasado, pero jamás dijo en qué año y ni quiénes eran las personas que le ayudaron a regresar, lo único que ellos sabían, era que Hermione había caído del cielo con una enorme herida en el vientre.

Por otro lado, Draco y Ron estaban discutiendo en el comedor, donde Severus Snape se frotaba las sienes y tragándose las ganas de matar a aquel par que ya lo tenían hasta la coronilla de arto…

¡Mira hurón, será mejor que te vayas olvidando de lo que tus ojos han visto allá arriba!

¡A mí no me dices que olvidar y que no, comadreja! ¡yo no tengo la culpa de que tengas la memoria de teflón y todo se te resbale...! – respondió Draco, ambos chicos estaban agarrados del cuello de la camisa del otro…

¡Eres un…!

¡Ya basta con un demonio! ¡Draco, suelta a Weasley ahora mismo y tú…! – Snape ya estaba más que harto, Hermione y Ginny, quienes estaban viendo todo aquello al pie de las escaleras, simplemente se resignaban a creer que ese par simplemente hacían el tonto para pasar el tiempo.

Estoy casi segura que lo han hecho a propósito… a mí me gusta ver al Profesor Snape enojado.- comentó Ginny quien se acercaba a sus compañeros.

Hermione no dijo nada, simplemente bufó algo inentendible, la señora Molly estaba ya preparando el desayuno, seguramente sería algo exquisito que callara el rugido de sus voraces tripas, que ya comenzaban a retorcérseles dentro de su estomago.

Todos estaban sentados frente a la mesa, Ron y Ginny comiendo como si la vida se les fuera en ello, la pelirroja había cambiado, pensaba Hermione, pues cada vez más se parecía más a Ron y no solo en lo físico, sino también en cosas que el muchacho hacía constantemente… como comer.

Snape levantó la mirada hacia su ex alumna la sabelotodo, desde aquel supuesto viaje en el tiempo, la chica había cambiado, cada vez se apartaba más de sus amigos y guardaba secretos que no estaba dispuesta a contar, ya no se inmiscuía en asuntos ajenos, era lista, no se metía con los demás por qué sabía que si lo hacía, tendría la horda de Weasley's junto con Harry Potter sobre ella, y eso era lo que no quería.

Granger.- llamó Severus, la castaña se estremeció pero aún así le dirigió la mirada.- ¿Qué fue lo que viste en ese viaje? – preguntó el maestro, la chica le miró sin mostrar la sorpresa que sentía, todo el comedor quedó en silencio.

Herms conoció a los funda… ¡Oh, lo siento! – Hermione lanzó una mirada asesina a la pelirroja, quien se había llevado las manos a la boca.

¿Qué? ¿Qué Granger conoció a quien, en donde, cuando, como? – preguntó Draco quien volteaba a ver a todos lados, sin saber lo que ocurría.

Hurón, hace tres años, Hermione viajó en el tiempo… fue cuando supuestamente nosotros, la dimos por secuestrada por Lord Voldemort.- explicó Ronald poco después de pasar la comida.

¿En serio Granger…? – Draco tenía sus ojos platinos sobre ella, mientras entrelazaba sus manos y recargaba su barbilla aristocrática en ellas.

Ginny, es la última vez que te cuento algo…- susurró la castaña.- conocí a los cuatro fundadores, ellos fueron quienes me ayudaron a regresar, "Y me enamoré de uno de ellos pero el muy imbécil se comportó como todo un cretino ¡Así como tú Malfoy! ¡En tu cara…todas las serpientes son iguales…!"…- fue lo único que dijo, no mencionó nada más, sin decir que lo último jamás lo diría a nadie.

A nadie.

Snape clavó el tenedor en la carne, Hermione sentía su oscura y penetrante mirada sobre ella, estaba más que claro con ello, que el hombre, el espía por partida doble, no estaba conforme con aquella confesión.

Lo siento profesor, pero no voy a decir nada más.- y dicho, la joven se puso de pie y pasó a retirarse, todo el mundo sé le quedó mirando, más fue Draco el único quien le siguió.

Draco Malfoy y su padre, Lucius, habían sido dado a conocer que estaban de parte de la orden, Hermione y Harry, junto con Ron, no confiaban que aquello fuese cierto, más las acciones de Malfoy hijo, causaron un cambio de opinión en el trío de oro. En especial Hermione.

