Disclaimer: Para ahora y todos los capítulos de aquí en adelante, los personajes no me pertenecen, son propiedad de Stephenie Meyer.
Prólogo
00:30.
Estaba muy nerviosa. ÉL estaba tardando mucho y no era normal. Siempre llegaba antes de que yo cruzara esa puerta. Me encontraba envuelta en mi cama con las lágrimas amenazando salir de mis ojos. Sabía que era un poco tonto ponerse así, pero no podía evitarlo. Desde aquella vez que se fue, tenía el miedo metido en el cuerpo, pensando en que en cualquier momento me volvería a dejar. No debería seguir así. Nos íbamos a casar ¿no?
Una brisa fría se coló por la ventana al mismo tiempo que sentía como unos fríos brazos me envolvían por detrás.
-Hola amor- me susurró una aterciopelada voz al oído.
Intenté secarme las lágrimas disimuladamente pero el siempre conseguía atraparme.
-¿Estás llorando?- dijo mientras me viraba para poder verme la cara.
-No- pero mi voz me traicionó.
-¿Bella que paso?
-Nada.
-Bella…- intentó persuadirme.
-Es solo que… cuando tú no estás… tengo miedo de que… -decía entrecortadamente.
-Oh Bella… no voy a abandonarte- dijo cuando cayó en la cuenta- sabes que no volveré a hacerlo pase lo que pase. Siempre voy a estar contigo, en lo bueno y en lo malo- esto lo pronunció cogiendo mi mano y acariciando mi anillo de compromiso.
-Sabes que siempre habrá una posibilidad mientras…
-Nunca Bella, y repito NUNCA te voy a dejar sola. Siempre estaré a tu lado
-¿Lo prometes?
-Lo prometo-selló su promesa besando ligeramente mis labios.
-No podría seguir viviendo si volvieras a dejarme.
-Esta vez si te doy la razón. Yo tampoco podría seguir viviendo sin ti. Duerme amor- dicho esto comenzó a tararear mi nana.
-Ta amo- susurré somnolienta.
-Yo también te amo. Para toda la eternidad…
