Bueno aquí vengo con un nuevo fic que espero les guste. Dejen reviews eso ayuda a escribir mejor y más rápido. La historia empieza a final del sexto año de Noah y Cedric.

¡Bueno ahora si los dejo con el fic!

Disclaimer: Como sigo siendo pobre nada de esto me pertenece… excepto algunos personajes.

Summary: La profesora McGonagall les aplica un castigo algo inusual a Cedric y Noah: ambos deberán pasar una semana compartiendo sala común y pasar la mayor parte de su tiempo juntos. ¿Podrán hacerlo?

Una Semana Junto a Ti

Capítulo 1: Mi peor castigo: Tu.

Minerva McGonagall tenía su característica mirada severa posada en dos jóvenes que cursaban su sexto año en el colegio Hogwarts.

En uno de los rincones se encontraban el Profesor Flitwick y la profesora Sprout ambos con caras serias y miradas decepcionantes.

Ambos jóvenes estaban sentados frente a McGonagall, teniendo que soportar aquella mirada que tanto miedo causaba entre los alumnos. Sin embargo ambos no estaban intimidados como los demás que habían pisado aquella sala. Sus miradas reflejaban profunda ira, odio y rencor.

Cedric Diggory tenía sus ojos grises más oscuros de lo normal fijos en un punto indefinido de la habitación. La apariencia del joven demostraba que había tenido un duelo. Su cabello moreno estaba más desordenado que de costumbre, la camisa del uniforme mostraba algunas consecuencias de los hechizos lanzados y su brazo izquierdo tenía un corte profundo que aún no paraba de sangrar.

Miró hacia su izquierda para encontrarse con la culpable de su estado, quien no estaba en mejores condiciones que él.

Noah Thompson era la otra alumna que estaba en aquella habitación soportando la mirada de la profesora de Transformaciones. Se mordió el labio inferior para luego suspirar. Aquel duelo que había tenido minutos antes con Diggory la había destrozado, literalmente. Su cabello castaño estaba todo enmarañado. Su camisa antes blanca ahora estaba sucia y rasgada en algunas partes de las mangas, al igual que su corbata. Sus ojos color miel de vez en cuando vagaban por la habitación, sin abandonar el odio que reflejaban.

McGonagall se frotó las sienes, para que nuevamente sus sagaces ojos volvieran a posarse en ambos estudiantes.

- Sinceramente esto es algo… que realmente ha sorprendido tanto a mí como a los demás docentes,- empezó la profesora.- dos de los alumnos más… responsables, inteligentes y aplicados¡peleándose en medio de uno de los pasillos!

Noah recorrió con su mirada la habitación tratando de huir de la mirada severa que la profesora le dedicaba.

- Y aunque no es bueno en estos casos decirlo, debo admitir que fue un duelo excepcional.

Ambos sonrieron, pero al ver que la profesora no cambiaba sus facciones borraron inmediatamente sus sonrisas.

- Maldiciones, hechizos, contra-hechizos yendo y viniendo. ¿En que pensaba? Ustedes tienen que ser un ejemplo para los de primero, en especial usted señor Diggory, que es Prefecto.

Noah bufó y rodó los ojos.

La profesora McGonagall se levantó de su asiento y comenzó a caminar por la habitación, sin emitir ni un solo sonido. Ambos jóvenes se fulminaron con la mirada, cuando la profesora les dio la espalda.

- Espero que estén arrepentidos.- siguió. Posó su mirada en Noah, quien se la sostuvo hasta que la profesora miró a Cedric, quien seguía con la mirada perdida.

- Esto no volverá a suceder.- aseguró.- Eh pensado en un castigo apropiado. Como muy pocas veces hay que enfrentar este tipo de situaciones, eh determinado que esto es lo justo.- carraspeó un par de veces para aclararse la garganta.- Su castigo será pasar una semana juntos.- ambos voltearon la cabeza bruscamente para mirarla. Cedric advirtió un amago de sonrisa en los labios curvados de la profesora.- Compartirán una sala común.

