Naruto no me pertenece...


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— Maldición —dejó salir Sasuke por décima vez en el día, miró a Sakura sentada en una de las mesas de la biblioteca y maldijo una vez más, pero es que ¿quién lo mandaba a apostar con Naruto? ¿y más si se trataba de ramen? de igual forma, si no lo hubiese visto no lo creería ¿qué clase de persona normal podría comerse veinte platos de ramen seguidos en tan solo treinta minutos? pero claro, Naruto no era alguien que pudiera considerarse normal.

Yo gané, así que tendrás que decirle a Sakura-chan que te gusta.

Gruñó con tan solo recordar la sonrisa del rubio. Desde hace un par de semanas que no dejaba de molestarlo con eso y ahora había obtenido justamente lo que quería.

Ya frente a la pelirrosa y con cara de perro con rabia, se sentó junto a ella. Sakura dejó de lado el libro que tenía en sus manos y sonrió al verlo.

— Sakura...

Estuvo a punto de hacerlo, de no ser porque se distrajo con los libros de inglés que la Haruno mantenía acumulados en su mesa. Ella no manejaba el idioma, así que el profesor encargado de la materia le pidió al Uchiha que fuera su tutor un tiempo, por lo menos hasta que mejorara.

— ¿Sasuke-kun?

— I love you.

Y, sabiendo que no entendería, una sonrisa arrogante se formó en sus labios. Pero había algo que Sasuke no sabía, y era que, para estar con él, Sakura solo fingía.

Me too, Sasuke-kun...