-...- El personaje esta hablando
-"..."- El personaje esta pensado
(...) Nota de la autora (osea Caprichos mios xD)
Debo aclarar que los personajes y las citas no me pertenecen, estos son de propiedad de JK. Rowling, (Porque si fueran mios... No despierta vamos, eso debes seguir con la historia)
Capitulo I: "La gema y la cierva"
El viento soplaba suavemente aquel día, haciendo que sus cabellos danzaran al compás de las hojas que volaban lejos de los árboles hacia un destino incierto, se sentó el verde pasto y abrió un de los tantos libros que llevaba consigo, dirigió su mirada al hermoso lago del colegio, estiro sus brazos cansados mirando nuevamente la hoja de preguntas, esperando haber contestado todo lo que le pedían. Se dibujo una sonrisa en su rostro y guardo la hoja en su mochila, era un hermoso día, seria mejor disfrutar un momento antes de volver repasar las lecciones de transformaciones, dijo para si misma, intento ordenar su brillante cabello rojo oscuro, pero fue en vano, soltó una leve risita, aquel cabello era imposible de arreglar y verse allí intentándolo le hizo recordad a esas mujeres que solo se preocupaban de su imagen, se levanto del césped y deposito su mochila en uno de sus hombros, y comenzó a caminar por la orilla del lago. De pronto unas risas llegaron a sus oídos y al dirigirse a ellas, supo quien y como las estaba creando.
- ¡DEJENLO EN PAZ! –
Vio como dos jóvenes se voltearon para verla, a uno de ellos el oscuro cabello le tapaba los ojos con una elegante naturalidad y en su rostro se dibujaba una sonrisa por el espectáculo presenciado, y al lado de él esta un muchacho más bajo que el primero, a quien reconoció enseguida aquel engreído con el pelo alborotado, sus ojos castaños reflejaban la malicia que estaba cometiendo.
- Que tal Evans.- la saludo el joven forzando la voz, para hacerla ver mas madura.-
- Déjenlo en paz.- Repitió la joven mostrando en sus ojos la antipatía que sentía por aquel muchacho.- ¿Qué les hizo?
- Bueno… Es simplemente que existe no se si me explico.-
Los estudiantes que los rodeaban se rieron, pero ella no lo hizo encontraba patética la forma en que aquel muchacho llamaba la atención, no era suficiente ser bueno en el Quidditch, tenía que molestar a los estudiantes solo por mera diversión, francamente no podía entender a ese arrogante.
- Te crees muy gracioso.- agrego con frialdad.- No eres mas que un sinvergüenza arrogante y fanfarrón. Anda Potter déjalo en paz.-
- Lo dejare en paz, si sales conmigo Evans.- Dijo haciéndose el interesante.- Sal conmigo y no volveré a apuntar a Quejicus con mi varita.-
La muchacha le miro con desprecio¿Salir con James Potter?, aquel engreído y presumido de Potter, o no claro que no lo haría, antes de salir con el prefería salir con el calamar gigante.
- No saldría contigo, aunque tuviera que elegir entre tú y el calamar gigante.- Replico molesta.-
- Mala suerte Cornamenta.- Dijo Sirius quien volvió a apuntar al muchacho que estaba en el suelo.- ¡Eh!-
La muchacha vio como el hechizado peleaba con James, quien logro hacerle algún daño, lo que fastidio al muchacho y elevo a Severus por los aires, haciendo que se vieran sus delgados pies y unos calzoncillos grisáceos. Al ver esto Lily se enfureció ya bastante humillación había tenido, para además dejarlo en ridículo delante de todos los estudiantes que estaban en el lago. Pero sintió de pronto que algo en su interior emanaba, acaso era una sonrisa, por ver aquello, no ella era una persona correcta y no debía pensar en esas cosas, ponte en el lugar de él, pensó, ponte en su lugar.
- ¡Bájenlo!-
- Como quieras.- Dijo James moviendo su varita
Snape callo de picada al suelo, intentando ponerse de pie para combatir nuevamente su varita, pero Sirius exclamo: "Petrificus Totalus" y Severus volvió a derribarse en el suelo.
- ¡DEJENLO EN PAZ!- Lily saco su varita, lo que hizo que James y Sirius la miraran con cautela.-
- Evans no me obligues a echarte un maleficio.- Dijo James serio.-
Realmente se atrevería, pensó la muchacha, acaso James no diferenciaba entre una mujer y un hombre, bueno viniendo de él, especuló la muchacha, todo era posible.
- ¡Retírale la maldición!-
James exhalo un profundo suspiro, y haciendo girar su varita pronuncio el contra maleficio.
