NOTAS DE LA AUTORA:

Bien, esta idea surge sinceramente después de leerme un manga de Aya Nakahara que se llama Tokimeki Gakuen Ouji Kumi. Si no lo has leído lo recomiendo, son unos divertidísimos oneshots y de ellos me surge la idea de los tan aclamados príncipes de las escuelas y la variedad de príncipes que se puede encontrar en el género shojo.

Además, aclarar que me encantaría seguir con el fanfic de Shibusen High School pero que cada vez que lo quiero seguir se me ocurren historias nuevas y tengo que escribirlas, pese a que nunca las publico. Creo que empezare a hacerlo como me atrevido a hacer con esta :3 sin más, a leer amigs, ¡espero que os guste!

Summary: Maka observa con cautela a los príncipes de su escuela preguntándose interiormente que tienen esos chicos para ser llamados así: está el príncipe gentil Hero, el príncipe simétrico Kid, el príncipe egocéntrico(¿hace falta decir quién es?) y después…después estaba Soul,el príncipe de los idiotas. ¡Bienvenidos al Shibusen, ¿qué tipo de príncipe te gusta más?

Rating: T (de momento, tal vez lo suba más adelante, depende)

Duración: Depende de ustedes, queridos lectores. Si os gusta será una serie, si me decís que es una mierda se quedará en Oneshot, aunque el final estaba escrito para ser seguido snif T.T

Advertencias: AU, algo de OCC tal vez (espero no cargarme ningún personaje XD), vocabulario obsceno, alguna que otra escena pervertida (en caso de ser continuado y no dejado como Oneshot) y sobretodo : Faltas de ortografía (escribo del tirón y luego suelo revisar MUY por encima las faltas, espero no haber escrito ninguna barbaridad).


-No plagiar- Narración, dialogo.

-No plagiar- Palabras clave, énfasis.

-No plagiar- Conversaciones telefónicas, flash back.


POR FAVOR LEER CUIDADOSAMENTE LAS ADVERTENCIAS DE CADA CAPITULO ANTES DE EMPEZAR A LEER; SOUL EATER NO ME PERTENECE, LA TRAMA DEL FIC SÍ. NO PLAGIAR.


Cosa de PríncipeS

By: Agridulce

Capitulo único / INTRO (?)

Aquella mañana amaneció soleado, y sin saber muy bien porqué ella se sintió feliz por dentro sin razón alguna. A veces le pasaba; si llovía y hacía muy mal tiempo se sentía más alicaída y si el sol brillaba y resplandecía en Death City una inmensa fuerza interior que la hacía creer capaz de todo se apoderaba de ella.

Bostezó con fuerza al tiempo que abría la puerta del baño para encontrarse con las hermanas Thompson, sus compañeras de piso, arreglándose frente al espejo.

-Que madrugadoras-Les dijo divertida.

-Parece que alguien se ha levantado de buen humor hoy-Le respondió Liz sonriendo, pero sin apartar la vista de su reflejo para no sacarse un ojo con la mascarilla de pestañas.

-¡De buen humor, de buen humor~!-Canturreó su hermana menor Patty mientras, de manera muy desastrosa, se pintaba horriblemente mal los labios de carmín pareciéndose así a El Joker.

-Shht, no grites que Tsubaki y Chrona aun están durmiendo-Le reprendió la mayor, pero al mirarla no pudo evitar soltar un grito de horror-¡Patty, mi pintalabios Chanel, lo estas destrozando! ¡Además ya te he dicho mil veces que este color no te queda!

-Kyajajajaja-Se rió la rubia-Onee-chan no grites que Tsubaki y Chrona aun duermen.

Maka no pudo evitar reír al tiempo que Liz reñía a su hermana. Eran tan presumidas y tan escandalosas…

De entre la oscuridad de la casa fue apareciendo poco a poco una tenebrosa sombra que al final resultó ser la pobre de Chrona asomándose también por la puerta del baño, que traía como siempre un aspecto algo fúnebre.

-No se lidiar con gritos mañaneros…-Susurraba.

-Buenos días Chrona-La saludó Maka con una gran sonrisa.

-B-buenos días chicas-Las saludó también, tímida como siempre-C-creo que iré a p-preparar el desayuno…El lavabo esta a-algo saturado hoy.

