CORAZÓN ENCANTADO
RESUMEN:
La Patrulla Roja descubrió con el nacimiento de una niña, un poderoso virus que dota de capacidades sobrehumanas aquellos de son infectados. Así que motivados por su avaricia de dominar al mundo, iniciaron una serie de experimentos donde los conejillos de indias… son niños.
MARCO LEGAL:
Quisiera aclarar que los personajes que aparecerán en el transcurso de la narración pertenecen 100% a Akira Toriyama, al igual que su magnífica obra, DB, DBZ.
CAPITULO 1: ENCUENTRO
-El tiempo es infinito, tanto que podría decir que detiene los latidos del corazón de las criaturas más débiles, lastimosamente no hago parte de este grupo… Ninguna persona nota como el mundo cambia…-suspiro resignada.- todo lo que tengo que hacer ahora es completar la misión que abusivamente fue impuesta en mis manos…-las insensatas pruebas y los nuevos experimentos se hicieron una rutina diaria al intentar constantemente alterar su ADN.-No sé cuánto tiempo he estado en este lugar, ¿Tal vez toda mi vida? Todo lo que recuerdo de mi efímera libertad, era la dulce melodía acompañada del sonido de los latidos de quién creo que era mi madre cuando me mecía entre sus brazos… Luego de eso, fui raptada por la Patrulla Roja…-
El frio metal invadía el pequeño cuerpo de la pelinegra que yacía sobre una camilla, con los tobillos y las muñecas engrilletas en los extremos de ésta. Sus hermosos ojos negros miraban con infinito desprecio a los científicos. Desde que nació, ella era su maldita rata de laboratorio, el conejillo de indias para todos sus experimentos.
-Deberíamos aumentar las dosis de energía oscura en un 10%... su cuerpo ya se ha adaptado a la muestra anterior y ahora necesita más…-informo El doctor Gero. Teóricamente la energía oscura era el elemento más mortal y nocivo de la Tierra. Sin embargo, se la suministraban a ella como si se tratase de agua con el único objetivo de estudiar más a fondo el virus que se alojaba en su cuerpo.
La chica de apenas 8 años miraba aterrada las extrañas jeringas, que contenían en su interior un liquido negro con un resplandor purpura a su alrededor, con la intención de ser inyectada por vía intravenosa. La niña comenzó a gruñir y retorcerse en la camilla intentando forzar los grilletes, pero le resulto inútil. El anciano, sin piedad clavo la aguja en su yugular. Sus gritos inundaron todo el laboratorio, el dolor que experimentaba casi era palpable, sentía como si una corriente de fuego recorriese cada fibra de su ser… No resistió más aquella tortura y quedo inconsciente con el profundo anhelo de no volver a despertar.
-Asombroso…-murmuro uno de los investigadores.- Su cuerpo se hace cada vez más resistente, ahora solo queda implementarlo en los demás niños-miro al que dirigía el proyecto.- Es una gran ventaja que podamos avanzar tranquilamente, ¿Fue muy útil no cree, Doctor Gero?-sonrió.
-¿Eh?-
-Formar la Academia Z para reclutar niños y experimentar con ellos sin que el gobierno se entere…-
-Sí, es verdad…-
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Durante su aislamiento, la pelinegra estaba encerrada en una jaula de metal dentro de una cámara de contención, bajo el nombre de Catalizadora Nieto no Chichi. Un día, durante una transferencia de zona de procesamiento genético a otra, un guardia dejo caer su teléfono móvil dentro del rango de alcance de la niña y ella lo uso para cortarle la cabeza. Una de las habilidades que poseía era el tener 10 vectores, es decir, largos brazos invisibles que salían de su espalda y llegaban a ser altamente destructivos cuando se alteran sus emociones.
-Debo salir de aquí…-se decía a si misma mientras se desataba e intentaba alejarse. En ese momento, las alarmas se activaron y una mecanizada voz anunciaba que en 60 segundos el bloque de investigaciones subterráneo sería completamente sellado. La chica doblo la esquina a su derecha y encontró frente a ella a más de un escuadrón de soldados que amenazaban con dispararle.- ¡Maldición!-grito en su cabeza.
