La noche era fría, parecía que el ambiente se había congelado después de todo lo ocurrido con los 456. La gente apenas hablaba del tema, como si todos quisieran borrarlo de sus mentes, como si se hubiera tratado de un sueño demasiado horrible como para recordarlo por mucho tiempo.

Todo había terminado y con aquella pesadilla, también había terminado Torchwood, sin base en la que trabajar, tan sólo un cráter en mitad de la bahía de Cardiff, sin SUV; tan sólo gente que había sufrido demasiado durante cinco días como para volver a ser los mismos.

Jack no se sentía con fuerzas de volver a ser él mismo, porque se había dado cuenta que se había convertido en algo demasiado parecido a un ser humano; lleno de sentimientos, amor y desesperación a un mismo tiempo alegrías y dolores con los que el capitán no se sentía con fuerzas de vivir. No podía cerrar los ojos sin ver la expresión de Alice después de haber matado a su hijo. Había matad a su propio nieto, a cambio de que el resto del planeta siguiera una vida normal.

A veces pensaba que Gwen y Ianto seguían ahí, que la familia en la que tanto se apoyaba seguía a su lado. ¿pero por cuanto tiempo? Podría ser al día siguiente, en la siguiente cacería o con la siguiente amenaza alienígena. Podía tratarse de un virus o de la más simple de las enfermedades, pero tarde o temprano las dos personas más importantes de su vida morirían y de nuevo se quedaría solo.

No quería volver a empezar, no quería que la misma historia comenzara una vez tras otra, con diferentes personas, por enamorarse de nuevo y luego verlos morir. No podía hacerlo, no podía quedarse sentado junto a la cama de Ianto cuando llegara su momento y simplemente verlo morir, no con lo que Ianto significaba para él.

Por eso había decidido marcharse. No iba a ponerlos de nuevo en peligro. Cada vez que pensaba que si Ianto hubiera estado con él en aquel edificio tratando de detener a los 456, ahora estaría muerto, se le rompía el corazón.

"No, quiero que te quedes aquí con Gwen y algo ocurre estos videos tienen que ver la luz."

"No puedes ir sólo ¿Y si ocurre algo? Me necesitarás a tu lado."

Jack besó a Ianto con ternura y lo abrazó de una forma tan diferente a lo que Ianto estaba acostumbrado que no pudo evitar pensar que se trataba de un adiós. Por eso, se aferró a Jack con todas sus fuerzas y cuando el capitán estaba a punto de marcharse, volvió a besarle, hasta que sintió que las fuerzas la fallaban.

Estaba agotado, apenas había dormido en cuatro días y sabía que necesitaba descansar, pero no lo iba a hacer, no mientras Jack todavía lo necesitara a su lado.

"Claro que te necesito a mi lado, pero te necesito aquí, necesito saber que estás bien, ya he arriesgado mucho en estos días. Si hubieras muerto con esa bomba, no me lo hubiera perdonado nunca; no podría vivir con tu muerte en mi conciencia."

"¿Por qué lo que estás diciendo me suena a una despedida barata?"

"No digas tonterías, todo va a salir bien y cuando todo esto termine te prometo que tendremos una noche para los dos."

"¿Sólo una noche? Esperaba más de ti."

Ya entonces Ianto sabía que no volvería a ver al capitán, que algo ocurriría, aunque no pensaba que las cosas se desmadrarían tanto como para que pudiera hacer algo así. No podía reprocharle haber desaparecido unos días. Pero hacía meses que se había ido, Jack era consciente de ello, había desaparecido durante seis y ahora por fin, les había llamado.

Cuando Gwen llegó a aquella alejada colina en mitad de la nada, estaba enfadada con Jack por hacerle ir hasta allí en mitad de la noche y con el embarazo, por haber desaparecido durante meses sin dar la más mínima noticia de que seguía con vida, pero sobretodo por haber dejado abandonado a Ianto.

No podía mirar a los ojos de su compañero y decirle cada vez que el muchacho preguntaba que no sabía nada de Jack, pero que el capitán volvería, que no lo iba a dejar tirado. Gwen no era de las que mentía y menos a sus mejores amigos.

Por eso, ahora quería decirle todo lo que sentía a Jack y que si Ianto no aparecía no debía extrañarse. Pero al fin y al cabo necesitaba ver de nuevo al capitán y saber que, aunque necesitara tiempo, Jack volvería a ser el mismo.