-Te ayudo-Se ofreció la rubia.

Y así, entre risas, bromas y algo de escándalo las cinco jóvenes desayunaron y se arreglaron para asistir a la escuela. Realmente, a Maka le fascinaba su amistad con ellas. Siempre había sido una chica seria y muy estudiosa que apenas se relacionaba con nadie, no tenía amigos. Fue entonces cuando entró al instituto y le tocó compartir clase con ellas.

Al principio se le hacían pesadas, siempre hablándole y queriendo arrastrarla a sitios donde ella no quería ir, por no decir que le parecían unas descaradas por el exceso de confianza que se tomaban con ella.

Pero al final, hasta el cubo de hielo más frio acaba derritiéndose ante tanta ternura.

Eran maravillosas, tan diferentes y sin embargo se compenetraban tan bien…No las cambiaría por nada, y Maka, a sus casi dieciocho años podía decir con completa confianza y seguridad que poseía a las mejores amigas del mundo.


Llegaron al instituto puntuales, puesto que en el piso que las cinco compartían por suerte había dos lavabos, sino con las hermanas Thompson sería imposible llegar puntual, sobre todo con Liz. Acaparaba demasiado el baño.

Se dirigieron a paso tranquilo hacia la clase que por suerte, todas compartían. Por el camino encontraron a Kim Diehl y Jacqueline O. Lantern Dupré –que nombre más largo, era difícil acordarse- otras compañeras de aula que las saludaron amistosamente.

-¡Que hay chicas!-Kim siempre tan efusiva.

-Buenos días Kim, Jacqueline-Saludaron Maka, Tsubaki y Liz de forma agradable y normal.

-B-buenas…No se lidiar con esto-Dijo Chrona con gran esfuerzo para hacerse oír.

-¡Hola, hola Jirafas!-Patty…

Kim rió con ganas como siempre hacia cuando la rubia de las hermanas soltaba alguna de las suyas.

-Siempre tan graciosa Patty-Le dijo -¿Y bien, como lleváis la convivencia juntas?

Era cierto, no siempre habían vivido todas juntas. De eso hacía una semana tan solo, pero Maka se sentía como si hubiese vivido toda la vida con ellas. ¿Era eso normal? Aunque lo costara reconocerlo en cierto modo echaba un poco de menos al inútil de su padre y no podía evitar preocuparse por él.

"Es un peligro con patas" Pensaba cada noche "No sabe cuidarse ni siquiera a sí mismo, debe estar pasándolo bastante mal…"

Pero por mucho que la asaltaran las dudas, no iba a cambiar su decisión. Al fin y al cabo algún día tendría que haberse ido y dejarlo atrás, era algo inevitable.

-Pues muy bien la verdad-Contestó Liz, tomando la palabra-¿Verdad chicas?

Todas asintieron alegres.

-Es genial eso-Dijo Jacqueline, que aun no había hablado-Sois tan diferentes, pero os lleváis tan bien…-Suspiró soñadora-Ojalá todo el mundo fuera así de agradable por aquí.

Entre cotilleos de ropa, oraciones sin sentido, tartamudeos y comentarios sobre las tareas del día, las chicas se abrieron paso por fin al aula y tomaron sus asientos.

Maka se sentía algo desplazada puesto que se sentaba al final del aula al lado de la ventana. Las demás se situaban por el centro de la clase o en las primeras filas. Aunque lo que más le molestaba no era el sitio, sino quienes la rodeaba.

En esos instantes se abrieron de nuevo las puertas del aula y ella supo que su tortura mañanera estaba a punto de empezar. Como acto reflejo se escucharon montones de suspiros femeninos. Suspiros de tontas a opinión de la rubia.

"Hablando de los reyes de roma…" Suspiró ella también, pero de cansancio.

Aunque más que reyes, en este caso eran príncipes. O por lo menos así los apodaban las chicas del instituto. No pudo evitar observarlos disimuladamente, como cada día hacía. No es que Maka fuera una de esas fan girls locas. No los observaba por eso. Simplemente se preguntaba por qué los apodaban así…Porque de príncipes no tenían nada, la verdad.