¿Qué te pasa, Granger? – Hermione ya sabía que venía tras ella, se había encerrado en su habitación, de verdad que no quería hablar con nadie pero, Draco siempre era capaz de hacerle hablar y no sabía él por qué.

Pasaron cosas que no quiero decirle a nadie.- dijo ella mientras se sentaba sobre la cama y se dejaba caer sobre el colchón.

Ajam… a mí que se me hace Granger…que hubo alguien que…

¡Malfoy! – le interrumpió la castaña ya algo molesta por el comentario.

Oh, Granger déjame disfrutar… ¿en serio…te enamoraste de uno de los…? ¡Ay! –el rubio fue interrumpido por un almohadón en la cara.

No fastidies Malfoy y lárgate de…

Hermione guardó sus palabras al escuchar un fuerte zumbido, Draco levantó la mirada, Hermione le siguió.

¡¿Qué carajos es eso? – gritó Hermione al ver un pentagrama girar en su techo, sobre sus cabezas…

¡Maldición Granger! ¡O tras la mala suerte o de plano hay que alejarse de ti! – gritó Draco Malfoy mientras observaba como un bulto comenzaba a salir de aquel pentagrama fuera lo que fuera…

Ay no… ay no... ¡AY NOOO! – gritó Hermione al ver aquellos mechones oscuros y húmedos…

¡QUE CARAJOS! – exclamó Draco al ver a un hombre aparecer del techo, el sujeto cayó pesadamente, Hermione y Draco tuvieron que lanzarse a un lado para que este no cayera sobre ellos.

El silencio se hizo…

El rubio se puso de pie y dudosamente comenzó a acercarse a aquel hombre, Hermione estaba perpleja ante aquello, lo recordaba si, ese pentagrama, ese color, ese hechizo...

Salazar Slyhterin.

El nombre golpeo sus recuerdos como un balde de agua helada sobre ella, Draco le dio una suave patada en la espalda, esperando que el hombre reaccionara, Hermione se arrodillo sobre la cama, contando que la chica se había aventado al otro lado por el susto…

Granger… ¿crees que esté muerto? – preguntó Draco.

Ni lo menciones hurón.- le respondió ella mientras se bajaba de la cama.

Un ronco quejido salió de la garganta de aquel desconocido, Hermione rogaba a Circe, Morgana y Merlín que no fuera la persona que ella estaba pensando que era…

¿He…Hermione? – se escuchó su débil voz, la castaña se quedó de pie, mirándolo, él intentó ponerse de pie, pero solo logró levantar la cabeza levemente.

"Maldita sea… Salazar ¡¿Qué haces aquí?" – los pensamientos de la chica comenzaron a correr y armarse como engranes formando la pieza, Draco sé le quedó mirando.

Entre sus mechones oscuros y húmedos, Malfoy pudo distinguir un par de ojos color azules, muy intensos y muy profundos, estaba muy seguro que ya había visto esa clase de mirada en otro lado pero... ¿Dónde? ¿Dónde?

Eh Granger…creo que te está llamando.

Estás idiota… ¿Cómo me va a llamar si no sabe quién soy? No seas imbe…

Hermione… ¡Hermione! – gritó el individuo mientras se ponía de pie, Draco le mandó una mirada de soslayo a la joven, quien sonrío nerviosamente.

Pues… lo conociste en tu otra vida por qué….- empezó a decir el rubio.

- ¡ ¿qué haces tú aquí? - gritó Hermione realmente perpleja.

- Granger... ¿quién es este tipejo? - preguntó un muy aburrido Draco, señalando a Salazar con el pulgar.

- Hermione...al fin te encuentro.- fue lo único que Salazar alcanzó a decir antes de caer inconsciente.

Hermione extendió sus manos hacia el hombre para atraparlo, la castaña mandó una mirada severa a Draco, quien no movió ni un solo pelo.

- ¿Ya ves lo que hiciste Granger? a la otra te peinas, no vaya ser que sea yo quien caiga desmayado.

- tú te callas Malfoy o me veré en la necesidad de estamparte un zapato en la cara ¡A demás no me importaría verte callado de una puta vez! – exclamó ella mientras sostenía a un inconsciente Salazar.

- NO gracias, yo paso...- contestó el rubio mientras ayudaba a Hermione a echar al pobre sujeto sobre la cama, la chica le quitó las botas, si mal no recordaba, ella había llegado a su época con una profunda herida…

Y ahí estaba.

