Disclaimer: lo que daría porque los personajes de Inuyasha fueran míos, pero no lo son. Le pertenecen a Rumiko Takahashi.
Confía en mí
Capítulo 1: A escondidas
El ojidorado se encontraba impaciente en el asiento frente a su notebook, mirándolo fijamente. Sus pies se movían constantemente y sus manos hacían amago de querer escribir, mas después se arrepentía. Miraba otras páginas, pero rápidamente volvía a la ventana que le interesaba.
Agarró el cabello de su nuca y gruño un poco cerrando sus ojos tratando de apaciguar su ansiedad.
¿Por qué demonios se demoraba tanto en responderle?
Claro, ella era Kagome "no babeo por Inuyasha Taisho" Higurashi.
Justamente ella ¡ELLA! fue la única que no quedó como almeja arrastrada queriendo que él le brindara una ínfima pizca de su atención. De hecho… a la larga fue todo lo contrario.
Genial, tenía 18 años, pero se sentía como si tuviera 13.
¿Cuántas mujeres no caían rendidas a sus pies antes que él mismo siquiera lo pensara? ¿Con cuántas mujeres no estuvo sólo para complacerlas un poco a ellas? Ok, tenía que ser sincero, una cosa fue por calentura momentánea y la otra gran razón… orgullo de hombre.
¡El maldito orgullo de hombre para ser visto como macho alfa entre la comunidad fémina y tener el respeto de sus amigos! Y vaya que se lucía, de eso no podía quejarse, muchos le pedían consejos para tener la atención de las chicas que le interesaban.
Su corto pelo negro, la forma de su cuerpo, su estilo rudo de vestir y, por supuesto, sus profundos ojos dorados que gran parte del tiempo estaban serios derretían a la gran mayoría de las chicas que lo conocían. Aunque su toque era la actitud indiferente lo que lo caracterizaba, y claro por eso muchos trataban de copiarl…
¡Un mensaje de ella!
Desesperado pinchó la barra del Msn que titilaba y rápidamente leyó:
Kagome ;) dice:
Alo?
It's my way, My way on the Highway (8) Bitch .l. dice:
Q te dijeron?
Kagome ;) dice:
Jajajajaj, q rapido. Menos mal tas "Ocupado"
Inuyasha frunció un poco el ceño. Cierto que había puesto ese estado para evitar que gente estúpida le hablara innecesariamente, aunque una que otra vez pinchó como maniático la ventana pensando que era Kagome la que le hablaba, pero no era nadie que le interesara y cerraba enojado las ventanas echando maldiciones. Su orgullo de hombre comenzaba a flaquear… no debería ser tan desesperado, tenía que pensar mejor las cosas sino quedaría como estúpido.
It's my way, My way on the Highway (8) Bitch .l. dice:
Feh! No puedo perder l tiempo, asi q dime q t dijeron
A quién engañaba… con ella su orgullo de hombre simplemente se iba al carajo.
Kagome ;) dice:
Oh, perdone a su bajeza real por hacerle perder su tiempo valioso :(
My way or the Highway (8) Bitch .l. dice:
¬¬' me ire y no haremos nada
Kagome ;) dice:
HEY! Q humor, y para tu info…
It's my way, My way on the Highway (8) Bitch .l. dice:
…
Kagome ;) dice:
Pude conseguir l permiso :D! claro con un poco de imaginacion y colaboración externa xD
It's my way, My way on the Highway (8) Bitch .l. dice:
:O estas segurisima que pudiste?
Kagome ;) dice:
Cuando te digo que quiero, puedo (Y)
It's my way, My way on the Highway (8) Bitch .l. dice:
Oooh temanle por favor xD
Kagome ;) dice:
Mejor agradécemelo, Taisho. Como sea, cual es el plan?
It's my way, My way on the Highway (8) Bitch .l. dice:
Mmmmm… juntemonos a las 7 en la plaza de siempre. Te parece?
Kagome ;) dice:
Ya dale, ahí stare
It's my way, My way on the Highway (8) Bitch .l. dice:
Stas segura?
Kagome ;) dice:
Si, segura. Mi papa sale a las 8 de su trabajo y mi hermano no sale a esas horas, asi que es esa hora o nunca
It's my way, My way on the Highway (8) Bitch .l. dice:
Me gusta seas jugada Kag
Kagome ;) dice:
Nose pk, pero… confío en ti
Inuyasha se quedó de piedra sin saber cómo responderle. Sintió que su corazón se detenía unos segundos y luego comenzaba a latirle rápidamente. Sentía el regocijo salir por cada poro de su piel, y una abierta sonrisa se comenzó a formar.