El primero era un guapo rubio de ojos azules. Su nombre era Hero y era apodado por las chicas como El Príncipe gentil por su amabilidad y sus buenas acciones, además que siempre hablaba de una forma muy educada y acaramelada. A ojos de Maka este sujeto era algo afeminado y empalagoso, por no decir mucho; vestía con la camisa del uniforme desabotonada por arriba, con la corbata anudada debajo de la prenda –era rarito el pobre- y tampoco se abrochaba los últimos botones dejando al aire parte de su vientre al aire. Además que el pantalón del uniforme lo llevaba por lo menos dos tallas menos que la suya y le quedaba estrecho. Muy estrecho.

Más que el príncipe gentil, Maka y las demás lo apodaban El Príncipe mariposa.

A su derecha lo seguía Death the Kid, que era sin duda el más excéntrico de todos los "principitos". Este, pese a ser el hijo del director de la escuela la verdad es que no daba ejemplo en nada. En su vida todo parecía regirse por las leyes de la simetría únicamente, y eso hacía que se metiera en más de un problema sin siquiera pretenderlo. Era condenadamente guapo, con esos ojos ámbar y ese extraño cabello negro con tres rallas blancas, pero esa obsesión con la simetría le quitaba el encanto.

Originalmente las chicas lo apodaban El Príncipe elegante –nótese el sarcasmo al decir que los apodos eran realmente originales-. Pero el joven parecía insistir tanto en ser llamado El Príncipe simétrico que al final se le acabó llamando así, aunque de simétrico con ese pelo no tenía nada.

Liz lo había apodado El Príncipe esquizofrénico, por los ataques de locura y depresión que le daban cuando las cosas no cumplían con una perfecta simetría.

-Buenos días Maka-chan-La saludó el mariposa, con una de esas sonrisas bobas y empalagosas que le daban tanto repelús a la rubia.

-Buenos días a ti también, Hero-Pese a todo, el chico es que era agradable y aunque era algo difícil de admitir, no acababa de caerles nada mal. Miró a Kid, que estaba a su lado pálido y temblando-¿Kid? ¿Qué te pasa, te encuentras bien?

El moreno la miró, temblando.

-¡No somos simétricos, joder! ¡Somos impares!-Gritó, haciendo que todos en el aula se girasen a mirarlo. De fondo se escucharon las risas de las hermanas Thompson-¡Soy un cerdo, soy asqueroso…no merezco vivir, yo soy el que sobra, el que hace el número impar!

Maka quiso reír pero se aguantó, porque aunque aquella rara obsesión que llevaba al límite fuera para reírse y no parar, para Death the Kid era algo muy serio y si algo caracterizaba a la rubia era el respeto y la comprensión con la que trataba a todos. O a casi todos.

Otro grito se alzó entre las risas y murmullos que había causado el simétrico príncipe.

-¡¿Ya estas otra vez intentando robar la atención al gran Black Star?-Gritó el susodicho-Déjate de tanta simetría estúpida y aprende a admirarme a mí, el Dios del Shibusen.

-¡Cállate, mono de mierda asimétrico!-Le respondió también gritando Kid-¡Eras tú, tenías que ser tú! ¡Sobras aquí, lárgate de la clase que destrozas toda simetría del lugar!

Pese a tanto grito e insulto, eran amigos y se apreciaban mucho aunque en esos instantes no lo pareciera.

Y ahí estaba el gran Black Star, el tercer "principito", el cual tampoco tenía desperdicio alguno. Era tan excéntrico o incluso más que Death the Kid. Siempre queriendo ser el centro de todo, siempre gritando y haciendo escándalo. Siempre metiéndose en líos y siempre, gritando a los cuatro vientos lo maravilloso y grandioso que era, proclamándose a sí mismo el Dios de la escuela y el futuro Dios del mundo. Todo un personaje sin duda. Pese a que era guapo y estaba fuerte de practicar deporte y pelearse constantemente, sus notas eran horribles y no poseía una inteligencia que se pudiera considerar, ni siquiera, mínima.

Lo apodaban El príncipe Egocéntrico. No hacía falta explicar porqué. Pese a la insistencia de él en ser proclamado Dios y no príncipe, las chicas no parecían dispuestas a querer llamarlo de otra manera.

Era bruto como un animal y Kid lo llamaba siempre mono, por eso lo habían apodado secretamente El príncipe chimpancé.

