Había pasado un mes desde que matara a mi padre, se escucha demasiado trágico y se supondría que si yo hubiera sentido algo por el, estaría llorando, ciertamente aun lloraba la muerte de Elora, mi madre, mi confusa madre, desde que llegue a este lugar, se había empeñado en hacerme creer que era mas un mal necesario que una hija querida, sin embargo antes de morir me hizo saber todo aquello que cayo desde la primera vez que nos vimos en persona después de diecisiete largos años.
Tove estaba a mi lado, uno de sus brazos reposaba sobre mis hombros mientras admirábamos la pintura de mi madre, estaba sobre el despacho de guerra, aunque ahora esperábamos ocuparlo solo para algunas esporádicas juntas.
- Parece que alguna vez fue feliz, después de todo… - Sonreí un poco, Tove no estaba acostumbrado a apoyarme de aquella manera, pero agradecí el gesto. – Muero de hambre –Ahí estaba el Tove que yo conocía, restándole importancia a todo.
- Wendy… - Loki acababa de entrar a la habitación, como siempre todo alegría el, me separe de Tove al instante que mis mejillas se cubrían de rubor, no se suponía que debería ser así, Tove era mi esposo, pero Loki… - Muy bonito cuadro, Elora parece feliz, aunque también muy joven. – Tove suspiro con fuerza y Loki solo sonrió, aunque era difícil saber en que termino estaban ellos, simplemente no parecía muy buenos.
- Vamos a comer Loki, necesito que te comuniques con Sara y a medio día tenemos la junta para revisar los puntos de paz. –Loki sonrió y logro eclipsarme un momento, la mirada de Tove me perforo la nuca y desperté de mi ensoñación para dedicarle una sonrisa, últimamente se comportaba muy raro. Después de que me pidiera el divorcio, la muerte del rey Vittra, el golpe que me había dado… me lleve una mano a la cara y por su gesto supe que había percibido el miedo y la tristeza que me impactaba al recordar ese momento.
-Nos puedes dejar solos Loki… - Por primera vez hablo y no se dirigió a mi, Loki con gesto molesto salió de la habitación dándome una ultima mirada, de esas que conseguían quitarme el aliento. – ¿Aun te duele? – Sus palabras me erizaron la piel y pase saliva, claro que no me dolía, había pasado semanas desde aquello.
-Te lo dije Tove, no me duele… olvidemos el asunto. – El negó con la cabeza y se acerco a mi, se veía nervioso o irritado, así era el. Sus poderes iban en aumento y también esa inestabilidad característica de los Trylle poderosos. La sillas del gran comedor de la sala comenzaron a moverse hacia delante y atrás silenciosamente. –Es enserio ¿Ya estas mas tranquilo? – El usar sus poderes, de alguna manera lo hacia estar centrado.
-Un poco… desde la batalla con los Vittra me he podido concentrar un poco mas.
-Lo se, bajemos a comer, yo también muero de hambre. – Hace semanas me había pedido el divorcio y no es que yo estuviera dolida, nos habíamos casado sin amor y solo por el compromiso de mantener el reino unido, una vez que la batalla acabo, habíamos planeado anular el matrimonio. Pero por diversas razones, aun no lo habíamos hecho.
La noche que sus poderes lo consumieron por completo, fue una catástrofe en mi cabeza, enloqueció por un instante y me golpeo, ahora se que si Loki no hubiera estado ahí, no se que habría pasado después. Ta vez fue mejor así, no quería reaccionar ante el, no seria capaz de dañarlo sabiendo que sus poderes estaban consumiéndolo lentamente.
Esa noche me acosté con Loki, fue perfecto y fue lo mas equivocado que hice en mi vida, incluso mas que haberme enamorado de Finn. Se lo dije a Tove y aunque solo asintió, supe que lo que había pasado no lo tenia contento.
-¡Wendy! –Willa corrió hacia mi y me estrecho en un fuerte abrazo, el reino estaba estable pero yo, no tanto. –Matt estaba pensando en ir a buscarte, yo le dije que necesitabas tiempo a solas. – Alzo una ceja y miro despreocupadamente a Tove, no solo yo notaba su comportamiento, usualmente el solía estar haciendo lo que sea que el hiciera cuando no estaba conmigo, ahora parecía estar mas cerca de mi, eso me incomodaba. - ¿Estaban juntos? – Aunque no debía tener nada de raro, el era mi esposo. – Bien, le explicaba a Matt por milésima vez, que no nos gusta la carne aunque este llena de verduras. – Matt rodo los ojos y se hizo el ofendido mientras Tove se acercaba a la olla que tenia sobre la estufa.
- ¿Cómo puedes comer eso? – La voz de Tove parecía alarmada y me hizo sonreír. - ¿Cómo lo soportaste? – Mi miro y solo me encogí de hombros, no quería hacer sentir mal a Matt.
