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Hola, estoy en otra aventura...
Espero ver como me va con esto...
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DESTINADO A CONOCERTE
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Introducción
¿Te has preguntado alguna vez que seria si la vida nos diera una segunda oportunidad de volver a empezar?
Si la vida fuera un poco misericordiosa con aquellos seres que parece que solo nacieron para sufrir.
Si los orígenes de Candy no fueran tan inciertos. Si gracias a ello pudiera vivir una vida mas cómoda.
Pero con nuestra Pecosa nada es fácil. Nada. Y ella lo sabe bien.
Un recorrido por vida de esta muchacha de ojos esmeraldas. Alegrías, desdichas.
¿Qué más te puede pasar, Pecosa?
Cuando la vida te derrumba lo único que deseas es volver a empezar otra vez...
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La vida nos pone en situaciones que nos hace cuestionarnos quienes somos y a donde vamos...
Cuestiones que no nos dejan tranquilos hasta que son resueltos o al menos cuando se ha intentando resolverlas...
C. W.
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Capitulo 1 - La carta inesperada
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Habían pasado algunos días desde que Annie había sido adoptada por los Britter. Hecho que había entristecido a la muchacha rubia de ojos esmeraldas. Que se concentraba en ayudar mas en el Hogar de Pony, para así no sentir esa tristeza de estar lejos de quien consideraba una hermana. Ambas habían prometido no separarse nunca, pero esto no sucedió así. Annie, su hermana. Bueno así la sentía en su corazón. Como su hermana. Se dirigió a recibir las cartas de mano del señor que las distribuía , fiel a su labor. Busco alguna de la pelinegra, pero nada.
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"Bueno... Seguro que ya me llegara después..." pensó ella dándose ánimos. Estaba descalza, solo había salido corriendo al ver por la ventana al señor cartero. Saco la lengua de manera traviesa al notar ese detalle. Pero cuando se disponía en volver a entrar al Hogar algo la sorprendió.
Había una carta para ella, pero no era de Annie. ¿De quien era?
Según leyó era su carta. Alguien le había escrito.
"Tal vez Tom" Pensaba, pero negó con la cabeza. Extrajo esa carta , y la acerco un poco para leerla. No noto que una niña pequeña se había acercado a ella por detrás. Quien solo la miro en silencio.
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-¡Esto no puede ser verdad!-exclamo Candy, mirando ese pedazo de papel que sostenía temblando.-¡No puede ser! ¡Es absurdo!
-¿Qué ocurre?- pregunto una niña a su costado.-¿Tu amiga Annie no te quiere escribir más cartas?
-¿Eh? No, no es eso, Mimie...-le respondo tímidamente.
-¿Entonces que te sorprendió, Candy?
-Es... Nada. No es nada. Ve a jugar con los demás niños, Mimie.
-¡Oh, esta bien! Pero luego te nos unes, ¿De acuerdo?
-Si, claro que si, pequeña.-dijo sonriendo a la niña que se alejo corriendo.
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Volvió su vista en ese papel. Era extraño. Solo espero una carta de su amiga Annie, que ya había sido adoptada. No lo que tenia en las manos. Estaba tan sorprendida.
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-Esto no tiene sentido.-decía Candy, antes de suspirar.
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Tenia los ojos empañados. Volvió a leer en voz alta el contenido de esa carta.
La culpable de su asombro.
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"Querida Candy:
Deseo saludarte atentamente. Se que no tengo derecho de pedirte nada. Pero solo espero que aceptes este pequeño presente (El libro de literatura clásica y el collar con la esmeralda). Debiste de haber cumplido once años hace poco. Quiero verte. ¡Sí, como lo oyes!
No tenia valor para escribirte. Después de que yo te abandone sola en la nieve, esa fría noche de invierno. Pero yo no tenia opción. Créeme que no la tenia, hija. En ese entonces no me era posible cuidarte.
Te daré las explicaciones correspondientes. Pero no pueden ser por carta. Deseo verte en persona. Si queda en tu alma algo de generosidad. Si aun la hay por favor acepta venir a verme.
Quiero reparar mi relación contigo. Tal vez nunca me perdones eso, pero deseo al menos saber que eres feliz. Solo deseo tu felicidad. Debes saber que no hubo un solo día que no pensara en ti. En tus ojos, tu sonrisa, te cabello rizado. Has sido mi mayor inspiración en mi vida. Lamento solo no haber podido darte lo que merecías cuando eras una bebé. ¿Aun es tarde para estar junto a ti? ¿Es muy tarde para que no podamos volver a empezar? ¿Nunca te has preguntado por que estabas sola en esa cesta? ¿Sabes? Eres mi vida.
Te espero dentro de tres días al atardecer en el puente. (Eso queda por Lakewood) Sera fácil que me reconozcas. Yo estaré con un vestido violeta, y una sombrilla color azul. No soy muy alta, tengo el cabello rubio como el tuyo. ¡Jajajaja! Creo que nos llevaremos bien. ¡Te estaré esperando!
Posdata:
1) Te envió un vestido como regalo. (Espero sea de tu talla)
2) Te dejo dinero suficiente para que vallas a Lakewood.
3) ¡Anhelo verte!
4) ¡Por favor ven!
Atentamente tu madre."
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-No entiendo nada...-decía Candy, con los ojos apagados.
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Trato de continuar como si nada ese día. Pero se veía que estaba cambiada. Más decaída, pálida. Con un gesto de dolor que era notorio.
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-¿Candy, te sientes bien?-pregunto la señorita Pony, con evidente preocupación.
-No has tocado tu comida, pequeña... Has estado así desde que recibiste la correspondencia.-dijo la hermana Maria.
-¿Es Annie? ¿Ella no esta bien, Candy? ¿Es eso?-pregunto la señorita Pony.
-¿Annie? ¡No! ¡De ninguna manera! Ella... aunque todavía no recibo cartas de Annie... Se que esta bien...-decía Candy.
-¿Entonces, Candy? ¿Cual es el motivo de que estés triste?-quiso saber la hermana Maria.
-Esto.-dijo la rubia, antes de mostrarles una carta.-Es una carta para mi, pero quiero que la vean... Porque yo no se que pensar de todo esto...
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Continuará...
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Si, es Terrific.
No es trágico, pero si tendrá algunos toques dramáticos.
Espero saber que piensa al respecto.
Aclaro esto desde ya.
¡Tengan un bonito día!
¡Saludos!
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Selenityneza
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