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Colores de la Vida

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By: Naomi-chian

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Capítulo 1:

Reescribiendo el Cuento de Hadas

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Un ser humano, es ciego por naturaleza, nunca ve lo hermoso que es el mundo que lo rodea. Siempre ha sido así y lo será.

—w—

Ella era algo diferente a cualquier niña de su edad, sus profesores lo notaban. Siempre se quedaba viendo el pequeño jardín que tenían en el patio trasero de su guardería. En vez de jugar con los otros niños, ella dibujaba paisajes con los crayones de colores o las pintaba con sus dedos. Muchos profesores le preguntaban si tenía algún problema, ella solo les miraba con una sonrisa en sus labios y les respondía:

—Estoy bien, sensei — decía con su suave voz — Es solo que me gustan mucho los colores

Ninguno de ellos le decía nada más, solo le decían que estaba bien, pero que de vez en cuando también jugara con sus demás compañeros. Bajaba la cabeza con un puchero en los labios y asentía con la cabeza. Según, un psicólogo que los mismos profesores habían contratado, les dijo que no había ningún problema con ella, solo era una niña a la que le gustaba pintar.

—Yellow-chan — la llamo una profesora antes de que fuera a casa — Quisiera hablar con tu mama, sobre tus calificaciones

—Ah… no me diga que saque una mala nota… —dijo la niña algo temerosa y llorosa

Su profesora rio por la linda expresión que tenia y luego le acaricio la cabeza.

—No es eso, tu siempre has tenido excelentes calificaciones — le dijo — ¿Podrías decirle que quiero hablar con ella?

—Ahm… bueno… mama siempre está trabajando… no creo que pueda venir

—Oh, ya veo… ¿Y tu papa?

—Papa nos abandono a mí y a mi mama

Aquella respuesta sorprendió mucho a su profesora, no solo porque no lo sabía, sino que al momento de decirlo, no había nada de tristeza en su rostro.

— ¡Oh! Ahm… Lo siento… ugh… ¿Hay alguien con quien pueda hablar?

La niña puso una mano en su mentón pensando.

— ¡Ah, mi tío! — Grito alegre — Cuando vaya a visitarnos a casa le diré que venga

—Está bien, lo estaré esperando

La pequeña asintió y camino hasta la salida para irse, pero antes giro y se despidió de su profesora alzando su mano y moviéndola de un lado hacia otro con energía. Su profesora le devolvió el gesto con una sonrisa algo desencajada. Le daba un poco de miedo que aquella niña no pueda sentirse triste por su desgracia.

—w—

—Ya llegue — dijo en voz baja al entrar a su casa

Dejo la mochila en el pequeño sofá y se fue a la cocina, como supuso, su madre no había cocinado nada. Saco un poco de mantequilla y la unto en un pan. Fue a la recamara de su madre, toco la puerta, nadie respondió, volvió a tocar y la puerta se abrió abruptamente.

—Llegas tarde

—Lo siento, mama — dijo bajando la cabeza

— ¡Si algo malo te pasa, tu tío no me dará absolutamente nada!

—Perdóname, pero la pro…

— ¡Pero nada! — Le grito — Tú eres mi pequeña inversión para el futuro

Yellow se dio la vuelta, recogió su mochila y se fue a su cuarto. Llorar, eso debía hacer un niño normal, pero de sus ojos no salían nada, tal vez sabia que con solo llorar podría empeorar las cosas o simplemente no las solucionaría, pero eso no evitaba tener aquel nudo en su garganta.

—w—

Unos golpes en la puerta alertaron a Yellow, su madre estaba en casa, encerrada en su habitación, y sabia que no abriría, ya que pensaría que se trataba del dueño del edificio pidiendo la renta, que debían hace 2 meses. Pero los golpes seguían insistiendo.

— ¿Yellow-chan? — la llamaron — ¿Estas ahí? Soy yo tu tío

Al escuchar la última palabra, mostro una gran sonrisa y corrió a abrir la puerta. Su tío llevaba una caja en sus brazos que dejo en el suelo para abrazar a su sobrina.

