Bueno para comenzar, se que dije que les iba a traer dos Fics de magia pues lo siento sera solo uno :( Tengo algunos asuntos que arreglar y aun me falta por terminar el otro así que se pospone para después u,u

(Ya mas feliz) Olis queridos lectores :D! Si como ustedes pensaron por el nombre del Fic, este esta totalmente inspirado en la pelicula Howl's Moving Castle de Hayao Miyazaki, Esta pelicula me encanta puesto que fue uno de mis primeros "animes" de la infancia :') Ademas de que Howl es uno de mis primeros amores es demasiado cool y sexy *O* El estudio Ghibli ah estado conmigo por siempre xD. La historia original pertenece a Diana Wynne Jones que su libro es espectacular 100% recomendado. Bueno sin mas este fic no sera totalmente igual solo me base en algunas ideas, así que lo haré a la bleach ;)! Obvio con toquecitos de magia muajajaja *-* Enjoy IT!

N/A: Bleach es de Kubo-sama, Howl's Moving Castle pertenece originalmente a Diana Wynne Jones y fue animada y llevada a la pantalla grande por Hayao Miyazaki.


Mi locura… y el hechizo de la bruja.

-lluvia…-pronuncio. Las gotas comenzaron a caer del cielo una por una, hasta fundirse con el viento y convertirse en un gran aguaceron. -kya!- corria de entre los bosques para buscar algun refugio,sus pies tropezaban torpemente por el lodo que se formaba, y su respiracion se agitaba, hasta que alcanzo ver a lo lejos una casita de espera para el tren.

Se sento en la banca y suspiro. Era muy raro que en esa epoca lloviera, pero ¿que se le podia hacer? Comenzo a secar su larga melena naranja, era un color demasiado hermoso para los hombres –algo sin igual…- y algo envidioso para las mujeres –¡una completa rareza!- lo agito un poco y lo acomodo detrás en su espalda, exprimio su falda de color azul celeste y su blusa color rosa palo.

Temblo, el viento era fuerte y muy helado, sus dientes tintineaban y sus piernas de escalofrios se llenaban. ¿Qué hora era ya? Estar cerca del lago, le habia absorvido su tiempo, - ¡es imposible no quedarte embobada!- se dijo. –su agua cristalina y tan transparente, los peces nadando de un lado a otro. Una imagen muy hermosa y relajadora- penso.ni siquiera medi el tiempo, y ahora estoy toda empapada-

Trato de apaciguar al frio abrazandose, pero era inutil. Exhalaba su aire para contenerlo en sus manos y frotarlas, la poca calidad que sentia hacia que su corazon se calmara al menos un poco. Se quedo sentada ah esperar a que cesara la lluvia, las gotas caian sobre las plantas, pero lo que mas llamo su atencion fueron las flores. Sus almas salian a jugar con la lluvia, era algo magico ver como se desprendian de su cuerpo inmovil solo para sentir el agua bajo sus rostros, sus cuerpos de mujeres, blancos y resplandecientes, bailaban alrededor de sus mismos cuerpos tiesos que eran sostenidos por las raices hacia su santa tierra.

Sonrio muy feliz, nunca habia estado tan lejos del pueblo, y mucho menos habia tenido la suerte de precensiar un show tan magico como el de este momento.

Solrafila's, ese era el nombre de su hogar, el unico en el cual habitaban en su mayoria los humanos y alguno que otro mago o bruja. Ese lugar era el centro de todo, mas bien era como una gran estacion de tren, ya que de ahí podias partir hacia cualquier otra ciudad vecina o lejana, tambien era el refugio por miedo de los humanos hacia los hechizeros, es por eso que en Solrafila's, por ser una via muy transitada, no gobernaba la paz que muy merecida se tenia. Y en algunos casos, la guerra se ah vivido en esa magica y perfecta ciudad.

Por eso la llamaban "la ciudad de las sorpresas" por que nunca te imaginarias que era lo que podria pasar.

Olvido a Solrafila's por un momento y observo.

Ahora las ninfas, -nombre al cual la chica les habia puesto- se tomaban de las manos formando un circulo alrededor de sus cuerpos inmoviles, no comprendia lo que se proponian hacer, asi que siguio mirando. Empezaron a cantar, una tonada bella y melodiosa, de pronto, sus ojos parecian llamas que no extinguian bajo la fuerte lluvia, y sus cuerpos se empezaron a iluminar, abriendose asi las flores y saliendo mas y mas ninfas. La logica de la chica llego a que las ninfas le daban vida a seres de su misma especie, embelleciendo cada vez mas a la flor, y haciendo cada vez mas magico el show.

Continuaron cantando hasta que de pronto un chillido de dolor mas bien de terror proveniente de una de ellas atemorizo a las demas, todas corrieron hasta volver a fucionar su alma con la flor. No comprendia el porque, solo se sintio asustada por el comportamiento de estas. Unos pasos detras de ella sonaron cada vez mas cerca, cerro fuerte sus ojos aun con frio, su corazon palpitaba fuerte y sus nervios aumentaban, hasta que llego una persona a sentarse a un lado de ella en la banca…

-haa! ¿Que lluvia no?- preguntaba la persona quien yacia encapuchada solo para tener una conversacion. Al parecer era un hombre… y joven, penso, su voz era grave mas no ronca como la de un viejo.