Kagome ;) dice:
:$ jajajaja. Mejor ire a arreglar las cosas ahora y le avisare a Sango que "ire a su casa a dormir"
It's my way, My way on the Highway (8) Bitch .l. dice:
Ok, a las 7 te spero. No faltes
Kagome ;) dice:
Ni de broma. Xau (L)
It's my way, My way on the Highway (8) Bitch .l. dice:
Adios Kag
Ok, ahora sí que estaba oficialmente nervioso, en realidad ansioso, muy ansioso. Decidió ir a tomar una ducha y arreglarse para su encuentro con la pelinegra.
Tenía que estar impecable, oportunidades como la que se le presentaba ahora era única.
Eran cerca de las cuatro y media por lo que tranquilamente podría arreglarse.
Se desnudó por completo, tapándose sólo con una toalla amarada a su cintura y se dirigió al baño.
¿Cómo sería tenerla desnuda con él, metidos en la ducha y…?
Movió su cabeza de un lado al otro tratando de quitarse esa idea. Simplemente no podía pensar de esa manera con ella: ella era dulce, alegre e inocente; totalmente ajena a esas perversiones sexuales, que él supiera al menos físicamente.
No quería estropearlo todo tomándola así como así, pero igualmente era hombre. Por eso mismo en gran parte de sus solitarias noches la recordaba a ella, y su mente lo llevaba inevitablemente a imaginarla en las más poco decentes posiciones y completamente a merced de él. Sus manos cobraban vida propia y se encargaban de complacerlo hasta que llegaba al orgasmo.
Rayos, no recordaba la cantidad de veces que hizo eso.
Miró la ducha y su miembro dio un tirón delicioso ante una imagen de su pelinegra completamente mojada bajo la corriente de agua, incitándolo con su boca a que la besara y con sus expresivos ojos a que la tocara…
- ¡Basta Inuyasha!- se reprendió a sí mismo en voz alta. Cerró los ojos un momento tratando de calmarse, cada vez se estaba endureciendo más haciéndose hasta un poco doloroso. Estaba de verdad tentado en tocarse, pero no tenía demasiado tiempo- Si supieras, Kagome…
Abrió la llave azul de la ducha, se sacó su toalla y rápidamente se metió a la copiosa corriente de agua.
- ¡Mierda!- exclamó angustioso teniéndose que aguantar unos segundos para que el agua helada hiciera su efecto y la temperatura de su cuerpo bajara.
Tampoco recordaba cuántas veces tuvo que darse duchas frías cuando comenzó a pensar en ella de esa manera, pues le daba vergüenza, además que nunca había pensado en alguna chica con que él anduviera para llegar al punto de tocarse él mismo.
Ya después no quiso reprimirse más…
Luego de unos segundos abrió la llave del agua caliente, y disfrutó de aquella deliciosa sensación de calidez. Si fuera por él se quedaría toda su vida así, pero aparte de la cantidad de dinero que gastaría, entre muchas otras negativas, tenía pendiente un encuentro con su preciosa ojicastaña.
Llevaban 5 días de novios, pero más de un mes estuvieron citándose. Y la verdad, han sido los días más maravillosos de su vida, lo que ellos tenían no podía explicarse con palabras, iba más allá de él, con creces en todo sentido.
Pero siendo sincero… no entendía cómo ellos estaban juntos si eran, en toda la extensión de la frase, polos opuestos.
Él siempre fue el que iba a colegios públicos, el travieso en clases, el que casi no estudiaba, el que llamaban siempre a su madre, el rompecorazones, el rebelde, el fiestero y bebedor. Para rematarla, aunque no tenía mal vivir en su casa pues tenía muchas comodidades, el ambiente en donde vive es famoso por ser unos de los lugares más peligrosos de la ciudad, pues vivía mucha gente drogadicta, delincuente y alcohólica por lo que de vez en cuando había una que otra pelea y embrollos con la policía que llegaba de improviso a inspeccionar las casas porque los antisociales escapaban. Para agregar, su casa en ocasiones se transformaba en el mismo infierno gracias a su padre. Él nunca le falló en el sentido monetario, pero gran parte de sus defectos eran gracias a él. Resumiendo, casi tenía todas las de perder comparado con ella.