- ¿Y usted creo que nos ayudará en algo?- preguntó Noah tratando de que sus palabras no salieran de sus labios en forma de gritos.

- Eso espero señorita Thompson. Claro que no planeo que salgan de allí convertidos en amigos íntimos o algo por el estilo, solo quiero que controlen esa impulsividad de lanzarse con lo primero que ven.- su mirada de reproche se posó en la castaña.

El profesor Flitwick y la profesora Sprout se adelantaron y se pusieron a la altura de sus estudiantes.

Noah se encontró con la mirada decepcionada del jefe de su casa y lo único que pudo hacer fue concentrar toda su atención en el piso de despacho de la profesora. Mientras que Cedric se encontró con la mirada de la profesora Sprout, quien negaba a cada instante con la cabeza.

La firme voz de McGonagall se volvió a escuchar en toda la habitación.

- Como ustedes no pertenecen a mi casa, creí que sería mejor consultar si estaba bien el castigo que les impondría y, naturalmente aceptaron.- Noah y Cedric miraron a sus profesores con recelo.- Con una pequeña adición.

- Pomona y yo hemos estado hablando y, creemos que les vendría bien este castigo, sin lugar a duda Minerva tuvo una excelente idea al ocurrírsele eso de vivir juntos durante una semana.- dijo. La profesora sonrió discretamente.- Pero nosotros,- se señalo asimismo y a la profesora Sprout.- decidimos que podrían cumplir un castigo extra.- Noah lo miró interrogativamente, Flitwick no se hizo esperar y agregó- Le ayudarán al profesor Snape en su mazmorra, una semana.

Tanto Cedric como Noah se miraron horrorizados al escuchar aquellas palabras. Un castigo con Snape ¿Qué podría ser aún peor?

- Estarán bajo sus órdenes, y como si estuvieran en una clase más, él será capaz de descontarles puntos por cada equivocación que cometan.- habló la profesora de Herbología.

Los rostros de Cedric y Noah habían quedado pálidos al mencionar aquello último. Con aquel poder sobre ellos, Snape no perdería oportunidades para descontarles la mayor cantidad de los puntos que pudiera.

Y como si el mismo demonio lo hubiese llamado, Snape apareció por la puerta del despacho de McGonagall y sonrió socarronamente a ambos estudiantes.

- Los espero mañana a las siete.- dijo con su habitual tono frío y de arrastrar las palabras, mientras una sonrisa aparecía fugazmente en sus curvados labios.

- Irán a clases como todos los días, sin excepción.- volvió a hablar la profesora Sprout. Tanto Noah como Cedric se esperaban alguna otra cosa que tuviera para agregar McGonagall, pero nunca llegó. La profesora de Herbología prosiguió - Lo único que harán diferente en sus rutinas será convivir juntos.

El silencio nuevamente se adueño de la sala. Ninguno de los dos quería romper aquel silencio. La profesora miró hacia la ventana y con un movimiento de varita abrió la puerta de la habitación.

- Mañana a primera hora les diré donde dormirán la siguiente semana. Pueden retirarse.- los jóvenes se levantaron inmediatamente- ¡Ah, señor Diggory vaya a ver a Madame Pomfrey para que le cure su brazo, parece que cada vez empeora más.- dijo. El Hufflepuff asintió con la cabeza, para luego fulminar a la castaña con la mirada.

OoO

- ¡Muchas gracias Thompson! Ahora gracias a ti tenemos que pasar una semana juntos. Y sinceramente tengo cosas mejores que hacer.- le reprochó Cedric mientras bajaban las escaleras.

- ¡Oye! Yo también tengo mejores cosas que hacer en vez de pasar casi todo mi día con vos.- se defendió y con tono acusador agregó- Además para tener un duelo se necesitan dos personas, y tu no estabas exactamente inconsciente cuando respondías mis hechizos.

- Pero…

- Nada de peros Diggory, la culpa fue de ambos. Lo echo, echo está y a menos que tengas un Giratiempo no podremos hacer nada al respecto.- dijo la castaña mientras se ponía enfrente de el y le cerraba el paso.

