Fanfic: Long-fic
Anime: Shingeki no Kyojin/Attack on Titan
Categoría: Cyberpunk/Omega!Verse/Rev.
Advertencias: Lemon, lenguaje explícito, violencia.
Beta-reader: Ukeshi is Paradise
Hajime Isayama muertes locas es el dueño de los personajes, la historia es mía de mí(?)
"Todos somos unos ignorantes. Lo que pasa es que no ignoramos las mismas cosas".
Albert Einstein, un importante alpha pura sangre, dijo esto. Mentiría si dijera que él estaba del lado de los suyos. En ese caso, si voy a explicar bien esta historia, debería comenzar desde tiempos remotos. Donde los alpha, beta y omega, jamás habían convivido en paz.
La Prehistoria, los alpha eran los cazadores, los más fuertes, los omega sólo eran para continuar la especie, antes considerados muy importantes, ¿y los beta? Pareciera que no existían, sólo nacían unos pocos y los que pertenecían a algún grupo, eran echados, desterrados de la manada. Parecían ser los inútiles del grupo.
La Edad Antigua. Donde el desarrollo del conocimiento estaba en su esplendor. El cuerpo humano, la misma historia, las religiones politeístas, el respeto hacia la naturaleza, respeto a los alpha, a los omega por ser los progenitores de la raza. ¿Los beta? Esclavos, prisioneros, despreciados por la sociedad.
Edad Media.
La humanidad empieza a joderse. La iglesia manda incluso en los pozos donde se guardaba la mierda misma. Donde empezaron a subestimar a los omega, donde los beta perdieron lo que quedaba de su dignidad. Los omega no eran más que para tener hijos, para después ser santiguados y sacrificados en nombre de Dios.
Edad Moderna.
La prostitución era ilegal aún. Los humanos se reproducían como meros animales y eran mandados a servir a las máquinas.
Pero, ¿qué pasa ahora, después de unos cuantos milenios?
Época Techno.
Lamentablemente, lo único que evolucionó fue la tecnología, pues la mentalidad de la gente parecía ser tan retrógrada, tan pobre como siempre lo había sido.
Alphas en los puestos más altos. Los omega y los beta son marginados si no aprenden a usar un arma para defenderse.
Donde la educación primordial es saber blandir una espada, hecha de rayos UVA, materiales radiactivos, luz LED… un sinfín de mierda.
Y pensar que estábamos "evolucionando". Ahora, más que razas, la sociedad está dividida en clases. Alpha: importantes puestos dentro del mundo del comercio, gobierno, política, tráfico de nada más y nada menos que los omega.
Beta: demasiado conflictivos para ser importantes o contados en algo relevante, demasiado fuertes para hacer lo que un omega. Prácticamente un cero a la izquierda, los esclavos de los alphas y los protectores de los omega, los beta son algo indispensable para una sociedad dividida en razas jerárquicas, pero, desgraciadamente algo que no se cuenta en ella.
Omega: viles seres hechos para alphas, usados para follar, coger, fornicar y parir hijos. Nada más. Simplemente las putas de los alphas, de un cuerpo pequeño y mente sumisa jamás podrían lograr nada. O es lo que ellos les hacen creer. Sin notarlo, sin quererse dar cuenta, pueden ser increíblemente manipuladores, mientras estén con la virginidad intacta llegan a ser criaturas intocables, pues un alpha deja su olor en ellos al momento de tener sexo. Y ese es un problema; los alphas creen que los omegas son simples mierdas para tener hijos. Como una cadena: eres omega, tienes hijos omegas, les enseñan que solo sirven para sexo. Simples animales inservibles para cosas duras como deportes pesados, demasiado delicados para cualquier cosa, demasiado débiles.
Qué sociedad más injusta. Donde nos hacen creer que la raza/clase vale más que cualquier cosa. Más que la lógica, más que las habilidades de cada uno.
Desafortunadamente, ese no es el único problema.
Los CAH. Máquinas creadas para hacer respetar la ley. Cada uno con una única función en su parte maquinizada.
Algunos se encargaban de enseñar, algunos de controlar. Pero lo que tenían en común era esa sed de hacer respetar la jerarquía. Si un alpha se metía con un omega, débil e incapaz de defenderse, los CAH no hacían nada. Pero es obvio que hacían las cosas bajo una orden.
"La Red"; la organización mundial encargada de crear y programar tanto androides y humanoides como cyborgs, comandada por una prestigiada familia de alphas.
Un mundo donde, como en las remotas épocas en las que el hombre comenzó a caminar erguido, lo que se hacía era sobrevivir. Salir vivo de los frecuentes ataques CAH a aquellos lugares donde un omega lideraba o donde se dejaba ver la mas mínima señal de violar la "ley". El gobierno no se podía permitir el lujo de que alguien osara abrirle los ojos a la sociedad.
Para eso estaban ramas que, apegadas o no al gobierno, movían las cosas a su placer y conveniencia. La Policía Militar, alphas fuertes y dotados, que habían logrado hacerse de máquinas a medio terminar y los usaban para sus propios fines.
La Guarnición, un título probablemente anticuado y hasta cierto punto aburrido para semejante vida donde los ID eran lo que te daban una identidad y existencia. Solían encargarse de asuntos de interés general, aun si pareciera que no movían ni un dedo, más acertado era pensar que la PM los había desaparecido de la faz de la tierra.
Pero, una mas, que sólo los involucrados en ella conocerían. La Legión de Reconocimiento, una pequeña secta de renegados decididos a hacer algo por este mundo tan sucio y contaminado.
Podría unirme a las dos principales, podría hacer lo que quisiera. Podría ayudar a la sociedad a cambiar su pobre y sucia mentalidad, demostrando que somos capaces de más. O bien, podría encargarme de programar máquinas y nadar felizmente en el dinero y el sufrimiento de los demás.
Pero, ¿qué sabrá un hacker como yo, si no es robar para mi propio bien?
Alpha: Fuerte raza, dedicada a controlar el mundo a su antojo, en los más altos mandos. Tienen el ID en el tobillo derecho.
Beta: Una raza considerada denigrante para la sociedad, suelen ser los más rebeldes. Su ID se encuentra en el cuello.
Omega: Basura, hechos para nacer, parir y morir. El ID está en la ingle izquierda.
Es prólogo ok? Es corto, pero suficiente. Con lengüetazos en la papaia, Deirdrë, aunque me puedes llamar Deir.