-¡Disparen a matar!-ordeno el coronel Silver. Cada integrante del ejercito empezó a dispararle, sin embargo, ninguna bala logro colisionar con el cuerpo de la menor, pues ella astutamente uso sus extremidades sobrantes como escudo. -¡Disparen! ¡No se detengan!-exigió con nerviosismo al observar las perfectas condiciones en las que se encontraba la pequeña mujer.
-¡Se nos acabaron las municiones!-
De repente, una malvada sonrisa se formo en su cara, en ese instante ella parecía otra persona. Uno de los espectadores cayó de rodillas, gimiendo de dolor, la sangre comenzó a escurrirse por cada uno de sus poros cuando ella se rio de su hazaña y agilidad con sus vectores. Pero inesperadamente, en un momento de descuido un dardo tranquilizador cayó directo detrás de su cuello. Lentamente, sus parpados se cierran y perdiendo el equilibrio cae en el suelo.
Días Después…
-¡Ese pequeño monstruo es un peligro para esta organización!-aseguro el general White golpeando con sus puños la fina y larga mesa que estaba en el centro de la habitación.
-Estoy de acuerdo, deberíamos exterminarla lo más pronto posible, si ella llega a ser mas fuerte destruirá el planeta entero… y no habrá lugar que dominar-agrego el general Blue con preocupación.
-¿Qué opina usted, doctor Gero?-pregunto el Comandante Red sentado en su cómodo sillón dándole la espalda a sus subordinados.
-A decir verdad, no la considero una amenaza, su código genético es quien la somete a reaccionar agresivamente al sentirse intimidada o en peligro…-argumento pasando a sus compañeros los archivos de su investigación.- Esta conducta agresiva puede ser controlada si permitimos que ella se involucre con seres de su misma edad y condición…-
-¿Qué sugiriere?-interrogo el líder girándose para revelar su apariencia, un hombre de baja estatura, cabello cobrizo y que cubría su ojo derecho con un parche negro.
-Creo que lo ideal sería enviarla a la academia Z…-propuso con seriedad, pero luego sonrió al ver la mirada de complicidad que le dirigía el fundador de dicho régimen.
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Al día siguiente, el General Black arrastra consigo a la mayor amenaza conocida. La pequeña obedientemente avanza por los pasillos de un gigantesco edificio. Había sido informada de su traslado hacia aquel lugar en donde entrenaban, educaban y estudiaban a personas con habilidades sobrehumanos.-Cualquier sitio es mejor que el laboratorio…-reflexiono al detenerse frente a una puerta de madera. Segundos más tarde, un individuo delgado con bigote y con mirada fría, les permite entrar al salón.
-Pongan atención, mocosos…-impuso el maestro de aquella clase.- Tenemos una nueva estudiante fue transferida hoy y ella pertenecerá a la Academia de ahora en adelante.-explico sin darle importancia. La pelinegra detallo rápidamente el rostro de cada uno de sus compañeros y desvió la mirada con vergüenza al fijarse en los ojos expectantes que le ofrecía un niño de cabellos alborotados.
-Me retiro, Tao Pai Pai…-anuncio el hombre de color antes de dirigirse a la salida.
-Está bien…-luego enfoco la mirada en su clase y frunció el ceño.- Diríjase a un asiento vacío-le indico sin tomarse la molestia de observarla. Ella asiente y camina hacia una de las sillas desocupadas que estaban al fondo.- Ahora continuemos con la clase…-
Al cabo de un par de horas, el maestro abandono el salón y algunos empiezan a hacer uso de sus facultades. La recién llegada ensancho sus ojos ante las diferentes capacidades del grupo de niños, aunque al parecer ninguno se comparaba con las suyas. Vio a varios chicos levitar, otros se transformaban en objetos o animales, sin embargo hubo un gran número que permanecieron quietos.
-¡Oye! ¿Quién eres?-interrogo una inexpresiva rubia de cabello corto.
