Disclaimer: Fairy Tail pertenece a Hiro Mashima, mi mangaka odiado favorito.
Prompt: Tabla smut. #37 Frambuesas. [smut96_es]
Personajes/parejas: Natsu/Lucy.
Extensión: 657 palabras.
Notas: Antes que nada: "Regalo de cumpleaños para Luciel-San del Foro El Gran Reino de Fiore". Que pidió: "Quisiera un Lemon *-*no me importa como comenzó o el por qué, quiero un Lemon así bien h*** xD okno [Principalmente NaLu si se puede *-* pero si no puede ser Gruvia, Jerza, GaLe, Miraxus, Bixanna o Lyredy]". Aclaro que, en realidad, hice de todas las parejas porque soy masoquista (?); que en realidad no es muy h*** que digamos y que no soy la reina de los lemon's precisamente (?). Ya, en serio, soy mala para los lemons, discúlpame eso Luciel-san u.u También que el romance y el M varían de pareja en pareja.
Pos eso (?) Bienvenidos a la Luciel-San!week (?) que dado que eran siete parejas, son siete capítulos y dado eso es uno por día, hasta el 26, que es el día de su cumpleaños :D
Oh yeah, yo tengo mucho tiempo libre (mentira *se larga a llorar por ahí porque hace informe y medio por semana y uno de ellos se escribe a mano*).
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Frambuesas.
Natsu&Lucy.
Se plantea unos momentos, nada más unos segundos, si es normal tener tantos pensamientos metidos en su cabeza en esos momentos cuando todos los libros y medios varios al hablar del tema —no refiriéndose a libros técnicos, por supuesto— siempre sueltan el «y no pudo pensar en nada más que no fuera él». Pero se dice que es entendible porque, después de todo, tiene muchas preocupaciones. Como que no ha cerrado la ventana —¿y si alguien entra? Mavis, qué vergüenza le daría—, o si lo está haciendo bien —porque lo puede hacer mal, ¿verdad?— o si pasa algo para lo que es muy joven como para que pase, aunque ante eso no puede hacer nada, ¿cierto?, ¡¿cierto?! Porque Lucy no es una chica tonta, claro que no, y cuando ella y Natsu decidieron que darían ese paso ella decidió que debía llevar una buena cuenta de su calendario; porque no tiene ni veinte, maldita sea, no está para críos. Pero no es su día fértil, claro que no, así que no puede haber errores. ¡¿Cierto?!
Y así, mirando la mancha del techo y sintiendo las manos de Natsu recorrerle la cadera se plantea que quizás sí está pensando demasiado, cosa que debería ser innecesaria cuando se supone que lo que debe hacer es disfrutar.
—¿Lucy? —Natsu se alza unos momentos para mirarla a los ojos—, ¿en qué piensas?
Y definitivamente lo correcto sería ser honesta, ¿no?
—En como treinta cosas distintas.
Se ríe, porque se siente algo tonta y algo rara y le da una vergüenza tremenda estar haciendo eso por primera vez. Pero a la vez le agrada, le agrada mucho, como que Natsu le sonría de vuelta y le muerda los labios con suavidad, o sentir sus manos ascendiendo por su espalda lentamente. Apoya las manos en la superficie de la cama, pensando unos momentos, nada más unos pocos segundos, solo en el beso. Luego, cuando Natsu baja a su cuello, otro pensamiento la invade. Por suerte, este no tiene relación con cuándo fue la última vez que su cuerpo hizo qué, quizás sí con que Natsu es dulce.
Sonríe como boba, dejándose caer sobre las sábanas y colocando sus manos sobre los hombros de su compañero, quien alza la mirada hacia ella unos momentos antes de unir nuevamente sus labios.
Es dulce, justo como las fresas que su madre le preparaba con chocolate, acompañadas por unas pocas frambuesas envueltas en almíbar. Es dulce como los recuerdos de una familia unida, arrimándose juntos en torno a la chimenea. Le sorprende un poco, no lo va a negar, después de todo siempre pensó que sería áspero, por alguna razón —y es que Natsu es algo osco a veces—; o que quizás ardiera, o supiera a hollín. Nada de eso, Natsu es dulce. Sabe a fresas, a frambuesas en almíbar, a sus recuerdos favoritos, a momentos dulces y agradables.
Ahí, con sus cuerpos pegados, con los labios unidos, con sus manos tocando lugares que a él y solo a él le permitiría tocar; sonríe. Piensa otro poco, riendo levemente en medio del beso por no poder dejar sus pensamientos tranquilos —mientras se desnudan, con las pieles expuestas frotándose mutuamente, con el nerviosismo sumándose a las ansias—, piensa en que Natsu sabe como sus cosas favoritas.
O quizás, simplemente, ella le adjudica ese sabor.
Mientras nota sus manos bajar por su cuerpo, delinear su figura, enterrarse en sus genitales.
Mientras nota sus labios contra su cuello, su aliento en su clavícula.
Quizás, simplemente ahí, viviendo ese momento con él, le adjudica el sabor de sus cosas favoritas.
—Oye, Natsu —el susodicho la mira unos momentos, sus rostros frente a frente. Por alguna razón, contemplarlo solo le amplia la sonrisa. Y es que, si lo piensa, que Natsu sepa a´si tiene bastante lógica—. Eres lo que más me gusta del mundo.
«Mi cosa favorita».
Por sobre todas las otras otras cosas.
—Tú también, Lucy.
Eh... espero te guste, Luciel-San, no acostumbro a escribir de las parejas que pediste, pero hice mi mejor esfuerzo.
(Y lo poco NaLu que escribo no acostumbra ser fluff)
So, ojala tengas una linda semana.
Nos leemos.