Kagome era un cuento muy distinto. Desde pequeña ha asistido a colegios pagados, por lo que su ambiente era el de gente con dinero y roce social, era una muy buena alumna, siendo destacada tanto en notas como en conducta, no salía mucho a fiestas, hacía mucha vida hogareña, vivía en un hermoso condominio, sus rollos en casa eran los más normales que se podrían tener, dando como resultado una chica tierna y llena de vida por donde se le mirase, y también muy linda, había que decirlo, era casi imposible que ningún hombre quedara prendado de ella a primera vista. Pero ella nunca tuvo novios formales, solamente dos deslices sin importancia, más para saber qué se sentía besar a un hombre, no llegando a nada más al final.
¿Cómo es que llegaron a conocerse dos personas así? Esa es otra historia que otro día contaría, porque ahora primero salir de la ducha debía.
- Jaja, verso sin esfuerzo.
. . . .
¡Por Dios! Sí que estaba loca para llevar a cabo una idea tan descabellada como esa. Pero es que… no sabía qué le ocurría con Inuyasha, es como si una fuerza mayor a ella la impulsara a no tener miedo y se arriesgara a como dé lugar a realizar todas las locuras que planearan.
Con él, no tenía límites.
Sin embargo, en el fondo tenía un poco de miedo porque, aunque no era la segunda vez que le mentiría a sus padres que se quedaría en casa de su amiga, se sentía como si fuera la primera.
Adivinen, la primera vez que le mintió a sus padres fue muy especial, pues fue su primer beso con él, el cual fue totalmente distinto a los que había recibido antes, porque no se esperaba que él diera ese paso. Hasta ella misma quedó sorprendida con la poca vergüenza que tuvo al ser tan… temeraria con él, por así decirlo. Desde ese momento supo que él cambiaría su vida radicalmente.
Pero esa vez había más gente presente porque fue posterior a una fiesta… esta vez estarían los dos solos.
¿Y si los descubrían? ¿Y si la iban a buscar a casa de Sango de improviso para salir a pasear como han ocurrido en veces anteriores y no la encontraban?
Sacudió su cabeza fuertemente quitando ese pensamiento de su cabeza. No tenía que ser pesimista sino llamaría a que eso ocurriera.
Tenía que ser lógica: mañana sería el domingo que le correspondería a su padre trabajar ya que trabajaba domingo por medio, era gerente de una empresa importante por lo que su presencia allí era indispensable. Tenía que volver antes de las dos de la tarde, hora en que terminaba su jornada laboral ese día.
Habló con Sango por chat explicándole la situación. Ella estaba al tanto de lo que pasaba entre ellos, y los apoyaba ciento por ciento. De igual modo le aconsejó a que hiciese todo con cuidado, y ella en lo posible la cubriría y cualquier problema le avisaría.
Definitivamente amaba a Sango.
Corrió a su cuarto de baño y llenó la tina de agua junto con sales minerales para que pudiera perfumar su piel. El vapor poco a poco comenzó a hacerse más presente. Se sacó la bata de seda lentamente, recorriendo cada curva de su cuerpo níveo hasta que cayó al suelo.
Metió un pie en la bañera y se sumergió acostumbrándose a la temperatura del agua. Puso la alarma en su celular para no atrasarse y se relajó. Soltó un suspiro y se quedó ahí quieta, calculando cualquier error, cualquier detalle que pudiera estársele pasando.
Ya tenía su mochila con sus cosas lista por lo que ahí se ahorraba un poco de tiempo. No sabía qué rayos de ropa usar. Hizo un puchero angustioso y soltó otro suspiro esta vez más pesado.
Miró su cuerpo un poco transparentado entre las sales y el agua.
Tenía el pelo largo hasta su cintura con unas ondulaciones graciosas en las puntas y negro como la noche que a la luz se le veían reflejos en tonos azulados y poseía unos vivaces ojos castaños, contrastando con su piel de un delicioso blanco. Tenía las facciones de casi una niña, pero ciertos rasgos dejaban entrever que era un poco más grande. No era muy alta de porte, pero estaba bien proporcionada. Mirándola de manera general era curvilínea: aunque le gustaría tener más pechos tenía un tamaño de busto bonito a la vista, una cintura que muchas de sus compañeras envidiaban pues era plana, acentuando sus caderas anchas, mas no exageradas y su trasero parado.
- ¿Seré del agrado de Inuyasha?- se preguntó avergonzada la pelinegra con un sonrojo tiñendo en sus mejillas.
Era sabida la reputación que él tenía de mujeriego y buen amante. Antes, cada vez que se daba, los amigos de él en las fiestas le restregaban a ella que se había acostado con unas cuantas, pero él agachaba la cabeza y nunca decía ninguna palabra.
