Al ver el contrato firmado en mis manos no podía de la felicidad, mi primer contrato con una empresa multinacional en Chicago. Estudie psicología Organizacional, me fascinaba y ahora más. Tenía que contárselo a Carlisle, él era el único que sabía el proceso de este contrato. Salí de casa y recordé que mi Wolsvagen Gol estaba en reparación, la única alternativa era la moto de mamá; respire hondo, no me agradan para nada las motos. Estaba llegando a la mansión el señor Carlisle, uno de los lugares más bonitos y un poco caritos para vivir, (nótese el sarcasmo). Divise su coche.

- ¡Señor Carlisle! Grite. Me miro y ambos nos detuvimos. Iba a seguir, cuando sentí un empujón por detrás de la moto, me dio pánico y no pude moverme ¡odio las motos! Vi como el señor Carlisle se bajaba y se acercaba atónito, me ayudo a bajar y luego dirigió su mirada al auto que me había chocado.

- Tanya que es lo que te sucede. Dijo con voz fuerte Carlisle. Tanya se bajó del auto con cara de inocencia. "¡que hipócrita!" Pensé.

- Lo siento, no vi a Bella. Dijo Tanya. Esta chica sí que tenía agallas para chocar mi moto enfrente de Carlisle.

- Es mejor que te vayas. Pronuncio Carlisle con un tono áspero.

- Vengo a visitar a Edward. Dijo con una sonrisa tonta. E aquí el motivo de su "aprecio por mí". Ella es la novia de Edward. De solo pensarlo me daba rabia y celos. Carlisle soltó una carcajada. Eso me sorprendió.

- Él está en el despacho, trabajando como debe ser, así que es mejor que regreses por donde viniste, no sin antes pedirle disculpas a Bella. Respondió Carlisle calmadamente.

- Por supuesto. Dijo sorprendida por las palabras de Carlisle. - Perdona Bella estaba distraída, no volverá a suceder. Al parecer no esperaba aquel trato por parte de él. Miro de reojo a Carlisle y luego a mí con dura expresión, subió al coche y se fue.

- Bella ¿estás bien? Dijo Carlisle con un tono de preocupación.

- Estoy bien. Respondí. ¡El contrato! Le extendí el sobre que tenía en mi mano. – ¿Recuerdas la propuesta que le plantee a Nilsen? Dije emocionada. Lo tomo y empezó a leer detenidamente. Estaba dichosa en lograr que una multinacional pudiera aceptarme a mí, a duras penas con un año de experiencia laboral en la empresa de Carlisle. Él fue de gran ayuda en la construcción de la propuesta mientras estaba trabajando para él; me ofreció trabajo permanente, pero no lo acepte, ya que mi visión era diferente a lo que me proponía.

- ¡Oh Bella! Felicitaciones, te lo mereces. Dijo con una hermosa sonrisa en su rostro, me abrazo y casi lloro de su reacción.

- También a ti, tú eres participe de ello. Le devolví el abrazo. Desde que comencé a relacionarme con Carlisle sentí el amor paterno.

- Estoy hay que celebrarlo. Dijo con una efusiva sonrisa, yo le correspondí con una igual.

Me invito al despacho de él, tenía que revisar unos documentos, pero me afirmo que no demoraba, le insistí que no era necesario, que solo le quería compartir la gran noticia, era lo mínimo que podía hacer. Pero me convenció, así que deje la moto en casa de él. Al llegar al enorme edificio que era empresa de los Cullen, llego a mi memoria cantidad de pensamientos y emociones encontradas. Aún más entrando al ascensor no pude disimular una sonrisa.

Escena retrospectiva

Era mi último día de trabajo en la empresa Cullen, estaba triste pero emocionada a la vez, ya que tenía un nuevo proyecto en mente, y con la ayuda de Carlisle. Me dirigí al ascensor para ir por mis cosas y descansar el resto de la tarde, cuando lo tome, vi un hombre con un hermoso rostro, de perfectas facciones, no podía quitar la mirada de aquellos lentes oscuros y deslumbrantes labios.

