La confusión- Renessme Cullen

Es el punto clave de mi vida, en estos momentos no se que hacer, estaba mi lado vampiro de un lado, del otro el humano y en gran importancia me sentía un lobo. Pero no había lugar en donde encajar, solo uno, podía entenderme…. Nahuel….

Cap 1- Mi vida como vampiro

Eran las 4:00 de la mañana, no tenia sueño, supuestamente como humano debo dormir algo, pero esa noche mis sueños eran tan reales que no quise volver a soñarlos.

La noche pasada soñé que estaba en mi prado con Jacob, Jacob es el chico mas lindo de todos, lo quiero tanto, siempre ha estado conmigo y se que me quiere demasiado, pero no mas que como yo a el., estábamos juntos viendo el amanecer, siempre he creído que el es como el sol en tiempos de oscuridad, mas o menos mi mama dice que el fue su sol cuando ella estaba devastada, no conozco la historia. Mientras estábamos ahí, pude ver a Nahuel entre los arbustos. No se porque estaba ahí.

Nahuel es de mi especie…bueno así le llama el a nuestra relación, es un gran amigo, hace dos años se mudo a Forks, a una pequeña casa con su tía, sigue teniendo la misma apariencia de cuando yo era niña, yo también, tengo 16 años, pero a los 7 parecía de 15, y aun sigo pareciendo de 15. No he cambiado nada, es extraño verte como una adolescente cuando has estado así por años.

El sueño se ha repetido una y otra vez en mi mente, ya estoy cansada de el, no se que trata de decirme pero no debe ser bueno, Nahuel esta siempre donde estoy, mi papa dice que sus pensamientos son solo curiosos, pero me sigue extrañando y a veces creo que es confusión, pero ¿como? ¿Podría ser?, no, eso es ilógico

-Renessme ¿que haces despierta?-escuche a mi madre tocar la puerta, supongo que el silencio que intentaba hacer para no molestar no funciona con los increíbles sentidos de vampiros.

-estoy bien mama, solo no tengo sueño-conteste sin poner mucha atención al horrible y patético tono de mi voz.

-¿puedo entrar?-su voz era de preocupación, es difícil ocultarle cosas a mi madre, pero en verdad no tenia ganas de hablar con nadie.

-estoy bien, volveré a dormir-trate de sonar mas calmada.

Al parecer funciono, escuche cuando volvió a bajar las escaleras.

Me levante como a las 12:00, no dormí lo suficiente, pero no estaba cansada, por suerte no tenia que ir a clases ese día, mi abuelo tuvo la mala idea de que yo tenia que intentar parecer normal, "normal", yo no era para nada normal. Me mandaban al colegio en LaPush, estaba mas cerca de Jacob, pero el se había graduado, mi compañero en la escuela era Nahuel, por eso se hizo mi amigo, también por el hecho de que vivía en LaPush, como dije en una casa con su tía, convivía mas conmigo que mi Jacob, el estaba ocupado la mayoría del tiempo, tenia que dirigir su manada y atender asuntos que nadie me contaba.

El desayuno es una pesadilla en esta casa, oí a mi padre reírse de mi pensamiento, admito que me agrada que mi padre sepa como me siento pero a veces tengo que obligarme a mi misma a callar a mi mente, para que no se entere de algunas cosas.

-Nessie, recuerda que si no comes no te darán lo que mas te gusta-me decía Alice persuasivamente.

-odio esto, ¿porque tengo que comerlo?, sabe a tierra, siempre ha sabido a tierra.-le gruñí a Alice entre dientes, 5 segundos después me sentí mal por haberlo dicho

-los humanos comen comida, Nessie, no te reprimas de ello-no era difícil distinguir la angelical voz de Rosalie, diciéndome que también soy humana y que debo comer, y que debo dormir las ocho horas y que debo estudiar, bla, bla, bla…ella parece ser mas mi madre que mi tía.

-espero recibir una buena ración después de esto-me daban sangre. Muy poca por cierto, después de la comida, era mi pequeño postre y en comparación con los horribles cereales que me daban la sangre era deliciosa.

Después escuche desde la parte de atrás que alguien entro, podía sentirlo, era Jacob, y también porque escuche a Rosalie gruñir.

-No entiendo porque ese perro tiene que estar siempre aquí-

Ella decía eso, pero para mi no era cierto, el casi nunca estaba conmigo.

Lo vi entrar como de costumbre, con su pecho descubierto y sus interesantes pantalones.

Era demasiado bueno que estuviera ahí, Salí de esa silla molesta y fui a sus brazos.

Por fin volví a sentir ese preciado calor que tanto me hacia falta.