Bueno, por un lado podía quedarse tranquila porque el día posterior al primer beso, él le dejó en claro que su cuerpo era de su total agrado, no sólo de vista, sino que también al tacto. Aunque ellos no pasaban de los besos y las caricias, pero si fuera por ella…
El celular sonó estruendosamente sacándola de su letargo, rápidamente lo desactivó y comenzó a vaciar la tina para poder lavarse el cabello.
- Si tanto me deseas… ¿por qué de una vez no…?- pensó con un poco de enfado la pelinegra- ¿Cómo es que otras pudieron disfrutar de ti, pero yo no?- pero al instante se sonrojó intensamente- Qué cosas piensas, Kagome…
. . . .
Con un poco de dificultad encontró la llave perteneciente el cerrojo de la reja de la casa, mientras que Kagome un poco asustada miraba hacia todos lados vigilando si alguien conocido se paseaba por allí.
- Porquería de cerrojo- gruño el pelinegro dándoles finalmente el paso hacia la puerta principal de la casa.
La casa era perteneciente a la abuela de Inuyasha, pero estaba deshabitada porque hacía sólo un par de meses que había muerto producto de un cáncer. Estaba ubicada en la caleta del pueblo, siendo de día un lugar comercial con gente humilde y de noche reconocida por ser peligrosa.
- Vamos, Inuyasha- dijo la pelinegra un poco impaciente.
- Demonios- gruñó otra vez enojado después de unos segundos mirando fijamente la cerradura y calculando con la llave la posición exacta para que pudiera abrirse la puerta- No entiendo cómo mi abuela podía abrirla tan fácil.
Kagome lo miró un momento con un poco de melancolía, mientras él seguía intentando abrir. Ella supo cuánto le había afectado su muerte porque a ella también se le murió alguien casi en la misma fecha que a él, un tío muy cercano y que quería mucho.
En las últimas semanas de vida de la abuela de Inuyasha no pudo reconocer a casi nadie y a duras penas podía ver y escuchar, siendo en demasía doloroso para él, por lo que no soportó visitarla en el hospital en ese estado tan deplorable siendo que ella fue muy activa en vida.
Recordaba que se sintió bien en parte por lo que pasó, a pesar de las circunstancias, porque ella fue la única de su variado círculo de amigos que supo por lo que pasaba y lo apoyó mucho, así como él también a ella, por lo que el lazo entre ellos fue más estrecho.
Escuchó el ruido de la puerta ceder, y finalmente abrirse.
- Por fin- dijo con alivio el ojidorado, dejando pasar a la pelinegra primero y prendiendo el interruptor de la luz.
-Permiso- dijo con un poco de timidez la pelinegra al entrar. Sólo una vez había entrado a esa casa por lo que aún la sentía un poco ajena.
Inuyasha quedó prendado ante la imagen de su pequeña. Sólo la había visto en la oscuridad puesto que se juntaron en la plaza que habían acordado y partieron a tomar rápidamente el autobús público. Llevaba un holgado polerón negro con capucha, notándose aún así que era una silueta femenina. No obstante, sus pantalones delataban lo bien formada de sus piernas, y no pudo evitar pegarle una traviesa palmada en su trasero cuando iba caminando.
-¡Oye!- protestó la pelinegra con un sonrojo en sus mejillas encarando a su novio, quien la miraba coquetamente.
- Para qué llevas pantalones tan ajustados, querida- se acercó al oído de la pelinegra, sintiendo cómo se estremecía ante el halito erótico que salió de sus labios- No ves que me provocas.
La ojicastaña quedó con la boca abierta ante el descaro con que su novio le hablaba tan abiertamente… y ciertamente no le molestaba en absoluto.
- Q-qué cosas dices, Inu- Kagome lo miró un momento, con los rostros a centímetros de distancia. Ambos sentían las respiraciones acompasadas del otro, pero luego la pelinegra desvió la mirada no pudiendo soportar los penetrantes ojos dorados que sentía comenzaban a desnudarla- ¿Dónde puedo dejar mis cosas?
- Espera- dijo el ojidorado luego de mirarla un momento con superioridad, y partió a inspeccionar la casa entera. Era de un solo piso, pero las habitaciones eran bastante amplias- Acompáñame- le dijo a Kagome, la cual aún estaba un poco nerviosa. La llevó a la habitación más grande de la casa y prendió la luz iluminándola por completo. Muy probablemente era donde dormía la abuela.
- Inu… aquí durmió tu…- dijo un poco insegura la ojicastaña, dejando su mochila a un costado de la puerta de la habitación.
