Mi peor día

Las cuatro, todavía sin dormir. Me levante de mi cama y me dirigí al baño dándome por vencida, el sueño no llegaría, la peor noche que había pasado y el día todavía no empezó. Me duché eso sin duda me relajaría. En tres horas más debería ir al colegio.

Estaba preparando el desayuno cuando mi padre entro en la pequeña cocina. Lo salude y le serví lo que había preparado.

-¡Adiós papá!-me despedí de él una vez terminado mi desayuno. Él dijo algo ininteligible que tomé como una despedida.

Salí de mi casa y me subí a mi vieja camioneta. Iba muy cansada. Llegué tarde, otra vez. Mi primera hora era historia. Para mi historia era igual a catástrofe. Por suerte, la tenía con una de mis amigas.

-Hola Alice-la saludé mientras me sentaba en una banca vacía detrás suyo.

-Tarde otra vez Bella-dijo con una sonrisa tan característica suya.

En la clase iba durmiéndome. De vez en cuando recibía un golpe en la cabeza de parte de Alice para que despertara. Era muy molesta pero se hacia querer. La clase terminó y me dirigí a la clase de psicología."Dios, algo peor no había ¿no?" me pregunté a mí misma.

Esta era única clase que compartía con todas mis amiga. Yo me senté con Alice. Delante nuestro estaban Jessica y Ángela, hablando de quien sabe que cosa.

Mi mirada divagaba por todo el salón, Alice estaba hablándome pero no le prestaba atención. Me detuve viendo hacia la puerta. Cierta persona de ojos color esmeralda y cabellos cobrizos hizo acto de presencia en ese mismo instante. "¿Por qué? ¿Por que? ¿Por que?" me pregunté una y otra vez. De todas las personas que había justo él tenía que entrar. Alice lo notó.

-Ya te dije que debes dejar de pensar en mi hermano, si eso es lo que te hace poner así de mal-dijo-Edward solo logra hacerte llorar.

-Y yo ya te dije que no puedo, simplemente no puedo-contraataqué

El profesor entró y no les dio tiempo a mis otras amigas, que ya se estaban agregando a la conversación. Sí, ellas sabían que yo lo amaba demasiado y no lo podían entender. Sabían que yo sufría cuando lo veía con Tanya, su "amiga". Pero jamás les diría del todo lo que sentía por Edward Cullen.

El profesor le pidió a Mike que fuera por el grabador."Maldición" lo había olvidado, debíamos llevar una canción o tipo de música que nos identificara para analizarla. Todos sacaban sus CD's de sus mochilas.

-No te preocupes-pidió Ángela sacando de su mochila un CD-hice un compacto con las canciones de todas-agregó sonriendo.

Ángela se lo entregó al profesor y le indicó que canciones debía pasar. El CD comenzó a sonar. La primera canción era la de Jessica. Ella solo se relajó y se recostó en el banco. La siguiente era la de Ángela quien cerró sus ojos y empezó a tararear. Luego vino una que reconocí como la que le gustaba a Alice. Ella se dejó llevar y empezó a cantar. Estaba ansiosa por saber que canción que Ángela había elegido para mí. La música empezó a sonar y no pude evitar que una lágrima cayera por mi mejilla. Inmediatamente la música me llevó a aquel momento.

Flash Back

Era una tarde de verano. Un día antes de las vacaciones de verano. Estábamos caminando por la playa tomados de la mano-eso era algo usual en nosotros, éramos muy buenos amigos- Me miró sonriendo y no pude evitar devolverle el gesto. Me había dicho que tenía que decirme algo importante.

-Bella…-me llamó él… ¿nervioso?

-Si dime-conteste deteniendo el paso y mirándolo fijamente .ÉL me miraba con la duda y el nerviosismo dibujado en su rostro perfecto.

-Oye… yo quiero decirte que todo este tiempo en el que fuimos amigos me he sentido muy a gusto contigo-ahora venia la despedida seguramente-y necesito decirte lo que estoy descubriendo contigo… no puedo dejar de pensar en ti y si te veo debo estar cerca tuyo, no puedo evitar las ganas de golpear a Mike cada vez que se acerca a ti...

Me había quedado si habla, tantas cosas lindas salidas de sus perfectos labios y dirigidas hacia mi.

-Edward yo…-intenté decir algo pero el no me lo permitió

-Déjame terminar, por favor-asentí y continuó-Bella… yo creo que… te amo

Creo que mi corazón dejó de latir en ese instante y lo que hice a continuación no me lo esperaba ni yo misma siquiera. Me lancé a sus brazos, lo miré por unos breves segundos y lo besé.

En todo lo que quedó del verano no me llamo ni nos vimos. Al regresar a clases no me hablaba. Yo no intenté acercarme a él. Me sentía muy dolida tal vez si me hubiese ido si le hubiese hablado yo estaría feliz a su lado. Todas las noches lloraba no lo podía evitar.

Fin del flash Back

La música dejó de sonar y me escondí entre mis brazos no podía permitir que alguien me viese llorar así. Me tranquilicé y levanté la vista para encontrarme con la mirada de todo el curso clavada en mí.

-¿Qué es lo que tanto ven?-preguntó Alice. Y todos volvieron a prestarle atención a la música que ya sonaba nuevamente.

-Siento haber elegido esa canción-se disculpó Ángela.

-No te preocupes, siempre me pongo así, ya saben-contesté.

Edward se levantó y cruzó el salón con tanta elegancia que me fue imposible despegar la mirada de él. Le entregó el CD al profesor y se fue a sentar nuevamente. Su canción empezó a sonar. Era Claro de Luna, esa canción que tantas veces oímos juntos. Giré mi cabeza para verlo, vaya mi sorpresa cuando lo vi que se estaba besando con Tanya.