— ¡Tío, tío, tío! — Gritaba emocionada la niña — ¡Que bueno que nos visitas!

—Si perdona, pero la pesca no ha estado yendo muy bien

Ella negó.

—Está bien, me gusta estos momentos que tengo contigo

— ¿Por qué tanto escándalo?

Su madre había salido de su habitación, llevaba puesto su pijama.

—Durmiendo a estas horas… deberías cuidar de tu hija

—No te metas en mis asuntos

—Son mis asuntos si se trata de Yellow

—Tsk… — chasqueo la lengua

El hombre se levanto y camino hasta donde estaba su hermana para darle un sobre.

—No lo gastes en tonterías

Volvió a chasquear la lengua y se metió a su cuarto, tirando la puerta.

—Oh, te traje un regalo, Yellow-chan — le dijo acercándose a la caja — Espero te guste

La pequeña rompió la envoltura con emoción, hasta que al fin vio su contenido, con gran alegría abrazo su regalo y le pidió a su tío algo de ayuda para abrirlo. Se trataba de una muñeca, era una muy bonita.

—Gracias — le dijo

—w—

Ni bien se marcho su tío, su madre salió de su pequeño departamento, ella estaba en su habitación jugando con su nuevo juguete, su único juguete. Mirando la ventana, dio un bostezo, dejo su muñeca a un lado y se cambio a su pijama, luego se subió a su cama abrazando a su muñeca. Tenía sueño y mañana debía ir a clases.

—Por aquí…

Escucho a lo lejos la voz de su madre, seguida de su risa.

—No seas tímido, ven…

Se levanto y puso la silla bajo el picaporte. Su tío le había dicho que hiciera eso, si es que algún extraño entraba en su casa y así lo hacía, siempre.

Volvió a echarse en su cama, intentando volver a dormir, pero sabía que eso sería imposible.

—Ah…

Fue ahí cuando los escucho. Odiaba esos extraños sonidos que hacia su madre.

—w—

Aquel debió haber sido como otro, su madre descansando y ella en su habitación haciendo sus tareas o jugando, pero ni bien regreso de su guardería, debió darse cuenta que ella no estaba y meterse en su habitación. Sin embargo, ella se quedo pintando en la sala.

—Es aquí… es algo pequeña, pero será lo suficiente para divertirnos… — rio con picardía.

Ella al escuchar a su madre hablar así, recogió sus cosas y se metió a su cuarto, pero olvido algo, su muñeca.

Su madre entro a su casa e hizo entrar al invitado.

—Dime… ¿Dónde te gustaría jugar?

El hombre sonrió con picardía y tomo la cintura de la mujer para darle un beso en los labios. Durante el beso, los ojos del hombre se desviaron hacia el sofá.

—Muñeca… — dijo entre el beso

— ¿Qué?

— ¿Tienes una hija?

— ¿Qué? ¡No! Como se te ocurre…

—Y que es eso… — dijo señalando la muñeca en el sofá

—Ahm… yo…

—Me largo

El hombre se marcho, dejando a la mujer en la sala. La madre rodeo con sus brazos su delgado cuerpo y clavo sus uñas en sus brazos.

—Maldita mocosa

Camino hasta la habitación de su hija y la toco con fuerza.

— ¡Abre de una vez!

Yellow asustada saco la silla y abrió la puerta.

— ¿Sucede algo, madre?

La mujer tomo con fuerza ambos brazos de Yellow y la zarandeo de un lado hacia otro.

— ¡Es por tu culpa! — Le gritaba — ¡Mi cliente de hoy se fue! ¿Qué crees que comeremos?

—Yo… lo siento mucho…

— ¡Estoy cansada! — Seguía gritando — Si no te hubiera tenido, tal vez tu padre estaría aquí

Sus uñas clavadas en sus delgados brazos dolían más que sus palabras, no era la primera vez que se lo decía y estaba segura que no sería la última.

