/Zero no Tsukaima-Dark Secrets/

/Fan-fiction por DannyGMaster/

*DISCLAIMER*

Algunos de los personajes y lugares que aparecen en esta historia no son míos. Cero fines lucrativos. De un fan para fans.

*NOTA IMPORTANTE*

Para contribuir a la estructura de la historia de este fan-fic, los capítulos son enumerados desde el -02 hasta el 0, y luego en adelante hasta el X. No espero que esto cause molestia alguna, pero, por si acaso, perdonen las molestias. Otra cosita, por alguna razón mi historia me ha salido de este modo con espacios cortos pero espero que no importe demasiado.

Nota posterior: ¡Arreglado!

*NOTA INTRODUCTORIA*

Me llaman DannyGMaster, o bueno, al menos así me llamo a mi mismo, aunque algunos amigos han comenzado a llamarme así. Soy, en primer lugar, un fan del mundo del Manga-Anime, aunque no me gusta denominarme "otaku". Solamente un fan. Ya he publicado otro fan-fiction, ahora vengo a publicar este de Zero no Tsukaima. Permítanme decir que es una de mis series preferidas, y el que no esté de acuerdo con eso, puede irse a donde le apetezca. Me encanta la oscuridad, y en las tres sagas que he tenido el gustazo de ver en el anime de ZnT, nunca pude ver un personaje lo suficientemente oscuro para mi gusto, y eso es algo que pretendo remediar, si con su anuencia me permiten continuar con este fan-fiction, que según como lo veo en mi mente esta bastante aceptable (Me gustaría conocer qué opinan ustedes)

Entonces, sin mas, y siempre demoro la cosa, espero disfruten los fans de ZnT con este nuevo FF, prometo dar lo mejor de mí. Please review me!

*DannyGMaster*

Summary: Albert Novald es un joven superdotado que cree en la existencia de múltiples dimensiones. Su sueño lo llevar a tratar de viajar a una dimensión distinta, pero, ¿qué encontrar detrás del portal?

********************Secreto -02: Al otro lado del agujero...******************

Profesor Albert: El universo es una esfera en rotación constante, y nadie está realmente seguro de si tiene límites o no. Lo que sí sabemos es que la multiplicidad que existe entre sus dimensiones es infinita, y que estas dimensiones, se encuentren en el plano universal que se encuentren, están de algun modo interconectadas entre sí.

La voz del profesor Albert hace eco entre las paredes de la enorme sala de conferencias, cuyas mil capacidades han sido ya ocupadas por personas de toda clase, profesores, alumnos en uniforme, hombres con smoking, médicos, un par de policías y un vagabundo de ropajes harapientos que se había de algún modo colado.

Albert es un joven de pelo negro y ojos café, delgado y con ojeras por falta de sueño. Tiene este chico apenas 16 años, pero su coeficiente intelectual de más de 200 le ha permitido ascender en la escala escolar más rápidamente que los demás seres humanos. Tanto así que pudo realizar estudios inimaginables, cuyos resultados está exponiendo ahora frente a un renombrado equipo de Científicos de todo el mundo, sus familiares y amigos y algunos que se han colado solo para escucharlo.

Albert: Muchas de esas dimensiones son reales desde un punto de vista práctico, mientras que otras no son mas que meros sueños, fluctuaciones sensoriales o planos de la imaginación surgidos de la subjetividad de seres de otras dimensiones. Podríamos entender la infinidad de dimensiones entonces como la expresión de la imaginación de los seres sintientes, entre ellos, claro está, los seres humanos.

Albert se halla en medio del escenario, frente a un micrófono sobre una trípode, con la luz del enorme proyector incidiendo sobre todo su cuerpo y en la pared tras él, proyectando imágenes a todo color que muestran planetas, nebulosas y galaxias presumiblemente lejanas.

Albert: De todas las dimensiones, me atrevo a asegurar que solo unas pocas albergan algún tipo de vida, sea cual sea, ya sea esta vida real o imaginaria. Cada dimensión tiene su historia, y como toda historia, tiene un comienzo, un desarrollo y un inevitable desenlace.

