Hola a todos/as! Este es mi debut como escritora de fanfictions (yuhu!!!!). Voy a intentar ser muy breve: espero que la historia os guste, aunque sea un poquito. Ya está, ahora a leer. Ah! se me olvidaba, me encantan las críticas porque te permiten mejorar, así que no os cortéis ni un pelo con los tomatazos, las adulaciones y todas esas cosas, así que ya sabéis si llegáis hasta el final del primer capítulo dejar un review (please).
PD: (ya sabia yo que me sería imposible ser breve :p) Yo me leí los libros de HP en catalán y la traducción que haden de los nombres es un poco patética así que si encontráis algún error de ese tipo, mil disculpas!!!!
Disclaimer: No voy a ver un euro por esta historia porque los personajes no son míos, así que si me quieres denunciar busca otro motivo.
RONALD BILIUS ¿MALFOY?
1. Volviendo a la realidad
Abrió los parpados con dificultad para ver el blanco impoluto de un techo que no alcanzaba a reconocer. Los cerro con la esperanza de que aquel dolor de cabeza menguara, pero fue en vano. Volvió a abrir los ojos con la intención de descubrir donde estaba y, una vez más, vio el inmaculado blanco encima suyo. Poco a poco, fue virando la cabeza para encontrarse con una hilera de camas que se extendía hasta el fondo de aquella habitación. Forzó su cerebro al máximo para dilucidar que aquel lugar era la enfermería de la escuela.
- Hasta que por fin despiertas chico - escuchó decir a Madame Pomfrey a lo lejos.
La vio acercarse con calma y cuando llegó a su lado notó como revisaba su estado.
- ¿Qué me ha ocurrido?
- Una bludgger te pegó en la cabeza durante el partido y has estado inconsciente una semana.
- Vaya, pero seguro que Harry cogió la snitch y le dio su merecido al hurón y compañía.
Con los ojos cerrados, el joven no pudo apreciar la mueca extraña que se formó en el rostro de la enfermera.
-El señor Potter no jugaba – replico la mujer
- Lástima que me perdiera la fiesta de celebración, un momento - se interrumpió a si mismo - ¿ha dicho que Harry no jugaba? Madame Pomfrey se que no le apasiona el Quiditch pero que a estas alturas no sepa que Harry en nuestro cazador…
- A ver, abra los ojos - le pidió la enfermera, que tras otra revisión pareció conforme - señor Malfoy estaban jugando Slytherin contra Ravenclaw, creo que todavía está desorientado por el accidente.
- ¿Ése desgraciado también está aquí? Ja, que le den, por imbécil.
- ¿De qué habla joven? El único que está en la enfermería es usted
- ¿A si? ¿Entonces por que ha hablado de Malfoy?
- ¿Por qué es su nombre? - la enfermera ya miraba al chico con preocupación
La cara del joven reflejaba sorpresa al descubrir el sentido del humor de aquella mujer y, a continuación, se formó una sonrisa en sus labios pensando que la relación con ella, que durante tantísimos años les había curado, empezaba a ser realmente estrecha y por ello se permitía el lujo de mostrarse algo más amigable y relajada.
- Muy graciosa, si señora, por un momento creí que me había vuelto loco.
- Señor Malfoy, su actitud me esta empezando a preocupar.
- Venga deje ya de tomarme el pelo, le prometo que intentaré no volver aquí durante lo que queda de año, aunque ya sabe que eso va a ser complicado - dijo el chico risueño, mientras se incorporaba. Entonces, por el rabillo del ojo pudo entrever unos destellos verdes en su túnica y giró su cabeza para descubrir la insignia de Slytherin en su pecho - ¿qué coño hago con esta mierda encima?- exclamó, entre asqueado y confundido, aquello ya no tenía gracia para el chico - está bien, os habéis reído bastante, salir de donde estéis. ¿Harry? ¿Ginny? ¿Hermione? seguro que ha sido muy divertido pero es suficiente.
- Ésto no me gusta nada, voy a avisar al director. No se mueva de aquí ¿entendido? - la mujer empezó a dirigirse a la salida, pero se detuvo y le preguntó - ¿quiere que avise a su primo?
