Aclaración : Naoko Takeuchi es dueña de todos los personajes de la serie Sailor Moon. Esta historia es original y de mi entera pertencia.
* La Estrella Fugaz*
Han pasado algunos años desde la batalla con Sailor Galaxia y la misma cantidad de tiempo desde que Serena perdió el brillo en sus ojos que la hacían ser una persona especial. Todo se debía a la partida de su amor secreto, Seiya, "su estrella fugaz". Durante esos años Serena se casó con Darien sólo para cumplir con sus obligaciones y poder fundar Tokio De Cristal, también para que pudiera nacer Rini, la Pequeña Dama, aquella niña tan tierna y dulce que llegó del futuro a darle momentos tan felices y quien se convirtió en su compañera en innumerables batallas.
Ese día era el cumpleaños de la Neo Reina Serenity y el de la pequeña Dama, en el palacio todos se encontraban organizando una fiesta su honor. Mientras tanto, en una de las habitaciones principales del palacio, se encontraba la Neo Reina Serenity recordando la última visita de su estrella fugaz.
Seis años atrá,s Serena ya se encontraba casada con Darien y estaban a la espera de su única hija, la pequeña Dama. Ese día también era el cumpleaños de la reina y lucía un lindo vestido blanco con encaje y unos adornos de media luna en su pecho de color plata. Ese vestido hacía resaltar la hermosa pancita de casi 9 meses . La reina se encontraba mirándose al espejo mientras acariciaba su vientre.
- Sólo faltan unos cuantos días para que estés con nosotros...- la bebe respondió a las palabras de su mamá con unas pequeñas pataditas.
Lista para recibir a sus invitados, la rubia se fue a recorrer uno de los jardines del palacio para esperar la hora de la tan ansiada fiesta. Al llegar al jardín se sentó en una de las bancas que ahí se encontraban, llevaba unos cuantos minutos ahí sentada cuando se acercó una de las guardianas.
- Majestad, ya es hora de comenzar la fiesta, los invitados están llegando- dijp una rubia de cabello largo.
- Mina, ya te dije que cuando estuviéramos a solas sólo me dijeras Serena. Somos amigas ¿o no? - cuestionó Serena.
- Sí, claro que somos amigas. - respondió la rubia con moño rojo.
Al querer ponerse de pie, Serena sintió un intenso dolor en su vientre.
- Serena ¿te encuentras bien?- preguntó Mina .
- No, creo que Rini ya quiere nacer... - respondió con dolor la rubia de ojos azules. -Por favor Mina, ve por Darien.
- Sí. - asintió con la cabeza la guerrera del planeta Venus.
Mina salió corriendo en busca del rey Endymion, al encontrarlo le informó que la reina se encontraba a punto de dar a luz. El rey, sorprendido, corrió hacia los jardines, ahí, divisó a su mujer tirada en el piso tocándose el vientre. El rey se acercó a ella y la tomó en brazos, dirigiéndose a la habitación que ambos compartían.
Dentro del cuarto, la partera le pidió un último esfuerzo a la reina y ésta obedeció la petición. Después de ese último esfuerzo, se pudo sentir en todo el castillo el llanto de un bebé. Mientras tanto, afuera de la habitación, el rey estaba impaciente, las guardianas trataban de calmarlo pero no con muy buenos resultados. La partera abrió la puerta e hizo pasar al rey quien, al entrar, lo primero que escuchó fue el llanto de un bebé. La reina le hizo una seña con la mano para que se acercara a conocer a su pequeña hija, se acerco a la cama donde se encontraba la reina quien tenía en brazos a la pequeña, le dio un dulce beso en los labios a su reina para luego darle un tierno beso en la frente a su hija. El rey se retiró de la habitación, dando paso a las guardianas que hicieron una reverencia para la recién nacida. Después de la visita de las sailors , la reina pidió de favor que la dejaran a solas para poder descansar .
Ya estando sola en su habitación, unas cuantas lagrimas corrieron desde sus hermosos ojos azules, unas eran de alegría por tener a esa hermosa bebé entre sus brazos y otras eran de tristeza por recordar a su estrella fugaz, pensando que a lo mejor esa niña pudiera haber sido hija de él. Si tan solo hubiera tenido el suficiente valor para luchar y haberle dicho a Seiya que lo amaba y que se quedara con ella.
La noticia del nacimiento de la primogénita de la reina de la luna ya había corrido hasta llegar al planeta Kinmoku.
Las sailors Stars Lights se encontraban trabajando cuando se enteraron de la noticia .
- Fighter , ya nació la hija de la Neo Reina Serenity. - dijo Healer.
- Sí, ya lo sé - respondió Figther con una sonrisa en su rostro .
Maker y Haler la observaron ya que no se imaginaron nunca en ese tipo de reacción de parte de Fighter, pero lo que no sabían ellas era que por dentro su corazón se partía en mil pedazos. Fighter, como si nada, continuó con su trabajo pero antes de terminar su labor,, fingió sentirse mal para poder irse a descansar.
Mientras tanto, en Tokio De Cristal , la Neo Reina se disponía a descansar, cuando un destello de luz apareció en su cuarto. Por un momento se asustó pensando que podía ser un enemigo que venía para llevarse a la pequeña pero conforme la luz iba perdiendo intensidad vio como la silueta de una mujer fue cambiando su apariencia hasta quedar en la forma de un hombre. Era Seiya.
- Seiya... - susurró la Neo Reina sorprendida.
- ¡Vaya Bombón! Al parecer no te da gusto verme...
- ¡Claro que no, me da muchísimo gusto! Sólo me sorprende... - dijo la rubia.
- He venido a conocer a tu hija, Bombón, quise ser el primero.
- Creo que ya te ganaron... las primeras en conocerla fueron las chicas. - dijo Serena.
Seiya se acercó a la cuna donde se encontraba la pequeña durmiendo.
- ¡Vaya Bombón! Es igual a ti , creo que la llamaré mi pequeño bombón rosa... eso siempre y cuando no te moleste, Bombón... - dijo Seiya guiñándole un ojo. - Antes que se me olvide, traje un regalo para tu hija.
- Gracias, Seiya, no tenias para que molestarte. - Serena agradeció dando una sonrisa.
Seiya metió la mano a su bolsillo y sacó una pequeña cajita roja de terciopelo, al abrirla había unos hermosos pendiente de luna.
- Bombón, éste es el regalo para tu hija.
- ¡Gracias Seiya! - dijo Serena con lágrimas en sus ojos.
- Bombón... no tienes que llorar... sabes que no me gusta verte así.
Seiya tocó su rostro y le dio un cálido y tierno beso . En ese momento la pequeña empezó a llorar.
- Creo que tiene hambre. - dijo Serena mientras Seiya se acercaba a la cuna y tomaba a la bebé en brazos para pasársela a su Bombón.