Pero entonces, cuando tuvo a Jack delante, supo que no era así, ver al capitán ahí delante fue suficiente para saber que las cosas no iban a mejorar, sino que Jack le iba a decir algo que no le iba a gustar nada.

"¿Cómo que te vas? No puedes dejarnos ahora ¿Qué pasa con Torchwood? ¿Vas tirar la toalla así como así por lo que pasó? Jack no puedes hacernos esto."

"No puedo seguir como si no hubiera pasado nada, no después de lo que hice, la tierra se me ha quedado demasiado pequeña para huir, necesito algo más lejano, algo mucho más grande."

Jack miró al cielo y vio iluminarse al trasbordador que justo en ese momento pasaba por encima de la Tierra. Tal vez allí encontrara las respuestas que buscaba desde hacía seis meses.

"Entonces nos abandonas ¿no vas a volver?" Preguntó Gwen casi desesperada.

"No lo se, tal vez algún día expíe todos mis pecados y sea un buen momento para regresar. Pero ahora mismo se que si me quedó, tan sólo os haré daño. No puedo permitirme lastimar a nadie más."

"¿Y que pasa conmigo?" Jack se dio la vuelta al ver a aparecer a Ianto.

El muchacho había cambiado, ahora que lo miraba bien, ya no parecía el muchacho inocente que había conocido meses antes. Había dejado a un lado el traje y de nuevo lo veía como lo hacía conocido, con vaqueros, sólo que ahora llevaba una cazadora recia de cuero, que le daba un aspecto mucho más adulto.

Además la expresión dura y fuerte con la que trataba de ocultar el dolor que asolaba todo su cuerpo, escondían al Ianto que Jack había acabado por adorar cuando se había marchado y al que jamás hubiera querido abandonar. Sabía que la había hecho daño, que le había roto el corazón, de una forma que tal vez jamás podría reparar, pero Jack estaba convencido que había sido mejor para todos, o al menos eso esperaba.

"¿También vas a abandonarme otra vez? ¿Vas a volver a hacerlo? Justo cuando creía que tu y yo…" Desvió al mirada, no quería que Jack lo viera derrumbarse en ese momento, no quería que el capitán se quedara con él por simple hecho de que Ianto le daba pena. "Me equivoqué otra vez contigo, Jack. Me enamoré de un hombre, jamás había sentido lo mismo por otro hombre y voy a hacerlo justo del único que no es capaz de amar de verdad."

"Ianto, no digas eso."

"No Jack está bien de verdad. Lo entiendo, además es mejor darme cuenta ahora que haber desperdiciado mi vida con un hombre que tan sólo me quiere para echar un polvo de vez en cuando. Estuvo bien mientras duró ¿no Jack?"

No era cierto nada de lo que estaba diciendo y por mucho que trataba de hacerle daño al capitán, en realidad no lo deseaba porque le quería demasiado. No había habido ningún secreto en el tipo de relación que le había ofrecido el capitán cuando habían comenzado, no le había mentido y Ianto sabía lo que podía esperar. No era justo que ahora le dijera esto, sólo por haberle querido demasiado y no haber sido correspondido como él esperaba.

"Ianto, no lo entiendes. Yo te quiero, eso te lo puedo asegurar, te quiero como no he querido a nadie en mucho tiempo. Tu le has dado un sentido distinto a mi vida y gracias a ti y a Gwen, a Tosh, Owen a todos, pero gracias a ti, he descubierto que no sólo tenía que salvar la tierra y proteger a todos los seres humanos, sino que tenía que protegerte a ti por que eres algo demasiado valioso en mi vida."

"Entonces no te vayas." Dijo por fin Ianto dando un paso adelante hacia el capitán.

Deseaba tanto poder tocarlo y saber que era de verdad. Había estado siguiendo sus pasos por todo el mundo a través de la red, de UNIT, de todas las organizaciones en las que podía haberse infiltrado, pero en todos los casos Jack se había convertido en un fantasma, en una leyenda urbana del que todos hablaban, pero al que nadie había visto.

"Porque he fallado. Os he fallado a todos y no me quito de la cabeza que tan sólo el destino ha querido que no estés muerto ahora, porque si hubiera sido por luchar a mi lado te hubiera perdido en aquel maldito edificio."

"Pero hubiera sido mi elección, no la tuya. Es mi vida Jack y si quiero pasarla a tu lado aunque eso signifique morir mañana. Lo haré encantado porque te quiero demasiado como para estar lejos de ti."

