Hola guapos y guapas, gracias por entrar aquí, hoy les traigo una nueva historia. Yo sé que ustedes deben estar pensando: "porque mierda Karinits-san no termina sus otras historia", pero a veces las ideas surgen de la nada, y debo darles una oportunidad, espero que me sepan entender. Este será un mini fic, no serán más de tres o cuatro capítulos, y éstos no serán extensos. Espero que les guste :D
.
Como siempre agradezco a todas las personas que leen mis historias y dejan reviews, a las que marcan mis historias o a mí como favorita y/o siguiendo, y a las que simplemente leen. Para todos ustedes, muchas gracias, me inspiran de cierto modo a continuar.
.
Capítulo dedicado a todas las lindas personas que me dejaron un review en mi última actualización: ANABELITA N, Bebitapreciosa, Roronoa Saki, andreina. salomon, Mel-Nara Hatake, MarFer Hatake y wchavarria. Gracias por comentar, les mando un beso y un fuerte abrazo.
.
.
Disclaimer: Naruto y todos sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto. La historia es mía y la publico sin ánimos de lucro, sin embargo, la idea del primer capítulo la saqué de un relato anónimo llamado "Contra la pared", eso es en lo que respecta al primer capítulo, el resto de los capítulos serán de mi completa autoría.
.
Mi mejor opción
.
Capítulo 1.- Una situación inesperada.
.
POV Temari.
Faltaban sólo unos minutos para las ocho de la noche. La jornada laboral se había alargado más de lo normal, y parecía que en la oficina solamente quedaba yo. Apagué rápidamente mi computador, ordené un poco mi escritorio, para luego, guardar mis cosas en la cartera.
Me puse el abrigo.
Mi amiga Tenten llevaba casi hora y media esperándome en casa. Hoy le había pedido el favor de que retirara a mi hija Karura del jardín, y que la cuidara hasta que yo llegara. Era un favor que siempre le pedía cuando llegaba fin de mes, ya que por lo general, había un día que me tenía que quedar hasta más tarde.
Decidí apurarme.
Con prontitud, salí de mi despacho, cerré la puerta con algo de brusquedad, sin embargo, al girar, me di cuenta que él me estaba observando desde su oficina.
Me quedé pasmada.
—Buenas noches —espetó con seriedad, fijando su mirada en la mía.
No fui capaz de responderle. Mi nerviosismo había aumentado incluso más que en los últimos días, sin embargo, lo único que pude hacer fue sonreírle, dando por finalizado el asunto.
Desvié la mirada y me encaminé rápidamente hacia el ascensor. Aunque no alcancé a avanzar más de tres pasos, cuando nuevamente escuché su voz.
—¡Temari!
Aquel llamado hizo que me detuviera en seco.
Tragué saliva.
No esperé ni un segundo más y giré sobre mis talones, sin embargo, antes de lograr mi cometido, sentí que me cogió del brazo.
Quedamos frente a frente.
Sus ojos oscuros me miraron con tal intensidad, que mi mente se imaginó todo lo que vendría a continuación, y aunque ésta por un breve momento rechazó esa idea, no fue capaz de resistirse a tamaña tentación.
Imposible si aquel hombre era él.
Tomó mis manos.
Un deseo incontrolable me invadió de forma desenfrenada, y sin cruzar media palabra, me dejé arrastrar por él.
Avanzamos con premura hacia uno de los pasillos, el cual sabíamos que tenía su cámara de seguridad dañada.
Me apoyó contra la pared, sujetándome de ambos brazos.
Nos miramos fijamente.
Lo hicimos durante casi un minuto, como si la vida dependiera de esa acción.
Mientras lo observaba, pude percibir su nerviosismo, como también él debió haber percibido el mío.
Parecíamos unos niños, aunque la tensión entre nosotros seguía en aumento.
Tragué saliva, sin embargo, él no lo soportó. Desvió la mirada y antes de hacer cualquier cosa, dejó caer su peso sobre mi cuerpo, apoyando su frente contra la pared.
Respiró hondo.
Quedé paralizada, no sabía qué hacer.
No era momento para hablar.
Cerré los ojos con la intención de tranquilizarme, aunque era algo sumamente difícil, ya que ese hombre que me tenía aprisionada contra la pared, era nada menos que mi jefe, la persona que siempre había admirado, y que desde hace ya algún tiempo atrás, había aprendido a querer.
Abrí lentamente los ojos y traté de alzar el rostro.
Como pude, alcé mi brazo derecho y llevé mi mano hasta su rostro.
Lo acaricié.
Lo hice con toda la dulzura que el momento requería. Quería hacerle entender que sabía lo que estaba pensando, y que el miedo era compartido.
Al instante, dejó de aprisionarme y bajó su mirada enfocándola en la mía.
Temblé levemente. Los nervios me estaban carcomiendo.