Su público mira atentamente las imágenes que van pasando en el proyector y sus rostros reflejan diversas emociones, unos intriga, otros confusión, otros asombro, otros incredulidad. Pero ninguno deja de escuchar.

Albert: Algunas historias no duran más de un momento, mientras que otras existen desde el principio de los tiempos y aun actualmente siguen existiendo, desarrollándose, debilitándose. Entonces, no existe una edad definida para ninguna dimensión, ni ningún universo, suponiendo que existieran otros además de este en el que vivimos. Este, amigos míos, es el producto de 3 años de ardua investigación. Mi equipo y yo trabajamos actualmente en una forma de poder viajar a otras dimensiones, con fines de exploración y científicos. Quizás, algún día, no muy lejano de nuestro año 2011, podamos hallar la forma de realizar ese sueño, y entonces, se abrirán una infinidad de mundos nuevos para explorar, conocer, y, quién sabe, inclusive habitar.

Se apaga el proyector, y se produce un silencio espectral. Súbitamente todos los espectadores se ponen de pie y comienza a aplaudir, llenando el salón del acostumbrado sonido de aprobación, que comunica a Albert que su conferencia ha tenido un buen impacto entre los que la han escuchado. Pero, ¿significará eso que sus espectadores han aceptado lo que plantea?

Albert: Muchas gracias por su atención, y por los aplausos, sin embargo, me gustaría saber algo. Si alguien piensa que todo lo que he dicho no tiene sentido, por favor le ruego se ponga de pie y me explique sus argumentos.

Todas las personas se sientan, excepto una. Albert repara en que es una joven mujer, aparentemente una científica. Tiene el pelo corto y negro.

Mujer del publico: Em, disculpe, yo no dudo que lo que usted dice sea cierto, profesor Novald, después de todo usted es mas inteligente que yo.

Se escuchan algunas risas en el público.

Mujer: Sin embargo, yo, y probablemente todos los presentes aquí, quisiéramos conocer qué métodos ha utilizado para llegar a tan asombrosas conclusiones, que de no haber sido dichas por usted seguramente hubiésemos pensado se trataría de un relato de la más pura Ciencia Ficción. Entonces, ¿puede responder mi pregunta?

Albert la mira con interés, y sonríe.

Albert: Por supuesto que sí, señorita, no hay secreto alguno. Usted sabe que en la actualidad se usan telescopios hyper-poderosos para explorar el cosmos. Gracias a esta tecnológica, cada día se descubren más galaxias, estrellas y planetas, pero como ya han planteado otros eminentes pensadores, el universo es infinito desde nuestro ínfimo punto de vista. Todos esos cuerpos celestes tienen un movimiento de rotación y de traslación, como ya sabemos,

y sabemos también que esta traslación está dada por la atracción gravitacional que ejercen los cuerpos entre sí. Así, la luna gira alrededor de la Tierra, y la Tierra gira alrededor del Sol. A partir de esto, y de estudios que serían demasiado largos de explicar, hemos determinado que entonces el Sol, y todas las estrellas del universo, deben moverse alrededor de algún cuerpo cuya fuerza de gravedad es tan grande que los obliga a seguir ese movimiento, como mismo pasa entre nuestro planeta y su satélite natural. ¿Entienden hasta ahora?

Se escuchó un murmullo de aprobación entre el público.

Albert: Bueno, solo se me ocurre que ese cuerpo tan poderoso es un agujero Negro, ya que solo estos tienen una fuerza gravitacional lo suficientemente fuerte, aunque esta no se manifieste a escala celestial. Y entonces le hago una pregunta, señorita...

Mujer del público: Alice Freegan. Directora del Centro de Estudios Científicos de Hudville, Australia.

Albert: Señorita Freegan. ¿A dónde van los objetos que son absorbidos por un agujero negro?

Alice: No lo sé.

Albert: Exacto, nadie lo sabe. Técnicamente, si algo entra, nunca sale, pero, ¿eso no es en sí extraño? ¿No sería posible entonces que los agujeros negros sí tuvieran una salida, solo que en otra parte? Mi teoría, es que los agujeros negros no son simples fenómenos cósmicos, son conexiones entre distintos planos universales-dimensionales. En otras palabras...

Alice: Son puertas entre distintas dimensiones.

