Hola!! Aqui con un nuevo fic que supuestamente suplantaria a "Recordandote" pero he vuelto con un nuevo proyecto para aquel fic.
Espero que les guste... chau chau!!!

Summary: No estan contentos con sus compromisos. Ambos son hijos de empresarios muy poderosos y deben llevar adelante su empresa. Se odian en la vida laboral y privada. Unas vacaciones, un par de mentiras... un amor... quizas mas que muy correspondido.


Shaoran Li

Shaoran Li. Uno de los empresarios mas importantes del mundo. Con miles de millones de mujeres a sus pies. Con miles de millones de dólares en sus bolsillos. Con una mansión en medio de la ciudad, una casa de campo, un avión privado y todo lo que quería.
De anchos hombros y piel trigueña. Ojos ámbares profundos y una sonrisa con la que derretía el hielo. Vestido siempre con algún traje italiano sale todos los días de su mansión en un Mercedes Benz hacia Li Corporation.
Este joven tiene apenas 22 años y desde los 12, luego de la muerte de su padre, lo único que hace es ocuparse de su empresa para hacerla mas y mas poderosa absorbiendo a las otras pequeñas empresas.
Su vida esta programada desde que nació. Hasta con quien debía casarse le elegían. Debía casarse con la hija de un empresario mundialmente conocido de la cual ni siquiera conocía el nombre, solo sabia que su apellido era Kinomoto y la conocería en unos cuantos meses.
El estaba sentado de espaldas a la ventana, detrás de un escritorio revisando unos papeles mientras su atrevida secretaria, una hermosa mujer rubia despampanante de ojos azul cielo, entro meneando la cola con su corta pollera.

- Bueno. Por hoy termine mi trabajo, si quieres podemos divertirnos un rato –Dijo la joven mordiéndose provocativamente el labio inferior.

Esa mujer era sin dudas, mayor que el joven Li. Tenía 25 años, pero Shaoran la manejaba como si fuera el diez años mayor. La verdad, es que Shaoran Li tenía mas experiencia con las mujeres que cualquier hombre de 35 años.

- Como rechazar semejante propuesta. –Dijo Shaoran tomándola por la cintura y sentándola sobre el escritorio.

Un rato después, ambos se encontraban vistiéndose y acomodándose la ropa que minutos antes había estado esparcida por el suelo.
Shaoran termino de acomodarse la corbata y salio de la oficina.

- Por favor Rughio, apaga todo cuando salgas. Tengo ganas de ir a mi casa ahora. –Dijo Shaoran a la mujer con la que minutos antes había tenido sexo.

- Si. ¿No me llevara hasta mi casa?

- No.

- ¿No quiere que lo acompañe?

- No. Quiero irme a mi casa. –Dijo el joven cerrando la puerta detrás de el.

Shaoran era demasiado frío con las mujeres con las que pasaba sus momentos de pasión, pero el corazón y la mente de ese ambarino, aunque demostraran lo contrario, no dependían solo de sexo y mujeres hermosas y sofisticadas. El sueño de el iba mucho mas halla de eso, el soñaba con una mujer estupenda, que lo esperara en su casa con una sonrisa, a la que pudiera regalarle todo su amor y a la que pudiera darle hijos a los cuales amar tanto como a ella. Pero esa idea se había esfumado de la mente de Shaoran al saber quien seria su futura esposa, una mujer de negocios fría como el, a la que solo le interesaban los balances de fin de mes y los vestidos sofisticados para las fiestas en sociedad.
Shaoran subió en su Mercedes Benz y condujo hasta su esplendorosa mansión donde lo esperaba una espectacular mujer de ojos rubíes y pelo lacio negro hasta la cintura. Una de las actrices mas conocidas de toda China y mas hermosas del mundo.
Aunque para el mundo exterior esa mujer era fría y de plástico, Shaoran sabia que no era así. Ella era la única que lo conocía a fondo, que compartía sus alegrías y tristezas, que conocía su historia, que lo quería por quien era y quien lo apoyaba sea cual fuere su decisión. Ella era su prima favorita: Meiling Li.

- Hola primito. –Dijo la joven con una sonrisa.

- Hola Mei. –Dijo el chico.

- ¿Cómo fue tu día en la empresa?

- Como todos los días. –Dijo el joven sacándose el saco.

- ¿El como todos los días incluye revolcarte con tu secretaria? –Pregunto Meiling.

- Como me conoces. – Dijo Shaoran riendo secamente. – Si, también incluye eso. Pero estoy pensando en despedirla.

- ¿Y eso porque¿No ha sido lo suficientemente buena en la cama para el gran Shaoran Li? –Pregunto riendo la morocha.