Su madre la soltó tirándola contra el suelo, fue al baño y saco la botella de cloro, para luego tirarle por todo el cuerpo a la niña.

—Si tu tío ve que tienes un golpe o herida, de seguro te llevara lejos de mí y mi pequeña inversión se irá al demonio… si te tiro esto pensara que tienes alguna quemadura del sol… no seas un obstáculo para mi, mocosa

Tiro la botella al suelo y se encerró en su habitación. Ella mantenía los ojos cerrados, le escocían a horrores sus ojos, se froto con sus manos, pero eso solo logro empeorar la situación. A paso torpe camino hasta el baño, abrió el fregadero y comenzó a echarse agua a los ojos. Trato de abrirlos, pero solo veía sus manos borrosas delante de ella. Volvió a cerrarlos, tal vez si los mantenía cerrados, su visión regresaría a la normalidad. Se quito su pijama y se metió a la ducha para quitarse el cloro de su cuerpo.

Ella sabía que su madre no la quería, la forma en que la trataba su tío era muy diferente a la de ella. Era por eso que le gustaban los colores, si debía elegir un color a su tío, ese debía ser un tono naranja, porque su tío le mostraba alegría, en cambio su madre era un gris, porque para ella era como una niebla, densa y tenebrosa.

—w—

Su tío toco la puerta, no recibo respuesta, estuvo a punto de volver a golpearla, cuando se abrió.

—Está abierta… debo renegar a mi hermana por esto — se dijo para sí — ¿Yellow?

Oyó ruidos en la habitación de su sobrina y cuando estuvo a punto de ir, Yellow salió.

— ¡Tío! — grito con emoción

La noto algo rara, se cogía de las paredes y casi se golpea con la mesa.

—Me alegra que vinieras — le dijo cuando llego hacia el

— ¿Estas bien?

— ¿Ah? Claro que si

Su tío chequeo sus ojos y noto que estaban algo rojos e irritados.

— ¿Cuántos dedos ves? — dijo poniéndole unos dos dedos en frente de su rostro

—Ehm… ¿Tres?

Cargo a Yellow en sus brazos y la llevo piso abajo, debía llevarla al hospital de inmediato.

—w—

El doctor chequeo los ojos de la pequeña, había puesto una linterna sobre su vista y noto que su pupila no se dilataba, eso era una mala señal. No podía hacerles muchos exámenes, ya que, al ser niña, temía que pudiera empeorar su estado. Resignado, llevo a la niña donde su tío.

— ¿Cómo esta? — pregunto preocupado

El doctor suspiro.

—Lamento decirle esto, pero ella ha perdido la visión — dijo

Su tío miro sorprendido al doctor.

— ¡¿No hay nada que puedan hacer?!

—Es muy niña para hacerle una operación — le informo — lo que le puedo decir es que la razón por la que quedo ciega es porque le cayó algún químico en los ojos y no es reciente

El tío de Yellow golpeo el escritorio del doctor, asustando a Yellow por el fuerte sonido. El doctor no menciono nada del golpe, comprendía la situación y de cierta manera también estaba algo fastidiado que una niña tan pequeña ya no pueda ver.

—Otra cosa… mientras la examinaba note que tenía unos arañones en sus brazos… no quiero mal pensar de usted, pero… usted no está maltratando a esta pequeña, ¿No?

— ¡Jamás lo haría! — Le grito — Ella es como mi hija

Yellow agacho sus hombros, quería esconderse.

—Sobre la operación, tendremos que posponerla hasta que sea un poco mayor, no quiero arriesgarla

—Entendido

—También me gustaría que viniera cada mes a chequearla, aunque ya no quede rastro del químico en sus ojos, es mejor estar pendiente de ella

Su tío asintió la cabeza, tomo la mano de su sobrina y salió del consultorio. Cuando llegaron a su camioneta, la cargo y la puso en el asiento de atrás, le puso el cinturón y le dio un suave beso en la frente.

