Notas iniciales:

Bueno, este fic es la continuación de "Dieciséis", fue mucha la gente que me pidió que lo continuara, y bueno, yo accedí a sus pedidos como buena persona que soy (a quién engaño? XP). Es un fic un tanto alterno, y les advierto que va a ser dramático. Espero que les guste esta pequeña continuación... Advertencia: si no leyeron el fic "Dieciséis", vayan a leerlo ya porque no entenderán nada si no.

Dedicaciones:

Para toda la gente que me pidió la continuación de "Dieciséis", que, de verdad, se los agradezco y me han motivado a escribir nn

Y ahora... ¡El fic! (suena a que estoy presentando algún bicho raro en el circo, no? XD)

Aún Estás Conmigo
Escrito por Megumi Asakura
(Continuación del fanfic "Dieciséis")

Capítulo 1: Jamás pensé que contaría la historia de tu muerte.

Sabía que de algún modo estabas allí, aún esperándome, aún cuidándome, aún estabas conmigo. De alguna forma, cuando hace ya un año que no estás y que dejé mis entrenamientos de itako, aún puedo sentirte. El poder que una persona tiene para ver o poseer espíritus desciende y se debilita si no se entrena, pero, es curioso, todavía te siento, aunque a veces, muy lejos.

Ya pasó el doce de mayo, ése era tu día y el de tu hermano. Desde hace un año ya que no he tenido ninguna clase de contacto con casi nadie perteneciente a la familia Asakura. Supongo que bien dentro del alma y bien profundo en sus pensamientos, ellos me odian. Cualquier persona odiaría a otra si se muere un ser querido por falta de atención¿verdad? Bueno, ellos creen que algo parecido sucedió aquí, en Funbari. Pero soy la única que sabe la verdad.

(Jamás pensé que contaría la historia de tu muerte, Yoh.)

Hace un año atrás, cuando regresamos de Norteamérica y continuamos nuestras vidas normales, algo sucedió. ¿Quién iba a pensar que un niño (porque lo eras) de quince años sufría de estrés, depresión y... cáncer? Nadie quería creer que el candidato a Shaman King estaba muy enfermo.

Y lo curioso fue que nunca demostraste señales de enfermedad hasta aquella trágica noche. Estabas tan bien, escuchando música, pero hacía una semana que no comías bien. Esa noche cenaste, apenas comiste dos pequeños bocados y me dijste que te sentías mal.

-¿Quieres que llame al médico?

-No, se me pasará, seguro que es algo que he comido y me cayó mal. Todo se solucionará. -la primera vez que tu frase no funcionó.

-Eso espero. -dije mientras me paraba y te deseaba las buenas noches. Esa sería la peor noche de todas.

Cerca de la medianoche, escuché que te levantaste, quizá fuiste al baño, nunca lo supe. Llegaste a mi habitación arrastrándote, lleno de sangre en tu boca. Te desplomaste en el suelo y corrí para ayudarte. Debo aceptar que estba media dormida y quizá no reaccioné de la manera correcta: no llamé a emergencias sino esperé una hora.

-Anna... Estoy vomitando sangre, seguramente tengo hemorragia interna... Llama a emergencias ahora...

-Está bien. -corrí en busca del teléfono, pero de idiota que soy me caí encima tuyo. Creo que me maldijiste.

Mi ropa quedó manchada de sangre al igual que mis manos y parte de mi cara. No me importó y corrí a llamar a emergencias.

-911¿en qué podemos ayudarle?

-Mi... -no sabía qué clase de parentezco tenías conmigo- mi... mi novio...

-¿Qué le sucede?

-Está vomitando sangre y--

-No se preocupe, enseguida vamos. -rastrearon la llamada y en menos de diez minutos llegaron.

Les abrí la puerta y corrí hasta tu habitación. Un gran charco de sangre se extendía por el suelo. Todas tus ropas eran de color rojo. Los médicos te intubaron ya que estabas inconciente por tanta pérdida de sangre. Te alzaron y te llevaron a la ambulancia. Despertaste apenas y escribiste con sangre sobre mis manos que me amabas. Sabía que ibas a morir, por eso no dije nada y traté de no perder de vista la ambulancia que te llevaba. Pregunté a qué hospital te llevaban y me dijeron al Hospital Central de Funbari.

Sin nada para hacer, me dirigí a mi vestidor y me cambié. Me cambié, y lo digo en serio. Me puse unos jeans, zapatillas y una remera ajustada. El vestido negro que siempre había usado lo guardé.

Salí de casa y me tomé un taxi. Llegué al hospital y pregunté en la recepción de emegencias si habías ingresado.

-Está en Trauma 3.

Allí me dirigí, pensando en qué podía encontrar. Sólo vi a muchos médicos y enfermeras alrededor tuyo, tratando de revivirte. Lentamente me acerqué a la sala y escuché lo que parecía un "bip" interminable, y la voz de un médico decir "carguen a 250". Electricidad... Te encantaba ver cómo saltaban las chicas de algún cable en cortocircuito.

Todo parecía tan irreal, nunca creí que me sucediera. Que te sucediera. Que nos sucediera. Yoh¡te estabas muriendo y yo..! Y yo sólo me limité a observar cómo.

De repente, el médico tiró al suelo el estetoscopio. "No hay respuesta" dijo una doctora. Me asusté y entré a la sala.

-¿Está--?

-Hora de defunción: 2:56 am. No hay nada más para hacer, así que... Cúbranlo.

