Quinn caminaba por la orilla del mar, estaba realmente triste. Su ruptura con James no había sido buena. ¿Cómo podría ella no estar celosa de todas y cada una de las chicas que paseaban sus traseros en la cara de su novio? "Paciencia" es lo que le había dicho James. "Paciencia" es lo que trató de tener Quinn por más de ocho meses. "´Paciencia" era tan fácil pedirla. La rubia iba con la cabeza baja sintiendo el viento golpeándola en la cara débilmente. Cuando levantó la mirada vio algo que le llamó la atención. Una chica de cabello negro caminaba como loca por la orilla del mar. La escena la hizo reír. Decidió acercarse, al fin de cuentas, lo único que necesitaba era distraerse y dejar de pensar en James.
¿Turista? – dijo mientras se acercó a la morena que había volteado a mirarla poniéndose una mano en la frente para mejorar la vista
¿Se nota mucho? – dijo la morena que seguía caminando
Y al parecer molesta – rió mientras le seguía el paso
Y perdida – se dejó caer en la arena
Calma, ¿A dónde quieres ir? Puedo guiarte, soy Quinn vivo aquí
Soy Rachel – le estrechó la mano – y no sé a dónde quiero ir – rió sarcásticamente
Entonces, ¿cómo sabes que estás perdida si no sabes a dónde quieres ir?, tal vez es aquí donde querías estar – le sonrió
Estoy perdida en el sentido de que escapé de casa y mi padre tendrá a sus hombres buscándome, y cuando me encuentre me va a regañar como no lo han hecho en toda mi vida – dejó su mirada perdida en el vacío
¿Por qué lo hiciste?, digo si se puede saber – preguntó con curiosidad
El…él quiere casarme
Puedes decir que no, por Dios estamos en el 2011 no pueden obligarte
No entiendes, el… el teme que me quede sola, nunca eh tenido novio y piensa que me quedaré sola y no sabe qué haré con la herencia
¿Herencia? Perdoooon – bromeó
¿Por qué? – preguntó confundida
Es una broma… ¿no eres de aquí cierto?, del país
No, te dije que escapé – dijo como si fuera obvio
No me culpes, normalmente cuando alguien se escapa, sale de su casa no del país – comenzó a reírse hasta que estaba completamente sonrojada
De todos modos me encontrarán, debía aprovechar el tiempo posible
¿Son tan feos y malos prospectos los que te busca tu padre? – le dijo interesada
No, son jóvenes y apuestos, ricos – dijo haciendo un movimiento con la mano
¿Entonces? – dijo incrédula
No son… mi tipo… ¿Me explico? – dijo incómoda
Bueno en gustos se rompen géneros dijo y se quedó mirando el mar
¿Y tú? ¿eres igual que yo? – posó sus ojos en la rubia que tenía a un lado
¿Con problemas? Bastantes
La morena rió y asintió, la rubia no había entendido la indirecta. La miró un rato y volvió la mirada al mar.
Después de un rato contándose sus vidas llegaron tres coches negros y de ellos salió un hombre alto, tosco vistiendo elegantemente un esmoquin.
Rachel suspiró y se levantó ante la mirada de asombro de su acompañante
Me encontraron – rió y se despidió con un gesto con la mano de su nueva amiga
Hey espera – se levantó de un salto – ¿volveré a saber de ti?
Si no te molesta viajar 6 horas en avión, claro que si – dijo la morena riendo mientras le sonreía al hermoso rostro rubio que tenía ante sus ojos
Bueno, te extrañaré – le besó la mejilla – un gusto conocerte
Igualmente – dijo tocándose la zona del beso.
¿Señorita? – dijo el señor
Voy Charles, voy – se volteó molesta y subió al coche. Dio un largo suspiro y miró a la rubia que seguía el coche con la mirada
Después de un rato Rachel rompió el silencio
¿Qué tan molesto está?
No molesto, está preocupado y decepcionado
Charles… me conoces, toda mi vida he hecho lo que puedo por hacer lo que él desea. Pero mi felicidad no está con los hom… chicos que me presenta – se corrigió nerviosa
La conozco desde que usted era una niña que se subía a mis hombros. Y si me permite decir, creo que la razón de que usted no quiera casarse es esa chica rubia – dijo con seguridad
Rachel no se inmutó, Charles la conocía más que nadie en el mundo. Él había visto el brillo en los ojos de "su niña" un brillo que no había visto jamás. Se había enamorado.
No volveré a verla – dijo con nostalgia - ¿cómo supiste que yo era… - no terminó la frase por que se sentía incomoda
Su padre lo presiente, me había comentado eso en un par de ocasiones
¿Es por eso que me quiere casar? – dijo molesta
No, estuvo buscando chicas pero ninguna le parecía correcta, pero si me deja agregar. Esa chica es muy linda. Si llega a merecerla un poco – le abrió la puerta a la morena para que subiera al jet.
Rachel se fue el camino completo recordando a la rubia que le había robado el corazón. La primera vez que había experimentado el amor… pero la rubia tenía novio, James, recuerda.
Cuando volvieron a la casa estaba el padre de Rachel en la puerta. Esperándola la morena rió y lo miró. Su padre no pudo resistirse a los encantos de su pequeña niña. Le sonrió y la invitó a subir a su despacho. Una vez en él se sentaron de frente.
