Esta historia se centra en la primera temporada, cuando Beckett intentaba acomodarse a las intrusiones de Castle y también intentaba no dejarse llevar por él y no caer en sus redes para no ser una más de sus "conquistas". Claramente, eso no es lo que sucederá... Espero que les guste. Se que le darán una oportunidad!
Enough
Los ánimos estaban bastante complicados esos días. Kate había terminado de resolver un par de casos importantes, pero sentía mucha presión. Permanentemente luchaba, no sólo contra los asesinos y sospechosos de su trabajo, sino con el niño mimado del comisionado, del capitán Montgomery y de sus propios compañeros: Richard Castle.
No era que el tipo no valiese la pena, era un seductor, y muy apuesto. Incluso ella se había permitido fantasear un poco con él al principio, pero su arrogancia, especialmente con ella era tal que Kate se fastidiaba cada vez que tenía una de sus ideas geniales, le ayudase o no con sus casos…
Lanie misma había tratado de convencerla de que le diera una oportunidad con el objetivo de divertirse un poco, y aunque Kate tenía que reconocer que estar a su lado debía ser divertido, no podía imaginarse ni siquiera saliendo con él como un amigo…
¿Por qué el destino tenía que ponerse en su contra cuando ella estaba en el mejor momento de su carrera?
Kate intentó hacer control mental cuando lo vio salir sonriente del ascensor, saludando a todos que se rendían a sus pies como si fuera… quien sabe quien… él no era más que un escritor de novelas… un buen escritor de novelas… quizás muy buen escritor… y lindo… pero solo eso…
Kate suspiró contó hasta 3 y aquí vamos…
-Buenos días, detective…- le dijo él con una sonrisa y se dejó caer en la silla de al lado del escritorio de Kate.
-Castle… qué temprano…- no pudo evitar decir ella- ¿qué pasó? ¿te aburrías en casa?
-Bueno… de hecho no pasé por casa… me quedé durmiendo en el "Four Seasons", una amiga está en New York y pasamos…
-Suficiente…- dijo Kate colocando una mano delante de él para que no siguiese hablando.
-No te pongas celosa, detective… cuando mi amiga se vaya puedo invitarte…- le dijo sonriente.
-¿Qué te hace pensar que aceptaría tu invitación?- dijo con sarcasmo ella.
-Sé que soy irresistible… pero tú eres caprichosa… no te preocupes, ya nos entenderemos tú y yo…- le dijo y ella achicó los ojos con rabia.
-¿Algún día me respetarás, Castle?- le preguntó.
-Te estoy respetando… sino ya hubiese actuado en consecuencia…
Kate se levantó de su escritorio y se dirigió a la sala de descanso, simplemente, no podía seguir escuchándolo. Él la siguió sonriente, realmente, esa mañana se había despertado con ganas de jugar…
-¿Acaso no te das cuenta de que si me fui fue porque no quería seguir escuchándote?
-Eso no me preocupa…
-Pues deberías preocuparte, Castle… si no estoy de buen humor, sufrirás… y te puedo garantizar que será mucho…- dijo enojada y él se mordió el labio, simulando temor.
-¿Sabes qué te haría falta a ti?- le dijo y sonrió, alzando la ceja.
-Por favor dime que no serás cliché y machista…- dijo ella con los ojos en blanco.
-Divertirte… necesitas salir y permitirte un poco de diversión… y no me refiero al sexo, aunque créeme, si estás dispuesta…
-Castle… suficiente…- dijo ella y exhaló inflando sus mejillas, agotada de escucharlo.
-En serio, Beckett… ¿qué te pasa?
-Me pasa que estoy encontrando imposible la tarea de soportarte, Castle… dime que no falta mucho para que termines tu investigación…
-¿No te da cuenta, verdad?- le dijo él sonriente.
-No… ilumíname con tu sabiduría, Castle…- dijo ella irónica.
-Cada día que pasa encuentro más reconfortante e inspirador estar a tu lado…- le dijo divertido al ver la cara de terror de ella- entonces, a no ser que dejes de ser tú, todavía falta mucho…- dijo y volvió a alzar la ceja.
-Dios… ¿qué puedo hacer para dejar de resultarte inspiradora…?- dijo en voz alta.
-Quizás aceptar de una vez por todas que te lleve a cenar…- dijo él con esperanzas.
-Buen intento… pero no, gracias… no estoy tan desesperada…- dijo ella y sacudió la cabeza, se sirvió un poco del café de filtro que quedaba en la cafetera y salió de la sala, intentando respirar un poco.
Durante todo el resto del día estuvieron ocupados con un caso bastante complicado y Kate se las ingenió para que ese juego del gato y del ratón se mantuviese lo más tranquilo posible.
Y al llegar la hora de irse, Kate estaba contenta, Dan, un viejo amigo de la preparatoria la había invitado a salir, ella sabía que quizás él albergara esperanzas de algo más, pero Kate se había repetido que solo se trataba de una cita amistosa… Dan era un tipo muy divertido y todo el tiempo estaba haciendo bromas, así que la diversión estaba garantizada…
Cuando llegó a su casa, se duchó y se vistió adecuadamente para la cita, no demasiado arreglada, tampoco quería parecer desesperada ni alentar sus ilusiones, pero quería sentirse renovada, alejada un poco del trabajo…
Se dirigió al bar en donde se encontrarían, no había ido nunca allí y quizás era un poco demasiado para ella, pero Dan le había asegurado que era un lindo lugar.
Todo se complicó cuando mientras lo esperaba, tomando un trago en la barra, sintió una mano depositarse suavemente en su espalda y cuando giró sonriente, pensando que encontraría a Dan, se encontró cara a cara con Castle…
-Detective Beckett…- dijo sonriente y ella abrió la boca.
-Castle… ¿qué estás haciendo aquí?- le dijo con desesperación, mirando hacia todos lados, esperando que Dan por fin llegara y la rescatara.
-Yo vengo siempre aquí… ¿qué estás haciendo tú?- le dijo.
-Esperaba a un amigo…- dijo algo incómoda.
-Bien… encantado de verte… estás… muy bonita, detective…- dijo y Kate no pudo evitar sonreír aún incómoda.
Pasaron unos segundos interminables en los que él la miró y ella no pudo desviar la mirada. Kate se sintió extraña. Era como si estuviese flirteando con él y no le gustaba la idea.
El sonido de un nuevo mensaje en su celular la sacó de sus pensamientos. Cuando lo abrió no podía creer lo que leía.
"Kate: lo siento pero tendré que quedarme a trabajar, te pido disculpas. Te llamaré uno de estos días."
Kate se mordió el labio con impotencia y levantó la vista, Castle la observaba con curiosidad.
-No me digas que te dejaron plantada, detective…- dijo él sonriente y Kate quiso que la tierra se la tragase definitivamente.
Qué tal comencé? Se que esto es solo un gustito que quiero darme, a veces extraño un poco los viejos tiempos en que todo era histeria y doble sentido!