-s-si… e-es raro en es-sta e-epoca- sus dientes parecian un cascanueces muy agitado. No podia evitarlo tenia mucho frio. Lo cual no fue ignorado por aquel joven.

-wow que es eso…- dijo apuntando hacia la direccion contraria por donde estaban las ninfas para que la chica volteara con curiosidad, lo que consiguio, y en cuestion de segundos, con un chasquido de dedos, aparecio otra capucha de color verde oscuro y la poso sobre la cabeza de esta.

-toma…- dijo con encanto en su voz, ya que su rostro aun se mantenia escondido.

-de donde lo sacaste?- decia mientras se la ponia para ya no sentir frio, miro cuidadosamente al chico, quien no llevaba nada a su lado, ni un bolso, o alguna otra cosa de donde pudiera haberla sacado. Entonces ¿de donde? -digamos que la traia aqui adentro conmigo… ademas un caballero no puede dejar que tal joven hermosa se resfrie, ¿o si?- alcanzo a visualizar su sonrisa gracias a la luz de la lampara, y se sonrojo completamente ante sus palabras, nadie le habia dicho tales cumplidos antes. Solo habia presensiado los piropos vulgares de algunos soldados quienes se encontraban ebrios o algunos idiotas sin cerebro -como los llamaba ella-

-g-gracias- dijo sonrojada. Miro hacia al frente, espero de nuevo a que aquellas ninfas aparecieran, pero nada. Era raro, por alguna razon queria presenciar el show a lado de aquel extraño. Un fuerte viento soplo sobre ellos, abrazandose a si misma, inhalo el aire que venia en contra, trayendo asi el aroma de aquel joven, era uno embriagador y agradable. Alrededor se escucho un sonido fuerte como el de una locomotora. Mas nunca paso algun tren por ahí. La chica volteaba para todos lados buscando al dueño de esos ruidos, pero nada.

-pronto dejara de llover…- pronuncio el joven, alzo su rostro para observar las nubes, ¿como podia decir eso cuando el cielo negro se hallaba? Las nubes llenas de agua no se desprenden en un dia, penso con inteligencia.

- no creo que sea… ehh?- abrio sus ojos como platos, ¡el chico ya no estaba! En un segundo desaparecio, ni siquiera escucho pisadas como en su llegada. Y se habia quedado con su capucha, ella no era de las que se quedaban con cosas que no le pertenecieran. Suspiro un poco y bajo la mirada, habia algo atorado en la pata de la banca, se acerco y jalo lo que parecia un pañuelo, - ¿sera de el?- se pregunto curiosa, era blanco con un bordado de rosas azules una en cada esquina, y sobre una flor aparecia las iniciales de I.K. Como si de un nombre se tratara. Algo extraño pasaba, ya no escuchaba el goteo que golpeaba con el techo de lamina de la casita, volteo sorprendida de lo que veia.

-imposible… -pronuncio ante su sorpresa- la lluvia ceso- salio para mirar mejor el cielo, eso era magia de seguro, las nubes negras se dispersaban y de entre ellas salian unas completamente blancas y esponjosas, mientras que el sol se mostraba con un brillante resplandeciente mejor que el anterior y un arcoiris se formaba de entre las nubes.

Como de repente se venia casi un moonson y ahora estaba completamente despejado? Algo extraño y extravagante, penso. Se quito la capucha y la guardo en su bolso junto con el pañuelo, pues ya no habia frio que pudiera tapar. Se estiro un poco observando con felicidad el drastico cambio del clima, y se propuso a llegar a su ciudad antes del anochecer.

Despues de caminar por el gran bosque, llego a Solrafila's su pueblo natal. Alcanzo a subir en un tren, encontro un lugar y se sento a descanzar. No era facil caminar desde el bosque hasta la ciudad. Se bajo del transporte en una esquina algo robusta y deteriorada, en ella habia un letrero que decia "Taberna Sloth" al parecer estaba cerca de su casa,comenzo a caminar por la calle observando el vecindario ya conocido, la casita de la señora Vane, la hermosa floreria del viejo Henry, y al final el parque de las estrellas. Nombre el cual fue puesto por ella y su mejor amigo, solian estar ahí los dias de luna llena y miraban las estrellas que adornaban a la luna como si fueran pendientes o collares. «Orihime» pronuncio aquella vez su amigo de ojos azules, decidio llamarlo asi, al ultimo dia que se vieron. A lo lejos, en contra esquina de aquel parque, se podia ver que decia "Sastreria inoue". Era una tienda donde vendian sombreros, y se dedicaban hacer atuendos a medida.

Era muy reconocida ya que las telas que usaban eran muy finas y los trajes que realizaban eran de muy buena calidad. Nunca encontrarian un hilo suelto en algo terminado. Llego hasta ahí y saco unas llaves de su bolso. Abrio la puerta y entro -claro no sin antes cerrarla- paso por los estantes que tenian pedazos de tela y una que otra aguja o hilo para coser, -estoy en casa…- se dijo a si misma, se dirigio a las escaleras con rumbo a su habitacion. Tomo un refrescante baño y prosigio hacia su cama para poder dormir, no sin antes sonrojarse por recordar la sonrisa y las palabras de aquel joven, cuyo aroma era agradable.

-si tan solo pudiera verlo otra vez…- pronuncio soñolienta, hasta bostezar y quedar profundamente dormida.


