Disclaimer: Los personajes que se reconozcan de la obra maestra de Narnia le pertenecen a C.S Lewis. Los demas le pertenecen a Selene Antilles.
Summary: Narnia, Inglaterra y la guerra han separado totalmente a los hermanos Pevensie , Peter se une al ejército simplemente para escapar de la tensión de estar en su familia. Alguien tiene que salvarlo - enseñarle a amar Inglaterra otra vez - antes de que sea demasiado tarde. Pero, ¿quién? Pete/OC
Buenoo, soy nueva en fanfiction, yo soy mala para escribir asi que me dedico a la traducción de otras historias. Sin mas que decir aquí les dejo el primer capitulos :D
Este Lio
Marzo, 1994
Londres, Inglaterra.
Peter Pevensie salía de la oficina de alistamiento con la más débil de sus sonrisas en su rostro. Sus ojos tenian una total determinación, como si estuviera en frente a un sueño terrible y maravilloso al que nunca habia vencido antes, llevaba los documentos de alistamiento en su mano, miro al cielo, y su vista estaba atenta las nubes grises amenazando con estallar en su cabeza al doblar a la esquina. Sordo, triste… habian mas de mil palabras con las que el podia describir a Inglaterra. Peter gimio cuando una de las gotas de lluvia rebotaba en su mejilla, metio los preciados papeles debajo de su chaqueta. Vio una rata corriendo por la orilla de la acera para ir debajo de la calle.
"Estoy contigo, amigo. Odio la lluvia" Se compadecio Peter en silencio. Con el corazon pesado y a un paso ligero, se metio las manos en los bolsillos, agacho la cabeza y se mezclo con la masa de gente britanica.
La estacion del tren estaba mojada y sucia, parecia irradiar el hedor de miedo que llenaba toda la ciudad. Parecia que la guerra se habia convertido en una parte irritante de la vida cotidiana, como proyectos de ley o de trenes atrasados. Metido en sus pensamientos, Peter dirigio su mirada por encima de la multitud y la coloco en el gran reloj de la pared. Puso los ojos en blanco cuando vio que el tren a Finchley habia partido diez minutos atrás. Tendria que llegar tarde a casa de nuevo, ser regañado por Susan en la puerta, y luego por su madre en el camino hacia la cocina, si tenia suerte escucharia un gruñido de la litera de arriba en su habitación, que deberia de provenir de Ed. Si Lucy lo oia llegar mientras estudiaba para sus clases, ella lo detenia en el pasillo para darle un rapido abrazo y luego volver a su habitación a estudiar.
Peter nego con la cabeza, tratando de recordar los dias en que su familia era muy unida y amorosa, cuando siempre se cubrian las espaldas unos a otros y siempre tenian un hombro listo para llorar. Cerrando sus ojos se pellizco el puente de la nariz. Habia sido suficiente. Inglaterra y una guerra mecanica se habia metido en ellos, nunca serian los mismos. Pero al menos esa condenada guerra les impediria matarse unos a otros. Solo esperaba que pudiera reducir esa tension en su cuello, pues en su casa posiblemente volveria.
La llegada del odioso tren saco a Peter de sus pensamientos, y se deslizo hacia las puertas e apertura, justo por delante de todo el mundo, para asegurar un asiento. Lo buscaba para aliviar sus musculos tensos, pues ir de los lazos que colgaban del techo no era una buena opcion.
Antes de que Peter hubiera abierto la puerta completamente ya Susan lo estaba regañando, mientras se frotaba su lapiz labial rojo y tenia en su control el espejo de la entrada. – Peter, has llegado tarde otra vez. De verdad ¿Cuándo vas a aprender a mirar el reloj?-
-Oh si. Porque yo no se mirar un reloj, el tren llego tarde- replico él en voz baja, arrojando el sombrero sobre la mesa y quitandose la chaqueta. La colgo mojada y empezo a gotar en el estante, pero ignoro las protestas de Susan cuando el paso a su lado.