- A Rhys le encanto… - Me dolió su comentario, pero decidió ignorarlo, después de todo tenían la misma sangre. Rhys era hermano, el verdadero hermano de Matt, era mi changeling.
-¡Es humano Matt! – Willa lo miro exasperada, lo amaba pero odiaba seriamente que cocinara. – Te lo he dicho Matt, no podemos comer eso, simplemente no podemos… - Y ciertamente no podíamos, los Trylle preferíamos comida sin procesar.
Me aleje un poco de la cocina y me refugie en el amplio comedor, los deje discutiendo a cerca de la cocina, el comedor parecía desierto y muy frio, camine a su alrededor mientras tocaba el respaldo de las sillas con mis manos, tenia ganas de hacerlas estrellar contra la hermosa pared de cristal que reposaba al fondo.
-No lo hagas… - Su voz me despertó de mi hermosa fantasía. Tove estaba recargado en el marco de la entrada, su mirada me analizaba con calma, seguramente mi jodida aura reflejaba lo que quería hacer.
-No iba a hacer nada.
-Lo pensabas. – Ahora que utilizaba tantos sus poderes, cada vez estaba mas receptivo con la gente.
- En realidad si, pero no iba a hacer nada de todas formas… - El vestido que llevaba se revolvió a mi alrededor mientras me daba la vuelta y caminaba de regreso a la entrada. - ¿Estas bien? Has estado diferente desde la pelea.
-Digamos que ocupar de esa forma mis poderes me dio un respiro… - Debía ser eso, se encogió de hombros e hizo levitar el enorme florero que estaba al centro de la mesa.
-Reina. –Finn acababa de llegar y como siempre que lo veía, mi corazón se detuvo un segundo y esta vez fue por sorpresa, habían recuperado a todos los changeling que el rey Vittra puso en peligro. –Rey… - La forma en que se dirigió a nosotros me incomodo un poco, pero costaba tiempo acostumbrarse a todo esto. – Hemos regresado, los niños están a salvo y con sus familias, necesitamos saber que pasara con los Mänsk que se han quedado. – Eso seguía molestándome con fuerza ¿Qué haríamos con un montón de niños humanos que serian rechazados por sus familias Trylle?
-Deberíamos ir al despacho para hablar esto Finn, me alegra que hayas vuelto. – Tove dejo caer el jarrón con fuerza sobre la mesa, no la suficiente para romperlo, pero si para hacer ruido. - ¿Vamos? – Finn afirmo con la cabeza mientras Tove comenzó a caminar hacia el despacho.
-¿Crees que haya sido una buena idea? – Tove salía del baño con un pantalón de dormir y una camia blanca, su pelo aun escurría gotas de agua, lo mire mas tiempo de lo usual y pude notar un sonrojo en mis mejillas ¿Seria por que aun no hablábamos nada del divorcio? ¿seria por haberme confesado que era gay?
-Creo que siempre tienes buenas ideas, definitivamente la reina tiene mas recursos para mantener a esos niños que los demás Trylle, además, creo que aquí estarán mejor, podemos restaurar el antiguo cuarto de juegos de Rhys. – Su idea me pareció estupenda y sonreír con entusiasmo, me pesaba ya bastante que Rhys no hubiera crecido en de una familia que lo amara. – Se ve que te ha entusiasmado esa idea, no tienes idea de cómo resplandeces… - Y no le decía en broma, estoy segura que mi aura estaba brillando ridículamente.
-Gracias, siempre me apoyar, así no siento que digo solo estupideces… - El se metió a la cama y se cubrió con las sabanas. Alzo los hombros despreocupadamente y cerro los ojos dándome la espalda. – Por cierto, lo que dije… ya no estoy seguro del todo. – La boca se me seco, quise preguntarle a que de todo lo que me había dicho se refería, pero cuando lo mire, seguía de espaldas a mi y con los ojos cerrados. ¿Ya no estaba seguro de ser gay? ¿De querer el divorcio? ¿De que rayos hablaba Tove?
Entre al baño en silencio, mi cabeza repasaba siempre lo mismo, Loki ¿en donde estaba que no había aparecido desde la visita de Sara? Otra vez una punzada de culpabilidad me invadió, me había acostado con el, había sido mi primera vez y así como paso, había terminado. Tal vez cuando tuviera el divorcio, me congele al instante que comprendí que tal vez Tove no quisiera dármelo ¿y si después de todo le había hecho caso a su madre y reinar estaba comenzando a importarle?
Salí de la habitación, necesitaba pensar y tal vez verlo. Apenas di unos pasos fuera de el palacio Duncan apareció ante mi.
-Su alteza ¿Se encuentra bien?
-Solo daré un paseo Duncan, necesito estar sola. –Aunque note que mi comentario le ofendió, no dijo mas y se retiro.
Comencé a andar hacia mi lugar favorito, mi jardín escondido. Unos pasos detrás de mi me alertaron y aunque el peligro Vittra había desaparecido, me sobresalte.