TOC TOC! Eran los golpes que provenian de la puerta principal…

-ORIHIME! Despierta!- grito completamente euforica una mujer mientras golpeaba la puerta del local. Orihime abrio los ojos con pesadez, ¿que era todo ese alboroto por la mañana? Bajo hasta llegar a la puerta principal, la abrio con una cara de muy pocos amigos al ver a la responsable de todo el escandalo.

- ¡vaya! Hasta que decides despertar, bella durmiente- dijo pasando como juan por su casa, tomo el sillon mas cercano y se sento cruzando sus piernas.

-¡Matsumoto! Te eh dicho que dejes las visitas matutinas, me has despertado de un gran sueño…- tomo aciento en una silla que agarro desde la cocina hasta quedar a la par de la rubia. Matsumoto era una mujer muy hermosa de cuerpo completamente desarrollado. Era rubia y tenia unas orbes azules muy preciosas. Era la mujer mas conocida de la ciudad por ser la que mas maridos se halla cargado, por alguna razon todos sus ex exposos terminan en la ruina y con grandes deudas en los bancos.

-deja tu sueño de lado, tengo algo que mostrarte…!mira! – estiro su mano para que viera el enorme anillo de diamente en su dedo anular -¡me volvere a casar!- decia sonriente.

-¡de nuevo! Matsumoto debes de dejar tu hobby de casarte cada mes, recuerda que tu reputacion no va nada bien…- se acerco para ver mejor el anillo –wow, aunque es muy bello.- dijo sorprendida.

-¿Lo ves? Y es mas grande que el anterior. Ademas… ¿A quien le importa lo que la gente piense? Jaja cualquier hombre ah caido a mis pies…no hay nadie a quien no pueda conquistar- rio con superioridad hasta que la campana de la puerta sono de nuevo.

-en eso estas equivocada matsumoto- se escucho la voz desde la puerta principal.

-¡Tatsuki!- corrio orihime a su encuentro recibiendola con un fuerte abrazo.

-hola orihime, matsumoto – saludo la pelinegra.

-¿asi? Entonces explicame por que estoy equivocada- pregunto orgullosa la boluptuosa mujer olvidando completamente el saludo de bienvenida.

-Pues por que si hay un hombre el cual se podria resistir a tus encantos- comento tatsuki con seguridad

-¿Encerio? Hay alguien que si usa la cabeza de arriba jajaja- reia divertida la pelinaranja.

-Ja-Ja- dijo sarcastica- muy graciosa orihime, pues si tan segura estas, dime el nombre de aquel hombre en el cual depositas tu fe…tatsuki- reto matsumoto.

-Ichigo…- el silencio en la habitacion era incomodo. Al escuchar ese nombre su piel de gallina salia a la superficie y el comerse las uñas era prueba de sus nervios.

-¡Nunca me meteria con un mago! Que insinuas tatsuki, acaso ¿quieres que me devoren?- su miedo era transparente, en su rostro se reflejaba.

- Ichigo… el mago mas temido y amado. Eh escuchado que enamora a las mujeres para devorarse su corazon. Tal vez algun dia te devorara matsumoto- reia a carcajadas orihime por el rostro palidesco de la rubia, tal vez asi dejara de ser la viuda negra del pueblo.

-pues ya vez… aunque sea un mago, es un hombre ¿no?- sonreia triunfante la chica- asi que eh ganado ¿verdad?-

-¡hmp! ¡Como si me importara! – respondio la rubia haciendo un puchero.

-tranquila matsumoto… solo era una broma- comento orihime.

-dejando eso de lado…¿Qué es esto orihime?- pregunto tatsuki cambiando el tema, con el pañuelo blanco en su mano.

-¡AH! Eso es… esto… ¡nada!- corrio hasta arrebatarselo, lo cual no consiguio. La pelinegra la esquivaba cada vez que trataba de quitarselo, su rostro se mostraba rojo y nervioso.

-Para ser nada se ve muy importante para ti ¿ehh?- dijo la rubia- interesante…-

-¡no te lo dare!-grito tatsuki algo mareada de tanto esquivar a orihime, a lo que la pelinaranja puso cara de perrito bajo la lluvia, sabia que la pelinegra era debil ante esa mirada y flojo el agarre del pañuelo. Cosa que no fue ignarada por orihime, quien no lo penso dos veces y se abalanzo contra ella. Obtuviendo de premio el pañuelo.

-vamos orihime…sabes que nunca nos guardamos secretos- acoto tatsuki.

-es cierto, mira cada vez que me comprometo, son las primeras a las que pienso en contarselo. Asi que…¿Quién es el afortunado?- pregunto picara la ojiazul.

-¿!AH! ¿A-a-afortunado?- matsumoto rio ante la cara roja de orihime.

-Ohh… asi que si es de un hombre jejeje…- rio la pelinegra

-¡Claro que no!- grito orihime sonrojada.

-¿Aun lo vas a negar? Vamos orihime, esto ya no es divertido. Ademas vi sus iniciales en el pañuelo…- se acomodo en el sillon mientras se recargaba sobre sus piernas.

-¿Cómo lograste verlo desde lejos? ¡Yo lo tenia en la mano y ni siquiera vi nada!- decia resignada tatsuki mientras buscaba algo en el pañuelo que se encontraba aprisionado por las manos de orihime.

-Vision radiactiva ¿tal vez?- comento divertida matsumoto.