A medida que iba hacia la cocina, vio el horno abierto y varias latas y envases por la habitación. Helen le dio una mirada de advertencia a su hijo mayor. – Se suponia que estarias en casa hace veinte minutos-
-Tren de ultima hora- fue todo lo que él dijo en modo de explicación antes de irse hacia las escaleras. Helen nego con su cabeza, preguntandose tambien que habia pasado con su familia.
Peter llevaba solo dos escalones, pero se detuvo al pasar por la puerta de Lucy, esperando algun tipo de bienvenida por parte de su hermana mas pequeña. En el momento en que abrio la puerta, Lucy coloco sus brazos alrededor de el, abrazandolo. Una sonrisa adorno su rostro mientras la abrazaba con fuerza. Ella se aparto para mirarlo y le pregunto:
-¿Recibistes mi libro, Peter?-
Él beso la parte superior de su cabeza y asintio con la cabeza. – Esta en mi abrigo-. Se echo reir y se fue lejos de el para ir a las escaleras a buscar el libro y una declaracion de Ned Nickerson. Peter nego con su cabeza sin dejar de sonreir.
Con un poco de esfuerzo, se las arreglo para pasar por la puerta de la habitación que compartia con su hermano y se dirigio a su escritorio tratando de atravesar los montones de ropa, de trabajo escolar o restos de cualquier cosa que se habian acumulado en el suelo. Tiro su bolso a la cama, golpeando a Ed en la cara.
-Hey! Dejame dormir!- se quejo Ed empujando el objeto infractor hacia el suelo.
-Oh, ¿Dormir? Es temprano!- Peter rodo los ojos, dejandose caer en su mesa, y encendio la pequeña lampara. El circulo de luz revelo una asombrosa cantidad de polvo en su maquina de escribir. Peter dio un pesado suspiro y soplo sacudiendo el polvo antes de colocar un nuevo trozo de papel.
-Claro! Tu nunca has tratado dormir en el sofa abultado de la Señora Walter con ese maldito gato maullando toda la noche- replico Ed cubriendose la cara con la almohada.
-Cuida tu lenguaje- El documento se deslizo hacia un lado cuando Peter comenzo a escribir confundiendo las letras. Suspiro exageradamente y arranco el papel de la maquina de escribir, cortandose un dedo en el proceso – Oh, maldición-
Podria haber jurado oir un – Hipócrita- debajo de las cobijas de la litera.
Lucy saltaba por las escaleras, cayendo con gracia con sus dos pies en la parte inferior. Vio como un vestido moderno negro se iba cerrando la puerta, Susan, contuvo el impulso de rodar los ojos. Pero sonrio al ver la chaqueta de Peter goteando cerca de la puerta. Fue hacia el, volteando la tela humeda, metiendo la mano en el bolsillo, pero sin encontrar algo. Fruncio el ceño, recordando el numero ridiculos de bolsillos y bolsas cosidos en la chaqueta de Peter. Habia dicho que cuando compro la chaqueta, sabia que seria necesario hasta el ultimo de ellos. Lucy rodo los ojos, aguantando una sonrisa.
En casi el ultimo bolsillo, sus dedos rozaron un papel. Sonrio feliz, y lo saco. Fruncio el ceño al ver que no era su carta. Estaba a punto de devolverlo al bolsillo cuando algo llamo su atención. Poco a poco, ella abrio el papel que estaba doblado sutilmente en cuatro parte, sintio que su garganta se estrechaba.
"¿No ha ido a suficientes guerras?" exclamo Lucy para sus adentros, fruncio sus labios un momento mientras pensaba, y luego metio el documento de alistamiento en su propio bolsillo.
Lucy regreso a su cuarto, masticandose distraidamente el labio. Se detuvo y echo un vistazo a la habitación de los chicos. Sacudio su cabeza y fue hacia la suya, que estaba lejos de la de Ed y Peter. El piso era impecable, todo estaba en su lugar. Los roperos estaban alineados. El mas antiguo era e de Lucy, el cual albergaba su ropa y la ropa de cama, sin embargo era especial para ella, pues habia ayudado a pagarlo. Con un gran esfuerzo, Lucy contuvo las lagrimas y toco la manija oxidada. No tenia nada de especial, era un ropero simple, pero cuando lo habia visto hacia dos años, sus ojos se iluminaron con una pequeña alegria secreta, la cual sus hermanos habia tratado desesperadamente de ignorar. Ella le prometio a su mama que ahorraria el dinero suficiente para comprarlo, y asi lo hizo. Sin embargo, ahora que estaba en su habitación sin polvo y cuidado, se preguntaba como una pieza similar habia unido a su familia, y con la misma facilidad la habia separado.