- Sí, Kag. Pero no te preocupes, la ropa de cama es nueva. Mamá dijo que no había problema, de hecho ella vino y las cambió- su voz se apagó un poco por el recuerdo de su querida abuela Kaede a la vez que se adentraba un poco en la habitación y dejaba su mochila a un costado de la cama matrimonial. Tantas vivencias, tantas risas, tantos buenos momentos que ahora quedaban sepultados en el pasado. Miró a la joven frente suyo y supo que ella era digna de compartir aquel espacio tan íntimo con él, sus ojos comenzaron a brillar y esbozó una ligera sonrisa- No hay mejor persona que tú para traerte aquí, Kag.
La pelinegra no pudo evitar emocionarse con las palabras de Inuyasha. Más allá de cómo lo dijo, fue el trasfondo de sus palabras y más aún, él que no solía mostrarse así de afectivo con la gente. Era algo a lo que aún no podía acostumbrarse, pero con el tiempo podría asimilarlo.
- Gracias por confiar en mí, de verdad lo aprecio mucho- se acercó lentamente donde su novio, juntó su frente con la de él, cerrando ambos sus ojos y, con un poco de vergüenza, se acercó a besarlo. Era un beso lleno de comprensión, de ternura y sobretodo, de mucho amor. Un bálsamo para el corazón galopante del ojidorado, que sintió perder un poco de su control cuando sintió el beso más exigente.
- Qué tal si…- terminó de besarla, pero no pudo evitar suspirar roncamente ni poder no alejarla de él. Lo quería todo de ella, vaya que sí lo quería…
- ¿Sí, Inu?- dijo con un suspiro esperanzado la pelinegra, profundizando más el beso, incitándolo.
- …si vamos a cocinar algo- Ella no era cualquiera, la haría sentir única, por eso mismo iría con calma, aunque se le fuera la vida en ello- ¿Te parece, linda?
- ¡¿What?- pensó ella totalmente incrédula. Creía que él estaba igual que ella, incluso más ansioso por su forma de respirar, de responderle el beso. ¡Era imposible que le hubiera pedido cocinar cuando el ambiente estaba perfecto para hacer el amor! Quería simplemente perder el control y dejarse llevar por el encanto de él, pero no, él quería cocinar- Ahora yo parezco el hombre.
- ¿Kagome?- repitió el joven al ver que ella no abría sus ojos.
La pelinegra finalmente sonrió aún con sus ojos cerrados y le dio un sonoro beso en su mejilla.
- Pues vamos, me muero de hambre- se sacó su polerón quedando en una polera con escote cuadrado, la cual se colocó estratégicamente para que se le viera más pecho. Sus ojos brillaban traviesamente y se fue dando saltos a donde sería la cocina. Se cargó en un mueble y suspiró tratando de relajarse- Casi casi te dejas, Kagome Higurashi, no pierdas la cabeza. Él debe dar el primer paso, no tú.
En tanto, el ojidorado estaba estático en su lugar no pudiendo reaccionar ante el cambio tan brusco de su pelinegra. Estaba descolocado, primero el beso aquel tan sorpresivo, pero ni hablar cuando quedó sólo en polera. Deliciosa. Agradecía infinitamente que ella se alejara sino no sabría qué hubiera pasado.
- No seas hipócrita, Taisho. Sabías perfectamente lo que iba a ocurrir- le dijo su conciencia.
- Y también lo que pretendías, Kagome- dijo el ojidorado con una sonrisa lasciva.
. . . . . .
Jajaaa! He vuelto con este fic cortisisimo, le queda un sólo capítulo, así que espero les sea de su agrado. Está basado en una historia real jeje Quería hacerlo un one shot, pero sé que a veces es tedioso leer una historia así súper larguísima a pesar de que es buena.
Quiero saber sus opiniones a ver qué tal, si está mal, bien, regular. ¡Cualquier cosa! De verdad que sus opiniones me importan mucho. Podrían darme ideas para incluirlas en el otro capítulo que les adelanto estará de infarto jajaja Ya sabrán por qué ¿no?
Ahh! A propósito los invito a leer mi otro fic Caprichoso Destino. Le estoy poniendo todas mis ganas a ese fic, así que please échenle una leidita y un comentario a ver qué tal les pareció, porque ya poco a poco va tomando cuerpo la historia, y muchas sorpresas que tengo pensadas. Ahí también acepto ideas y sugerencias para saber más menos lo que les gustaría leer.
Y obviamente les doy mis mejores deseos de año nuevo para ustedes. Pásenla súper súper bien, espero se diviertan mucho. Que sea un año de mucho éxito y alegrías, y que predominen las cosas buenas de las malas. Tienen que pensar que será así, tengan una actitud positiva y tiren para arriba :D
Muchas gracias por leer! Un comentario no cuesta casi nada jaja