-¿Cómo te atreves a ordenarme algo?-Le replicó Black Star-Pensaba que nos conocíamos desde hacía tiempo.

-Por desgracia-Replicó Kid.

-Como sea-Le restó importancia el peliazul-¿Aun no sabes quién soy yo, eh? A mí no se me ordena nada, yo ordeno.

-¡Sí que se quién eres, un mono, un maldito mono!-Gritó poniéndose cada vez más histérico y estirando de la camiseta desordenada de Black-¡Vamos, sal de aquí! ¡Somos 13, que asco de número!

...


Maka miraba entretenida la discusión, que era pan de cada día. De verdad que cuando intentaban matarse como en esos momentos hacían un escándalo horroroso, ¿Dónde estaba el profesor Stein cuando se le necesitaba? Seguramente diseccionando alguna pobre criatura inocente…

"¿Y a estos los llaman príncipes?" Se preguntó como siempre hacía "Hasta una piedra es más principesca que ellos…"

Alguien estiró de manera sutil sus coletas, y no necesitó girarse para saber de quién se trataba. Sí, en esa escuela había unos príncipes extraños, excéntricos y peculiares, pero el que se llevaba el premio, sin duda era…

-Buenos días pechos planos-La saludó una voz ronca desde detrás.

Era su agradable y estúpido compañero de pupitre, Soul Evans, que era el último principito del Shibusen. Pero para Maka era simple y llanamente un idiota. Sí, podría ser un príncipe…

Pero solo sería El Príncipe de los idiotas.

En el instituto las chicas lo apodaban El príncipe Cool, y eso era realmente fastidioso porque si había una cosa que Soul adoraba era precisamente eso, ser un chico Cool, así que se puede decir que gracias a aquel original apodo su ya de por sí crecido ego aumentaba día tras día.

Era guapo, más que eso, guapísimo. Poseía unos preciosos ojos rojos como la sangre que a Maka le fascinaban e intimidaban a partes iguales. Aquel cabello blanco como la nieve y alborotado como solo él podía llevarlo junto a esa sonrisa torcida y de tiburón que la había estremecerse sin querer hacerlo…

Soul Evans tendría que estar considerado un pecado.

Pero todo lo que tenía de guapo, lo tenia de idiota. Pervertido, creído, egocéntrico –aunque no tanto como Black Star, ya que eso era imposible-, descarado, maleducado, grosero, caprichoso y un sinfín de cosas más.

También estaba el hecho de que desde que había entrado al Shibusen y habían coincidido en la misma clase –por desgracia- él muy estúpido parecía divertirse a lo grande molestándola. Aunque ya era costumbre para la rubia ser molestada por Soul, a ella no le gustaba. Porque tenerlo cerca, tenerlo pendiente de ella, hacía que inevitablemente su corazón latiera más deprisa, su pulso se acelerará y se pusiera nerviosa.

A Maka Albarn no le gustaba ponerse nerviosa y sentirse así de desarmada, mucho menos por un chico, y aun menos si era por Soul Evans, su cretino favorito.

-Hola, príncipe idiota.

A Soul era al único al cual llamaba por su segundo y secreto apodo. Llamar a Hero mariposa, a Kid Esquizofrénico y a Black Star chimpancé no estaba en sus planes, aun.

El arrugó el entrecejo mientras se sentaba en el pupitre de su derecha.

-Es príncipe Cool-La corrigió-Repite conmigo: Cool.

-Ya te gustaría a ti ser de verdad cool.

-Y ya te gustaría a ti tener los pechos grandes.

Bien; era tonto, pero parecía tener siempre una respuesta ingeniosa para dejarla en blanco. Y cuando eso sucedía…Le estampaba el primer libro que tuviese a mano en la cara. Como en ese instante.

-¡Eh!-Se quejó el albino-No es mi culpa que seas…

La rubia gruñó molesta y lo fulminó con la mirada. Este interrumpió la frase, tragando saliva.

-Está bien, pararé porque tengo sueño-Dijo al tiempo que bostezaba sonoramente, haciendo que la chica de ojos verdes suspirase más tranquila-Pero solo por el momento, my lady.

Y entonces dibujó una de esas sonrisas torcidas que junto a sus jodidos my lady a Maka la hacían desfallecer de pies a cabeza, aunque lo disimulaba muy, muy bien.