Ya era tarde, cuando Lucy al fin tenia suficiente valor para ir a la habitación de su hermano. Su madre estaba dormida. Y Edmund estaba en casa de la Señora Walter y Susan no llegaria a casa durante algunas horas. Era ahora o nunca.
Peter bostezo y fue hacia la puerta. Lucy lo miro, con una mirada que estaba entre necesitar un abrazo y estrangularlo. Era una mirada con la que no estaba familiarizado, asi que se hizo a un lado y dejo que entrara. Lucy fruncio la nariz ante el olor desagradable de calcetines sucios. Peter cerro la puerta detrás de el.
-¿Qué pasa Lu?- pregunto él con su voz cansada.
-Mejor dicho ¿Qué es esto?- Peter vio como Lucy le colocaba el documento de alistamiento en sus narices. Suspiro con una mezcla de angustia e ira. Arranco la hoja de su mano.
-Vamos Lucy! ¿Ahora estas husmeando mis cosas?-
-Tu me mandastes a buscar mi libro en tu abrigo- dijo ella. Después de un momento Peter asintio con la cabeza, mirando al suelo.
-Bien-
-Peter… ¿No has ido a suficientes guerra?- pregunto Lucy.
Sacudio la cabeza, arrastrando los pies. –No se trata de la lucha, Lu-
-Si, si se trata. Siempre ha sido sobre eso, el honor, todo lo que se pudre-
-No, se trata de irme-
Eso dejo a Lucy en seco. - ¿Salir de donde?- La vacilación se reflejaba en sus ojos, como si tuviera miedo de la respuesta. Peter miro a la ventana, como si la lluvio no le tuviera piedad al cristal. Volvio los ojos hacia ella.
-Esta casa. Esta familia. Este lio-
Lucy dio un paso hacia atrás, como si, literalmente, le hubieran dado una bofetada. –¿Asi que porque las cosas no son perfectas, nos vas a dar la espalda y salir corriendo? Peter tu no eres asi!.
-Si, bueno tal vez me canse de ser el mas fuerte, ¿Alguna vez lo pensaste?.
Lucy lo miro, sin saber que decir o pensar siquiera. Ninguno de los dos tenia la razon. Peter apreto la mandibula, tratando de no mirarla, pero no lo soporto mucho tiempo y la observo. Giro sus talones y se marcho de su habitación, él cerro la puerta detrás de ellas. Lucy espero llegar a su habitación para permitirse a si misma llorar. Se suponia que ese tipo de emociones no deberian figurar en el cuerpo de una niña de doce años de edad.
Apoyo la frente en su hermoso armario, vertiendo lagrimas por sus mejillas "Oh Aslan. Por favor, ayudalo" rezaba ella en voz baja, sabiendo que lo unico que tenia para salvarlo era su fe.
Empezaba otro dia, volvian y Lucy vio el escenario.
Lucy suspiro, recordando el numero de peleas en las que habia participado su hermano. Solo un dia de la semana pasada, Peter habia vuelto sin un ojo morado o una camisa rasgada.
