Un peligro inminente. Un amor por el que merece la pena apostar y una mujer dispuesta a todo. Quinn Fabray tiene un serio problema. Acaba de romper la confianza de Rachel y ella la ha dejado. Sin embargo, no está dispuesta a darse por vencida, no va a rendirse; hará todo lo que pueda para recuperar a su preciosa chica americana. La pasión entre ellas es abrasadora pero los secretos que se esconden la una a la otra son muy dolorosos y lo suficientemente serios como para acabar con la posibilidad de una vida juntas.
Junio de 2012
Londres
Dejé a Quinn en los ascensores suplicándome que no me fuera. Fue lo más difícil que había tenido que hacer en mucho tiempo. Pero me fui. Había abierto mi corazón a Quinn y me lo había destrozado. Le había oído cuando me dijo que me quería y también cuando me aseguró que solo estaba tratando de protegerme de mi pasado. Le había oído alto y claro. Pero eso no cambiaba el hecho de que necesitaba alejarme de ella.
Solo puedo pensar en la misma idea aterradora una y otra vez.
Quinn lo sabe.
Pero las cosas no siempre son lo que parecen. Las impresiones se obtienen de manera intuitiva. Las ideas se forjan basándose en emociones y no en hechos reales. Ese fue el caso de Quinn y yo. Por supuesto que esto lo descubrí más tarde, y con el tiempo, cuando pude alejarme de los acontecimientos que me habían convertido en la persona que soy, fui capaz de ver las cosas de forma algo diferente.
Con Quinn todo era rápido, intenso…, explosivo. Desde el principio me decía lo que pensaba. Me decía que me deseaba. Y sí, hasta me había confesado que me quería. No tenía problemas en comentarme lo que quería de mí, o lo que sentía por mí. Y no me refiero al sexo únicamente. Eso era gran parte de nuestra conexión, pero con Quinn no lo era todo. Ella es capaz de compartir sus sentimientos con facilidad.
Esa es su manera de ser, pero no significa que sea la mía.
En ocasiones sentía como si Quinn quisiera consumirme. Me abrumó desde la primera vez que estuvimos juntas y sin duda era un amante exigente, pero una cosa era cierta: siempre quise lo que ella me daba. Me di cuenta una vez que la dejé.
Quinn me proporcionaba paz y seguridad de una forma que realmente no había sentido antes en mi vida adulta y que desde luego no había experimentado nunca con respecto a mi sexualidad. Ella es así y punto, y creo que ahora lo entiendo. Ella no era exigente y controladora porque quisiera dominarme; era así conmigo porque sabía que era lo que yo necesitaba. Quinn trataba de darme algo que necesitaba para hacer que lo nuestro funcionara.
Así que aunque esos días sin ella fueron terribles, la soledad era fundamental para mí. Nuestro fuego apasionado había ardido al rojo vivo y ambas nos habíamos abrasado con el calor que con tanta facilidad se desataba y encendía cuando estábamos juntas. Sé que necesitaba ese tiempo de cura, pero eso no hizo que el angustioso dolor que sentía disminuyera.
No hacía más que volver a la misma idea que me sobrevino cuando descubrí lo que ella estaba haciendo.
Quinn sabe lo que me pasó y ahora no hay forma de que pueda quererme.
Bueno este es el prólogo de la segunda parte, es en el único donde habla Rachel los siguientes serán ahora narrados desde el punto de vista de Quinn…
Espero y les guste
Ryan: respecto a si Quinn sabe me adelantare y te dire que no sabe nada de dicho video, solo sabe lo justo y necesario… respecto a su relación no es mucho el tiempo que pasan separadas ninguna de las dos puede vivir sin la otra aun a pesar de aquellos secretos pasados de sus vidas
Tor: me alegro que esperes con ansias los Caps
