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Prólogo
Se cubrió aún más en su larga gabardina gris oscuro, casi rayando el negro. Hacía un frío de los mil demonios, incluso más de lo habitual a pesar de encontrarse en invierno. Alzó su mirada a la lejanía que apenas lograba divisar, notando una bruma blanca acercarse a gran velocidad: se acercaba una tormenta de nieve.
Un jalón en sus ropajes lo llevó a detenerse observando el ambiente a su alrededor a pesar de no verse casi nada, pues ya estaba a entradas de la noche, más los altos y robustos arboles de aquel bosque cubierto de blanco no ayudaban a la visión, y se aseguró que no hubiese nadie en los alrededores. Otro jalón en sus pantalones.
–¿Padre…? –Una pequeña y aniñada voz llenó el frío ambiente, logrando que la persona se estremeciera y comenzase nuevamente su caminata adentrándose más al oscuro bosque.
Debía apresurarse.
Otro jalón en sus ropas–Padre…–volvió a protestar la menuda figura que apenas se agarraba de sus ropajes en un intento de no perderlo. Su voz sonó asustada mientras sus grandes ojos observaban con terror todo a su alrededor.
Pero a él solo le dio asco.
Se detuvo y apartó de un solo tirón a la pequeña figura de su cuerpo, logrando que ella cayera sentada en el blando suelo blanco que amortiguó su caída.
Aturdida, la figura observó a la más grande, que a su visión solo era un largo manchón negro producto de la oscuridad, llenando sus ojos de terror y confusión.
El mayor observó con repugnancia a la pequeña figura, pero se relajó al notarla tan indefensa y débil, temblando de frío y miedo; más solo bastó ver sus ojos para que la repulsión volviera a su ser, dominando cualquier otro sentimiento.
–¿Padre…? –Se notaba realmente aterrada. Su pequeña cabeza aún no procesaba por qué su padre la había llevado al bosque, porque se habían alejado de casa, de su madre, su hermano que estaba gritando…porque su padre la miraba con tanto odio y repugnancia.
Y ahí estaba él, enfrente de aquella criatura, de aquel asqueroso engendro del mal, de aquella abominación, de aquella cosa que él mismo había creado; disfrazada en una figura inocente y ojos cristalinos, tan puros como lo que ahora manchaban con sus pasos: la nieve.
La rabia y el odio cubrió los ojos del mayor, recordando él porque se encontraba ahí, con esa cosa.
La sangre, los gritos desgarradores de su hijo menor completamente aterrado, temblando en una esquina, manchado de sangre, con la vista fija en todas partes; el último recuerdo de su esposa se había convertido en pedazos de carnes regados por toda una habitación, las lágrimas, más gritos, el desconcierto de no saber lo que estaba viendo realmente, si se encontraba en una carnicería o en el cuarto donde sus hijos jugaban…y aquel engendro en medio del desastre, sin ningún brillo en sus ojos, como ida del mundo, mientras veía su cuerpo manchado de sangre ajena.
–¿padre, que está pasando? –La voz de eso lo sacó de sus dolorosos recuerdos–¿Qué hacemos aquí? Debemos irnos, se está acercando una tormenta…–
Y no supo que sentir en esos momentos, pues sentía tanta aversión por ella como por él mismo, pues, en totalidad era su culpa.
Si no hubiese sido por su avaricia, por su egoísmo, por querer ser el más grande y poderoso de todos, nada de esto hubiese sucedido. Él no se hubiese casado con su amada mujer –tal vez así le esperaría una mejor vida que ser pedazos de carne descuartizada regada en las paredes-, no hubiese tenido hijos…quizás así no estuviese ahora ahí parado, mirando los níveos ojos de esa monstruosidad que había creado: su hija, su primogénita.
Se había confiado. Había pensado que nada sucedería, que todo estaría bien, que podría estar junto a la mujer que amaba, que podría tener una familia, que podrían vivir felices todos; que no habría consecuencia para con sus actos, que aquel poder que corría por sus venas no sería una amenaza.
Cuan equivocado estaba.
Y ahí estaba, el precio a pagar por sus errores, por su ingenuidad, por su avaricia de poder, por su ambición: una abominable arma en forma de niña.
Se agachó a la altura de la pequeña que lo miraba aterrada, observando a través del reflejo de sus blanquecinos ojos el reflejo de los suyos: rojos brillantes, tan brillantes que era lo único que lograba ver: Los ojos del mal.
La vio temblar bajo su mirada. Seguramente sentía el peligro emanar de su persona. Debía de estar muy asustada, o tal vez era el frío que se hacía ciertamente insoportable, pues temblaba como un molino de viento viejo y sin salvación. Eso lo hizo sentir peor de lo que ya se sentía. La culpa carcomiendo rápidamente todo su ser.
Debía apresurarse.
Alzó su brazo derecho juntando sus dedos en forma de pico, sintiendo como sus uñas se alargaban y se volvían más filosas que antes mientras que con su mano libre la agarraba fuertemente por el hombro derecho para que no tratase de escapar; pero la pequeña se encontraba paralizada, perdida en aquel abismo rojo de los ojos de su padre.
Ella no debía vivir.
Ella no debió nacer.
Ella era una amenaza para la paz.
Ella no tenía corazón.
Ella debía morir.
–…Papá…–
Y él dejó caer su mano a una velocidad increíble hacia el menudo cuerpo de la criatura…
Por el bien de todos
-o-o-o-¡hola hola!!!! ¿Qué tal les pareció???? Esto es solo el prólogo, pero aun así estaré esperando sus opiniones. ¡No sean muy malos que soy nueva!! *na mentira*Sé que el prólogo puede parecer algo cruel y sin sentido, pero les aseguro que todo tiene una oscura razón detrás de todo. Buajajaja.Ahora sí: ¿Quién es esa pequeña? ¿Quién es el padre de la pequeña? ¿Quién es la madre de la pequeña? ¿Qué sucedió? ¿Por qué el padre de la niña la odia y le da repulsión? ¿Sangre? ¿Pedazos de carne? ¿Locura? ¿gritos? ¿No dejaré de preguntar? ¿No terminaré jamás de escribir incoherencias? Quién sabe ;)Por ahora esto es solo el prólogo. No olviden de dejar sus comentarios acerca de cómo ven esta locura que se me acaba de ocurrir. Lo interesante apenas comienza en el cap. 3 pero es muy importante prestar completa atención a los primeros capítulos, sobre todo al prólogo, pues posee información muy importante que no deben obviar por nada del mundo si desean entender esta oscura y dramática historia.¡Nos vemos en el próximo cap.!!!!Se despide: Carmison PrincessPD: me pregunto quién adivinará primero quien es el padre por lo menos jajaja XD *creo que fui muy obvia*
