PJO y sus personajes no me pertenecen.
Llévate todo
En un beso al aire, en unos labios salados y húmedos; perdido en el cálido mar salino. En sensaciones sombrías y sueños ahogados en una tormenta; una vez más, cual cliché de Cinderella.
Pues el tiempo había acabado; el reloj marcó las 12 de la medianoche y su felicidad se esfumó cuál llama apagada por la falta de oxígeno, justo como su corazón sesgado en ilusiones de un mundo perfecto junto a su Calypso.
Pues una vez más, ahí; en la misma playa escribiendo palabras que luego quemaba con cólera abrazadora bullendo de su interior, arrasando todo a su alrededor; pues sus lágrimas ardían más que el mismo fuego griego al recordar aquel beso robado, suave y desesperante.
Su cintura en contacto con su abdomen, sus manos aturdidas sosteniéndola cada segundo con más firmeza; y la sonrisa tímida en aquellos ojos verdes, observando un ser que no le pertenecía.
Era suya, la había salvado arriesgando su propia vida y sin embargo; no eran sus besos que ella ansiaba, no eran sus caricias que la estremecían ni mucho menos sus palabras que la enmudecían.
Corrió, sin importar el enorme incendió que poco a poco consumía la vegetación aledaña al pequeño lago; gritó sin detenerse.
Pues ella no era más suyo, y Leo nunca supo hacer nada más que huir de la vida y sus problemas.