"Lo siento chicos, pero la decisión está tomada. Podéis abrir otra vez Torchwood, los dos sabéis lo que hay que hacer." Los ojos de Jack se inundaron de lágrimas al ver los rostros desesperados de sus amigos. "Además puedes decirle a Rhys que se una al equipo, seguro que lo hace muy bien."

"¿Ya está, te marchas? Tu no eres así Jack, ese no es el hombre del que me enamoré y al que sigo queriendo. Jack Harkness no sale corriendo."

"Pues entonces mira como lo hago."

Jack pulsó un pequeño botón de su manipulador manual del vortex y envió una señal al transbordador justo cuando pasó por encima de su cabeza.

"Jack por favor…" Dijo Gwen como última plegaria desesperada. "No me dejes, no nos dejes así."

"Lo siento."

No lo vio, por lo que no pudo pararlo, estaba con la mirada tan concentrada en Gwen y se sentía con tan pocas fuerzas para mirar a Ianto, enfrentarse a él y despedirse que no vio cuando el muchacho corrió hacia él. Tan sólo cuando ya le había abrazado, cuando era demasiado tarde se dio cuenta de lo que Ianto estaba haciendo."

"¡Ianto no!"

"No voy a dejarte marchar, no vas a abandonarme esta vez. No sin luchar."

Un segundo más tarde, los dos habían desaparecido. Gwen y Rhys se habían quedado solos en mitad de la nada. Gwen se cubrió el rostro para llorar, pero en cuanto Rhys la abrazó se dejó llevar por la mayor de las desesperaciones.

- o -

El desplazamiento hasta el transbordador no duró más que unos pocos segundos y aunque Jack ya estaba acostumbrado a ese tipo de saltos en el especio-tiempo, todavía se le hacía difícil no notar el dolor en todo el cuerpo. Sin embargo para Ianto fue peor, pues si Jack no le hubiera sujetado, seguramente hubiera caído al suelo.

Sentía ganas de vomitar y todos los músculos de su cuerpo estaban completamente agarrotados. La cabeza le daba vueltas y por mucho que trataba de ver donde habían ido a parar, los ojos no eran capaces de enfocar la realidad todavía.

Escuchó voces, aunque los idiomas que se hablaban en aquel lugar, no eran nada que Ianto pudiera reconocer.

"Ianto ¿te encuentras bien?" La voz de Jack sonaba preocupada, tal vez porque Ianto permanecía hecho un ovillo y con los ojos cerrados. "Vamos Ianto dime algo."

"Estoy bien, estoy bien, tan sólo un poco aturdido. ¿Dónde estamos?"

"En un trasbordador espacial camino de… no se, camino de algún lado."

Ianto miró a su alrededor por fin. Jamás había visto tantas extrañas criaturas junta en un mismo lugar, pero sobretodo le llamó la atención la más grande ellas, que aunque parecía humanoide, los grandes ojos y los cuatro brazos le diferenciaban bastante.

"Dijiste que vendrías solo capitán." Dijo la criatura con una voz profunda.

"Lo siento, cambio de última hora."

"No me gustan los cambios y no me gustan los humanos. Te acepté a ti porque me has ayudado en alguna ocasión, pero tu amigo no es bienvenido."

"Vamos Cargus, no se así, Ianto es un buen chico y además está conmigo." Ianto se sorprendió al escuchar aquello.

"Que sea tu amante no le da más derechos. Vamos, llevadlo al calabozo, tengo que hablar con el capitán."

"No." Dijo Jack, pero dos armas le apuntaron a él y otras dos a Ianto, por mucho que lo intentara no tenía ninguna posibilidad.

"Todo irá bien ¿de acuerdo?"

"Claro, todo va bien contigo Jack." Otras dos criaturas bastante más pequeñas que su líder cogieron a Ianto y lo empujaron pasillo adelante.

"Suelta a mi compañero."

"Sabes que no lo haré, las reglas son las reglas. Por lo menos no sufrirá, el Ratckon acabará rápidamente con él."

"¿Vas a matarlo? Tu no haces eso, te gustan los juegos y algunos de los que prácticas no me desagradan, pero no matas a la gente."

"Las cosas han cambiado. Tuve un par de motines por ser demasiado blando, ahora la gente que aprender. Lo siento Jack, pero ya te lo he dicho son las normas y hasta tu debes cumplirlas."

"Eso ya lo veremos." Dijo finalmente Jack en voz baja.