Albert: Ha dado en el clavo. Mi objetivo es lograr enviar una sonda tan potente al centro de un agujero negro que pueda transmitir desde donde quiera que esté, y podamos así descubrir qué es lo que está al otro lado del agujero. Y ese será solo el comienzo.

Todos se quedan en silencio, asimilando las palabras que el joven científico acaba de pronunciar. Alice Freegan se pone de pie una vez más y comienza a aplaudir enérgicamente. El resto de las personas la imitan casi automáticamente. Albert sonríe complacido.

Hombre del público: Solo una cosa más. Yo soy Ronald Freegan, Alice y yo somos hermanos, y soy el vicedirector de la ya mencionada por mi hermana entidad. Quisiera saber, ahora, como es que asocia usted las dimensiones con la imaginación humana, pues eso, a mi parecer, es algo más allá de lo impensable.

Albert: Y no es para menos. Simplemente eso es algo que yo presupongo. No tengo ningún fundamento para esa teoría, como usted dijo, parece un sueño loco e irrealizable. Sin embargo, la razón por la que dije eso, es muy simple también: lo dije porque pienso que la mente humana no tiene límites y si algún día mis proyectos llegan a consumarse, mis palabras tendrán algún significado, ¿no le parece?

Ronald Freegan asintió, complacido, y volvió a sentarse.

Albert: Bueno, si ya no hay más preguntas, les agradezco una vez más su atención y que hayan creído en este sueño. Espero que nos volvamos a ver pronto, y espero que tenga buenas noticias que anunciarles.

Entre aplausos y flashes de cámaras fotográficas, Albert se retira. Tras bastidores le esperan sus compañeros de trabajo, todos mayores que él, con una botella de vino y listos para celebrar el éxito. Sin embargo Albert no tiene ánimos de celebrar.

Y una vez más recuerda el sueño. Ese sueño, o quizás pesadilla, que viene a su mente cada vez que duerme o deja su mente en blanco. Es un sueño indetenible, imborrable. Es el sueño que le atormenta todas las noches y que le asegura que tiene que seguir adelante. Es, quizás, ese sueño, la causa de todas sus investigaciones y sus descubrimientos, porque Albert sabe, y siempre ha sabido, que es mucho más que un sueño. Es algo que él vio con sus propios ojos, algo de lo que nunca se ha atrevido a hablar, por miedo a que se le tome por lunático.

Y Albert vuelve a recordar ese momento que marcó su corta infancia para siempre. Está ahí, vívido, el recuerdo del chico del abrigo azul cruzando un pentáculo que brilla con azul misticismo. El recuerdo de la laptop blanca cayendo al suelo, no sujetada ya por su dueño, que ha desaparecido en medio de la calle, y nadie, absolutamente nadie excepto el Albert de 6 años, parece haberlo notado.

******************************END OF CHAPTER -02******************************

Nota post-writing:

Primer capítulo terminado. Empecé a escribir sin pensar y casi se me olvida poner algo que mostrara por qué esta historia es un fan-fiction de Zero no Tsukaima. Espero que el chico con abrigo azul (Saito) cruzando el portal sea suficiente. Si, exacto, Albert Novald vio el momento en que Saito fue invocado por Louise en Tristain. Pero, ¿por qué pudo verlo cuando nadie más pudo? No tengo ni idea, pero ya se me ocurrirá algo...

Quisiera decir que no me gusta la astronomía y por tanto no sé nada de ella, así que no estoy seguro de que todo lo que ha dicho Albert sobre la gravedad y la traslación y esas cosas sea correcto en su totalidad. Pero esto es un mundo ficticio, así que no importa demasiado. Wells hizo que sus marcianos viajaran a la Tierra y nunca explicó exactamente cómo lanzaron sus naves ni como funcionaban sus trípodes, así que no importa el cómo sino el resultado.

Por favor, les suplico que le hagan reviews a esta historia, aunque sea para decir que no sirve, por favor, ¡solo reviewenla! (qué palabra mas tonta bueno no se me ocurrió otra XD).

En el próximo chapter espero introducir ya a los personajes de ZnT, por cierto en este ff aparecerán TODOS. ¿OK?

Próximo capítulo: Secreto -01, El camino hacia el cielo...