- ¿Mi primo? ¿qué primo?
- Draco Malfoy, ¿es qué acaso tiene otro?
- ¿Qué el hurón es mi….- y la realidad golpeó en su maltrecho cerebro con la fuerza del mazazo de un troll - no déjelo, no le diga nada. Se recostó de nuevo en su cama intentando asimilar lo que había ocurrido.
Un sueño, todo ha sido un maldito sueño, pensó. Que imbécil soy, mira que creer que unos niñatos salvaron al mundo del mago más malvado de la historia., ja cretino. Como si fuésemos héroes y no hubiera magos más poderosos que nosotros en todo el mundo mágico. Rió para sus adentros al percatarse que era la cosa más absurda que había soñado jamás. ¿Y la batalla? críos luchando contra adultos y ganando con el estúpido Expeliarmus….patético, y lo peor de todo es que me he despertado creyéndomelo. Madame Pomfrey debe pensar que me he vuelto loco.
- Joven ¿cómo se encuentra? - el chico levantó la vista para encontrarse con el director Dumbledore a su lado y, repentinamente, sintió ganas de abrazarle al verlo vivo y con aquella clara mirada de preocupación en su rostro. Sacudió su cabeza intentando borrar los recuerdos del estúpido sueño y con un gesto de cabeza indicó que todo estaba en orden.
- Madame Pomfrey me ha comentado que tiene lagunas en su memoria.
- Estaba un poco aturdido al despertarme, pero ya está todo bien.
- Comprendo, sin embargo, déjeme hacerle un par de preguntas para asegurarnos de que todo marcha bien. ¿Cómo se llama?
- Ronald Bilius Malfoy.
- Bien, qué recuerda de su vida, que ha hecho en los últimos días
- Por lo que me han dicho, durante la última semana he estado aquí tirado - contestó con una sonrisa burlona que el director correspondió
- El sentido del humor veo que lo tiene intacto. ¿Puede decirme algo de su vida?
- Está bien. Soy Ronald Bilius Malfoy y tengo diecisiete años. Mi madre y mi padre murieron cuando yo era pequeño y fue acogido por mis tíos Lucius y Narcisa Malfoy. Draco es mi primo y pertenezco a la casa de Slytherin. Mis notas son pésimas y lo ultimo que recuerdo es que estaba jugando el partido contra Ravenclaw y, de repente, todo se volvió negro. Ahora mismo, estoy hablando con Dumbledore, el director de la escuela de Hogwarts y un héroe para la comunidad mágica desde que hace dieciséis años derrotó a Voldemort de manera definitiva, salvando a…
- Entiendo, entiendo, realmente parece que no hay de que preocuparse. Madame Pomfrey cree que ya esta restablecido físicamente y, ahora que comprobamos que psicológicamente también, creo que no hay motivo para que continúe aquí ¿no es así? - dijo el director a la enfermera.
- Exacto. Ahora que todo esta solucionado puede reincorporarse a las clases inmediatamente.
- Pues si no necesitan nada más me voy, que debo atender unos asuntos urgentes - dicho ésto se levantó y abandonó la estancia con rapidez, dejando a un distraído Ron que ni siquiera atinó a despedirse.
- Bueno joven, puede tomarse su tiempo antes de abandonar la enfermería. Procure no levantarse de golpe e intente mover piernas y brazos repetidamente antes de salir de la cama sino quiere caerse de bruces al suelo. Ha pasado muchos días estirado y no me gustaría tener que volver a ingresarlo- dijo Madame Pomfrey y, lanzándole una mirada todavía insegura, se fue.
Ron se quedo allí tumbado, perdido en las palabras que acababa de decirle al director. Notando un gran vacío que iba creciendo su estómago.
- Soy Ronald Bilius Malfoy- dijo en voz alta tomando consciencia de lo que aquellas palabras significaban. No hay un Harry Potter en mi vida, ni mucho menos formo parte de la familia Weasley, pensó. El nudo en su garganta era cada vez más agobiante. Ni Hermione….