-¡mentira!-nego tatsuki.

-Matsumoto estar con tantos hombres ya te afecto ¿verdad?- dijo inocente orihime.

-Esta bien, esta bien. Lo vi desde que entre ah la casa ¡por dios! Orihime como que con tantos hombres, ¿eh!- confeso irritada la rubia. Y era cierto, mientras que golpeaba la puerta para despertar a orihime, observo por el ventanal de la puerta que habia algo sobresaliente en la mesita de coser. No era algo ordinario. No ante los ojos de Matsumoto Rangiku. Miro mejor y vio como una esquina del pañuelo caia con elegancia sobre la mesa, logro visualizar unas iniciales. Por supuesto que si hubiera sido hecho por la pelinaranja era ovbio que tuvieran sus iniciales ¿no? Al contrario ese no era su nombre, y mucho menos el estilo de orihime. Las rosas azules para orihime, no existian. –Solo es el sueño de alguna persona fantasiosa- siempre se repetia. Pero si no era de ella, entonces ¿de quien?

-¡Matsumoto eres genial! Mira que observar tan bien desde el ventanal…¿Quién lo diria? Jajaja- decia burlona una tatsuki.

-¡Callate Arisawa! Asi nunca lograras casarte… aunque eso ahora no es importante. Orihime no trates de evadirnos, ¿¡de quien es el pañuelo!- estaba llegando a su limite. Estaba segura que si no respondia en ese momento le aplicaria una de tantas maneras que tenia para hacer hablar a la gente.

-¡Esta bien! Pero no me hundas en tus enormes pechos… la ultima vez casi me asfixio- confenso roja orihime, mientras recordaba aquel fugaz y terrible momento.

-¡vaya! Hasta que decides hablar…- dijo tatsuki algo cabreada de darle tantas vueltas al asunto.

-Eso paso ayer… Saben que me gusta explorar los bosques, me fascina imaginarme que es lo que hay mas haya de todo lo que nos rodea. Asi que me dije ¿Por qué no salir a dar una vuelta? Entonces prepare algo ligero para resistir el largo camino y aliste mi bolso, Sali de la tienda y me encamine hacia el bosque –contaba orihime –llegue a un lago, ¡wow!-exclamo- debieron verlo era tan hermoso, ese lugar bajo la sombra de un buen arbol y el coro de los pajaros de fondo es algo sumamente relajante…- matsumoto y tatsuki sonreian ante la historia de orihime, amaban su espiritu aventurero, ambas pensaban que la forma en que lo contaba era muy fasinante y apasionado. Por un momento se sintieron tristes, mira que cargar con el peso de quedar por siempre aprisionada a cargo de esa sastreria… era un martir. Al menos para orihime si, aun recuerdan como fue que llegaron a ese acuerdo.

«Tatsuki y matsumoto eran huerfanas, ambas venian de lugares completamente diferentes, y aun asi al conocerse se hicieron amigas y con el tiempo hermanas. En una de esas, en las que el destino da muchas vueltas, por alguna razon conocieron a orihime en el festival de la flor. Y al conocerla quedaron cautivadas por su carisma e inocencia, su forma de ser era tan amable y de siempre querer ayudar en todo, nunca se le oponia nada, a cualquier reto le quitaba la piedra que estorbaba en su camino. Orihime tan bella y fragil ante el mundo,y tan amada por ellas, tanto que ambas hermanas juraron protegerla y amarla eternamente, ademas de estar enormemente agradecidas con ella. Una vez orihime las invito a cenar a su casa, fue ahí donde el señor Inoue decidio adoptar a ambas, con la condicion de que siempre estuvieran a lado de su pequeña joya –como solia decirle a orihime- el sabia que su condicion ya no era la indicada para seguir con sus altas jornadas de trabajo, asi que de antemano decidio crear su testamento para que sus pequeñas no tuvieran ningun incoveniente.

Y asi como el señor Inoue habia predicho, su vida no daba para mas, fallecio en un invierno frio y desolado para las -ahora- tres hermanas. Sobre su testamento, dejo expresar todo el amor que les pudo profanar en una gran fortuna dividida en partes iguales para las tres, y una cosa mas, la herencia de la sastreria, esta no iba dirigida hacia alguien en especial, solo que en su carta de despedida hablaba sobre la que quisiera de corazon heredarla, que lo hiciera, el no tendria incovenientes mientras lo hiciera con amor.

Y aunque tatsuki y matsumoto habian tratado con orihime sobre eso, ella ya habia decidido su destino, por ser su hija de sangre –ademas era a la que mas se le daba eso de coser- eligio el cargo de la sastreria por amor a su padre, ese lugar fue testigo de tantos recuerdos buenos para ambos y claro de su familia tambien, impuso el deseo de su padre ante sus sueños de verdad. El querer viajar y conocer el mundo. Es por eso que lo poco que matsumoto y tatsuki la escuchan hablar sobre sus aventuras, siempre lo han hecho de corazon. Puesto que eso es lo unico que le quedaba a ella, sueños sin cumplir, convertidos en pasatiempos pasajeros, de jornadas pequeñas y de lluvias sin controlar. Una historia muy triste a los ojos de ambas… y lo que mas era dificil es que ellas no pudieron hacer nada para evitarlo.»

Orihime continuo con su relato… -Pero de repente una enorme lluvia arrazo con todo, y tuve que quedarme bajo una casita de tren, y observe a las ninfas jejeje- decia divertida orihime.

