Hola a todos aquellos lectores que decidieron pasarse por este fanfic, este es un nuevo proyecto que quiero mostrarles y lo hago con un especial cariño para todos ustedes :*, bueno solamente quería agradecerles por su espera a los que siguen mi otro fanfic (Destructa Elite Team) les hago la invitación a pasar también por ahí y si les gusta dejar un comentario ya sea crítica constructiva, tomatazo o flores, cualquier cosa es bienvenida si es algo con lo que puedo mejorar el modo de hacer las cosas… antes de comenzar solamente tengo otro corto mensaje que dejar:
El mundo de Naruto no me pertenece, si no, a Masashi Kishimoto.
-Bla bla bla- corresponde a los diálogos.
--bla bla bla- corresponde a las descripciones entre otras cosas.
-bla bla bla- corresponde a recuerdos.
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Hinata Hyuuga parecía la típica chica que nació en una de las mejores familias de todo Japón, vivía en una gran casa y tenía cientos de sirvientes que le ayudaban a las tareas de aquella casa que requería de cuidados exhaustivos para mantenerla impecable y preservas aquella imagen de poderío que su familia siempre imponía; es la hija mayor de Hiashi Hyuuga, dueño de todos aquellos hospitales especializados en oncología, y ella había obtenido con muchos años de esfuerzo terminar su carrera de medicina con la especialización en atención de urgencias, era la mejor en ello y su equipo de especialistas la catalogaban como "inquebrantable" ante sucesos difíciles. Desde los 16 años de edad se convirtió en la novia de Sasuke Uchiha, un morocho de ojos oscuros y uno de los hombres más deseados, según una de las revistas más importantes de su país, como su apellido lo dice: pertenece a los Uchiha una familia que fue creciendo a través de los años gracias al ingenio y astucia, ya que todos y cada uno de ellos eran abogados, su bufete era considerado uno de los más prestigiosos y verídicos del país; ahora con 27 años Sasuke y Hinata celebraban su tercer aniversario de bodas en la sala de su hogar, un departamento dentro de los fraccionamientos más exclusivos de Tokio, mientras que ambos veían una de las películas de Hinata, que comúnmente se trataba de comedias románticas, Sasuke miraba el gran vientre hinchado de Hinata… y ahí imagino a su pequeño hijo que iba creciendo con cada día, Hinata conocía sus modos de demostrar su cariño hacia las personas importantes para él, ya que él no era alguien que se la pasara gritando el amor que le tenía a su esposa, solamente tenías que mirar bien la forma en que él miraba a Hinata para saberlo. Hinata ya tenía 6 meses de su primer embarazo y no podía estar más que ilusionada con la idea de tener un hijo del amor de su vida y al haberse enterado que éste era un varón no pudo evitar gritar de felicidad; la película finalizó y ambos decidieron ir a dormir.
2:00 a.m.
Sasuke se movió hacia a un lado de su cama para sentir el cuerpo de su esposa, pero se llevó una sorpresa cuando no la encontró ahí… sus ojos buscaron entre la oscuridad alguna señal de su esposa y solamente encontró la luz del baño que se veía encendida por la rendija que separaba al suelo de la puerta, no le dio mucha importancia ya que Hinata normalmente se levantaba a altas horas de la noche por malestares nocturnos tales como los tan cotidianos vómitos, y las inmensas ganas de ir a orinar, viva el milagro del embarazo pensó Sasuke para sus adentros y volvió a acomodarse en la cama pero se alertó al sentir una de sus sabanas húmedas con un líquido pesado, rápidamente encendió la luz que tenía en su mesa de noche y sus ojos se desorbitaron al ver una gran cantidad de sangre brillante en el centro de la gran cama matrimonial, como alma que lleva el diablo se levantó en dirección al baño encontrando en el camino rastros de sangre que con anterioridad se escondían tras la oscuridad de la habitación, abrió la puerta del baño sin ningún aviso que anticipara su entrada y lo que vio le dejó perplejo… ahí estaba su esposa mirando fijamente hacia otro lado de la habitación con los ojos vacíos y con una cara de espanto, miraba a un bulto de toallas manchadas con sangre, Sasuke con cuidado se movió por la habitación y cuando Hinata reparó en su presencia giró su cara hacia él al instante derramando miles y miles de lágrimas-.
-Hinata… que es lo que pasa…- el hombre preguntó con miedo, no… no podría ser lo que suponía-.
-Sas…Sasuke…Sa..Sasuke…-la mujer apenas y podía pronunciar bien el nombre de su esposo, su estado era de un shock demasiado fuerte y Sasuke podría apostar que estaba a punto de desmayarse-.
-Sasuke… el… el… el bebé…- decía con la voz entre cortada mientras las lágrimas no paraban de salir de sus opalinos ojos-
-Tranquila Hinata dime que es lo que pasa- el hombre ya no podía con la maldita incertidumbre, y la mano de su esposa se levantó temblando y apuntó hacia el bulto de toallas de tono carmesí que reposaba en el otro extremo de la habitación, se levantó con cuidado y caminó hasta dicho bulto, con las manos temblorosas tomó el montón de toallas y al levantarlas su mente e quedó en blanco mientras sus rodillas cayeron al piso… su bebé… su hijo, el que con tanto anhelo habían estado esperando desde hacía 6 meses ahora se encontraba enrollado en ese tumulto de toallas, con una expresión que pareciese que estaba dormido cuando Sasuke y Hinata sabían que no lo estaba, en ese momento no sabe qué fue lo que pasó pero a lo lejos de ese cuarto solamente se escucharon los guturales gritos de un hombre llorando.
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Si lo sé que está muy corto pero la idea vino a mí de un momento a otro y tuve que escritir hasta que ya no viniera nada, y bueno solamente les agradezco que se hayan tomado un poco de su tiempo en leerlo, les mando un beso y un abrazo muy grande a cada uno de ustedes y si les gusto tanto como para dejar un review tienen la libertad de hacerlo… nos leemos pronto.
Atte: Shironeko
