Buenas noches!

Desde ya aclaro que los personajes pertenecen al escritor británico J. R. R. Tolkien.

Se trata de una pequeña inspiración que me surgió de una imagen extraída de Internet.

Espero que les agrade y lamento si tengo fallos, pero recién acabo de llegar.


¿Ya había pasado la tormenta? … Una pregunta que parecía hacer eco en el interior de aquella montaña y que rebotaba entre los miembros que conformaban la compañía, aquellos que habían seguido a Thorin hasta los confines del propio corazón y en sílabas más sabias y sutiles, de la ambición.

Thorin no había desperdiciado la oportunidad para centrarse en la búsqueda de la piedra del arca, aunque esa tarea la había relegado al resto de la compañía que oportunamente se había dispersado.

- ¡Al fin es nuestra! - Había exclamado Thorin en cuanto ocupó el Trono Real y vio a sus sobrinos, Fíli y Kili, que no tardó en recibirlos entre la supuesta victoria y promesas embriagadas por el oro.

Pero la piedra del Arca siguió sin aparecer y las promesas quedaron relegadas en el fondo del baúl, ya que la enfermedad del oro comenzaba a extenderse en la mente y corazón de Thorin, que sentado en su trono, mantenía la vista perdida en el empalagoso recuerdo de aquella joya.

Kili había estado observando a su tío en silencio por un largo rato mientras acariciaba la pequeña piedra tallada en runas, con la hermosa promesa que aquella contenía y que los ojos del enano guardaban con deseo..

Algo no encajaba en todo aquello. Cuando relegaba el deseo de reencontrarse con su madre y pensaba en el tesoro de la montaña, algo los separaba… como una barrera invisible e impuesta inevitablemente por una… ¿tragedia? ¿Por qué esa sensación de angustia repentina?

Lentamente se alejó unos pasos de su tío que seguía con la vista desenfocada y pronto sintió una terrible necesidad de llamar a su hermano, pero enseguida supo que aquello no le haría falta, puesto que lo vio venir por el camino que conducía al trono.

Quería correr hacia él, refugiarse en su sangre…

El silencio y la enfermedad de Thorin no había dejado de ser percibida por quién estaba destinado a sucederle en el trono. Fíli mantuvo su vista inescrutable en la figura de su tío, y en cuanto la posó sobre Kili, éste supo que había leído sus más profundos temores, reflejados en la tenue, triste y amarga sonrisa de su hermano.

Y a pesar de que Thorin seguía prácticamente ajeno a ambos, su familia más cercana, Fíli no dejaría de protegerlo de las tempestades venideras, pero aún cuando volvió a mirarle, supo con firmeza que no dudaría jamás en renunciar de nuevo a todo el oro de la montaña por el tesoro más preciado que resguardaba en cada latido de su corazón…

Él lo tenía muy claro… y sólo una promesa recorría sus venas…

I belong with my brother.