Me paralicé. Sabía que esto llegaría, pero jamás había pensado que actuaría de esa forma. De repente, sentí que mis mejillas comenzaron a mojarse y mis ojos se humedecieron. Estaba llorando por ti, Yoh.

-No, no lo cubran... -dije mientras me acercaba a ti. Estabas rodeado de cables y tenías un tubo que te pasaba por la boca.

-Vomitó mucha sangre y quedó inconsiente por falta de aire al cerebro, y estando así seguía vomitando por lo que lo tuvimos que intubar para tratar de hacerlo respirar, pero... No pudimos, lo siento. -el médico se fue y me dejó a solas contigo.

Allí estabas, pálido, manchado de sangre. Toqué tu mano y la tenías fría, azulada, como el hielo. El sentimiento de impotencia y de enojo por no hacer nada era muy grande. Allí estaba Anna, estúpida, tirada al lado de su prometido muerto. Los médicos seguían su vida normal, mientras la mía se destrozaba con cada uno de mis respiros. ¿Era yo la causante de tu muerte¿Era yo la única culpable? Ahora, y más que nunca, me sentía mal. Por primera vez supe lo que era la responsabilidad de una persona para con otra. Yoh, estabas muerto, en un hospital, y yo estaba a tu lado, nunca creí que morirías de esta manera tan absurda.

Lloré a tu lado. Tu cuerpo estaba pero tu mente no. Ni siquiera podía besarte, un maldito tubo te atravesaba la garganta directo a tus pulmones... Presioné fuerte tu mano y me pareció que me respondías.

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-El acta de defunción dice que tenía una hemorragia interna causada por un cáncer que, de cualquier forma, era terminal. Las causas dadas para la aparición del cáncer fueron posibles golpes ocasionados con fueza sobre el área abdominal, lo que causó el bolo maligno en el estómago. Estamos hablando de lo que es un clásico cáncer de estómago. -la doctora continuó y yo sólo me limitaba a llorar incontenidamente.

"Golpes ocasionados con fuerza sobre el área abdominal"... Malditas peleas de shamanes, aún estarías vivo. Aún estarías conmigo.

-Gracias doctora... -me llevé el papel de ahora mi difunto prometido. Yoh¿por qué?

Un día después estaba yo en tu funeral, vestida de negro, como siempre lo he hecho. Todos tus familiares, incluso Hao se hizo una visita para decirte adiós por última vez. Esa noche, y creo que por una semana, no dormí. Había guardado tus ropas con sangre y no había limpiado el suelo de tu habitación. Mis manos estaban aún marcadas en el teléfono cuando llamé a emergencias, y mi pijama blanco ahora tenía tonalidades rojas sangre. Quería guardar todo, todo lo que fuera tuyo... Pero no se podía.

Manta vino a casa tres días después de tu entierro. Me dijo que no podía mantener la casa así de sucia, manchada de sangre... Y que lavara mis manos.

-No puedo, Manta... Yoh escribió esto en mis manos con su propia sangre... -le mostré el "Te amo".

-Anna, no puedes¡debes lavarte y mantener limpia esta casa¡Que Yoh no esté no significa que tú también te dejes morir! -me tomó por mis hombros. Estaba tirada contra la pared, es verdad, dejándome morir.

-Si limpio todo no podré sentir su aroma... Si me baño borraré la evidencia de su amor...

-¡Anna reacciona! -me sacudió más fuerte y lo miré- No es necesario todo aquéllo, sólo su recuerdo basta...

Desde hacía ya cinco días que no quería hacer nada, tampoco comía, quería morirme para verte. Hasta intenté suicidarme, pero Tamao me descubrió. Tragaba píldoras y más píldoras para dormir, pero no pasaba nada. Casi muero de sobredosis. Pero, eso era lo que estaba buscando... Quería morirme para verte

Al cabo de un mes, y con ayuda psiquiátrica, logré bañarme y limpiar la casa. Lloré mucho cuando ya nada olía a tu sangre y todo tenía un extraño aroma psicodélico, entre flores y humo, entre azúcar y sal... Lloré mucho cuando miraba mis manos y no estaba escrito nada. Realmente me estaba dejando morir, pero de alguna forma venías a la noche y me ayudabas a dormir. Te quedabas a mi lado a contarme historias maravillosas de princesas y dragones, y de príncipes azules.

Y así he pasado ya un año. No lo puedo creer cuando leo en la tumba que visité ayer "Asakura Yoh".

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Notas de la autora:

Qué darkie que quedó! ToT Muy triste! Y esa historia de médicos me la inventé, ni siquiera sé cómo diablos se cura un resfriado y voy a saber de cáncer y demás... n.nU

Bueno, qué más puedo decir? Para el próximo capítulo se viene una visita sorpresa a la casa de Anna... Y una posible pareja... Sólo lean el segundo capítulo: Tu vívido recuerdo encarnado.

Muchas personas creen que odio a Yoh, pero, cómo odiarlo? Es imposible n.n Sólo lo maté en esta historia y en "Dieciséis" porque... Era un momento muy especial en mi vida... Les recuerdo que AMO a Asakura Yoh, y que cada fic tiene un significado muy personal para mí, así que cada uno de ellos es como un capítulo de mi vida (a exepción de aquellas historias que tengan lemon, historias con dragones y que no puedan suceder en la realidad (no digo que el lemon no suceda en mi vida, aún soy joven para eso! Pero de todas formas no publicaría mis experiencias sexuales! No! O.o))

Bueno, gracias por leer mi fic y les agadecería que me dejaran reviews... ¡Nos vemos en el próximo capítulo!