Hey, hey ya estoy aquí otra vez. Primero que nada, me estoy empezando a plantear que ese es mi saludo oficial por que siempre digo lo mismo… Bueno, a lo que iba. Son las 9 de la mañana, no he pegado ojo en casi toda la noche, estaba yo tan feliz leyendo y escuchando Paramore cuando, PAM, me ha venido la inspiración jajaja
Bueno, no sé que más decir… Ah, sí, muchas gracias por los reviews de El viaje de fin de curso y de Dame una razón, por que han sido las dos primeras historias que colgué aquí y al principio estaba nerviosa por que no sabía si iban a gustar o no, así que… Muchas Gracias.
Y nada más nos vemos abajo.
-En 5, 4, 3, 2 y…
-Soy Carly.
-Soy Sam, y ese coso que hay detrás de la cámara es Freddie.
Ante esas palabras el técnico simplemente rodó los ojos.
-Y esto es… iCarly – Gritaron las dos a la vez empezando a bailar como locas con la música que se oyó por todo el estudio cuando Sam pulsó el botón de su mando.
-Bueno, hoy para empezar con el programa – Dijo Carly.
-La cosa va de peces.
-Yo creo que más bien de crustáceos.
-¿Por qué no dejamos que lo descubran ellos? Recibamos con un fuerte aplauso a…
-GIBBY – Gritaron ambas a la vez acercándose a la cámara.
Entonces apareció Gibby con unas puntas de langosta gigantes, una bata de médico y una enorme sonrisa en la boca.
-Por fin puedo vestirme como el doctor langosta.
-Sí, venga rápido Gibster que solo con verte vestido así me está entrando hambre – Dijo Sam.
El resto del programa fue de maravilla como siempre.
-Bueno, antes de acabar tenemos una petición para vosotros fan de iCarly. – Dijo la morena – Llevamos unas semanas discutiendo Sam, Freddie y yo, por que aquí nuestra alocada rubia – Señaló a Sam con las dos manos y ella saludó poniendo una pose de modelo – dice que es la más intrépida del mundo.
-Y mamita no habla por hablar – La cortó Sam.
-Bueno, el caso es que a lo largo de toda la semana, nos mandéis videos a con vuestras propuestas para que Sam demuestre que lo que dice es verdad.
-Adelante no os cortéis, dadme lo que os de la gana. Me encanta poder demostrar lo intrépida y atrevida que soy.
-Y eso es todo, recordad, dejad vuestros videos en la Web. Adiós.
-Sayonara Baby – Dijo la rubia poniendo voz masculina.
-Y estamos fuera.
-Carly. Carly. ¡Carly! – Gritó Spencer desde el piso de abajo.
-Vamos a ver que quiere.
Los tres amigos bajaron en tropel por las escaleras y al llegar al salón de los Shay vieron a Spencer mirando al techo y saltando.
-¿Qué pasa tanto gritar?
-Mi pistola de pegamento.
-¿Qué pasa con tu…?
Antes de que Carly pudiera terminar la frase, siguieron el brazo de Spencer que señalaba el techo. Allí vieron apegada la pistola de pegamento del artista.
-Necesito mi pistola, si no, no podré terminar a tiempo mi escultura para el concurso del centro social.
-Ya la cojo yo. Vamos Spencer, levántame para que pueda engancharme a la viga del techo.
Spencer obedeció al demonio, pero a pesar de lo delgada que estaba, algo bastante raro debido a que si iban a comer cinco personas a una casa y una de ellas era Sam tenías que hacer comida para diez, el mayor de los Shay no pudo levantarla.
-Y luego te quejas cuando te digo que estás fofo.
-Genial, ahora no podré recuperar mi pistola de pegamento. Si Carly no me hubiera prohibido tener una escoba en casa ahora tendría la escultura acabada.
-Quemas todas las escobas, es normal que te lo prohíba.
-¿Me dejáis intentar levantar a Sam a mí? – Saltó de repente Freddie.
Sam no pudo contener la risa.
-¿Tú? No me hagas reír, pero si apenas puedes levantar la cámara.
-No te lo crees, ¿verdad?
-La verdad es que no puedo creerte. – Dijo la rubia entre risas acercándose al chico que estaba en la cocina. – No es natural que tú… woah.
Sin ningún esfuerzo Freddie agarró a Sam por la cintura y la subió a la encimera.
-Sube a mis hombros Puckett.
-¿Desde cuándo estás tan… poco débil Freddiefer? – Dijo ella obedeciendo.
-Desde que hace casi un año decidí apuntarme al gimnasio. Venga agárrate a la viga.
Unos minutos más tarde, Spencer se fue felizmente a su habitación saltando por la casa al mejor estilo Heidi dispuesto a terminar su escultura, que todavía resultaba un misterio para los tres amigos.
Mientras tanto, el equipo de iCarly, decidió ir a Zumolandia a tomar unos batidos y a decidir que día quedarían para ver todos los vídeos.
-Ya lo veréis, no habrá desafío lo suficientemente intrépido para mí.
-No cantes victoria tan deprisa Sam – Advirtió la morena – Puede que te sorprendas.
-En eso Carly tiene razón.
-Tú chitón Benson.
-Oye que yo también puedo dar mi opinión.
-Yo no veo a nadie que le interese.
-Seguro que a Carly sí que le interesa.
-Ya vale – gritó la morena – Primero, a mí no me metáis en vuestras discusiones matrimoniales. Y segundo, yo creo que lo mejor es quedar todos el viernes a las 9 de la mañana en el estudio de iCarly. El viernes fumigan el colegio así que dudo que haya problemas.
-¿Las 9 de la mañana? ¿Esa hora existe en vacaciones? – Se quejó la rubia.
-Tú dormirás en mi casa si no seguro que te duermes.
-Está bien. El viernes a las nueve – Concluyó Freddie dando un sorbo a su batido.
La semana pasó y pasó también casi todo el viernes y no encontraban un desafío lo suficientemente extremo para Sam. Ni siquiera ese de una seguidora que pedía que Sam besara a Freddie.
Cuando pensaban que se acababan las posibilidades…
-Reto a Sam a que se presente al concurso de belleza que organiza el entro Social de Seattle, en colaboración con otras ciudades.
Freddie abrió los ojos como platos y se levantó de un salto tirando al suelo todas las palomitas que habían preparado.
-Ese es… ¡Ese es nuestro desafío!
-¿Qué tiene de extremo un concurso de belleza benson?
-Que eres lo menos femenino de Seattle – Saltó Carly – Faltan cuatro semanas para el concurso, cuatro semanas de entrenamiento, vestidos, tacones, talento y cursilerías femeninas Sam. ¿No te parece lo suficientemente extremo?
-Pero…
-Vaya, nuestra rubia intrépida se raja Carly – Dijo Freddie con voz de pena.
-Es verdad, se raja, no es tan intrépida como dice ser.
-¿Qué no? Llama a Spencer que está por allí y dile que me apunte a ese concurso de pacotilla. Os voy a demostrar a todos lo que es bueno.
Y hasta aquí. Sé que no está muy allá, pero os prometo que irá a mejor. A todo eso, Sam nunca ha participado en un concurso de belleza en esta historia. Dejad vuestros reviews diciendo si lo odiáis, si os gusta, lo que sea, ya sabéis que estamos en un mundo libre.
Besos ^^
