Este fic participa en el Amigo Invisible Navideño 2018-19 del foro "La noble y ancestral casa de los Black"

Regalo para serasgiovanni


Before the full moon


Ella te lo advirtió entre besos cuando te perdías en su piel suave con aroma frutal... pero la ignoraste.

Te preocupaban más sus huesos destacando bajo la carne; sus pesadillas y que viviese encarcelada en su propio hogar.

En cada visita, cada una más frugal y peligrosa que la anterior, la veías más cansada, perdida, pero decidida a hacer lo necesario para ganar su libertad. Fue por ello que cuando mencionaba a la niña de los Lovegood no la escuchaste.

Te concentrabas en ella y en las sensaciones que se arremolinaban en tu pecho y morían antes de ver la luna. Tu tiempo se agotaba. El suyo parecía alargarse cada vez más. Ellos parecían ganar la guerra. Su bando y no tus manos bajo su falda.
Y aún ahora se te contrae el pecho cuando el recuerdo de la última vez aparece. Su voz quebrada te susurró al oído que sospechaban aún más de ti, que debías huir. Greyback tenía órdenes de cortarte la cabeza si dabas un paso en falso y la rabia de ser tan mal actor y espía pesaron sobre tus hombros más que nunca.

Le pediste con la cara entre sus manos y los labios llenos de promesas que no podrías cumplir que se fuese contigo. Ella en cambio siempre fue práctica y reconocía el sonido de una mentira.

Siempre fue así, desde que la veías a lo lejos en los pasillos del viejo castillo y ella te lanzaba miradas cargadas de intriga y represión.

Tienes en el fondo de la memoria la sensación de esquirlas cortándote por dentro, esa que sentiste cuando sonrió despidiéndose con un lánguido y perezoso beso. Una despedida que sabía a tristeza y asuntos sin resolver. Un beso que dejaba claro que en ella no existía el amor.

Y te remuerde haberte enfurecido como un crío hormonal que piensa que solo su sufrimiento es válido cuando te advirtió una vez más que la adolescente que estaba en su sótano debía irse, que la veía y lo que encontraba en sus ojos le erizaba la piel. Llévatela, te dijo en un susurro apremiante. Y te reíste con crueldad.

El enfado y el despecho siempre han sido tu perdición, es cuando el animal que encierras bajo toda la humanidad que puedes reunir resurge y arruina todo en tu vida. Por egoísta y despecho dejaste el destino de una niña en manos de otros y con la luna llena pisándote los talones te fuiste para nunca volver.