-¿Ninfas?- pronunciaron tatsuki y matsumoto a la vez interrumpiendo el relato de la pelinaranja.

-¡No interrumpan!- dijo – luego ellas por alguna razon desaparecieron pero despues llego "el" y se sento a mi lado, luego yo moria de frio y calidamente me dio una capucha, que por cierto no se de donde la saco- al decir esto ambas chicas se miraron extraño- y…vi su sonrisa. Era algo raro pues traia su capucha pero para mi fue algo magico, muy bella ante mis ojos- tatsuki sonrio con ternura al ver a orihime hablar de alguien tan calidamente- y dijo que dejaria de llover…!y asi paso! Pero cuando voltie hacia el ya no estaba, solo vi este pañuelo con las iniciales de I.K., despues me regrese a casa y de ahí nada interesante…- finalizo la pelinaranja.

-mmm… es algo linda y a la vez ¿extraña?- dijo tatsuki- ¿Cómo que dijo que ya no lloveria y asi paso?-

-a eso mi querida tatsuki, le llamo ¡Ma-gi-a!- contesto segura matsumoto.

-¿magia? ¡Estas diciendo que orihime se encontro con un mago! Eso es imposi… ¡no! tal vez matsumoto tenga razon, despues de todo, fue en las afueras de Solrafila's. Los bosques y esas tierras de afuera son los mas habitados por magos y brujas – decia tatsuki mientras movia graciosamente sus manos.

- pero… no lose. Si fuera un mago… yo- comento triste.

-¡Bueno! Un mago o no… un hombre es un hombre ¿cierto tatsuki?- matsumoto le giño un ojo a la pelinegra, quien se percato de la cara triste de orihime.

-¡AH! Claro, recuerda que perdiste contra mi por eso matsumoto jajajajajaja- reia triunfante tatsuki. Mientras miraba de reojo a la pelinaranja quien se habia alegrado un poco.

-¡Es cierto! Despues de todo no hay ninguna ley que impida el romance con magos…!AH! aunque eso no significa que me haya enamorado…- decia completamente animada la pelinaranja con carmin en sus mejillas.

-Ahora que lo pienso, Orihime nunca llegaste a pensar, que ese mago u hechizero pudiera ser el mujeriego de ¿Ichigo?- decia pensativa la rubia

-¿Aquel vanidoso?- preguntaba insolita tatsuki. ¿Cómo era que matsumoto llegara pensar aquella cosa? Y si asi fuera, ella nunca permitiria que un alma tan dulce como orihime callera en manos de una persona tan superficial como aquel mago.

-Si… mirando detenidamente las iniciales, I.K., la "I" pudiera ser de "Ichigo"…- parecia que matsumoto se empeñaba en saber quien era el dueño de aquel pañuelo, aunque mientras mas pensaba, se le hacia algo ordinario que un mago trajiera consigo algo como un pañuelo, y mas bordado. Si fuera un mago la persona que se encontraba de lado de orihime aquella vez hubiera dejado algo mas ovbio, aunque lo de la capucha es algo a lo que ni ellas ni matsumoto hallaban la respuesta.

-¿y la "K"?- pregunto curiosa orihime.

-Pues, de ichigo solo se sabe eso. Nunca eh escuchado por ahí algo sobre su apellido…aunque bueno solo son ocurrencias mias jajajaja- decia complacida la ojiazul.

-¡Mooo! Matsumoto, deja de inventar cosas y ¡ponte a organizar tu proxima boda!- contesto molesta la ojigris. Corrio hacia la cocina y guardo el pañuelo con llave en uno de los cajones de la alacena. Tomo una cadena de plata y se colgo la llave en el cuello. -¡Listo! Asi ya nadie sabra, es un secreto. ¿entendieron? – pregunto con una cara de ignorancia.

-Si, Si- contestaron al unisono.

Despues de un rato siguieron conversando de sus vidas habituales, lo que les habia pasado recientemente y como hiban en la dependencia de sus trabajos. La que mas hablaba era matsumoto quien siempre tenia algo que contar, ya sea algo sobre sus nuevos u ex exposos, o uno que otro chisme que se corre por la ciudad. Las tres reian a carcajadas por los comentarios de orihime y sus insinuaciones hacia las ninfas que habia precenciado el dia anterior. Y de un lado a otro, se fueron hacia una historia de tatsuki donde conocio a un viejo que juraba completamente ebrio ser hechizero, algo muy comico para las oyentes.

Total era un ambiente de harmonia y felicidad, el olor a rosas que emitia el jardin de orihime le daba un toque de paz a la platica.

Hasta que matsumoto recordo algo importante…

-¡Orihime! Aparte de mi nuevo matrimonio, ya recorde a que venia aquí- decia sorprendida, ¿Cómo es posible de que lo haya olvidado? Siendo tan importante…

-¡Mañana es el Festival de la flor!-

-Es cierto… es el dia en que nos conocimos- sonrio tatsuki al recordar aquellas memorias del pasado.

-Si, algo inolvidable…-prosigio inoue.

-¡Lo se! Pero bueno eso no era a lo que hiba jeje, si mañana es el festival de la flor, significa que los soldados Elite vuelven ¿no?- orihime no comprendia, que tenia que ver eso con la vez que se conocieron.

- Si matsumoto pero… no entiendo- confundida pregunto.