— ¿Me contarías que paso?

La pequeña estaba con la cabeza abajo, no quería hablar y delatar a su madre. No quería tener más problemas con ella.

—Por favor…

Yellow cerró sus ojos con fuerza y hablo lo sucedido días atrás. Nunca había experimentado el miedo, pero ahora que estaba casi sumergida en la oscuridad, era imposible que no la tuviera. El negro nunca fue su color preferido.

Su tío volvió a darle un beso en su frente y le dijo que todo estaría bien.

— ¿Qué te parece si vamos a visitar a la abuela? — Le dijo — Estoy seguro que se alegrara mucho al verte

Ella asintió y le mostro una sonrisa.

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Antes de ir a casa de su madre, paro para recoger las pertenencias de Yellow, no volvería a ese hogar, nunca más.

—Espérame aquí, ¿De acuerdo?

Yellow asintió.

Su tío salió de la camioneta y fue directo al pequeño departamento de su hermana. No toco la puerta, la pateo y entro. Su hermana salió de su habitación asustada.

— ¡¿Qué demonios te pasa?!

— ¡Eso debería decir yo! — le grito, mientras entraba a la habitación de su sobrina y tomaba todo lo que podía

— ¿Q-Que es lo que haces?

—Nunca más veras a Yellow

— ¡No puedes llevarte a mi hija!

— ¡Si la hubieses cuidado como se debía, esto no estaría pasando!

La mujer trato de quitarles las cosas de su hija, pero él la empujo y cayó al suelo.

—No te denuncio por maltrato solo porque eso lastimaría mas a Yellow… ya suficiente daño tiene con que no pueda volver a ver…

El hombre miro con lastima a su hermana y se fue. La mujer se quedo en el suelo, mirando hacia donde se iba su hermano.

—Mi pequeña inversión…

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Debido a la pérdida de visión de Yellow tuvieron que cambiarla de guardería, a uno en que le enseñaran Braille y a que se acostumbrara a su ceguera. A su tío y abuela les sorprendió mucho el ver como Yellow tomaba con tranquilidad su nueva condición.

—He visto a muchos niños pasar por lo mismo… y no lo tomaban bien a la primera, pero ella… es muy madura sabe

Era inevitable que ambos se sintieran orgullosos por la pequeña de Yellow. Pero aun cuando su rostro sonreía, en su interior lloraba, ya no podía ver los colores que ella tanto amaba.

—w—

Dos años pasaron, Yellow ya manejaba el braille como una experta, sus maestros le habían dicho que ya podía entrar a cualquier escuela primaria, claro siempre y cuando contaran con los libros en braille.

Todos sabían que sería un gran paso para Yellow, no por su ceguera debía quedarse encerrada en cuatro paredes y a su abuela no le gustaba la idea de que ella tuviera un tutor a domicilio, lo que ella mas quería era ver a su nieta traer a sus amigos a casa y el ver como se divertía.

—Estaré bien — le dijo

Su tío había llevado a Yellow hasta la escuela, la más cercana a su casa. El había ayudado a bajarla y la profesora del lugar los esperaba afuera, escoltaría a Yellow a su clase. La pequeña le dio un abrazo y beso en la mejilla a su tío y tomo la mano de su profesora. Su tío miro como su sobrina se iba, era algo triste ver esa escena, en todo ese tiempo que había estado con Yellow, el ya se creía su padre y verla irse era algo desgarrador.

— ¡Ah! — Exclamo, luego giro y sonrió — ¡Te quiero mucho!

Él le devolvió la sonrisa, era increíble como una pequeña por más angustioso o triste sea el momento, ella sonreía y lo que era más sorprendente era como su sonrisa lograba contagiar a cualquiera.

—Yo también

—w—

—Buenos días, estudiantes — dijo al entrar la profesora — Hoy tenemos una nueva alumna… ehm…

¿Cómo decirles que era algo diferente a los demás?