Susan se reunio con ella, con los brazos llenos de flores. Lucy miro las flores de color rosa y purpura dudosamente antes de hablarle a su hermana - ¿Quién te las dio?-
-Kevin- respondio Susan feliz. Lucy trato desesperadamente recordar cual era Kevin, pero desistio, pues estaba preocupada en asuntos mas importantes, al igual que Peter, que de nuevo estaba peleando, Ed no lo penso, y como de costumbre, entro a la pelea, y por una vez a Peter no le molesto. Las dos chicas se acercaron a la luchar, tratando de asomar la cabeza fuera de la multitud. Con algunos exitos, vieron como sus hermanos golpeaban a los chicos del suelo. Peter se irguio y clavo sus ojos en los de Lucy. Con un aire ironico, sus labios temblaron en una extraña mueca. Al terminar la pelea, Peter se acerco a ella y le dijo cruelmente: - Tal vez tu no estabas totalmente equivocada, Lu. Creo que si es sobre la lucha-
Habia caido la noche, y los cuatro hermanos fueron encerrados en la sala de estar, debido a que le habian prometido a su madre que pasarian un tiempo de calidad. Lucy estaba en el sofa, leyendo su nuevo libro. Edmund jugaba aburrido ajedrez solo. Susan pasaba la pagina de la ultima revista Cosmopolitan. Y, Peter tenia la mirada perdida en el fuego, sentando, totalmente quieto, con las manos cruzadas en su regazo, al igual que su padre lo hacia. De repente, se levanto con una mano en el bolsillo y dijo: - Hay algo que necesito decirle a ustedes tres- Con una mirada, señalo sobre su libro y se corrigió – Bueno, ustedes dos-
-¿Dos quienes?- Pregunto Susan sin mirarlo.
-Tu y Ed. Lucy ya lo sabe-
-¿Sabe que?- pregunto Ed, mirando a un caballo que pertenecia a su contricante invisible.
-Que se va a la guerra- explico Lucy, con voz burlona. Susan levanto la cabeza inmediatamente - ¿Qué tu que?-
Peter se dio la vuelta para colocar una mano sobre el retrato de su familia, su familia cuando era feliz. Evitaba el contacto visual con su figura en el retrato. – Me uno al ejercito-
-Pero tu solo tienes diecisiete años!- exclamo Edmund, sabiendo muy bien que muchos de sus amigos y Peter habian mentido sobre su edzad.
Susan se acomoda en la silla, con la revista abierta en su regazo. – ¿Por que nos dices ahora? ¿Cuando mama no esta aquí?-
-Bueno, es obvio- dijo Ed. Susan lo veia sin entender. Edmund continuo – El no va a decirle-
-¿Tu esperas que nosotros le digamos? Pregunto Susan con una mezcla de incredulidad, sorpresa e ira.
Peter se encogio de hombros – Bueno, podrias decirle que Sali corriendo y me uní al circo- bromeo dandoles la espalda aun.
-No puedo creer esto, Peter!- Susan cerro la revista con brusquedad, y la arrojo sobre la mesa de café, se levanto y coloco sus manos en sus caderas.
Peter se dio la vuelta para hacerles frente, cruzando los brazos mientras lo hacia – Yo no puedo soportar esto! Susan, por eso lo hice-
-¿Soportar que?-
-¿ Estas repleta de preguntas hoy no Susan?-espeto Peter – No puedo seguir asi- dijo Peter haciendo un gesto en torno a la habitación en la que estaban.
Susan trago saliva, metida en sus pensamientos. Cerro los ojos, y se acerco a su hermano mayor. – Muy bien Peter. Que te maten!- espeto ella y paso junto a el, rozando su falda en la pierna de su hermano. Todos dieron un brinco al oir el golpe de la puerta principal. Susan se habia ido.
Peter se paso la mano por la cara antes irse por la puerta de atrás. Al tirarle todas las piezas de Edmund se sacudieron, mientras estabilizaba el tablero le dijo a su hermana menor – Bueno. Yo diria que el momento de calidad juntos estuvo bien gastado, ¿no es asi, Lu?-
Lucy lo fulmino con una mirada feroz, y se levanto. Lanzo su libro hacia abajo sin molestarse en ver el numero de pagina, y subio corriendo a su habitación por las escaleras. Ed estaba preparado para el portazo, asi que sostuvo el tablero para que las piezas no cayeran nuevamente. Él puso sus codos sobre la mesa, la barbilla apoyada en los puños y le dijo a la silla vacia frente a el:
- Tu turno-
Bueno, aquí estuvo el primer capitulo, espero que les halla gustado, espero su review pliis. Se ira Peter a la guerra? Sobrevivirá? Volverá alguna vez a Narnia? De quien se enamorara?
Descúbranlo todo en el siguiente capitulo de Con todos sus defectos, jajajaja. Bueno bye recuerden el botoncito verde *_*
