Lo prometido es deuda. Les traigo un fic 100% LeviHan, espero que sea de su agrado.

Muy bien ¿Qué esperamos? ¡Comencemos!:

Capítulo 1: El defecto de lo que es importante para ti es, que no es inmortal

Era una tormenta como pocas le habían tocado presenciar en la vida. El viento salvajemente mecía las copas de los arboles cercanos y a lo lejos podía oírsele aullar como una lamentable agonía.

Abriéndose paso a ese aguacero, resguardándose del viento y la lluvia bajo sus capas, iban cabalgando unos legionarios de las tropas del reconocimiento; hacia bastantes horas que partieron del cuartel bajo el comando de uno de los líderes más hábiles y fuertes de la humanidad.

- ¡Sargento! –Grito uno de ellos – ¡Es demasiado peligroso seguir cabalgando, pronto anochecerá!

El mencionado miró a su alrededor, con la desesperación bien escondida por dentro, frunció el ceño y con las riendas animó a su caballo a detenerse y dar la media vuelta.

"Maldición" Pensó "a pesar de haber tenido suerte de no toparnos aun con ninguno de esos asquerosos monstruos, no puedo seguir arriesgando a mis hombres"

-La muralla está bastante distanciada –dijo al fin el sargento con la voz suficientemente en alto para que todos a su alrededor le escucharan – Vamos a aprovechar la cercanía del bosque gigante para pasar la noche en lo alto de sus ramas.

Dicho esto la caballería se dirigió al mencionado y misterioso lugar, amarraron a sus caballos a los troncos y con los equipos tridimensionales treparon a los gigantescos arboles cuyas copas parecían interminables; eran tan espesas estas que apenas dejaban pasar el violento ventarrón y las pesadas gotas de agua, convirtiéndole en una corriente helada que se escuchaba como un ahogado alarido.

Una noche terrible. El sol se había ocultado y la oscuridad se apoderaba del lugar.

-Seguramente nos topáremos con unas de esas cuantas bestias al amanecer –mencionó un soldado mirando a su alrededor lo que las tenues luces de las lámparas de aceite le dejaban ver.

- Nos desharemos de ellos –El sargento Rivaille se sentó hasta el final de la rama apoyando la cabeza en el grueso tronco.

Al día siguiente, dicho y hecho rodeaban el árbol donde Rivaille estaba con algunos de sus soldados, un par de titanes de aspecto masculino, sin embargo estos eran de ocho metros por lo que ni siquiera tuvo que intervenir el comandante pues dichos gigantes fueron degollados enseguida por sus demás subordinados. La tormenta ya se había disipado dejando como única evidencia un cielo gris y un frio húmedo.

- ¡Sargento Rivaille! –Se escuchó decir a unos cuantos metros, el mencionado rápidamente de dirigió hacia donde le llamaban pero, al llegar sintió una leve opresión en el pecho, una ligera corriente de adrenalina, apretó los puños aun cuando su semblante solo demostrase la rudeza de siempre.

En la base de uno de esos gigantescos arboles estaba una capa verde, como la de ellos, algo desgarrada, en las manos de la chica que lo había llamado estaban unas gafas con los cristales astillados y salpicados con lo que parecía ser sangre.

- Sargento lo si…

Rivaille la miró con el ceño fruncido prácticamente le arrebato los anteojos de las manos y dio la media vuelta para dar órdenes a los solados que lo habían alcanzado.

- ¡Quiero que busquemos por todo el perímetro! – Exclamó firmemente sin sentimiento alguno en su voz – Lo más probable es que necesite ayuda médica –agregó adelantándose a ellos.

- Pero - mencionaron algunos –tal vez ella…

- Jumm – Rivaille se encogió de hombros y agrego sin voltearlos a ver:

- Ella es más difícil de eliminar que un maldito titán

"¿Era verdad, cierto?, eres de esas personas de la cual no parecen tener un final, tú estás perdiendo el tiempo como siempre con tu sonrisa estúpida haciéndome preocupar en vano. Si no es así, jamás te lo perdonaré" Pensaba el sargento mientras se ponía en marcha con su equipo de maniobras mientras algunos le seguían y otro equipo rodeaba el bosque.

No tardo mucho luego de pensar en ello cuando atisbó a lo lejos el objeto de su búsqueda, sin embargo no era el momento para que los nervios lo traicionaran. Presa en un gigantesco puño estaba una chica de cabellos castaños, la científica de la legión Hanji Zoé, aparentemente sin conocimiento; el coloso humanoide estaba a punto de colocarla es sus fauces.

Rápidamente Rivaille tomó impulso, desenvainó aquellas filosas espadas y como si de un rayo se tratase se abrió paso y cercenó completamente la cabeza del titán, cayendo este como plomo, sin perder el tiempo el soldado fue hacia la castaña, una vez en sus brazos verifico signos vitales.

Estaba viva.

"Ah perdido bastante sangre" determinó al verla tan pálida, como pudo la cargó en su espalda y fue reunirse con los demás.

- Increíble pudo encontrarla –comentó un soldado al ver a lo lejos que su sargento venia cargando a alguien. En las ramadas bajo a la chica donde todos se amontonaron.

- Comandante hay que llevarla inmediatamente si no puede morir…

Pobre Hanji :( . Bueno nos leemos en la próxima actualización.

Créditos a Isayama por SNK, si fuera mío tengan por seguro que Levi se casa con Hanji y tendrian bebés (aunque tengo mi lado fujoshi, esta pareja le gana) D

El fic es sin ánimos de lucro es solo porque shippeo poderosamente a estos dos :D