Aquí todo es mío... menos un nombre.

Mira la Luna al anochecer.

Mira la Luna al anochecer, ya está en el cielo. Es blanca en un cielo azul claro que se va anaranjeando, con tonos rosa y morado y blanco de nube y naranja de Sol. Tú eres el Sol, que se va cuando ella viene, que no se para a pensar, que, enamorado de ella, la deja ir. Déjala ir. Déjala ir. Tú eres el Sol, es Sol que se acuesta, que duerme cuando ella vela y vela cuando ella duerme. Y le prestas tu luz para que brille.

La has ayudado, te ha ayudado y mira a tu alrededor, los cuerpos inertes muertos de los amigos y enemigos, todos lo mismo, todos uno y mírala a ella. Brilla y es de noche, con su pelo rubio.

Y mírale a él en el suelo tendido, como tú. Ella ya lo ha visto, ya se ha fijado. No sabía que tenía una cita contigo… No sabía que tenía que quedarse de día para seguir aquí. No sabía nada. De lo contrario se habría quedado. Si no se lo has dicho, y la vida la aleja, no llores, no llores. Sé feliz con ella, con su felicidad. Róbale un poco de eso. No es malo ni cruel, tú la quieres y ella te entiende.

Eres valiente, todo lo ha demostrado. Eres admirablemente valiente y admirablemente amable y querido. Mira a tu alrededor, porque igual que tú la miras a ella, alguien te mira a ti. Deja a la Luna. Un amor puede durar o puede pararse, o puede aprovecharse y seguir como una amistad. La mejor amistad. Acaba bien, ¿no lo ves? Acaba bien. Para ella y para él, que la había visto ya antes. Y para aquella que te mira a ti. Fíjate, búscala. ¿Quién es? Acabará bien para ti si sabes encontrarla, si sabes hablar bien con ella.

Mira la Luna al anochecer, ya está en el cielo. Mira al Sol, que tiñe el mismo con una luz naranja. Míralo que se va. Quédate con el día, el día es tu amor, tu futuro, tu siempre. Ella está a gusto en la noche. Y estate atento al próximo eclipse, Neville.


Ya me diréis. Es un instante fugaz de idea clara...

Gui
SdlN