AHORA SOY ¿QUÉ?
N/A: Hola a todos amados lectores, aquí reportándome de nuevo con una nueva historia, de hecho es la primera vez en toda mi vida que hago una segunda parte jejeje…. Espero que les guste. Al igual que la primera, ésta es una adaptación de la película con el mismo nombre que hace años fue protagonizada por el simpático actor Steve Martin. Espero que también puedan seguir esta lectura y no olviden dejar sus reviews. Sin más preámbulos, he aquí la continuación .
Disclaimer: Naruto y sus personajes pertenecen al grandioso Kishimoto.
Palabras en cursiva, son pensamientos de Sasuke.
Palabras en negrita dentro de () son notas de autora.
Debo aclarar que en este fanfic (igual el anterior), Sasuke ya tiene su prótesis de brazo izquierdo.
Sasuke estaba impaciente. El día de hoy vería de nuevo a su amada hija después de algún tiempo. Como bien recordarán, su hija ahora era una mujer casada.
-Sakura apúrate que llegarán en cualquier tiempo- dijo Sasuke apurando a su esposa.
-¡Ya voy!- le respondió ella desde el piso de arriba.
-Tsk, mujeres- dijo Sasuke para así sentarse a esperarla en uno de los sillones de la sala.
-El padre de la novia. Jamás creí decir esto, pero todo lo que pasó fue pan comido comparado con el embrollo del año pasado. Tomó algún tiempo de que me recuperara de la boda, pero finalmente todo volvió a la normalidad que es exactamente como yo prefiero vivir. Después de aquello, empecé a darme cuenta de que la suerte estaba conmigo. Tenía un hermoso hogar con estupendas vivencias y libre de deudas, una esposa a la que amaba tanto como el día en que nos casamos, una hija independiente, autosuficiente, feliz, casada, con trabajo, un hijo floreciendo en el nivel medio escolar de la academia y un yerno con empleo y que frecuentemente hace viajes por las misiones que se las encomienda el dobe de su padre, el hokage. La vida era dulce, sentía que por primera vez tenía el control… entonces sobrevino, me faltaban cinco años para ser totalmente libre. Pronto sería un padre con una hija casada y un hijo graduado de ninja, entonces comencé a pensar: en qué voy a ocupar todo ese tiempo libre, puesto que hemos vivido un tiempo ya bastante largo de paz. Simple: en lo que yo quiera.
Podría practicar nuevos jutsus, seguir viajando a los lugares que no llegué a conocer, escalar montañas, me sentía en la cima del mundo… entonces la catástrofe cayó sobre mí. Todo fue tan ridículo. Fue hace un año cuando esto comenzó… bueno, nueve meses para ser exactos.
Iba camino a casa en un hermoso día otoñal, las hojas estaban doradas, el viento refrescaba y yo descubría lo hermoso de mi vida. Después de tantos años de venganza, gracias al amor de Sakura y la amistad de Naruto pude salir adelante y ahora me importaba cada acontecimiento que sucedía en mi familia. Sí, era un hombre feliz.
-*Tadaima- dijo Sasuke al momento de entrar a casa.
-*Okaeri, papá. ¿Ya sabes la noticia?- decía Daisuke mientras iba a recibir a su padre.
-¿Cuál noticia?
-No sé, no me dijeron.
-Daisuke, mi teléfono- decía Sakura de otro cuarto.
-¡Ya voy!- dijo el pelirrosado para ir por el aparato para su madre.
-¿Quién no te dijo?- preguntó Sasuke a su hijo, pero él ya se había retirado.
Sasuke en eso escuchó unas risas y cuando volteó, pudo ver de quiénes se trataban.
-¡Teme! Cómo has estado- dijo cierto rubio que iba acompañado de us esposa.
-Hola, Sasuke-san- dijo Hinata.
-Hola, tío Sasuke- dijo la pequeña Himawari, bueno, de pequeña ya no tenía nada.
-Hola- dijo con una media sonrisa el azabache.
-¿Teme, tú también piensas lo que yo?
-Sí así fuera creo que sería igual de baka que tú.
-No, no me refiero a eso- dijo algo indignado Naruto.
-Pues entonces explícate.
-Boruto llamó hace rato y dijo que llegará a las seis. Que él y Sarada tienen algo importante que decirnos. Este es uno de esos momentos, teme, puedo sentirlo.
-¡Hola cielo!- dijo Sakura que llegaba con una bandeja de bocadillos- Ay, despreocúpate, no es nada malo.
-Hmp, ¿cómo lo sabes?
-Bueno, yo sólo lo sé- decía con una sonrisa la pelirrosa.
-¿Qué? ¿Ya lo sabes, Sakura?- preguntaba intrigada la pelimorada.
-Sí… eh, no, en realidad no lo sé, lo supongo, jaja, pero pasen, vengan acá- decía Sakura para que los demás la siguieran.
-¿Quieres un poco de sake, Sasuke?
-No, gracias. Sakura, no creo que Sarada vaya a ser transferida al este, ¿y tú?- preguntaba Sasuke.
-No, cariño, algo me dice que no tiene nada que ver con trabajo, jajaja. Am… Sasuke, Sasuke, ¿seguro no te sirvo una copa?
-Dijo que era posible que la transfirieran y no me gustaría que tuvieran que mudarse.
