Desde pequeña, Quinn supo que era diferente, pero eso no la hacia sentirse mal, hasta que accidentalmente una pequeña morenita de ojos cafes descubrió su secreto e impulso a una timida rubia a confesar lo que ella consideraba su mayor secreto.
Rachel Berry era la alumna mas destacada del Mckinley, con una fama excepcional. Lo tenia todo: era líder del glee club, el mas importante en la escala escolar, tenia al chico perfecto, Finn Hudson quien desde siempre tuvo un enamoramiento con ella hasta que consiguió que la diva le haga caso; sus padres le adoraban, no podía tener mayor felicidad en el mundo, pero aun asi ella se sentía sola, tan sola como la chica rubia a la que todos los días lanzaban slushies en el cuerpo.
Quinn Fabray era la típica nerd que no tenia con quien ayudarse, siempre se le veía sola y si no empapada en la horrible bebida que ella tanto detestaba; pero mas que eso odiaba volver a su inmensa mansión casi siempre vacia, solo su padre estaba cerca, el era quien le quería y cuidaba, sabia de su condición y siempre la acepto, su madre, por el contrario la abandono apenas con 4 años de edad. Quinn siempre tuvo una vida complicada, no por el dinero, pero si por su inocente forma de ser.
Cierta mañana, iba Quinn a su clase de gimnasia cuando iba una Rachel acompañada del bobo de su novio, pero que no podía dejar de ver a la rubia que pasaba rápidamente.
Rachel decidio que descubriría quien era la rubita y se acercaría a gastarle una broma pesada. Ella tenia una hora libre y la utilizaría en seguir a la rarita ayudada por la gran Santana Lopez, amiga suya desde pequeña. Entre la dos idearon un plan para que la joven cayese en la broma.
Santana compartia clase con Quinn y decidio molestarla en las duchas, mientras Rachel lo veía todo desde una esquina de las duchas.
Pero mira lo que tenemos aquí, una tonta rubiecita a punto de bañarse?
No te he hecho nada, por favor déjame tranquila, te dare lo que pidas, pero déjame
Uhmmm, déjame pensarlo, sabes, seria mejor ahorrar agua, quiero que te bañes conmigo.
¿Qué, estas loca acaso?, eso es imposible, déjame por favor
Santana se divertia de lo lindo viendo como de roja se ponía la otra chica al verla desnudarse frente a ella, a lo que Quinn salio corriendo sin percatarse de Rachel, ambas cayeron al suelo, Rachel cayo encima de la rubia quien asustada tuvo un "problemita"
Pero que diablos?
Yo-yo lo siento, d-debo irme
Nooo, no te iras, yo he sentido algo ahí- señalando sus partes intimas
Es su imaginación señorita Berry, en- n serio, te-tengo que irme
No te vas a ir…
Quinn, soy Quinn
Lindo nombre eh, pero bueno, parate y bajate los pantalones.
¿Qué?, no lo hare
Oh, si lo haras o quieres que lo haga por ti?- le decía un tanto seductora
Quinn sin darse cuenta había retrocedido hasta sentirse acorralada contra uno de los lockers, lo que Rachel aprovechó para pegarse mas a la rubia y tocarla un poco. Poco a poco fue bajando su mano por el torso de la joven sin detenerse siquiera cuando casi llega a la parte baja le dice:
Puedes pedirme que pare si quieres que me detenga, pero la verdad es que no lo haré
Por favor, déjame, no lo hagas, te lo suplico, hare lo que pidas, por piedad.
Muy tarde…
Asi fue como Rachel palidecio al darse cuenta del secreto de la timida rubia que sonrojada miraba a la morena totalmente fuera de si, Rachel no sabia como reaccionar, lo único que pudo hacer fue aferrarse al cuerpo de la otra chica y besarla, si!, le beso y sintió como si fuegos artificiales hubiesen explotado en su interior, Quinn no pudo resistirse y respondio al beso sintiéndose de pronto completa, pero un atisbo de cordura la golpeo y salio huyendo.
Rachel decidio que esa rubia seria suya, pero que haría con Finn?
Una semana mas tarde, Santana abordo a Quinn, la latina tuvo que reconocer que la chica era muy tierna y dulce, conocio un poco mas a la joven, cosas sobre la familia de esta y otros pormenores que no imagino jamas de Quinn.
Wow rubia, tu vida si que ha sido complicada
La verdad es que si, pero no me quejo, amo a mi padre y el a mi, no nos importa tener mucho dinero, solo velamos el uno por el otro…
Y es por eso que te aislas de todos?, con lo guapa que eres podrias estar en lo mas alto de esta pocilga.
Realmente no me importa eso, yo solo quiero ser normal…
Si, si, lo que digas, oye, puedo ver que tan grande es lo que llevas ahí abajo?
Que?, no!
Ya pues, mira Quinn, me caes realmente bien y no quiero arruinarlo contigo, yo ya te hable de mi "secreto", ahora muéstrame el tuyo.
Asi Quinn accedió y le mostro a una sorprendida Santana lo que tanto guardaba, la latina la abrazo y le prometio jamas separarse de ella.