-Pues claro que no entiendes pequeña ¡boba! A ver refresquemos tu memoria… el parque de las estrellas… la noche de orihime, una promesa inconclusa, ¿eh?- matsumoto trataba de hacer que orihime recobrara su memoria, pero su cara no le ayudaba en nada. Realmente parecia que tenia el signo de interrogacion en su rostro.

-Orihime, matsumoto habla sobre Grimmjow- contesto ya rabiada tatsuki.

-¡AH! Es cierto, Grimmi vuelve mañana…- comento sonrojada la ojigris. ¿Cuánto tiempo habia pasado ya?

-Orihime, apestas para recordar a las personas…- decia honesta matsumoto.

-¡No es cierto! –nego- ¡y tu apestas para coser! Plu…- orihime le enseño la lengua a la rubia lo que hizo que se cabreara, asi que se abalanzo sobre ella y empezo a jalar sus cachetes sin piedad alguna.

-¡DUELE!- gritaba orihime.

-Eso te pasa por seguir molestando, ¡hmp!- contesto resignada.

-Matsumoto, ¿Cuándo dejaras de actuar como una niña?- pregunto intrigada tatsuki.

-Tatsuki, ¿Cuándo dejaras de ser amargada?- siguieron con las indirectas mientras emitian chispas entre si, orihime solo las veia con una gotita en la cabeza. ¿Cómo dos personas totalmente diferentes llegaron al punto de convertirse en hermanas?

«Una loca combinacion…» penso la ojigris.

-ahora que recuerdo Tatsuki, ¿desde cuando regresaste? – cuestiono la pelinaranja tomando asiento.

-Apenas ayer en la noche llegue desde Norland- comento sin importancia.

-¿Norland? Pense que estarias en Siana estudiando magia…- continuo matsumoto, curiosa por la respuesta de su hermana.

-Ah si eso… es solo que la señorita Unohana tuvo que recoger a Isane en la central de Norland, por eso viajamos desde Siana hasta allá, y pues como esta mas cerca de Solrafila's pense en darme una vuelta- contesto sonriendo.

-¿Isane?- consulto Orihime.

-Si, ella fue la primer estudiante de la señorita Unohana- respondio la pelinegra.

-¡Waa! Ya es tan tarde… ¡Hisagi va a matarme!- grito euforica matsumoto tomando sus cosas con gran rapidez.

-La verdad lo dudo- contesto la pelinegra guiñandole un ojo a Orihime esta solo rio por lo bajo.

-¡Callate Tatsuki! ¡tomen!- grito dandoles un volante que decia "Hisagi's Cakes"- es para que mañana nos veamos en la pasteleria ¿entendieron?-

-si si…- contestaron al unisono.

Hecho esto Matsumoto salio a toda prisa de la sastreria para llegar a su trabajo, despues de todo el alboroto Tatsuki decidio despedirse de Orihime diciendole que se dirigia a saludar a otros conocidos esta solo le sonrio y le aviso la hora para verse en la pasteleria.

Dio un largo suspiro al ver completamente vacio el lugar, camino hacia la puerta y cambio el letrero de "cerrado" a uno de "abierto". Una media hora despues, comenzaron a llegar las empleadas, como siempre Orihime las recibia con una gran sonrisa en su rostro. Todas comenzaron a trabajar al igual que la pelinaranja, ya eran casi las seis de la tarde, y aun le faltaban dos trajes y un sombrero por detallar. Era un trabajo muy fasinante puesto que los resultados no eran mas que preciosidades que debian ser alabados tanto el producto como al creador, pero era muy agotador, se necesitaba mas que fuerza de voluntad para poder terminar con algo ya casi comenzado. La imaginacion era precisa y el desvelo era ya cotidiano.

Y esas eran cosas que uno ya acostumbrado no podria cambiar, por mas deseoso que fuera, necesitarias un milagro para safarte de tus responsabilidades, y eso era algo que Orihime siempre pensaba, hay veces que hasta llegaba la pregunta de ¿Qué hubiera pasado si yo no hubiera aceptado la sastreria? Y aunque esa pregunta siempre era presente en su mente, no tardaba en golpearse en la cabeza por tales acusaciones, era como si ella no estuviera satisfecha por el trabajo que habia llevado su padre por años, y eso la heria. De seguro el pensaba que ella no era mas que una irresponsable, pero bueno eso es algo imposible de saber, aunque para Orihime eso era muy probable.

Llegaron las ocho, y el gran reloj de pared que se encontraba en la sala no tardo en sonar, todas las empleadas suspiraron cansadas y agradecidas por escuchar el gran sonido de gloria. Comenzaron a guardar todos sus materiales, en algunos casos los trajes no terminados se dejaban colgados en un perchero con una nota para continuar con él al siguiente dia. Orihime solo alcanzo a terminar con los trajes dejando inconcluso el sombrero, le dio una sonrisa a la prenda y la coloco de lado en su mesa de trabajo. Bajo lo mas rapido que pudo para despedir a las empleadas y para dar la noticia de que les daria libre el dia siguiente por el festival. Estas solo asintieron felices por pensar en festejar junto a sus familias, sin mas cada quien continuo con su camino.