Cedric la hizo aún lado y continuó bajando las escaleras, seguido de cerca por la castaña, quien no dejaba de mascullar cosas.

- Una cosa más, la próxima vez trata de darme directamente a mí, no a mi brazo de Quidditch. No quisiera que algo le pasara a la esperanza del equipo.- dijo fanfarronamente. La castaña se mofó, para que luego el Hufflepuff le cerrara la puerta de la enfermería en la cara. Noah hizo el amago de seguirlo, pero se detuvo al pensar que, si no se comportaban bien, otra semana se les podría agregar.

OoO

Cedric salió de la enfermería una par de horas después. Madame Pomfrey estaba escandalizada al ver el estado del brazo y, cuando Cedric le dijo quien había sido, empezó a chillar y hablar sobre lo peligroso que podría haber resultado si se dejaba el brazo así.

- Un hechizo muy poderoso, no hay que dejarse llevar por las apariencias.- había dicho mientras buscaba entre pequeñas botellas la poción indicada para curarlo.

El moreno tuvo que soportar a Madame Pomfrey lo que a él le parecieron horas interminables. Y una vez fuera de la enfermería respiro aliviado. Pensó en ir a la sala común, pero optó por ir al Gran Salón, donde de seguro ya estarían sirviendo la cena.

Se sobresaltó cuando la puerta del Gran Salón comenzó a abrirse sola. Del otro lado, Noah la había abierto y al verlo sus labios inmediatamente se curvaron y su ceño se frunció.

Cuando el moreno se disponía a hablar, la castaña lo detuvo con un movimiento de mano, lo fulmino con la mirada y se fue caminando por el pasillo que conducía a la sala común de Ravenclaw.

Aquel gesto significaba que no tenía ganas de hablar, ni discutir, ni verlo a él. Por lo que el Hufflepuff deduzco que seguía de mal humor. Frunció el entrecejo y decidiendo que no tenía hambre, emprendió el camino hacia su sala común, en busca de alguien con quien desahogarse.

OoO

La castaña entró como alma que lleva el diablo a la sala común. Cuando lo hizo todas las miradas femeninas se dirigieron hacia ella. Un grupo de chicas de tercero cuchicheaban entre sí y, de vez en cuando le lanzaban miradas furtivas. Las chicas de grados más altos no se molestaban por bajar su tono de voz, sino que lo subían cada vez más.

- Al diablo toda mi reputación…

Pensado que nada podría ser peor e ignorando todos los comentarios que circulaban a su alrededor siguió caminando hasta que empezó a subir las escaleras rápidamente. Llegó a su habitación y cerró la puerta con un hechizo.

Se recargo sobre ella y abrió los ojos, para encontrarse con Ann, quien estaba acostada en la cama leyendo un libro y Megan que jugaba con Domino, el gato de Noah.

OoO

Cedric al llegar a la sala común, no se encontró con nade, a excepción de unas chicas de quinto que lo señalaban y le sonreían tontamente. Entró a su habitación y se encontró con Jack, su compañero de cuarto y amigo.

OoO

- ¿Qué paso?- interrogó Ann dejando a un lado el libro.

- Primero, llega McGonagall con su típica cara de estar decepcionada y de no entender cómo paso eso; para luego comenzar su gran sermón sobre "la locura" que acabábamos de hacer.

oooooo

- En eso habrá estado unos cinco o diez minutos.- decía Cedric. Jack lo escuchaba atentamente.- ¡Y luego nos suelta el peor castigo que pudo haber inventado! No se de donde saca tantas ideas malvadas y siniestras.

oooooo

- ¡Vasta de dramatismo¡Dinos cual es el castigo de una vez!- exclamaron Ann y Megan al unísono. La castaña retrocedió instantáneamente.