Hermione cortó con un hechizo, los maltrechos ropajes de Salazar, Draco torció la boca al ver la herida en el abdomen de aquel pobre.

Maldición, Malfoy, ve por la señora Weasley y por Ginny…- esto va a tardar un buen rato.- ordenó la muchacha, Draco sé le quedó mirando, Hermione se volvió hacia él.

¿Lo conoces, Verdad? – preguntó un muy serio rubio, Hermione tragó saliva.

Si… es Salazar Slytherin…- respondió ella, Draco sé quedó con la garganta seca.

Merlín, Granger… ¡ ¿Y QUE CARAJOS HACE ESE HOMBRE AQUÍ? – gritó el rubio.

¡NO LO SÉ Y APRESURATE A IR POR GINNY Y SU MADRE! ¡o SERÁS EL CULPABLE QUE EL FUNDARO DE Hogwarts muera! – y dicho aquello, Draco se lanzó hacia la búsqueda de ambas comadrejas, como solía llamarlas a espaldas de dichas mujeres.

Hermione corrió hacia el baño y tomó unas cuantas toallas, regresó con ellas en las manos y una bandeja con agua muy helada, la castaña le vio tendido sobre la cama, humedeciéndola con su sangre, imaginándose a ella misma en aquella situación, pero hace tres años.

Maldición Salazar… ¿Qué carajos has intentado hacer? – se preguntó, el susodicho respiraba agitada y entrecortadamente.

La leona intentó cortar la hemorragia.

Se mordió el labio al escuchar un fuerte quejido de dolor, la chica observó la herida, se sorprendió al ver la marca que iba a quedar, se llevó la mano al vientre, ella tendría entonces una cicatriz al igual que Salazar poseería dentro de poco.

Después de un rato…

Molly Weasley salió de la habitación, en el pasillo se encontraban todos, Harry Potter incluido, Severus Snape ya estaba al tanto de lo que había pasado, Draco se lo había dicho, pero ninguno de los presentes quería creer, que el motivo por el cual, el Gran Salazar Slytherin había desaparecido un buen día y sin dejar rastro… era esa, por viajar al futuro…tras Hermione.

¡Esto es ridículo! ¡¿Cómo ese sangre-pura adorador de los suyos va a arriesgarse a morir por venir tras Hermione? – exclamó Ron, Harry suspiró.

Ron, ya basta.,.. es la milésima vez que Snape y yo te lo explicamos…

Hmp.- gruñó el profesor de las artes oscuras.

Genial Harry… ponte en mi contra ahora, cuando mas…

¡Ron ya cállate! ¡Tenemos a un hombre guapo herido y descansando!- se escuchó el grito de Ginny desde el otro lado de la puerta.

¿Hombre guapo? – preguntó Harry.

Guapo y herido…- corrigió Ron con la ceja levantada.

Ya basta ustedes dos…- la voz de Snape les provocó unas inmensas ganas de guardar silencio, mientras que dentro, en la habitación, Draco era el único chico ayudando a las tres mujeres.

¿Por qué Malfoy está dentro? – preguntó Ron.

No tengo ni idea Ron, pero lo…

¡¿Qué parte de ya basta no entiendes, Potter, Weasley?

Ambos muchachos fueron llevados a la planta de abajo a empujones y de parte de Snape, quien los había tomado por el cuello de la camisa de ambos…

Remus sonrío de medio lado, esos dos no iban a cambiar, pero a Snape bien que le hacía feliz tener que llamarles la atención.

Hermione ¿Esa herida me recuerda mucho a…?

Es el mismo corte Ginny… él ha viajado por el mismo portal que yo… me pregunto qué fue lo que sucedió para que Godric, Rowena y Helga le hayan permitido venir….- se preguntó la castaña mientras se sentaba a lado de Salazar.

¿Quién dijo que tuvo que haber pedido permiso? Hermione, este chico es un hombre, no un muchacho… tiene lindo cabello ¿No crees Ginevra? – la señora Weasley intervino en la conversación de las dos muchachas, Ginny sonrío al escuchar a su madre, Hermione se puso de pie. Salazar estaba algo cambiado, se veía cansado y tenía el rostro casi cubierto por la barba… ¿Qué estaba pensando el imbécil ese? ¿Es que no se dio cuenta que pudo haber muerto? Hermione suspiró resignadamente. CONTINUARA.