Notas: ¡Hey, Hey! Bueno, Bueno~! Siempre me intereso esta historia, busque muchos fanfics pero ninguno logro convencerme, dejaban mucho que desear. Sentía que no estaban a la altura de los fanarts tan bellos ¡Eso me pareció decepcionante! (Aclaro que debe haber buenos pero no logre tener la suerte de toparme con uno que me agradara, o al menos no en español) Así que decidí escribir este fanfic, intentando hacerlo lo más indicado posible. Acepto Reviews negativos, positivos, con amenzas de muerte, o hasta que me hagan llorar! (?) Me gustaría mucho saber su opinión c:
Recuerden; Con cada Review que no envíen, Bill Cipher pierde su triángularidad y elegancia *guiño-guiño*
Autor: Freckles Baskerville (Facebook y Fanfiction)
Titulo: Reverse Falls
Subtítulo: Se abre el telón
Advertencias: Spoilers de la serie distorsionados para encajar en este mundo alterno.
Al final de cada capítulo se revelará un criptograma correspondiente al capítulo de la serie original (Los mensajes ocultos en los créditos) sin embargo, ya que, aquí es "Reverse" lo que aparecerá en los "créditos" será el mensaje descifrado, a diferencia de la serie que aparecen cifrados.
Disclaimer: Estos personajes pertenecen a Alex Hirsch. Esta historia es una versión en reversa creada por el fandom de Gravity Falls
SE ABRE EL TELÓN
Capitulo I
Los aplausos no cesaban dentro del pequeño pabellón azul situado en el jardín del pueblo. Aquel conocido como "La Tienda de la Telepatía" donde los hermanos Gleeful, o mejor conocidos como los "Gemelos Telepatía" sorprendían a la multitud con su espectáculo al caer la tarde cada noche.
Sin embargo, aquella presentación no era cómo cualquier función de entretenimiento llano, trivial e insípido. Había algo en esos jóvenes que cautivaba al público, algo que intrigaba, algo que inquietaba… ¿Acaso era una verdad el hecho de que esos niños tenían poderes sobrenaturales?
Claro; eso era una farsa, tenía que serlo.
Debía haber una explicación lógica para las habilidades poco comunes de esos chicos ¿No es así? Aunque, con la emoción del momento, quizás poco o nada le importaba al público si el espectáculo que les brindaban era real o no. Tan sólo se dejaban envolver por cada acto exclusivo e ilustre realizado por los Gemelos, siempre diferente cada noche para los ojos curiosos, sorprendiendo de forma sublime y diferente cada vez.
Una joven que se encontraba de pie en el escenario de exuberante cabellera castaña se acomodó un ligero y casi desapercibido mechón de cabello por detrás de la oreja, manteniendo una deleitable y cautivadora sonrisa mientras tomaba delicadamente la mano de su compañero, quien se inclinaba de la misma manera ante el público.
Su compañero poseía un rostro semejante al de ella, exceptuando una marca de nacimiento, la cual se encontraba en su frente y podía notarse con facilidad debido a que el chico tenía el cabello acomodado hacia atrás, mostrando cada parte de su faz. La "Osa mayor" era lo que formaba la marca perteneciente a su rostro.
A diferencia de su hermana, la expresión del joven muchacho era completamente tranquila y serena, casi inexpresiva.
Palomas blancas que salían de sacos, vasijas con flores que crecían espontáneamente, Desapariciones, Apariciones. Siempre había un acto nuevo y sorprendente dedicado de los Gemelos, sin embargo, había un acto constante, un acto que siempre concluía para rematar el show, y era lo más difícil a lo cual sus espectadores más acérrimos podían encontrar una explicación; La lectura de mentes.
Habían pasado varios instantes y el espectáculo había concluido finalmente, la carpa se vaciaba cada vez más mientras los individuos abandonaban la residencia. Los antiguos espectadores de la función no dejaban de hablar de lo impresionante que fue el show en esa ocasión.
—No sé cuánto tiempo más tendremos que soportar a estos estúpidos pueblerinos. —Soltó la joven castaña, ya estando en la comodidad de su camerino el cual era separado del escenario con una imponente cortina azul. Se reflejaba en el espejo del mueble mientras masajeaba sus pómulos con sus manos y examinaba cada parte de su rostro vanidosamente.