Él descendió su rostro hasta la altura de mi cuello, y pude sentir cómo su aliento quemó mi piel.
Me estremecí, y por inercia cerré los ojos.
Sentí como sus labios se posaron sobre mi piel, y muy despacio, empezó a recorrer la distancia que lo separaba de mi boca. Cuando éstos ya estaban sobre la comisura de mis labios, abrí nuevamente los ojos.
Nuestras miradas volvieron a cruzarse.
Vi el deseo reflejado en sus ojos, seguramente los míos, también reflejaban lo mismo.
No hubo necesidad de palabras, y con toda la energía que requería el momento, nos besamos apasionadamente.
El tiempo mágicamente se detuvo en ese instante.
Nuestras lenguas se enredaron con intención de no separarse nunca más. Mientras con nuestras manos, comenzamos a acariciarnos reiteradas veces.
Nos olvidamos de respirar. Lo único que nos importaba en ese momento, era disfrutar de nuestros cuerpos.
Con brusquedad me quitó el abrigo, para luego, desabotonar mi blusa, sacármela y tirarla al piso. Bajó el cierre de mi falda ajustada, subiendo otra vez sus expertas manos por mi espalda. Alcanzó el broche de mi sujetador, y enseguida, lo desabrochó.
Lo dejó caer al piso.
Yo no quise quedarme atrás, así que rápidamente le aflojé el nudo de la corbata, para luego, sacársela y tirarla por donde mejor cayera. Continué con su camisa. La desabroché poco a poco, dejando al descubierto su bien formado torso. Con suavidad, lo acaricié, a su vez que nuestras bocas continuaban enganchadas como imanes que no querían despegarse.
El toqueteó continuó, mientras la pasión se iba incrementando con cada segundo.
Desnudos de la cintura hacia arriba, comenzamos a acércanos más a la cúspide. Subió mi falda hasta donde más pudo, me tomó firme por las piernas, y con fuerza me elevó hasta la altura de su cintura.
Lo rodeé con mis piernas.
En ese momento, sentí su dura erección rozando mi intimidad, y pese a que lo evité, no pude ahogar mi primer gemido.
—Aaahhhg
Nuestros cuerpos comenzaron a frotarse frenéticamente, y yo no sabía si podría soportar estar mucho más tiempo, sin sentirlo dentro de mí. Traté de separarme un poco de él, para llevar mi mano derecha hasta la hebilla de su cinturón.
Logré mi cometido.
Desabroché hábilmente la correa, y enseguida, bajé el cierre de su pantalón.
Su cuerpo se tensó.
Introduje mi mano debajo de su ropa interior, y comencé a acariciar repetidas veces su prominente erección.
Jadeó.
Su ritmo de respiración empezó incrementarse rápidamente, y con éste, la velocidad con la que yo lo masturbaba.
Se excitó. Deslizó su mano hasta mi ropa interior.
Estaba justo apartando mi braga para culminar la penetración, cuando él se detuvo bruscamente.
Se quedó inmóvil.
—No puedo hacerlo, lo siento —habló en un susurro captando mi completa atención. Sus ojos se cristalizaron.
Lo miré con terror.
Me desenganché velozmente de su cuerpo, y lo abofeteé.
Avergonzada por lo que había acontecido hace unos minutos, los cuales para mí habían sido como horas, recogí mi ropa inmediatamente, y me vestí.
Me fui corriendo hacia el ascensor.
Salí del edificio.
No tuve tiempo para llorar, tampoco me di el tiempo para pensar, sólo tomé el primer taxi que vi a la salida.
—Eres una estúpida, Temari, no debiste olvidar que es un hombre casado —me regañé mentalmente, cuando el taxi estaba a más de cinco cuadras.
Al instante, cerré mis ojos. Un par de lágrimas rodaron por mi rostro.
.
CONTINUARÁ…
.
Gracias por leer, espero que les haya gustado.
Cualquier cosa que quieran decirme, pueden hacerlo a través de un review, me encanta leerlos y responderlos. Recuerden que los reviews siempre motivan al escritor, yo los amo :D
Más rato responderé todos los reviews pendientes, disculpen la demora.
Disculpen también las posibles faltas de ortografías, apenas tenga tiempo las corregiré.
Mi próxima actualización será en un par de días más. Ustedes se preguntarán ¿por qué tan pronto? Jajajaja. Bueno, en Chile estaremos en feriado de fiestas patrias, por lo tanto, tendré tiempo para escribir. La verdad este mes ha sido algo complejo, me cambié de trabajo, por lo que ya no cuento con el tiempo que tenía antes, ahora sólo puedo escribir los fines de semana. Trataré organizarme para así intentar de actualizar semana por medio.
Próxima actualización: Lo que siempre nos unirá.
Nos estamos leyendo, que tengan un lindo fin de semana.
Abrazos y besos.