- No, es una excelente mujer en la cama. Pero es solo por un rato, ya me sacie de ella. Me tiene arto, hasta pretende que la lleve a su casa. –Dijo el joven revoleando los ojos.

- Hay por dios… estas gatas igualadas. –Dijo la joven concentrándose de nuevo en una revista de cosmopolitan que estaba leyendo antes de que el castaño llegara.

Shaoran se sienta al lado de la chica de hermosos ojos rubí y le sonríe.

- ¿Qué ocurre Shaoran? –Pregunto la chica volviendo a mirar a su primo.

- Nada, solo que me alegro mucho de que estés aquí de nuevo. –Dijo el joven dándole un beso en la mejilla. - ¿Hasta cuando te quedaras? –Pregunto.

- Solo unos días más. Tengo una película que gravar en una playa paradisíaca del caribe –Dijo la joven.

- Es una lastima. –Dijo el joven.

- No, no lo es. Verdaderamente la ciudad me tiene cansada, necesito unas vacaciones y no hay nada mejor que trabajar mientras estas de vacaciones en una hermosa playa sin gente en kilómetros a la redonda. –Dijo Meiling estirándose sobre el sillón.

- Es verdad, te envidio. –Dijo Shaoran haciendo lo mismo que la chica que tenia a su lado.

- ¿Por qué me envidias?

- Porque tu no estas atada a esta ciudad. A decir verdad… a mi también me tiene arto esta ciudad, la gente, el trafico, los trajes… quiero volver a ser Shaoran normal. –Dijo Shaoran riendo.

- Entonces vente con migo. –Dijo la muchacha.

- Tu debes estar loca. –Dijo Shaoran riendo y sacudiendo la cabeza de su prima.

- ¿Por qué lo dices? Seria una idea estupenda, podríamos disfrutar un mes en la playa. –Dijo la joven.

- Si, podríamos. Pero estas olvidando todos mis negocios, mis obligaciones…

- Al diablo con eso Shaoran, escapa unos días de eso y veras que bien que te hace. Deja todo en manos de tu socio, Eriol Hiraguizawa y vente con migo. En todo caso controla las cosas desde tu laptop. –Dijo Meiling

- Déjame pensarlo, dentro de dos días prometo darte una respuesta. –Dijo Shaoran.

- Perfecto, yo estoy pensando en viajar la semana que viene, así que tu solo dime en donde quieres que te compre la mansión. –Dijo Meiling.

- Me gustaría una casa pequeña, no una mansión. En la playa, cerca de tu mansión.

- ¿Una casa pequeña? -Pregunto la joven.

- Si. Quiero olvidarme durante mi estadía ahí que mi nombre es Shaoran Li.

Sakura Kinomoto

Sakura Kinomoto. Hija del gran empresario Fujikata Kinomoto. Una chica superficial, egoísta, fría y poderosa económicamente, delante de los ojos del mundo, pero por dentro era una mujer sensible, dulce, cariñosa y muy carente de cariño.
Sus madre murió cuando ella nació y su padre solo se dedica a los negocios, solo sabia darle plata para que se abasteciera hasta fin de mes, aunque ella no tenía muchos gastos.
No le gustaban las fiestas en las que toda la gente conocida mundialmente asistía presumiendo su nueva adquisición.
Con apenas 20 años, Sakura Kinomoto había cargado durante toda su vida el peso de la empresa de su familia, Kinomoto Corporation, una empresa dedicada a la tecnología robótica. Con unos resplandecientes ojos verdes, hermosa figura y un pelo largo castaño y sedoso, centro de atención en cualquier evento social. Pero eso era lo que el mundo exterior veía, en realidad ella tenia el pelo corto como siempre le gusto usar, solo que su padre decía que se veía mas sofisticado el pelo largo, así que tenia una especie de extensiones que solo las usaba cuando estaba fuera de casa.
Sakura Kinomoto ayudaba a una fundación de niños a espaldas de su padre quien no aceptaba la idea y supuestamente esa plata la gastaba en vestidos de alto precio de diseñadores famosos.
Estaba sentada en su escritorio con su elegante traje de dos piezas color blanco y una blusa crema. Con grandes aretes y un precioso anillo de gema de diamantes que su supuesto prometido y futuro marido que ella no conocía le había mandado de China y estaba obligada a usarlo por su padre.
En eso una hermosa mujer de pelo largo hasta la cintura color gris oscuro y hermosos ojos amatistas entro con una carpeta en la oficina de la chica que estaba ubicada en el piso 20 del edificio con una vista panorámica envidiable.

- Hola, hola. –Dijo la mujer con una sonrisa.

- Hola Tomoyo. –Dijo la muchacha sonriendo.