-Escuche que estaba causando problemas en los laboratorios subterráneos…-declaro Piccolo con indiferencia mientras adoptaba una pose de meditación.
-De seguro ese tipo verde tiene habilidades de súper oído…-analizo frunciendo ligeramente el ceño.-Al parecer mi ADN puede dotar a otros con poderes muy diferentes a los míos- parpadeo al sentir que una fuerza extraña cubría su cuerpo-¡Aah!-emitió con desconcierto al ver que sus pies se alejaron del suelo.
-¿Cuál es tu habilidad?-cuestiona un joven que tenía en medio de su frente un tercer ojo.
-¿Qué? ¿Qué pasa?-mascullo para sí misma sin alarmarse mirando con intriga a los integrantes de aquel curso.- ¿Qué les pasa a estos chicos…? Parecen orgullosos por sus cualidades, pero ese calvo insolente no es quien me mantiene suspendida en el aire-frunce el ceño.- ¡¿Cómo crees que se lo diría a alguien como tú?!-respondió malhumorada.- ¡Te ordeno que me bajes ahora mismo, sabandija impertinente!-exigió mirando a un pequeño ser de piel blanca y mejillas rojas.
-No lo hagas, Chaoz… Dejemos que use su propio poder para liberarse.-puntualizo a su amigo.
-Ahora me pregunto si sería apropiado intentar usar toda mi fuerza, pero aun así no me es posible debido a este estúpido collar que ataron alrededor de mi cuello…-menciono el mismo que usaba la telekinesis.
-Ese enano pudo… ¡Leer mi mente!-pensó la pelinegra con fastidio.
-Ese enano pudo… ¡Leer mi mente!-hizo una pausa.- ¡Oye! ¡Solo estoy en la etapa de crecimiento!-le reclamo con disgusto haciendo que ella cayera al suelo.
-¡Já! No es más que un patético humano… -hablo Freezer acercándose para tirar un mechón de su cabello.
-¡Odio a los que se creen superiores! ¡Yo soy Cell, el único ser que es perfecto!-
-¡Tonta! ¡Tonta! ¡Tonta!-se burlaron en coro ocho criaturas similares al sujeto que parecía una cucaracha, a diferencia de que eran de color azul.
-¡Debe de ser el festival de los idiotas!-
-¡¿A quién llamaste idiota?!-interpelo amenazadoramente apretando con fuerza la mano de su agresor.- Ahora escucha… Solo porque puedes usar alguna que otra habilidad, ¡No significa que yo no tenga una!-asevero apretando con mayor fuerza el agarre.
-¡Aaaah!-se quejo Freezer ante el indescriptible dolor que sentía.
-¡No deberías entrometerte en asuntos ajenos, en especial los míos!-le reprendió con severidad soltándolo.- ¡Hump, basuras!-dicho esto volvió a su asiento, ganándose la sorpresa del publico.- ¡¿De quién te estás riendo?!-desafío al chico que se divertía por la situación. Sin embargo, al ser descubierto se sonrojo y desvió la mirada de ella.
En El Descanso…
Después de enfrentar una tediosa disputa, la pelinegra se dirige a un gran árbol de cerezo que se hallaba en el jardín de la institución. Se sienta debajo de la planta y se dispone a comer, pero es interrumpida por uno de sus compañeros.- ¿Qué estás haciendo?- curioseo con amabilidad frente a ella.
-¡Hump!-gruño con molestia.- ¿No lo sabes? Es pan de melón, algo que se come…-afirmo con inocencia.
-Sí, eso lo sé, pero…-
-Entonces no preguntes-manifestó la chica poniéndose en pie para buscar otro sitio más tranquilo. -¿Por cuánto tiempo más vas a seguirme?-consulto al percibir los ruidos sordos de un par de pasos que hacían eco por los pasillos.
-Estamos en la misma clase, nuestro salón queda de este lado...-hizo una pausa.- ¡Tengo curiosidad! ¿En verdad, cuál es tu poder?-
-¡No me hagas que lo repita!-mordió de su bocadillo.- ¡No deberías entrometerte en asuntos ajenos, en especial los míos!-suspiro.- Solo trata de ignorarme…-sugirió mientras continuaba su viaje de regreso a otra clase.
