Escrito para: fandom-insano (especial de navidad).
Pairing: Yoh Asakura/Anna Kyouyama.
Disclaimer: Nada me pertenece, los personajes pertenecen a su respectivo creador. La historia, al contrario, sí es mía.
— Papá, ¿por qué te casaste con mamá?
Yoh Asakura miró con una sonrisa a su hijo de ya trece años, divertido ante la pregunta.
— Porque la amo, Hana.
Hana Asakura miró a su padre con extrañeza, y es que no podía comprender las razones de su padre para haberse casado con su madre. Después de tanto tiempo, se preguntaba muchas veces las razones del casamiento de sus padres pues siempre los veía. Su madre era… especial, no tenía muchas cualidades más allá de su "Legendaria mano Izquierda". Por eso, ese 10 de Marzo a diez días del aniversario de sus padres se preguntaba: ¿Por qué se habían casado?
Su madre no era la mujer perfecta, de hecho ni siquiera se acercaba. Tenía muchos defectos: era temperamental, por ejemplo, también era un tanto prepotente y creía tener la razón en todo, era… venga, tenía demasiados defectos y casi ninguna cosa buena. ¿Cómo su padre se había enamorado de ella?
Yoh sonrió, más alegre que antes, antes de reír con suavidad. Siempre reía, en cualquiera de los casos.
— Hana, si hubiese querido una mujer perfecta o una esposa que fuese la que describen los libros, me habría comprado una muñeca o algo así. A tu madre la amo porque es diferente. Porque todos sus defectos son cualidades para mí. Lo entenderás cuando conozcas a alguien para amar.
Hana hizo una mueca, no pensaba encontrar nunca a una mujer para casarse. ¿Para qué quería una mujer? ¡No las necesitaba! Él si se compraría una muñeca, una que supiese lavar y cocinar, así simplemente seguiría con su vida. Yoh solo vio la confusión adornando el rostro de Hana —luego de su mueca— y se preguntó si alguna vez su hijo comprendería el amor que le tenía a Anna.
Su relación con su esposa era particular, pero la había amado por tanto tiempo, que nadie podría decirle lo contrario. Luego de que Hao se convirtiese en Shaman King, habían podido retomar una buena relación como cuando Anna no era más que una niña y él la tuvo que salvar de un demonio. Luego de que Hao resucitase a Hana, se preguntó muchas veces porque lo había hecho y jamás lo pudo comprender.
Ana y él habían ido a verlo, sí, pero en lo más profundo de su corazón tenía que admitir que alguna que otra duda tenía de que les hiciera caso. Después de todo y a pesar de que Hao había recuperado a su madre seguía siendo quien era: Hao. Sabía que Hana le tenía cierto rencor, y que por ello muchas veces le pateaba. Pero él lo entendía.
De cualquier forma, en ese momento se alegraba de que su hijo sintiese un poco de curiosidad por él y Anna, aunque en realidad consideraba que la pregunta no demostraba mucho interés pero había que empezar por algo.
— No lo comprendo.
Yoh rió nuevamente, ante la verdad que había soltado su hijo, él con trece años tampoco hubiese comprendido como dos personas tan diferentes podían amarse y seguir durante tanto tiempo juntos. Lamentablemente, él no podía dar otra respuesta que no fuese el ya dicho "La amo". ¿Existía otra razón? Quien sabia, él no.
No necesitaba otra razón, de cualquier forma, le bastaba con saber que Anna le amaba tanto como él la amaba a ella. No necesitaba mucha más información. Ahora que lo pensaba… ¿Hao amaría a alguien? Quizás debería buscarle una esposa… por eso de la Shaman Queen.
Bah, ya lo pensaría luego. Ahora… había que buscar el regalo de aniversario para Anna, porque si no todos sufriría con él.