—Ella es algo especial, así que por favor no la molesten mucho, es mas traten que se sienta en casa

Yellow entro al salón tomada de la mano de la profesora, la paro en frente de la clase y la presento.

—Ella es Yellow, trátenla bien

La profesora llevo a la pequeña hasta su asiento.

— ¡Muy bien, comencemos con matemáticas! — dijo con alegría la profesora

Todos los alumnos suspiraron resignados.

—w—

Yellow se sentía observada, y estaba siendo observada. Era el descanso y varios niños y niñas se habían acercado a ella.

—Yo no veo nada "especial" en ella

Y es que cuando uno veía a Yellow, cualquiera podría confundir su estado. Aun siendo ciega, sus ojos brillaban como el mismo sol.

—Ehm… — hablo — Soy ciega…

— ¡Ciega! — Grito un niño — Entonces a eso se refería la profesora… en ese caso llevémonos bien, Yellow-chan

El niño le hacía señas a otro niño, le indicaba que sacara el almuerzo de la mochila de la pequeña.

—Gracias — dijo con inocencia la niña

Nadie decía nada, es mas se aguantaban el reírse en ese momento. Cuando el otro niño estuvo a punto de sacarle el almuerzo, una mano lo detuvo. El niño travieso brinco del susto y vio que la mano que la cogía era un pelirrojo que lo miraba molestaba.

—Fuera — le dijo en voz baja para que la nueva estudiante no escuchara

El niño chasqueo y se fue. Uno a uno los chicos se fueron yendo, ya no era tan divertido ahora que ya no podían hacerle bromas a la pequeña. El salvador de Yellow volvió a meter a meter su almuerzo en la mochila y la cerro. Luego se sentó en frente de Yellow y miro a su compañera.

—En serio… no pareces ciega… — le dijo mirándola con total detalle

—Ah… tú no eres el mismo chico…

—No, el ya se fue, dijo que se disculpaba por no despedirse, pero la profesora lo había llamado

— ¿En serio? No escuche entrar a la profesora

Era demasiado inocente, tal vez se debía a su condición.

—Soy Silver, me siento adelante tuyo

—Un placer, Silver-kun

—w—

Era un día despejado, no había nube que perturbara el cielo, por lo que Silver había llevado a Yellow al patio trasero de la escuela, ella le había dicho que le gustaba mucho los lugares abiertos, aunque no los podía ver, le gustaba el aire fresco chocar contra su cara y el olor de las flores.

—Ehm… Silver-kun se que será algo impropio de mi, pero… ah… ¿Puedo pedirte un favor?

—Adelante

— ¿Puedo tocar tu cara?

El pelirrojo casi se atraganta con el agua que estaba tomando, golpeo su pecho y tosió un poco.

— ¿Estas bien? — pregunto Yellow

—Si — dijo al notar la preocupación de la rubia — No esperaba ese favor

—Siento si te sorprendí, pero tengo una extraña costumbre de que cuando conozco a alguien nuevo quiero tocarle el rostro para tener una idea de cómo es su aspecto… disculpa si te incomode…

El chico miro a Yellow y noto lo desanimada que estaba.

—Solo un poco de acuerdo

Era extraño, solo llevaba un par de días que la conocía y ya aceptaba cualquier cosa que le pedía.

Yellow algo nerviosa toco las mejillas del chico, luego su nariz, frente y boca.

—Wuoh… tus mejillas son muy suaves

—Cállate…

En ese par de días que se conocían, Yellow se había dado cuenta que Silver era una persona algo fácil de enojar, pero también era muy amable.

Yellow siguió hasta su cabello, que midió el largo con sus manos.

—Tu cabello es largo… ¿De qué color es?

—Pelirrojo

Ella rio.

—Si mi abuela te viera, diría que eres un rebelde

Algo ya fastidiado, Silver coloco sus manos en las mejillas de Silver y tiro de ellas.

— ¡Au, Au, Au!

—Por decirme rebelde

Yellow no se quedo atrás y también tiro de las mejillas de Silver.