- Ya esta, has tenido suerte de que Evans estuviera aquí Quejicus.-
- ¡No necesito la ayuda de una asquerosa sangre impura como ella!- Dijo Snape con un dejo de rabia en su voz.-
Lily quedo como helada al escuchar las palabras de Severus, y adoptando una fría voz agrego:
- La próxima vez no me meteré en donde no me llaman, y por cierto, deberías lavarte los calzoncillos Quejicus.- Dijo Lily con un poco de malicia en su voz.-
- ¡Pídele disculpas a Evans, Snape! – Dijo James apuntándole con la varita.-
- No quiero que lo obligues a pedirme disculpas.- Dijo Lily con impaciencia.- Tú eres tan detestable como Snape.-
- ¿Qué? – Pregunto James sorprendido.- ¡Yo jamás te llamaría… Eso que tú sabes! –
- Siempre estas desordenándote el cabello para que se vea exactamente igual, como cuando te bajas de la escoba, andas con esa snitch por todos lados, y les hechas maleficios a todos sin importante quien sea y solo por diversión.- Dijo Evans fuera de si.- Me das asco Potter… ¡Asco! -
- Evans¡Eh, Evans!-
La muchacha dio media vuelta y se fue con dirección al gran salón. No le importo que James la llamara, siguió su camino y no se devolvería por nada del mundo, sabía perfectamente lo que ese engreído estaba haciendo, ella ya había hecho todo lo posible para ayudar al tonto de Snape, y no le importaba lo que le pasara ni a él, ni a James.
¿Pero era en verdad que no le importaba? Evans paro de pronto, sin entender el porque de esa pregunta que salio de su mente, sacudió su cabeza y siguió caminando, claro que no le interesaba lo que le sucediera a James ella lo odiaba, y aborrecía todo lo que tenia que ver con él, James y su escoba voladora, James maldiciendo a cualquiera que se le ponga en frente, El popular James saliendo con cualquier chica.
- Como me gustaría que te pusieras en el lugar de una mujer.- Dijo Lily con rabia.-
Siguió caminando pero no había dado un par de pasos cuando sintió que chocaba con algo y que esto caía al suelo, tan absorta estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta de que había chocado con una pequeña niña, Lily le ayudo a pararse, la jovencita se lo agradeció. Evans noto que la muchacha no tenia más de doce años, con una cara redonda y ojos castaños como los de aquel muchacho, su cabello largo y ondulado lo sostenía una graciosas cola que se había desarmado por el impacto, pero eso no fue lo que sorprendió más a Lily, sino la gran cantidad de collares y aros que cayeron por el piso, la muchacha tomo uno pro curiosidad y lo examino, en el habían dos ciervas paradas en dos patas, y en las delanteras cada una tocaba una gema verde esmeralda, el mismo verde que poseían sus ojos, era un collar muy bonito, lo miro por unos segundos, hasta que recordo a la niña que estaba tirada en el piso.
- Perdona no te vi, no era mi intención tirarte al suelo.- Dijo Evans torpemente.-
- No te preocupes, yo tampoco estaba muy concentrada en el camino.- La muchachita comenzó a recoger los objetos que se le habían caído.-
- Déjame ayudarte.- Dijo Evans
- Oh, muchas gracias.-
Así Lily y la jovencita recogieron cada una de las joyas que se habían caído, y a los pocos minutos todas y cada una se encontraban nuevamente en la cajita que traia la niña.
- Estas joyas son muy bonitas, pero me parecen conocidas.- Comento Lily con curiosidad.- ¿Tú las hiciste?
- Si, son joyerías de Muggles, mis amigas y yo las hacíamos antes de que yo entrara a hogwarts.- Dijo la muchachita.- A veces se las vendo a alguna bruja mayor, me pagan muy bien y es una buena manera de juntar dinero.-
- ¿Eres hija de muggles? – Dijo Lily mirando con detenimiento el primer collar que tomo.-
- No, provengo de una familia antigua de magos, pero tuve muchas amigas muggle y con ellas hacia este tipo de artesanía.- La mucha le mostró una traviesa sonrisa.-
- Son muy lindas, haces un muy buen trabajo.- Lily le entrego el collar, mirándolo por última vez.- mi nombre es Lily Evans… ¿Y el tuyo?-
-. Aricia Lenher, estoy en segundo año y pertenezco a la casa de Ravenclaw.- La muchacha la miro por unos instantes y luego agrego.- Gracias señorita Evans por ayudarme.-
- Dime Lily y fue un placer ayudarte.- Evans miro el reloj y pego un grito de espanto.- ¡Oh no! es muy tarde y tengo que repasar para Transformaciones, te tengo que dejar pero ha sido un gusto conocerte.-
Lily se levanto del suelo y recogió su mochila, posándola en su hombro derecho, pero antes de que se fuera la pequeña le entrego el collar que Evans había estado observando.
- Tómelo le traerá suerte.- Dijo la niña feliz.-
- Pero… yo no puedo.-
- Es un regalo por haberme ayudado, además dicen que cumple su más anhelado deseo, por favor consérvelo.-
- Muchas gracias Aricia.- Dijo Evans muy agradecida.-
La pelirroja se despido y luego siguió su rumbo caminando, observo el collar que estaba en sus manos y se lo puso en el cuello, después de todo no había sido un mal día.
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Espero que les haya buscado el capitulo, si notan un ligero parentezco con un capitulo de Harry Potter, si lo hay es porq quise tomar esa parte para relatar mi historia (Si no lo recuerdan esta cuando Harry se mete en los recuerdos de Snape P), Sin embargo este va enfocado hacia la mirada de Lily Evans y lo que piensa y sucede cuando ve la parte del lago, pero el prox. capitulo ese ya no contiene citas del libro, lo prometo, bueno espero que lo disfruten.
