"Un Reto de Amor: La cita."
Luego de su misión en Rouran, Minato regresa a la aldea de Konoha junto con su equipo para entregarle el reporte de la misión a Sandaime. Sin embargo, Minato estaba algo ansioso por llegar a casa, puesto que le había prometido a cierta pelirroja una cita en el festival.
Todos los años, se celebra un festival en Konoha llamado Sakura Matsuri, el cual celebra el cambio de estación y le da la bienvenida a la primavera. Como era de esperarse, Minato aprovechó la oportunidad para invitar a salir a Kushina.
Hace un año que Minato y Kushina han estado saliendo juntos como pareja, sin embargo ninguno de los dos ha hecho oficial el compromiso puesto que ambos pasan muy ocupados con sus misiones y casi no se miraban. Kushina fue ascendida a uno de los rangos más altos en el escuadrón Anbu y Minato estaba siendo considerado como candidato a Hokage por ser uno de los Jounin más fuertes de la aldea.
Mientras se dirigía al punto de encuentro, en todo lo que podía pensar era en qué decirle a Kushina. Sabía perfectamente que ella se pondría de mal genio si no llegaba a tiempo y temía por su vida. Kushina siempre tuvo un temperamento muy explosivo, pero había momentos en los que demostraba ser todo lo contrario. Estaba tan llena de sorpresas que a veces no sabía que esperar; y eso era lo que más le gustaba de Kushina.
A pesar de todo, Minato estaba muy contento de poder volverla a ver. Hacía mucho que no se miraban y deseaba pasar un momento asolas con ella.
Cuando por fin llega al punto de encuentro, comienza a buscar a la pelirroja por los alrededores; pero por más que buscaba no lograba encontrarla. ¿Acaso lo había dejado plantado? O quizá se había ido al festival sola. No era de extrañarse puesto que Kushina siempre fue bien impulsiva y hacía lo que quería; pero entonces recordó que ella siempre se trepaba a los árboles para evitar la multitud; así que Minato concentró su chakra en sus pies y se trepó el árbol que estaba más cerca. Efectivamente, Kushina se encontraba sentada en una de las ramas del árbol.
"Aquí estas." Le dijo sonriendo. Kushina no respondió y simplemente lo ignora. Obviamente estaba muy molesta puesto que lo había estado esperándolo durante casi una hora y odiaba que la hicieran esperar.
"¡Llegas tarde-ttebane!" Dijo en tono molesto.
"Si, lo sé…" se rascó la parte posterior de su cabeza. "Sandaime me dijo que quería ver el reporte de la misión y pues me retrasé por eso." Encogió los hombros. "Ya sabes cómo es esto..."
Molesta, Kushina se levantó y trata de marcharse.
"¿Se puede saber a dónde vas?" le preguntó a la pelirroja.
"¡A casa!" contestó molesta.
"¿Y qué hay de nuestra cita?" dijo confundido.
"¡Pues perdiste tu oportunidad!" Exclamó con la frente en alto mientras pasaba al lado. En un rápido movimiento, Minato la toma de la mano para evitar que ella se marchara.
"Espera, por favor..." Le suplicó.
"¡Olvídalo Minato!" Soltó su mano. "Llevo casi una hora de estar esperándote. ¿Tienes idea de lo hambrienta que estoy?" Le dijo con el ceño fruncido.
Confundido, Minato se le queda viendo con una mirada perpleja. Había olvidado por completo el enorme apetito de Kushina por el Ramen y trata de contener la risa al ver su frustración.
"¡No es gracioso-ttebane!" dijo exaltada. "De no ser por tí, en estos momentos estaría disfrutando de un enorme plato de..." Sus palabras fueron cortadas al sentir los labios de Minato sobre los suyos. Kushina es tomada con la guardia baja y Minato aprovechó la oportunidad para plantarle un beso. Hacía mucho que no la miraba y no pudo contener las ganas de besarla. Por otro lado, Kushina se recupera del asombro y de inmediato corresponde el beso de la misma forma. Aunque no quería admitirlo, pero muy en el fondo ella también lo había extrañado.