Tomoyo Daidougi era su diseñadora personal. Una mujer esplendida, hermosa y activa. Estudio diseño de modas con lo que se hizo mundialmente famosa y diseñaba vestidos para mujeres de alta sociedad que valían mas de lo que puede costar un auto.
Además de eso, era la mejor amiga de Sakura, confidente y casi como una hermana para la joven.

- Adivina que… -Dijo Tomoyo con un cantito.

- ¿Qué ocurre amiga? –Pregunto Sakura mientras copiaba unos datos a la pc.

- No te cuento nada si no dejas esa computadora y me miras. –Dijo Tomoyo.

Sakura despego sus ojos de la computadora y miro a su amiga.

- Te escucho.

- Bueno, resulta que tengo un nuevo trabajo. –Dijo Tomoyo con una sonrisa esplendida.

- ¿Y se puede saber cual es? –Pregunto la castaña levantando una ceja.

- Me contrataron para diseñar el vestuario para Meiling Li en la nueva película que va a hacer. –Dijo Tomoyo sonriendo.

- ¿Meiling Li¿Me estas cargando¡Una de las mejores actrices lejos! –Exclamo Sakura.

- Aja, supe que te agradaría la idea. –Dijo Tomoyo.

- Nunca tuve el placer de conocerla. –Dijo Sakura. – Tiene el mismo apellido que mi futuro esposo, pero creo que no tiene nada que ver con el.

- Si, es verdad. No creo, no creo que un empresario como Shaoran Li tenga una actriz como prima. –Dijo Tomoyo.

- Como odio ese nombre, ni me lo vuelvas a repetir. No quiero casarme con ese sujeto. Pero no importa. Sigue contándome sobre tu trabajo. –Dijo Sakura.

- Bueno, es en el caribe. En esa isla donde tú tienes tú casa. –Dijo Tomoyo.

- ¿Ah si? –Pregunto la joven

- Si, y yo no quiero ir sola así que…

- Te preguntabas si yo podría ir a acompañarte. –Dijo Sakura levantándose de la silla donde estaba sentada.

- Si. Eso.

- ¡¡POR SUPUESTO QUE SI!! Quiero salir de esta oficina, quiero alejarme de los problemas. Quiero volver a ser Sakura Daidougi. –Dijo sonriendo Sakura.

- Hay, hay, hay. Tú no cambias mas. –Dijo Tomoyo riendo.

Sakura y Tomoyo arreglaron todo para viajar al día siguiente al caribe por teléfono y salieron juntas de la oficina hacia la mansión Kinomoto en el Audi A-8 de Sakura.
La verdad, aunque Sakura tuviera todo lo que soñaba, ella odiaba como era su vida. Nunca podía irse de vacaciones con su nombre porque iban miles de periodistas detrás de ella y no la dejaban en paz. Nunca podía estar tranquila por las calles, nunca podía hacer nada. Por esa razón se inventaba un personaje falso llamado Sakura Daidougi, como si fuera la prima de Tomoyo.
En público, Sakura solo vestía trajes aburridos y siempre estaba impecable. Almorzaba en restaurantes reconocidos y nunca tomaba un transporte público.
Pero en realidad Sakura amaba caminar, usar ropa cómoda y su cara libre de maquillaje. Amaba la libertad y la playa, el mar y la arena.
Le gustaba salir a caminar con pareo por la playa y mojar sus pies con la fresca agua de mar mientras juntaba caracoles.
Cuando entro en su casa se encontró con su padre.

- Me entere que mañana te iras de viaje. – Dijo seriamente el hombre.

- Si, así es. .-Dijo Sakura

- ¿Y tus obligaciones? –Pregunto duramente el hombre.

- Papa, hago todos los días mi mayor esfuerzo para poder dar lo mejor de mí a la empresa. Unas pequeñas vacaciones no afectaran mi rendimiento. Además prometo llevar con migo mi Notebook, así que no te preocupes. Me mantendré siempre en contacto con tigo y la empresa.

- Bueno, esta bien. ¿Cuánto necesitaras para el viaje? –Pregunto el hombre

- No mucho. Quizás…

- ¿Con 300.000 estas bien? –Pregunto el hombre

- ¡No! Papa, eso es una barbaridad.

- Pero si ocurre algo…

- No quiero esa cantidad. –Dijo la joven.

- La llevaras si no quieres que no te deje ir. –Dijo el hombre.

- ¡Huy! Está bien. –Dijo la joven de mala gana.

Sakura subió a su habitación donde prendió el equipo de música e hizo lo que más amaba hacer en el mundo: Cantar.
Ella amaba cantar, era su sueño, pero lamentablemente nunca podría cumplirlo, al menos no podría siendo Sakura Kinomoto.


Que les parecio?!?!?!
Espero que le den cabida a este fic como a los demas...
jejejje

La historia se pondra interesante

Muajajajajaja

Un beso enormeeee!!
Chau!!