El Rito
Ya las chicas tenían 19 años. Ami estaba en segundo año de medicina, Rei dirigía el templo se su abuelo mientras éste viajaba por el mundo en un crucero, Lita había puesto un salón de té en el que le iba muy bien y Mina estaba en proceso de grabar un disco. Serena estaba planeando su boda con Darien. Ya se habían comprometido y la fecha estaba fijada para 2 días más.
Cada una le había llevado un regalo a los novios. La familia de la princesa aún estaba en shock, y el padre de la rubia había caído en depresión un par de semanas al darse cuenta que su hija predilecta iba a formar su propio nido.
Esa noche, todas las chicas se habían juntado en casa de Mina. Faltaba muy poco para que Serena ya no fuera de ellas, sino que de un chico. Lita se había esmerado con los bocadillos, Rei no había sido tan apática como de costumbre y Ami se había olvidado por completo de los exámenes de grado. Cada una se esmeraba en compartir los mejores momentos con la novia.
-Chicas….-decía Serena, mientras se intentaba recuperar de un ataque de risa luego de ver a Rei bailar como idiota.- Chicas… me están haciendo tan feliz… ¿Se repetirá esto cuando ya esté casada?
-¡Tenlo por seguro!-respondió Ami.
-Aunque tenga que ser más corto porque tendrás que correr a prepararle la cena a Darien…-acotó Lita.
-Él ya sabe que al comienzo será comida rápida…a menos que quiera morir por intoxicación-dijo Rei, mirándola con los ojos entrecerrados y una sonrisa irónica.
-¡Rei!
-Eso no es cierto… además, si necesitamos comida…- Serena miró de frente a Lita, quien comenzó a reír.
-Pero igual vas a tener que aprender a cocinar…-finalizó Mina, quien entraba al salón con más bebidas.
Todas quedaron en silencio unos instantes. Ninguna quería terminar esos minutos.
-Serena…
-Dime, Ami…
-Eh…-ella se sonrojó un poco, pero preguntó con voz firme- ¿Ya… ya has, eh… intimado con Darien?
-¡Ami!-replicó Rei - ¿Cómo se te ocurre preguntar eso?
-Es que… -la chica se complicó un poco - ¿Qué pasaría si Chibiusa naciera antes? Digo, cuando fuimos al siglo XX nos dijeron que Serena fue madre a los 22, pero… ¿Y si fuera madre antes?
-¿O si tuviera gemelos?
-¡¡Dos Chibiusas?? No, por favor…- rió la rubia.
-A mí me gustaría ser tía de gemelos…-comentó Lita, mirando a todas las chicas sustancialmente.
-A mí no me gustaría ser madre de gemelos – negó Mina - ¡No los podría reconocer!- agregó.
-A mí me gustaría…-dijo Rei, sorbiendo inmediatamente su jugo.
-¿Por qué?- preguntó Ami, intrigada.
-Porque serían dos niños complementarios en todos los aspectos…
-Por lo mismo no me gustarían. Imagina, uno que sea un demonio con patas y otro que tenga vocación de sacerdote…
-¿Pero tendrían que ser niños ambos o parejita?-Preguntó Serena, interesada en el tema.
-Pareja, obvio-dijo la pelinegra, poniéndose de pie.-Pero… no has respondido la pregunta…
-¿Ah?...¡Ah!, esa… pues…-Serena se hizo un lío.- Eh, pues….
-¿Pues…?-corearon las chicas, todas encima de ella.
-No…
-¿Qué?- Respondieron juntas, mientras se dejaban caer en los sillones otra vez.
-No… no he querido hacer nada aún, porque….
-¿Quieres llegar virgen al matrimonio?-inquirió Rei.
-No, no es eso….es-
-Entonces no niegas que tienes ganas…-insinuó Mina, pícara.
-Si… digo, ¡No, claro que no!-respondió airada.
-¿Ves? ¡No lo niegas!
-Nunca lo hubiera pensado de ti…-fingió escandalizarse Lita.
-Yo te entiendo…-ayudó Ami, riéndose.
Rei sólo se reía.
-¡No es nada de eso!-Gritó la novia- Sólo… sólo es que me da miedo…
-¿Que te duela?
-No… que no lo haga…bien.
-Da lo mismo-respondió Mina, sorbiendo su jugo y mirando el reloj de la pared.- ¡Guau! ¿Vieron la hora?
-¡Dios! ¡Tengo que llegar a casa!-gritó Ami, espantada. Eran ya las 2 de la madrugada y ninguna lo sentía.
-¡Yo también!
-¡El templo!
-Serena, como tú te quedas a dormir…-dijo Mina- no hay problema. Chicas, les llamo un taxi de inmediato.
Despidieron ambas rubias a las demás chicas fuera del edificio, y al sufir, ambas se tiraron a los sillones.
-¡Uf!-suspiró Mina.-No te imaginas lo difícil que es ahora juntarnos todas... y más encima organizarnos...
-Gracias, Mina, por ello...
-No me queda otra. ¡Mira que ser la líder de las Sailor Scouts no es nada fácil!
-¿Cómo que líder? ¡Esa soy yo!
-Nop- dijo la chica, levantándose y yendo al sillón de Serena, haciéndose un espacio y depositando la cabeza de la princesa en sus rodillas.- Tú eres la Princesa a la que hay que proteger. Y yo-dijo, recalcando- soy la líder de tu guardia.
-Bueno...-concedió la otra, con losojos semicerrados. Ya tenía sueño.
-¡Oye!¡No te duermas!
-¿Ah? Pero tengo sueño- murmuró, sentándose y tallandose los ojos.
-Pero yo no te pedí que te quedaras sólo porque tengo ganas de pasar contigo la noche y hacer pijama party... Artemis y Luna me dijeron que hay un rito que se debe hacer antes que te cases...
-¿Ah?- Serena se despertó por completo.-¿Y... qué se supone que tengo que hacer?
-¿Tú sola? Nada. Tengo que hacerlo yo...-dijo Mina, alzándose y llevando los vasos a la cocina. La lunar la siguió con las galletas.
-¿Y qué se supone que es?-volvió a preguntar, mientras la venusiana lavaba los platos y lo demás.
-No sé... Artemis me dio las indicaciones generales, pero dijo que - e imitó la voz de su gato, que por cierto, estaba esa noche en casa de Serena junto a Luna- "llegado el momento, tu espíritu te guiará". No tengo ni la menor idea de lo que se supone que deba hacer, pero...-se encogió de hombros y cerró la llave.
-Bueno... si tú estás tan relajada...-Serena apagó la luz de la cocina y salió al living.
-Ok. Entonces... Serena, ¿Puedes ver qué luna hay hoy? No lo recuerdo...
La chica obedició, y miró hacia el cielo por la ventana.
-Es Luna lle...-gritó, cada vez con menos intensidad. No terminó la frase, pues cayó dormida al suelo.
-Hemos comenzado el rito...-murmuró Mina, acercándose a recogerla y llevándola a uno de los sillones.
Pues... este es una especie de introducción a lo que viene... Reviews