-¡No puedo hacerlo!-se rasgo la parte posterior de su cabeza.- Definitivamente estas aquí…-
-¿Y?-
-Y yo también estoy aquí, soy Son Goku…-infirió.- ¿Y tú eres…?- Ella se detuvo y lo miro expresando ninguna emoción en su rostro.
-Solo soy un conejillo de indias… Eso es todo-confeso apretando con frustración sus manos.-En cierta forma, soy solo un objeto de investigación-
-Deja de decir "Solo"-
-Pero es así… Tú eres solo un esclavo de esta corporación y yo solo soy un arma de destrucción masiva que amenaza con acabar la vida que nos rodea-
-¡No es así!-
-¡Sí lo es!-
-¿Por qué eres tan…?-
-¿Qué?-interrumpió con impaciencia.
-Tu nombre… Dime tu nombre-pidió casi como un ruego.
Ella se sonrojo con el ceño fruncido.- Yo no tengo nombre…-reconoció esquivando su mirada atenta.-Solo soy una rata de laboratorio…-
-Lo dijiste de nuevo-recito con los brazos cruzados detrás de su cabeza.
-¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate! ¡No necesito de un nombre!-esgrimió enfadada.- ¡Cuando necesito que se me diferencie de otros semejantes a mí, con que me llamen Catalizadora Nieto no Chichi es suficiente!-
-¿Catalizadora Nieto no Chichi?-balbuceo rascando su mejilla con el dedo índice.-Catalizadora Nieto no Chichi… ¡Ah! Entonces, tu nombre es Chichi-expuso con una sonrisa infantil.- Así te llamará desde hoy… Te llamas Chichi, ya no eres solo un conejillo de indias o un arma destructiva y yo tampoco soy un esclavo, me llamaras Son Goku-explico acompañando sus palabras con movimientos en el apéndice peludo que sobresalía de él.
Ella abrió ligeramente su boca en señal de estupefacción.- ¿Chichi? –Articulo escéptica.- T-Tienes cola-indago.
-Ah… si-contesto mirando aquella parte tan particular de su cuerpo.-Es una de las mutaciones que adquirí cuando se me suministro el virus…- ella lo miro con culpabilidad.- No te preocupes, no soy el único así… También esta Vegeta, Broly, Napa, Turles, mi hermano Radiz aunque él es el más débil de todos, pero no se lo digas…-lo ultimo lo dijo con gracia causando una sonrisa en ella.-Al igual están Gohan, Goten y Trunks, a pesar de que ellos son 50% Sayajin…-
-¿Sayajin?-
Él asiente despacio.- Así es como le nombraron a nuestra raza, tenemos las mismas capacidades aunque algunos son más fuertes que otros…-luego la miro fijamente.- Así que Chichi… ¿Cuál es tu habilidad?-
-¿Ah?-ella frunce el ceño.- ¡Deja de molestarme!-demando con gran molestia volando a gran velocidad.
-Vaya… Entonces sabe volar-observo con una sonrisa mientras miraba como se alejaba.
-¿Quién se cree al ponerme un nombre sin preguntarme? ¡Qué niño más arrogante!-reflexiono molesta deteniéndose en el aire.- ¿Un nombre? No necesito tal cosa…-miro fijamente sus manos.- Una chica que solo es un experimento no necesita un nombre…-suspiro.- Chi…Chi…-pronuncio con una voz suave, pero sacudió su cabeza tratando de alejar el sentimiento de vulnerabilidad que genero al considerar ser alguien.- En verdad es un tipo muy raro, ¿Por qué tanta insistencia? De seguro cuando le cuente toda la verdad me marginará como todos lo hacen…-pensó conformista.- Un Sayajin, ¿Eh?-sonrió.