No vuelvas a huir – dijo mientras la miraba con ternura
No quiero casarme padre, jamás – bajó la mirada
¿Estás segura? No sabes todo lo que puedo hacer en seis horas – le sonrió
¿Qué significa eso? – arqueó una ceja
Supe de cierta rubia, que tiene una hermana con una enfermedad carísima. Supe que esa rubia aceptó venir a "hacer negocios" con el hombre más rico de la ciudad. Y cómo sabrás, ese hombre…
Eres tú – dijo incrédula ¿Qué diría Quinn? Quinn no era ni siquiera bisexual.
Exactamente. No me importa perder el dinero que sea. El trato fue firmado. Se casan en una semana.
¿Una semana? – dijo Rachel sin saber cuál sería la posición que debía tomar… enojada por actuar sin su autorización… o feliz por volver a ver… Dios ¡CASARSE! Con la chica de la que se había enamorado tanto. Y ahí fue donde su padre supo que había hecho lo correcto. Un brillo que no había visto en Rachel antes. Sus ojos, irradiaban felicidad. Su hija sería feliz, después de ser tan infeliz, tendría justicia al fin.
Si, y no quiero nada de problemas con que no quieres hacerlo – bromeó, sabía que su hija deseaba hacerlo –
¿Cuándo vendrá?
El día de la boda.
¿Qué? Padre tenemos que conocernos. Somos dos completas extrañas – dijo asustada ¿Quinn la odiaría toda su vida?
Los preparativos se habían hecho para una ceremonia privada, a petición de Rachel, no quería que Quinn se sintiera incomoda… más de lo que se sentiría del saber que se casaría con una completa extraña.
Era el día. Rachel estuvo nerviosa en todo momento. El jet con Quinn no llegaba y no sabía cómo se lo tomaría la rubia. Bueno… al fin y al cabo lo había firmado, había aceptado hacerlo… y hablaron y se llevaron bien. "calma, calma" se dijo a sí misma.
De pronto, por la puerta principal, entró Charles con la rubia, se veía más hermosa que nunca. Miraba para todos lados, explorando la casa gigante con los ojos. Rachel esperó que sus ojos la miraran, que vieran que se había arreglado por primera vez de esa manera. Que ella era la razón de que se convirtiera en alguien diferente… en alguien mejor. Pero esa mirada no llegó. Cuando era momento de que la mirada de ambas iba a cruzarse Quinn la desvió con indiferencia. "está nerviosa" pensó y se consoló Rachel
Cuando se terminó la ceremonia los invitados (sólo familia muy cercana y algunos amigos de Rachel) esperaban el beso que sellara la promesa de amor verdadero. Rachel miró a Quinn por primera vez a los ojos. "Bésame" le rogó con la mirada. Quinn suspiró, la morena no pudo adivinar los sentimientos de la rubia… que desde ahora en adelante era SU rubia. La rubia se acercó a Rachel y con indiferencia le dio un beso engañoso, para los invitados claro, pues lo depositó en la comisura de los labios de la morena. Rachel se quedó en silencio, ¡por Dios! ¿Nos acabamos de casar y eso es todo? – le reclamó con la mirada a la rubia. Quién la ignoró y desvió la mirada de ella.
En toda la velada Quinn no le dirigió la palabra a Rachel. La morena estaba totalmente decepcionada, esto no era como ella planeaba que fuese. Cuando era hora de que la celebración terminara el padre de Rachel llamó a Quinn a su despacho. Ve a su habitación, le indicó a su hija guiñándole el ojo. La morena se sonrojó y asintió. Llegó a su habitación y rápidamente buscó un conjunto que había comprado para verse espectacular para Quinn. Se miró en el espejo y se mordió el labio. Definitivamente no era una persona egocéntrica, pero ese conjunto hacía que su trasero se viera genial. Decidió meterse entre las sábanas a esperar a Quinn… estaba muy nerviosa ¿Quinn la vería cómo una zorra? "No, no" se sacó la idea de la cabeza. Rachel escuchó un ruido: Quinn había llegado. Suspiró y se preparó mentalmente. Pero la actitud de la rubia la decepcionó
¿Dónde dormiré yo? – preguntó indiferente
Aquí, a mi lado – contestó un poco desconcertada
¿Qué haces vestida así? – le dijo con desprecio
Yo… pensé que… bueno – dijo nerviosa
Ni en tus sueños, tu padre no me puede obligar a desearte si no lo hago – tomó una sábana y la tendió en el suelo
¿Obligarte?- preguntó con lágrimas en los ojos
Me propuso ayudarme con mi hermana. Me alejé de mi familia, de mi novio, de todo para ayudarles. Para que no murieras sola – le escupió con odio
Tú y yo nos llevamos bien ¿acaso lo olvidaste?
¡Cómo amigas maldita sea! Cámbiate por el amor de Dios, que me das asco – dijo mientras se tapaba para dormir
Rachel no pudo evitar soltar algunas lágrimas ¿acaso este sería un infierno en vez del paraíso con el que había estado soñando?
Quinn escuchó los sollozos de Rachel, estuvo tentada a disculparse… pero no, no lo iba a hacer. Iba a hacer que la odiara para que se arrepintiera de casarse con ella.