Orihime cerro el lugar y decidio ir a caminar un rato para despejarse de tanto trabajo, sin darse cuenta inconsientemente sus pies la llevaron hasta el parque, camino hacia un columpio y se sento. Comenzo a reir mientras se empujaba hacia delante para poder balancearse, levanto su mirada hacia el cielo observando las estrellas, realmente ese era el unico lugar en el cual podria disfrutar de una vista tan hermosa.

Paro de golpe al escuchar un grito agudizante. Corrio hacia la direccion del sonido y se sorprendio al ver a su amiga Momo que era acorralada en un callejon por tres hombres, empezo a desesperarse al ver que no podia moverse, a cualquiera le llegaria el miedo y la preocupacion pero no era para quedarse inmovil, mordio su labio inferior y recogio una gran piedra del suelo. Corrio desesperada hasta su amiga y lanzo la piedra hacia uno de ellos cayendole en la cabeza, grito como una desquiciada y se abalanzo sobre ellos quedando frente a Momo.

-¡Si no mueven sus traseros se los llevara la policia!- grito tomando la mano de su amiga, los hombres no hicieron mas que chitar y salir huyendo.

Ambas chicas suspiraron aliviadas, Orihime callo de rodilas aun agarrando la mano de Momo, la castaña poso su mano libre en su cabeza y la abrazo por atrás completamente agradecida por la ayuda.

-g-gracias Orihime… no se que hubiera hecho si tu no apareces- dijo la chica con lagrimas en sus ojos. Sinceramente esos hombres le habian sacado un buen susto.

-Tranquila Momo –seco una de sus lagrimas con su manga y le sonrio- ya todo paso, pero ya no salgas sola de noche ¿de acuerdo?- pregunto seria en su mirada.

-S-si… aunque seria lo mismo para ti ¿no?- contesto divertida.

-Bueno si pero yo no me ando en callejones- dijo sonrojada.

-¡No estaba en callejones! Solo sali a comprar unos ingredientes para mañana… necesito prepararle un festin a Shiro-chan- confeso sonrojada y algo nerviosa.

-¡Oh! Ya veo- dijo picara- pues si es asi te perdono-

Orihime acompaño a Momo hasta la esquina para asegurarse de que todo estuviera tranquilo.

-Bueno yo tambien debo regresar-comento la pelinaranja –es algo tarde-

-Comprendo… ¿Orihime tu no le haras nada a Grimmjow?- cuestiono inocentemente la castaña.

-¿Eh?- la pelinaranja se sonrojo - ¿h-hacerle a-algo como que?-

-No lo se, algo que lo sorprenda, despues de todo los Elite han estado lejos desde cinco largos años- comento con tristeza.

-Eso es cierto… pero bueno supongo que una bienvenida sorpresa seria lo ideal-sonrio divertida al pensar en la cara de Grimmjow, el chico no era tan dulce despues de todo como para prepararle un gran festin.

-¡Lo siento Orihime! Pero debo irme, es tarde y necesito preparar todo para mañana- comento apurada la castaña.

-¡Claro! Cuidate Momo y ve con cuidado…-

-¡Igual Orihime!- gritaba corriendo la chica.

-¡Suerte con mañana!- exclamo contenta la ojigris.

-¡Gracias!- se escucho a lo lejos.

Orihime temblo al pensar que estaba sola a mitad de una calle, no tardo en comenzar a correr hacia la sastreria. «Bien dicen que el miedo no anda en burro…» pensaba la pelinaranja. Entre tanto silencio llego a su hogar, y en cuestion de segundos ya se hallaba completamente encerrada. Bostezo cansada y tomo una ducha para poder dormir tranquila, antes de tocar su cama preparo la ropa que llevaria mañana, se decidio por un vestido de tirantes blanco que le llegaba un poco arriba de las rodillas tenia un liston que se amarraba en moño por debajo del busto era color negro, unos zapatos de tacon negros con piedras de cristal, y un sombrero negro confeccionado por ella. No pensaba ir tan elegante, pero bueno decidio eso tras escuchar el consejo de Momo. Despues de arreglar su ropa se acosto y no tardo en quedarse completamente dormida.


Amanecio pronto, tomo un refrescante baño antes de arreglarse. Se puso el conjunto que preparo el dia anterior, al mirarse al espejo se sonrojo pensando que iria tan arreglada solo para saludar a un viejo amigo. Pero bueno decidio salir de su casa lo mas pronto posible pues si no terminaria por arrepentirse y no iria a ningun lado. Tomo un tren que llevaba al centro de la ciudad y decidio irse en una esquina, no tardo en sentirse incomoda por los comentarios hacia su persona, unos eran casi alabanzas y otros… bueno simplemente la envidia se sentia por el aire.

En unos minutos ya se encontraba en el centro, observo por la ventana, todo estaba muy bien arreglado. Solrafila's estaba adornado por variedades de flores, de las casitas colgaban enredaderas hermosas, todo era un lugar para admirar.

Bajo del tren y no pudo evitar sentirse abrumada, las personas que pasaban a su alrededor reian contentas, otras gritaban de la emocion, pero eso no era lo importante, el problema era que el lugar estaba lleno de gente, demasiada para ser exactos. Habia demasiado ruido, y si la hicieran escoger entre su trabajo y esto, sin pensar escogeria su trabajo. Aunque pensandolo solo la estaba convirtiendo en una vieja, y eso nunca lo permitiria.