- Que piso. Dijo el muchacho con insistencia. Que… ¡Que voz! Nunca lo había visto en la empresa.

- 6. Dije muy bajito, pero me alcanzo a escuchar ya que presiono el botón. Baje la mirada al darme cuenta de mi descaro al no quitar mis ojos de su rostro. "es mi último día de trabajo y no lo volveré a ver más" pensé. Con ello subí mi mirada y vi su gran perfecto cuerpo, estaba embobada observándolo, en cambio él miraba hacia el frente. No me di cuenta que el ascensor había parada bruscamente y solté un grito muy bajo que tape con mis dos manos.

- ¡Ahora qué! Grito el hombre más hermoso que habían visto mis ojos. Estaba golpeando con fuerza las puertas del ascensor, las luces se opacaron, pero no me impidieron divisar la parte trasera de su hermoso cuerpo. No pude decir nada, solo mirarlo como una estúpida y sin disimular.

- ¿Todo Bien? Dijo volteándose y por primera vez vi sus hermosos ojos. ¿Color esmeralda? La poca luz.

- ¿Qué? Susurre, sentí mi garganta seca. – Esperar. Dije, que estúpida. Me senté en un rincón del ascensor, aquel hombre perturbaba todos mis sentidos y mi cuerpo, su mirada hizo erizar cada bello de mi cuerpo. Vi cómo me imito sentándose al otro extremo del ascensor.

- ¿Trabajas con señor Carlisle? Pregunto aquella voz que empezaba a amar. ¿! A amar!?

- Si, es mi último día. Respondí mirando como cruzaba sus brazos y movía sus piernas permanentemente.

-¿hay alguien ahí? Grito alguien al otro lado de las puertas del ascensor. Rápidamente los dos nos pusimos de pie y fuimos a golpear con fuerza las puertas.

- ¡Sí, sáquenos de aquí! Grito aquella voz… Los dos estábamos muy cerca, tan cerca que nuestras manos se rozaban al golpear la puerta. Aquel toque con su piel fue el mejor que había sentido por un hombre, como sería sentir sus manos en mi… ¡Bella! Basta. Mi respiración se descontrolo y mis manos empezaron a sudar, retrocedí ya que el efecto que él causaba en mi era arrollador.

- Oye, tranquila, nos sacarán de acá en cualquier momento. Dijo a unos pocos pasos cerca de mí. Alce la vista y pude ver con más claridad su hermoso rostro. No dije nada, me quede viendo aquel rostro tan perfecto.

- Respira profundo. Dijo nuevamente. No pude hacer nada más que verle. Tomo mi mano y me ayudo asentarme. Aquel toque erizo mi piel en segundos, cuando estaba sentada alce la vista y me sorprendí al verle tan cerca, su aroma penetro mi olfato. Que escancia tan embriagadora, cerré los ojos para poder recordar su olor por más tiempo. Cuando los abrí me observaba como hace un momento.

- ¿Estas bien? Pregunto con su frente arrugada, aun sin quitar su mirada sobre mí. Lo vi acercarse más, me alarme pero no me moví. Él quería… oh! ¿Besarme? "Es mi último día de trabajo y no lo volveré a ver más" Llego nuevamente ese pensamiento. Así que me acerque y sentí su aliento en mi cara, que toque más tierno. Acabe el espacio que había entre ambos y sentí un leve roce en nuestros labios. De repente escuche un ruido fuerte en la puerta, se abrió y una luz me despertó de mi ensoñación. Vi aquel hombre pararse inmediatamente e irse del ascensor a grandes zancadas.

- Oh Bella, ¿estás bien? Pregunto Bree, la secretaria de Carlisle.

Fin Flashback

Entrando al despacho de Carlisle, me sorprendió ver a Edward, el chico del ascensor…