-Duncan, dije que necesitaba estar sola… - Me di la vuelta para enfrentarlo y la sonrisa deslumbrante y desvergonzada de Loki me sorprendió. Abrí la boca de sorpresa y el aprovecho para empujarme contra una enredadera y besarme, sus besos ardían y me hacían arder a mi. Suspire cuando me dio espacio para respirar y pude verlo mejor, estaba igual, como yo lo recordaba, sexy y sonriente. - ¿Qué haces aquí? – El se retiro un poco y me miro feliz.
-Tu esposo no te deja mucho tiempo a solas últimamente. – Eso era verdad, pero las cosas no eran como había pensado después de matar a mi padre, el reino aun estaba frágil.
-Sabes que las cosas aun no están bien Loki, el pueblo Trylle no olvida lo que siente sobre mi. – Su cara se ensombreció un instante.
-Sara quiere que vuelva… - La sangre se me congelo ¿Volver con los Vittra? Ahora ya no eran el enemigo, pero el había sufrido mucho en ese lugar ¿por qué querría volver?
-¿Tu quieres volver? – Trato de sonreír como siempre, pero no podía engañarme, estaba planeando en volver. - ¿Estas seguro de que quieres volver?
-Creo que Sara me necesita, esta sola y los Vittra están hechos un caos, me haría bien servir de algo Wendy, se que soy endemoniadamente atractivo, pero nunca me he considerado una figura de ornato. – Sonreí, esa era su manera de hacer menos las cosas.
-Puedes hacer lo que desees Loki, estas aquí por voluntad propia.
-Pense que dirías que no podrías vivir sin mi. – Yo también lo pensé, pero tenia que ordenar el reino y con el ahí, no podía.
-Te extrañare Loki, quiero pensar que solo iras por un tiempo o ¿estas es tu despedida? – Sonrió juguetón y yo le seguí, quería besarlo nuevamente, olvidarme de todo lo que en mi cabeza pesaba.
-Creo que iré un mes o dos, espero que eso le baste a Sara. – Leyó mi mente y me acerco a el con fuerza, sus labios se apoderaron de los míos y yo sonreí satisfecha.
Lo separe nuevamente y note que el tiempo en sus brazos pasaba demasiado rápido, no había llegado al jardín secreto, nos habíamos ocultado detrás de aquellas enredaderas y miles de plantas que cubrían como cortina aquel reducido espacio, habíamos estado juntos otra vez, era inevitable, y quería estar con el y el conmigo, reina o no, así eran las cosas.
Antes de abrir la puerta de mi habitación, la culpabilidad comenzó a escocer como fuego, por toda mi piel, pase saliva y desee que Tove siguiera aun con los ojos cerrados. La cama estaba vacía y la luz del baño encendida ¡demonios! ¿por qué me sentía tan nerviosa y tan culpable? Tove y yo habíamos aclarado aquello desde el inicio del matrimonio. Bueno tal ve habíamos aclarado que no nos amábamos, pero tampoco nos dejamos carta blanca para acostarnos con otras personas.
-¿Estas bien? – Acababa de salir del baño y ya no llevaba la camiseta blanca
-Si, solo no podía dormir. –No era raro que no lo hiciera, con todo lo que su mente absorbía. - ¿Un paseo nocturno? – Me sonroje y afirme con la cabeza mientras el avanzaba hasta la cama. – No deberías salir sola, una reina no puede exponerse aunque las cosas parezcan en calma.
- Lo se Tove, solo me gusta sentir que sigo siendo la misma Wendy. – El asintió y se dejo caer sobre el colchón, parecía relajado, pero yo sabia que no, el reloj de mesa comenzó a moverse de un lado a otro y supe que algo le perturbaba, tal vez era yo con todo lo que acababa de hacer. – Lo siento. – y era real, sentía haberlo traicionado otra vez.
-¿Por qué? – Se sentó en la cama y me miro con una ceja arriba. –Oh… - Lo había visto o escuchado, siempre se le dio eso de saber lo que yo pensaba, haría o sentía. – Estuviste con el . – No era una pregunta, el lo sabia, el siempre lo sabría. Avance hasta la cama y me senté a su lado, con suficiente distancia entra ambos. Suspire, era injusto que cualquier sentimiento que floreciera en mi me hiciera sentirme así.
-¿A que te referías? – Me miro nuevamente. – Cuando dijiste que ya no estabas tan seguro…
-Cuando me dijiste que no me dejarías a pesar de que estos poderes me consumieran hasta dejarme como una zanahoria, dijiste que estarías conmigo a pesar de eso y yo te dije que yo no haría lo mismo por ti… - Mi cara se entristeció un poco, a pesar de no amarlo, yo renunciaba a todo por este matrimonio y el me rechazo. – No estoy seguro de lo que dije, no ahora. En realidad no estoy seguro de nada de lo que dije esa noche. – Mi mente se congelo, esa noche me había revelado mucho de el, que me confundía tanto que no estuviera seguro.