- De acuerdo, de acuerdo.- dijo haciendo movimientos con las manos para que se calmaran.- Yo soy la del castigo y ustedes están más nerviosas que yo. Tengo que pasar una semana compartiendo sala común con Diggory.- dijo mientras se dejaba caer en la cama.

oooooo

- ¡Estas bromeando!- dijo Jack levantándose de la cama.

- Desearía hacerlo.- respondió serio.- Y eso no es lo peor, aún hay más. Tras que tengo que estar con Thompson, también debo enfrentar la peor combinación jamás creada.

oooooo

- ¿Qué puede ser peor que Diggory?- preguntó Ann. La pelirroja le dio un codazo a lo cual la rubia se encogió de hombros.- Solo preguntaba.

- ¡Estoy tratando de sacar toda… toda… la furia que siento hacia McGonagall, Sprout, Flitwick y Snape!

- Pero ¿Qué tiene que ver Snape con todo esto?- preguntó la pelirroja, quien su cara de confusión era peor que la de Ann.

- Si no interrumpieran a cada momento se los diría. Bien. Lo peor fue cuando entró Snape con aires de grandeza y nos dijo que cumpliríamos un castigo con él. Snape y Diggory ¿existe peor combinación¿Puede mi vida ser peor?

- Si, podría estar implicada Cho en el castigo también.- respondió Megan llevándose una mirada fulminante de parte de la castaña y Ann.

oooooo

- Dos castigo, eso si que es un record. Para un Prefecto.- agregó Jack.

- Mi vida está arruinada, no creo sobrevivir a esta semana.- dijo el moreno mientras se tumbaba en su cama y miraba el techo.

- Ni que lo digas, Thompson y Snape, una combinación explosiva. Imagínatelos, los dos cuestionándote cada cosa que hagas en la mazmorra más los gritos de la Ravenclaw, no quisiera estar en tus zapatos.

oooooo

- Nunca eh escuchado esta clase de castigos¡Es injustos!- exclamó la castaña.

- ¿Dónde será tu sala común?- pregunto Megan apagando las luces y sacándole el hechizo a la puerta.

oooooo

- Mañana McGonagall a primera hora nos dirá.- chasqueó la lengua. Jack miró por la ventana, el cielo estaba estrellado.

- Y yo que creí que Thompson era inofensiva, nunca creí que pudiera llegar a tanto con tan solo decirle eso.

- De inofensiva no tiene nada, mira.- le dijo y le mostró el brazo que anteriormente le había curado Madame Pomfrey. Jack hizo una seña con la mano dándole a entender al moreno que tenía razón.

- Si ¿recuerdas esa vez que te lanzó ese escritorio?- comentó Jack riendo por lo bajo.- Dijo que te lo merecías porque… ¿Por qué era?

- Por teñirle el pelo color fucsia y por tirarle "descuidadamente" los espaguetis en la cabeza a la hora del almuerzo.

- Claro, eso fue divertido.- dijo entre carcajadas Jack, a lo que Cedric solo se dio vuelta en la cama.- Pero ahora que lo recuerdo ella también te tiró los espaguetis y salieron corriendo del Gran Salón lanzándose la comida.

- Si.- Cedric sonrió a medias.- McGonagall nos hizo limpiar el Gran Salón esa noche y la cocinas también.

oooooo

- ¿Pero los elfos no son los encargados de las cocinas?- preguntó Megan.

- Sí, pero dijo que eso sería para que sepamos lo que es cuidar la comida y para que veamos que los elfos trabajan duramente y merecen respeto.- explicó Noah.

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El silencio se hizo presente en ambas habitaciones. Ambos suspiraron y miraron hacia la ventana, a fura la Luna iluminaba todo lo que estaba a su alcance.

- Mañana empieza nuestra condena…

¿Y que les pareció? Espero que les haya gustado, espero toda clase de review, ya sean para criticar, preguntar, dudas, sugerencias, cualquier cosa será bienvenida.

Creo que es la primera cosa que escribo en menos de un mes. Ahora entienden porque tardo en actualizar Cambiando la Historia ¿no? nn.

Nos vemos en el próximo capítulo.

Raku.