—Oh… no puedo creer lo que mis ojos están viendo…

Ambos giraron hacia un lado y vieron a una castaña caminando hacia ellos.

—Silver está abusando de una niña…

—No es… lo que párese — hablaba con las mejillas estiradas.

Yellow soltó las mejillas de su amigo y el hizo los mismo. Ella froto sus mejillas para que desapareciera el dolor.

—Blue, ¿No estabas castigada?

—Si, pero el profesor me dejo salir para comer algo — dijo acercándose a ellos, luego miro a Yellow, quien tenía la cabeza agacha — Así que… tú debes ser Yellow… — Blue rio con dulzura — Eres más bonita de lo que describió Silver

— ¡Hey!

Blue siguió mirándola con total detalle, nuevamente Yellow se sintió observada de mas.

—Silver tenía razón, no pareces ciega… Seamos amigas, ¿Si? Soy Blue, prima de Silver, soy un año más grande que tu

—Ahm… Mucho gusto — dijo levantando la mirada y sonriendo

—Tan linda —pensó Blue

Los tres conversaron de todo, mientras hablaba Blue, Yellow se dio cuenta que aunque parecía algo ruidosa, era buena persona. Y a pesar que la llevara conociendo unos cuantos minutos, la trataba como su igual, como Silver.

—Oh, cierto — dijo — ¿Qué estaban haciendo ustedes dos antes que yo llegara? — esto último lo dijo en tono pícaro

Silver casi se vuelve a atorar, pero esta vez con la hamburguesa que se había comprado.

—Es para que tenga una idea de cómo es su aspecto

— ¡Oh, oh! ¡Yo quiero! — decía entusiasmada

A Yellow le sorprendió un poco la forma en que había reaccionado la castaña, pero luego de un momento de escuchar a su nueva amiga, sonrió.

—Está bien

Al igual que Silver, toco sus mejillas, nariz, boca, ojos y boca.

—Tienes una piel muy suave

— ¡Ni hablar de tus manos! Son como algodón

Yellow rio.

—Silver también tiene las mejillas suaves

— ¡No digas esa información! — le grito

Ambas rieron. Toco su cabello y noto lo largo que era.

— ¡Es muy largo! ¿De qué color es?

—Marrón, mi cabello es mi orgullo

—Lo noto, es muy suave — le dijo, con lo que la castaña rio — ¿De qué color son tus ojos?

—Azules

—A mi no me preguntaste de qué color eran — le dijo Silver

—Son plateados

A ambos chicos sorprendió la respuesta, ya que era cierto.

—Va contigo — le dijo con una sonrisa

Silver miro hacia otro lado sonrojado y Blue rio por la reacción que tuvo su primo.

Si debía ponerle un color a Blue ese sería el azul, un azul marino, porque ella era así fluía como el mar y daba ese aire de confianza. A Silver le pondría el mismo color de sus ojos, plateado, porque era tenaz y por más oscuro este es capaz de brillar.


Fecha: 13 de marzo de 2013

¡Tiempo sin poner algo nuevo! De seguro la matanza comenzara cuando vean que no he actualizado casi ninguno de mis fics, bueno eso ha sido debido a una racha de mala suerte. Primero mi examen de admision (que por si acaso ingrese, bueno esto no es mala suerte), asi que full estudio, luego, sin internet por casi una semana y ahora... el 18 comienzo clases en la universidad. Creo que regresare a actualizaciones una vez al mes...

En fin, este pequeño fic(si porque tengo planeado hacerlo masomenos de uno capitulos que ya estan casi terminados) me inspire con mi ost favorito, Kingdom Hearts(Vaya sorpresa), me encontre todoo el ost en un solo video y las escuche... sin darme cuenta abri word y escribi esto. Personalmente me gusta mucho, siempre habia querido publicar una historia de este tipo, mas adelante veran a lo que me refiero.

Ahora si su servidora se retira, tengo que levantarme temprano a recoger mis cosas de la universidad.

Cuidense y no hagan travesuras!

Naomi-chian