—Sólo es cuestión de paciencia. — Contestó el gemelo de la castaña con una tranquilidad tal que casi podía llamarse desinterés.
— ¿Más? —Espeto la gemela con tono bufón, pero aún manteniendo lo austero y agrio en su voz.
El castaño soltó un suspiro; Su gemela era ciertamente alguien muy fácil de irritar. Con ayuda de su dedo índice y su dedo pulgar, tiró del listón que se encontraba bajo su cuello desaflojando el lazo que ayudaba a apoyar el manto detrás de su espalda. Antes de que este cayera al suelo, la castaña intervino y coloco sus manos en los hombros de su gemelo removiendo el manto por completo.
—El tío Stan… Menciono que los sobrinos de Budy Pines están viviendo temporalmente con él en la cabaña del Misterio. —Comentó el gemelo Gleeful en un resoplo.
— ¿Sobrinos? … No tenía idea… Ese maldito anciano imbécil sigue rehusándose a vender las escrituras. No lo entiendo… Ese hombre es tacaño, arrogante, interesado, codicioso… Un hombre así se puede comprar fácilmente ¿Por qué el demonios no? —Exclamó irritada.
—Sus sobrinos están con él. Podemos sacar ventaja de eso Mabel, Además… —El castaño introdujo su mano dentro de sus elegantes ropajes y de ellos saco un sobre— Acaban de llegar, sería completamente descortés, no recibirlos con una cálida bienvenida…—Pronuncio aquellas palabras con seriedad, soltando un sutil sarcasmo.
La gemela Gleeful esbozo una gran sonrisa después de ver aquel sobre, comprendiendo con facilidad las intenciones de su hermano. —Estoy totalmente de acuerdo…
"¡GIDEON!"
Una voz aguda y encendida penetro toda la cabaña, una chica rubia con un pomposo suéter se movía por todas las habitaciones, inspeccionando cada una de ellas, hasta finalmente detener el paso al llegar a la habitación superior que estaba en lo alto de la cabaña.
— ¿Gideon? ... ¡Gideon! ¡Llevamos 3 días aquí y no terminas de desempacar tus cosas! — La rubia ladeó su cabeza con curiosidad mientras observaba a su primo, se situó a su lado y asomó su cabeza. — ¿Sigues leyendo ese diario?
Su primo, un chico albino, robusto y pecoso. Tenía rosadas mejillas en su rostro que fácilmente se tornaban de ese color debido a su pálida piel. El chico tenía consigo una gorra que acomodaba su fleco hacia abajo. El peliblanco observó a la rubia algo distraído, sin embargo, podía notarse preocupación en su rostro.
—Pacifica, hay algo en este diario que me intriga… Las páginas… Las páginas se detienen en un punto. Quien lo escribía se detuvo sin completar una página, como si… Como si alguien o algo se lo hubiera impedido pero, ¿Por qué? Pensé que era una farsa, o una broma quizás pero, ¡Tú has visto con lo que nos hemos encontrado y hemos pasado en tan solo estos 3 días!
La rubia se llevó una de sus manos a su mejilla mientras mantenía una sonrisa algo despreocupada.—Gideon, te estresas y te preocupas demasiado, deberías dejarlo y ¡Podríamos hacer algo juntos hoy con el tío Budy! Salió al pueblo pero llegara en unas horas, ¡podremos divertirnos juntos!
—Pero Pacif… —Un timbrazo interrumpió la oración del albino, habían llamado al timbre de la cabaña.
La rubia sonrió ampliamente al escuchar aquel sonido y exclamó con algarabía— ¡Ya llego el tío Budy!
La rubia bajo con rapidez y entusiasmo las escaleras. Pero al abrir la puerta solo pudo ver la espalda de un hombre que se marchaba ya a una distancia considerable, se había tratado del cartero. La chica miro hacia abajo percatándose del sobre que el cartero había dejado. La recogió y lo examinó por todas partes, no tardó mucho en abrir el elegante sobre y leer el contenido del ya mencionado. Sonrió ampliamente y subió corriendo las escaleras.
— ¡Gideon! ¡Gideon! ¡Mira! — La rubia mostró la carta a su primo, el peliblanco observó confuso la carta, para acto seguido leerla detenidamente.
—Es…
Una invitación a la Tienda de la Telepatía.
BIENVENIDOS A GRAVITY FALLS
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