Al fin la clase estaba completa y sonaba el timbre que daba el inicio a las clases. Como ya eran pares Kid dejó de ponerse histérico, por lo tanto dejó de molestar a Black Star y este se relajó un poco. Ambos muchachos tomaron asiendo delante de Soul y Maka,y Hero se sentó detrás junto a Ox Ford, un chico muy raro.

Sí, Maka estaba rodeada por los príncipes del Shibusen, siendo así la chica más envidiada de toda la escuela. No por su físico –aunque este era perfecto, su único fallo era que aun no había desarrollado unos pechos lo bastante grandes para ser considerados aceptables por el género masculino, pero por lo demás estaba muy bien, y eso lo sabía- sino por esos peculiares y excéntricos compañeros que la rodeaban.

A los cuales, con el tiempo, había aprendido a apreciar tal y como lo había hecho con sus amigas, y los cuales también, le daban tanto alegrías como sustos.

Sonrió tímidamente al mismo tiempo que el profesor Stein se abría paso con su silla de ruedas por el aula hasta el escritorio sin caerse con ella. Con los años había perfeccionado su técnica.

"Príncipes… A su manera, puede que si lo sean"


Una mano pícara empezó a acariciarle suavemente el muslo, con fallido disimulo y en un intento torpe de colarse bajo la falda de su uniforme. Miró a Soul sorprendida y ruborizada al tiempo que pellizcaba la mano de su pervertido compañero. Este la había estado mirando como a veces hacía, de manera intensa y penetrante al tiempo que se le escapa alguna que otra caricia obscena que Maka tenía que censurarle si no quería volverse loca.

Loca por el príncipe idiota.

-¡Eso duele!-Se quejó en susurros él, dolorido.

-Eso te pasa por pervertido-Le respondió ella, mientras sacaba su cuaderno y se preparaba para tomar apuntes con el rostro serio e inmutable, intentando disimular su reciente desliz emocional-Aparte de idiota, también eres el príncipe de los pervertidos…No, más bien el rey.

Soul se aguantó una carcajada para no llamar la atención de Stein, no quería ser diseccionado.

-El día que consiga derribar ese muro que pones en medio…-Susurró, mirándola de nuevo con aquellos rubís oscurecidos de deseo, como queriéndola desnudar con la mirada. Aquella voz ronca y aterciopelada tampoco la ayudaba mucho a mantenerse cuerda-…veremos quién es el más pervertido de los dos, my lady.

Apartó la vista roja como un tomate, para dirigir su atención a Stein, que estaba empezando a pasar la lista de asistencia. Odiaba eso de Soul, porque sabía que alguien como él, que podía tener a cualquier chica que quisiera sin tan solo mover un dedo, solamente hacía todo aquello por el placer de molestarla y verla así, tan avergonzada y debilucha. Demostrándole que incluso ella, tan seria y tan recta que se negaba a besar el suelo por donde pisaba podría llegar a caer a sus pues.

Soul era ese tipo de chico, o por lo menos era la imagen que daba.

Maka resistía, demasiado tal vez. Pero no sabía cuánto podría aguantar. De verdad que era un descarado y un idiota pero…eso no le quitaba lo atrayente que podía a llegar a ser todo él. Sus ojos, sus expresiones, su sonrisa, su cuerpo, su olor…

"Pervertida" Se dijo a sí misma, mientras ponía atención a la clase e intentaba borrar de su mente cualquier pensamiento impuro relacionado con ella y Soul desnudos entre sabanas.

-Black Star.

-¡Presente, como siempre! Soy un Dios compasivo y como se que os morís de ganas de verme cada día, os regalo mi presencia y mi…

-Chrona makenshi.

-P-presente…

-¡Oye no ignores al grandioso Black Star!

-¿Chrona?

-¡P-presente!

-Death the Kid.

-¿Joder, porque siempre soy el tercero? ¡Quiero estar en un número par, un número par por favor!

- Harvar D. Éclair.

-Aquí.

-¡Algún día superaré a los dioses, entonces malditos todos vosotros que ahora ignoráis mi grandiosa presencia…!

- Jacqueline O. Lantern Dupré.

-Presente profesor.

-…y cuando eso pase entonces me reiré de vuestras caras y os gritaré: ¡Besadme el culo!