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La pequeña pelinegra estaba examinando cada rincón de la institución para encontrar una salida. Solo le era posible usar una cuarta parte de sus poderes, ya que el collar que tenía lanzaba descargas eléctricas tan fuertes que la hacían quedar inconsciente.- Debo salir de aquí usando la inteligencia como mi mayor estrategia…-
-¡Oye!-llamo un voz gruesa detrás de ella.- ¿Tu eres la que hizo llorar a mi hermano Freezer?-
Ella se volteo y pudo ver a dos sujetos levemente similares.- ¡Eso es porque él se estaba metiendo conmigo!-argumento señalando al niño de su edad.- Además de que es un cobarde-se cruzo de brazos. El adolescente que acompañaba a su familiar lo miro con decepción, pero aun así estaba dispuesto a defender el honor de su familia.
-Soy Cooler, pertenezco a un grado muy superior, niñita…-conto con exaltación.- Ahora tengo que darte una lección por haberte entrometido con mi hermano menor-
Ella frunció el ceño.- Puedo sentir un gran Ki procedente de él… ¡Maldición! No podre usar la totalidad de mi fuerza ¡Aghh! ¡Me siento tan inútil! –sin previo aviso, su contrincante la golpeo por detrás a una velocidad impresionante. -¡Ah!-gimió al caer al suelo.
-¿Pero qué pasa?-se burlo levantándola de las delgadas hebras de su largo cabello.- ¿No puedes ni reconocer cuando un enemigo se acerca? ¡Solo eres una niña pequeña!-rieron.- Este pelo tan negro y duro como el hilo, es tan horrible… Nunca debiste venir a este mundo, no eres más que un insignificante insecto-
-Duele, ¿Cierto?-se mofo el infante frente a ella, pero se sorprende al ver como incontables lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
-Yo…-sollozo.- ¡A mí tampoco me gusta mi vida!-grito impulsándose hacia adelante, liberándose de aquel doloroso agarre. En seguida comenzó a golpearlo.- Pero…-añadio propinándole puños al estomago de su rival.- ¡Incuso con este pelo y estando en este mundo, es mi vida! ¿Qué más opción me queda?-
Como ultima escapatoria, Cooler envolvió su cola alrededor de ella y la lanzo directo contra unos árboles. -¡Eres un fenómeno! ¡No eres humana! ¡Eres más bien un demonio!-
Chichi se levanta con dificultad, gasto mucha energía tratando de controlar su ira para que el censor del collar no se activara. –Los niños de aquí son miserables…-comunico con el desprecio en sus ojos y el odio en su voz.
-¡¿Qué dijiste?!-
-Como son miserable, probablemente necesitan de alguien que es más miserable que ellos…-
-¿Pero qué dices? ¡Tú eres la única miserable!-señalo el mayor.-Eras tan anormal que quisiste que otros fueran como tú…-ella abre los ojos.- No te hagas la desentendida, sé perfectamente que es debido a ti que el Comandante Red ha sometido a toda la academia a tener capacidades sobrenaturales…-miro a su hermano.- ¡Vámonos Freezer!- el chico nombrado asiente y se va junto con su hermano.
Bajo la mira.- Parece que ya saben mi secreto… ¿Eh?-dijo internamente. Después de unos segundos, sintió la presencia de alguien más. Alzo la mirada y vio en la rama de un árbol al joven de cabellera alborotada.- ¿No me ayudaste porque soy la responsable de que hayas perdido tu humanidad?-interpelo con frustración.
-Yo…-
-¡Apuesto a que estás de acuerdo con ellos también!-grito corriendo.- Sé que no puedo ser normal, pero quería que llamar hogar a este lugar…-
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-La jaula, las 56 barreras, todo el sistema de defensa era perfecto… Con respecto a la razón de por qué el postigo de la puerta cedió es desconocida… -leyó de unas planillas el Coronel Violet, la única mujer integrante del ejército rojo.- Sin embargo, estamos avanzando en otras maquinas de contención.-
-Importa más destruir a la catalizadora….-
-¡Pero, General White!-contrapuso la peli lila.- El Comandante Red ordeno que no le hiciéramos nada, recuerde que ella es su arma más valiosa…-
-¡Al diablo con esas malditas ordenes! Si ese pequeño monstruo llega a enojarse, la humanidad estará en peligro…-
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