-¿En serio lo crees, tío Sasuke?- preguntó Himawari.
-No es suficiente con que vivan bastante lejos, hmp.
-Viven a dos kilómetros de aquí- dijo Daisuke uniéndose a ellos.
-Bueno, es que con tanto tránsito.
En eso todos escucharon pasos acercándose a la puerta de la entrada.
-Ya llegaron. No quiero oír la palabra ''mudar''… bueno, podría pasar, ¿no? Primero prometerán venir los fines de semana, luego prometerán venir cada verano y luego se convertirán en extraños, sólo nombres en tarjetas de navidad… seremos los parientes lejanos de Konoha- decía haciendo que los Uzumakis cambiaran su semblante a uno preocupado.
-Qué positivo, ¿no lo creen?- dijo Sakura tratando de romper la tensión, pero antes de que alguien respondiera algo, Sarada abrió la puerta.
-¡Tadaima!- dijo ella.
-¡Okaeri!- le respondieron todos y así fueron a recibir a los nuevos esposos entre saludos y abrazos.
-Ahí estaba ella, mi Sarada. Cada vez que la veo tengo que recordarme a mí mismo que es una mujer casada. Para mí, sigue siendo una niña jugando a la casita, o diciendo que será la mejor ninja que algún día se convertirá en Hokage.
-Hola, mamá- decía Sarada abrazando a la pelirrosa.
-Hola, cariño. ¿Te encuentras bien?
-Bueno, yo…
-Claro que está bien, mírenla, nunca ha estado mejor- dijo Sasuke.
-Hola, papá- dijo ella acercándose a su padre.
-Hmp- dijo su famoso monosílabo para abrazarla- Dime, ¿alguna noticia del trabajo? ¿Sucede algo?
-Todo está bien, igual, pero bien. Muy ocupada.
-¿Sí? Ah, bien, bien.
-Qué te dije- dijo casi en un susurro, Sakura.
-Hola, papá…ah, perdón, Sasuke sensei- dijo Boruto mientras sacudía la mano de Sasuke.
-Hmp, hola.
-En tanto que mi hija no se mude a cuatro mil kilómetros de distancia, su marido puede decirme como quiera. Y a decir verdad, después de tantos años de conocerlo, creo que empieza a inspirar en mí confianza ese Boruto Uzumaki.
Todos se fueron a sentar en la sala, pues esperaban con ansias qué noticia les irían a dar los nuevos esposos.
-Se ven deliciosos los bocadillos, muero de hambre- decía Sarada.
-Y, qué es Sarada, cuál es la noticia- decía con emoción, Hinata.
-Y qué, ¿no comemos primero?- dijo Sarada.
-Ya dinos qué es- dijo Sakura que igual ya estaba intrigada.
-Ah, ya sé qué es. Compraron una casa- dijo Sasuke.
-¿Una casa, en serio?- dijo Naruto.
-Ah, jaja, pues… - trataba de responder Boruto.
-¿La noticia es una casa? Hmp, yo creía que se trataba de un bebé- dijo Daisuke haciendo que todos empezaran a reírse.
-Es lo que creí- dijo el Hokage.
-Yo también había pensado eso- dijo Sakura.
-Bueno…- dijo Sarada callándose antes de continuar para así voltear con su esposo para preguntarle si podría decir algo.
-Adelante, diles- dijo el rubio.
-Pues… de acuerdo, adivinaron. ¡Tendremos un bebé!- dijo la pelinegra gritando de emoción.
Todos se pararon emocionados, Hinata y Sakura llorando de la emoción, Himawari abrazando con euforia a su hermano mayor y Daisuke sonreía de oreja a oreja, incluso Naruto estaba dando saltos de felicidad. Todos menos Sasuke. En ese momento el azabache se paró y empezó a mirar fijamente a Boruto.
-Nunca me agradó Boruto Uzumaki, desde la primera vez que lo vi cuando era un simple preadolescente. El ''pequeño'' estaba jugando a la casita, y tuvo el descaro de…
-¡Sasuke-kun!- dijo su esposa.
-¿Qué dices de esto, papá?- preguntaba Sarada mirándolo de una forma demasiado tierna.
-Los felicito- dijo casi a regañadientes, pues en realidad no se sentía del todo emocionado.
Sarada fue con su padre para abrazarlo y depositarle un suave beso en su mejilla. Boruto también aprovechó y se acercó con él.
-Tío Sasuke, felicidades- decía mientras abrazaba a su ex sensei.- ¡Abuelo!
Pero al decir esta última palabra, las ganas de matar al rubio por parte de Sasuke empezaron a aumentar.
-¿Abuelo? Tsk, primero me roba a MI HIJA, ahora me convierte en abuelo. Si no fuera porque estaba Sarada ahí, en ese momento no me hubiera importado mandar al mini dobe dentro de un genjutsu, tal vez podría lanzarle un tsukoyomi y prenderle las llamas del Amaterasu. No, definitivamente ningún descendiente mío podría mezclar sus genes con los del dobe, JAMÁS. Desgraciadamente para mí, eso ya era demasiado tarde.
N/A: Bien, jajajaja, aquí les dejo este primer capítulo de la segunda parte, papá Sasuke no quiere ser abuelito aún xD… espero haya sido de su agrado y nos estamos leyendo :D