-Black Star-Pronunció Stein, de una manera tan tétrica que a todos los alumnos les recorrió un desagradable escalofrío. A todos claro, menos al Príncipe egocéntrico-Que maravilloso discurso…

-Ah, veo que me escuchabas humano.

-Sí, ha sido sin duda emocionante hacerlo, tanto que necesitaría que movieras tu culo de la silla y te largaras al pasillo a airearte la cabeza un rato, creo que se te ha sobrecalentado-El peliazul intentó replicar, pero fue interrumpido de nuevo por el profesor, que esta vez le lanzó un bisturí que si no llega a ser por los buenos reflejos del muchacho le abría atravesado la oreja izquierda-Tu presencia y tus palabras son tan grandiosas que nos abruman, así que necesitamos relajarnos. Vamos, muévete gusano.

-Entiendo, no os asustéis, es normal. Si fuera vosotros y tuviera a alguien como yo cerca también me sentiría igual.

Nótese el sarcasmo en las palabras de Frank Stein y la ignorancia en las de Black Star. Todos empezaron a reírse mientras el científico podía, ya en paz, acabar su tarea de pasar lista de asistencia sin el pesado de Black Star que siempre por una cosa o por la otra acababa en los pasillos castigado.

Entonces fue cuando Maka se atrevió a mirar de reojo a su Príncipe idiota, que ya se encontraba con la cabeza sobre los brazos cabeceando. No pudo evitar mirarlo durante unos largos segundos embobada.

Estaba tan guapo dormido…

Hasta que alguien tuvo que interrumpir su embobamiento mental y se dio cuenta de lo que estaba haciendo y de dónde estaba. ¡Diablos, maldito Soul Evans por ser tan irresistiblemente guapo! ¡Maldito rey de los pervertidos al cual no podía sacarse de la cabeza!

Stein carraspeó al ver a su compañero durmiendo y Maka temió lo peor, pero al final el profesor decidió no enviarlo fuera y dejarlo dormir, así al menos estaría tranquilo y no jodería durante un buen rato.

-Bien, libre de estorbos empezaremos con la clase, así que prestadme atención o tendré que diseccionaros a vosotros, parásitos-Sí, aquel era su discurso favorito para dar inicio a sus horribles clases.

Y así iniciaba una nueva mañana de clases en el Shibusen, aquella escuela de locos, príncipes excéntricos y profesores con tendencias psicópatas que todos adoraban, porque por unas razones o por otras, cada uno tenía sus motivos para desear ir a clase cada mañana.

El motivo de Maka era un estúpido vago que se encontraba cabeceando a su lado cuando tendría que prestar atención a la lección que se impartía. Sonrió tímidamente; tal vez algún día, cuando estuviera cansada de resistir la tentación de probar a aquel atractivo joven se decidiera a dejarse llevar y acabar en sus brazos, aunque fuera solo por una vez.

Mientras tanto, se encargaría de ser el dolor de cabeza y el talón de Aquiles personal de aquel príncipe mujeriego e idiota que tanto le gustaba.


¿CONTINUARÁ?


¡Bien, por fin, por fin~!

Sí, se que en verdad en capítulo en sí s una mierda, pero mi intención inicial es hacer de esta trama una pequeña historia, no muy extensa pero con más de un par de capítulos por lo tanto este correspondería a ser una intro. Así que me gustaría saber:


¿Les ha gustado? ¿Lo sigo o lo dejo en capitulo único? ¡Hacédmelo saber por favor!


Tengo en mente algunas historias más por lo tanto no estoy muy segura de subir más capítulos, pero si la gente quiere más, entonces haría más eso obvio, y más ahora que me he vuelto a poner al día con Soul Eater y el MakaSoul :D

Si no, quedaría como un Oneshot…sí, soy una cobarde, lo sé xDDDDD

Si lo siguiera, el próximo capítulo sería sobre el príncipe idiota de Soul, porque el primero ha sido sobre Maka, además intentaría sacar algo más a las demás chicas y cada una con su respectivo príncipe, pero sin olvidar, claro está, que la pareja principal son Maka y Soul *-*

Saludos a todos, espero opiniones y no tomatazos, sed buenos. Adiosiiito~

ATT; Agridulce-