Luego de varios segundos, ambos se apartan para tomar aliento y Minato la envuelve entre sus brazos.
"Te eché de menos..." le susurró al oído.
Kushina se sonrojó y deja salir una leve risa. "No me digas..." dijo arrogante y luego cierra sus ojos mientras se deja llevar por sus caricias. Minato era el único capaz de tranquilizar a la Habanera Sangrienta, y eso era de esperarse, puesto que ella sentía algo por él.
Luego de varios segundos, Minato la libera del agarre y coloca su frente sobre la de ella para verla a los ojos.
"Perdóname por hacerte esperar." Le dijo con suavidad.
"Pero ni creas que te dejaré pasar esto." Le respondió en tono de burla y Minato simplemente le sonríe con ternura. Él ya estaba acostumbrado a sus sorpresivos cambios de humor.
"Haré lo que sea para compensártelo." Le dio otro beso.
"Hm... En ese caso..." dijo pensativa. "Tendrás que invitarme a comer Ramen durante el resto de la semana." Dijo con una gran sonrisa.
Minato accedió a su petición y se fueron juntos al puesto de Ramen para invitarla con el dinero que gano en su última misión. Por suerte había ahorrado lo suficiente como para invitarla a comer 10 platos de Ramen.
Mientras Kushina devoraba sus platos de Ramen, Minato se le quedaba viendo extasiado. Le era imposible creer como una chica tan esbelta como ella pudiera comer tanto Ramen y aun conservar su figura.
Kushina dejó de comer por un momento y lo vuelve a ver confundida.
"¿Qué, jamás habías visto comer a una chica?" dijo molesta. Minato le sonrió y tomó una servilleta.
"Mira, tienes algo aquí..." le quitó la comida de la mejilla con la servilleta. Kushina se sonrojó un poco al ver su mirada fija sobre ella y volteó su cabeza a un lado para esconderse de su mirada y Minato simplemente le sonrió. Kushina sacudió su cabeza frenéticamente para quitar el sonrojo de su rostro y trató de romper la atmósfera.
"Dime, ¿cómo les fue en la misión a Rouran?" preguntó al azar.
"Pues, tuvimos algunos percances pero al final la misión se completo. Recomendé a Kakashi para esta misión y resulto ser de mucha ayuda. Sandaime me dijo que pronto será ascendido a Jounin. Solo espero que Obito no lo tome tan personal." Dejó salir una leve risa.
"Eso ni lo dudes. Pero puedo entender la frustración de Obito." Kushina bajo la mirada. "A veces es difícil aceptar cuando tu rival te supera, incluso si haces tú mayor esfuerzo..." dijo un poco apagada.
Minato notó el cambio de humor tan repentino de Kushina y trató de animarla un poco.
"Pero no significa que debe rendirse ¿o sí?" Le dijo sonriendo.
Kushina alzó la mirada nuevamente y le dedicó una sonrisa. "Por supuesto que no ttebane!"
"Por cierto, ¿aun crees poder derrotarme en combate?" Le dijo en broma.
Los ojos de Kushina se iluminaron al escucharlo decir eso. "¿Me estás retando?" dijo sonriendo.
"¿Tal vez?" Minato le sonrió.
Kushina se mordió el labio inferior y saltó de su asiento. "¡De acuerdo! Tu y yo, en el campo de entrenamiento, ¡ahora!" dijo exaltada mientras le apuntaba con un dedo.
"Pero, ¿qué hay de nuestra cita?" preguntó con incredulidad.
"¡ESTO es una cita-ttebane!" respondió exaltada mientras salía corriendo del lugar.
Minato no tuvo más remedio que pagar la cuenta y seguirla hasta el campo de entrenamiento para llevar a cabo el reto. Hacía bastante que no miraba a Kushina tan emocionaba y no pudo evitar acceder a su petición.
Continuará...
