Bueno, bueno, adelante...
Dende aquí vexo un camiño
que non sei adonde vai;
polo mismo que n'o sei,
quixera o poder andas
~Rosalía de Castro~
"Voy a hacer palomitas"
"Nooo, déjalo para más tarde, coge el chocolate y los croissans ahora si tienes hambre, dejemos las palomitas para la noche"
"La última vez que quedamos en hacer eso se nos olvidó"
"Pero esta parte es interesante, ¡tienes que verla!"
"Ya la he visto dos veces Lucy, esta es la segunda vez que vemos la película" le contestó con diversión Bela mientras se dirigía a la cocina.
"¡Da igual!¡Es una película donde el gremio es normal!¡Es como un fanfic pero del canon!"le gritó Lucy.
" Lo sé Lucy, lo sé" murmuro para sí misma mientras metía las palomitas en el microondas antes de gritar hacia la sala. "¡Asegúrate de que los gatos no toquen la comida!"
"¡Bela!¡Se va ha terminar!¡Mueve tu culo al sofá!" le gritó un par de minutos después, y su amiga salió de la cocina con un recipiente lleno de palomitas para sentarse en el gran sofá negro frente a la pantalla.
Puso el recipiente entre ellas y se volvió a tapar con la manta descartada antes de hablar con la chica a su lado."Podríamos ir por chucherías cuando terminemos la siguiente película".
"Si, deberíamos salir algo de casa, ir a la tienda nos dejaría descansar un poco" admitió con desgana sin apartar la vista de la pantalla.
Cuarenta y cinco minutos después ambas amigas salieron de la casa hacia el centro del pequeño pueblo en el que residían y donde se encontraban dos pequeñas tiendas que vendían de todo.
En la primera que entraron compraron un par de bolsas de chucherías, luego fueron a la de en frente donde Bela insistió en comprar chocolate y regalices. Con todo lo que querían ya comprado se dirigieron de vuelta a la casa pero en el camino se detuvieron momentaneamente en un parque.
Estaban relajadas en un banco cuando el teléfono de Bela sonó repentinamente haciendo que dieran un pequeño salto. Sacando el teléfono Bela miró la notificación que había aparecido, su fanfic favorito se había actualizado. "¡Se ha actualizado Lucy!¡Se ha actualizado!" chilló alegremente.
Lucy huzo una mueca por el sonido alto antes de sonreir "Si, lo sé Bela, estoy leyendo por encima de tu hombro, no hace falta que chiller;ahora, abre el fanfic que yo también quiero leerlo"
Leyeron en silencio el fanfic, siendo un capítulo largo tardaron bastante en terminarlo sobre todo teniendo en cuenta las diferentes velocidades de lectura y discusiones pero una vez leido respiraron profundamente para intentar relajarse solo para que después soltasen algunas risitas.
Ipso facto comemzaron a comentar el capítulo y a caminar hacia el hogar de Bela donde estaban viendo anime. Fue por eso, por estar ajenas al mundo, que no pudieron ver la luz extraña que salió del teléfono de la chica más alta hasta que fue demasiado brillante para ser ignorado.
Apartandi el cabello de su cara, Bela sacó el teléfono del bolsillo de su gabardina con un movimiento rápido pensando que había dejado la pantalla encendida, pero al ver el dispositivo con la pantalla apagada y brillando misteriosamente por todos lados casi lo deja caer.
Se congeló en la acera causando que su compañera también lo hiciese y, cuando vió la mirada de Bela la siguió: el teléfono brillaba cada vez más y parecía tener pulsaciones; Bela tenía un ceño pensativo en la cara mientras movía el teléfono buscando alguna razón para la luz.
"¡Bela!¡No toques eso!¡Parece que va ha explotar!" le siseó, pero Bela solo le envió una mirada de '¿en serio?¿eres estúpida?'.
"Por supuesto que no va ha explotar,¿qué sentido tiene eso?Los teléfonos no explotan" afirmó resueltamente.
Lucy puso los ojos en blanco."¿Recuerdas que hace un tiempo una famosa marca de teléfonos, Samsong, creó unos teléfonos eran geniales?¿Y que a la gente le explotaron en las manos?" le recordó causandole una mueca de horror a la otra muchacha.
"Ugh" gimió. "Tienes razón, no debería tenerlo en las manos" miró el teléfono con ojo crítico como si pudiera ver las partes a punto de estallar en el dispositivo."Solo tiene unos meses, ¿Porqué tiene que estropearse ya?" se quejó finalmente con un ceño fruncido oscureciendo su cara y Lucy suspiró con cansancio.
"No lo sé, pero sueltalo antes de que te mate, pásamelo, lo dejaremos en el muro y lo miraremos desde la distancia hasta que pare o explote"
Sin embargo en el momento en el que la mano de la chica más baja tocó el teléfono la luz se hizo tan brillante que las cegó y desorientó hasta que solo vieron negro.