-Hola Nessie, ¿como has estado?-me dijo con esa deslumbrante voz que me deja muda

-pasándola mal sin ti-conteste

Una de las cosas que me gustaban de Jacob era que era fácil para mi sincerarme con el, sin necesidad de ocultarle nada.

-no es necesario que te la pases mal sin mi, pero no te preocupes no eres la única-

-¿donde has estado todos estos días?-pregunte sin pensar

-con la manada, nada de que preocuparse-

-¿y por eso ya no me buscas?- y yo seguía preguntando, desesperada por tener respuestas, frustrada por no saberlas.

-Nessie, no te pongas así, no he tenido tiempo es todo, tu sabes que yo siempre estaré para ti-

Sus palabras me dieron alivio, era bueno saber que siempre lo tendría, según mi madre la imprimación es algo para siempre, el perfecto amor, según todos, pero hay veces donde me siento insegura.

Ya era tarde, yo seguía con Jacob cuando escuche que mis padres se estaban hiendo, me causo curiosidad a pesar de saber que ellos se iban de caza, corrí antes de que se fueran y los alcance

-¿puedo ir con ustedes?, ¿aunque sea esta vez? ¿Por favor?-lo dije como si un perro necesitara comida.

Simplemente necesitaba divertirme un poco como vampiro, no es justo que siempre me tenga que quedar en esta horrible casa, suficiente con todos los años anteriores, en donde me tenían encerrada aquí solo para que nadie viera el extraño crecimiento de la hija "adoptiva" de los Cullen.

Mama miro a mi padre como si pidiera permiso, y de repente escuche a Rosalie gruñir detrás de mí

-¡NO!, ¡definitivamente no Edward!, ¡no puedes permitir que siga desarrollando sus hábitos de caza!

-¡ah pero no es justo!, yo no soy solo humana, también soy vampiro, ¡quiero ir de caza aunque sea esta vez!..¡Mama!

Macro error, a mama siempre la convencen. Por tanto decidí probar con mi papa

-¡Papa por favor!-grite como una niña pequeña

Papa miro a Rosalie, mi mirada era convincente, al menos con el.

-¡NO!-gruño Rosalie

-Sabes, vete de todas formas, tu eres un vampiro, ve y caza a tu gusto-me decía Jacob en el oído.

-¡TE ESCUCHE PERRITO!- gruño Rosalie aun mas molesta que la ultima vez

Era obvio que mi tía no se convencería tan fácil, Así que tenía que intentar persuadirla, y no soy buena en eso.

-Tía Rosalie, déjame intentar, yo quiero ir, ¡por favor Rosalie!, ¡di que si!, ¡di que si!

Rosalie accedió después de muchos ruegos exagerados con llanto incluido, pero yo estaba muy emocionada, pues por primera vez después de tantos años regresaría a ese bosque en donde caze por primera vez Y que involuntariamente interrumpieron.

Estábamos en ese bosque, el olor del mismo me hacia sentir tan libre, mis padres olfatearon a un ciervo, yo no lo pude olfatear, mis sentidos no eran tan buenos como los de ellos, pero cuando el animal se fue acercando lo puede percibir.

Mire a mi madre en señal de pedirle permiso para hacerlo yo…y accedió

Estaba entre una roca y un árbol, yo estaba detrás de la roca, el animal lo percibió y echo a correr, corrí, no lo pude alcanzar, entonces decidí irme por otro lado y lo intercepte.

Pude sentir su sangre correr por mi garganta, un olor a satisfacción y mi grata alegría por no haber sido interrumpida, el ciervo se defendía, pero fui bastante fuerte, fue una delicia. A pesar de ser solo un pequeño ciervo me sentía orgullosa de mi misma y Salí sin un solo rasguño. Observe la mirada de mis padres y ellos estaban impresionados.

-bien hecho mi niña-papa extendió sus brazos y yo corrí hacia ellos. Se sentía tan bien en los brazos de papa, tan fríos pero protectores.

-eres igual a tu padre Renessme, una gran cazadora-comento mi madre detrás de nosotros, no puedo describir la alegría que se sintió oír eso, aunque sabia que no era del todo verdad.

Eran alrededor de las once cuando llegamos, Jacob se había ido (no le gusta pasar tanto tiempo viendo a Rosalie), me sentía cansada, subí corriendo a mi cuarto.

Se sentía extraño pensar que aun dentro de mí, había un vampiro, igual a mis padres, fuertes, con tanta belleza y perfección, tan real. Una parte de mi quería ser eso, un vampiro. Al final, soy casi como uno y esta mi vida como vampiro.