Camino entre los callejones que casi estaban vacios, suspiro aliviada por encontrar lugares asi en esa epoca. Continuo ubicandose para poder encontrar la pasteleria, ya despues quedaria con Matsumoto y Tatsuki para ir a buscar a Grimmjow.

Avanzo entre callejones midiendo distancia con cualquiera que pasara a su lado, por nada del mundo permitiria que algo como la noche anterior pasara de nuevo y menos en este dia. Se recargo en una pared algo cansada de buscar atajos, su corazon palpito acelerado cuando de repente se escucharon estruendos en el cielo. Eran aquellos ruidos como de locomotora que habia escuchado cuando conocio a las ninfas.

Asomo su cabeza en un callejon dejando ver hacia el cielo, ahí se hallaba el castillo de Ichigo, que lanzaba fuegos artificiales. Sonaba como una lluvia de explosiones al aire, algo magico pero a la vez ruidoso. Tal vez el mago estaba feliz… tal vez enojado por tanto alboroto. Pero bueno eso es algo que a Orihime no le importaba, continuo con su camino hasta ver de nuevo al cielo, de una de las torres del castillo salian bolas de fuego azul que explotaban en el cielo terminando en pringas de flores. «Tal vez este feliz…» penso la pelinaranja.

De tanto caminar llego casi al otro extremo del centro aun sin encontrar la famosa pasteleria, pero se dio cuenta de que ese lugar era el peor. Era el lugar donde se encontraban todas las tabernas y posadas. Fuera de ellas se encontraban hombres jovenes y viejos, algunos cantaban a todo pulmon, otros simplemente se tambaleaban de lo ebrios que estaban, y unos mas se encontraban tirados en el suelo. Miro con susto a algunos que exclamaban cosas que solo ellos entendian y a otros que atosigaban a las mujeres que pasaban cerca.

¡Por Dios! Como odiaba a los hombres asi. De puro miedo dio vuelta en un callejon alejandose de todo eso, no llego muy lejos cuando frente a ella se hallaban dos hombres, portaban uniforme por lo que eran recien llegados de Elite. Trato de ignorarlos viendo hacia el volante que llevaba en las manos para no ser vista y pasar desapercibida de lado de ellos, pero eso era algo imposible. Uno de ellos se poso frente a ella obstruyendole el paso.

-Hola pequeña –saludo el fornido rubio - ¿Te has perdido?- pregunto recargando un brazo sobre la pared.

-N-no estoy bien- contesto indiferente, trato de caminar pero el otro joven se puso de lado de su amigo impidiendo que pudiera avanzar.

-¿Entonces que te parece una taza de té?- pregunto acercandose a la ojigris mostrando sus ojos azules- ¿Podrias acompañarnos?-

-N-no e-estoy algo ocupada asi que… porfavor- pidio casi suplicante, a lo que el chico le sonrio complacido.

Su compañero era castaño y de ojos esmeralda, se agacho un poco para estar a la altura de la pelinaranja -¡OH! Pero si es un chica muy hermosa- exclamo sonriendole. Orihime estaba temblando, eso era lo primero que queria evitar. Ahora no sabia como safarse de ellos, tal vez aceptando podria echarse a correr.

-Oye, ¿vives por aquí? ¿tienes novio?- pregunto el ojiazul obstruyendo su espacio personal.

-¡Dejenme pasar por favor!- grito la pelinaranja ya nerviosa por el comportamiento de los jovenes.

-Mira tiene carácter… que linda es cuando se enoja- ambos chicos sonrieron ante si.

Orihime dio un paso hacia atrás pero una mano se poso en su hombro dejandola paralizada. Estaba a punto de gritar y llorar cuando una dulce voz la tranquilizo.

-¡Lo siento! ¿Dónde has estado?- pregunto la voz, orihime alzo su mirada encontrandose con unos ojos color chocolate, no pudo evitar quedarse embobada.

-¿Quién eres tu?- pregunto el rubio ante el chico.

-Vengo con ella…- bajo su mirada encontrandose con la de la ojigris, y de un rapido movimiento le guiño el ojo. Esta solo se sonrojo, observo su cabello negro azulado como la noche –Ustedes dos, ¿Por qué no se van a tomar un paseo?- pregunto sonriendo, la chica vio como la mano que yacia en su hombro se movia en circulos y en ese mismo instante los hombres se pusieron rectos y comenzaron a marchar como si estuvieran poseidos. Era como si ese chico los estuviera manejando cual marionetas.

-¿Estas bien? No les guardes rencor, la verdad es que son inofensivos- susurro al oido de la ojigris, sintio un escalofrio por todo su cuerpo haciendo que este riera divertido. Orihime se sentia indefensa en sus brazos y mas que eso estaba nerviosa y sonrojada hasta la medula -¿Hacia donde ibas? Yo te escoltare- pronuncio el chico con cierto encanto.

-n-no e-esta bien, solo voy a la pasteleria Hisagi- respondio nerviosa la chica.

-Actua normal, estan siguiendome- hizo que la pelinaranja tomara su brazo para comenzar a caminar –Solo camina…- pronuncio avanzando con Orihime, como si fueran una pareja. Ella solo caminaba nerviosa, de pronto sintio como si el callejon se cerrara frente a ellos, cerro los ojos y nego con la cabeza al pensar en cosas como esa. Continuaron con el camino hasta que escucharon varios rugidos detrás de ellos, orihime volteo hacia atrás y grito de la sopresa al ver monstruos negros con mascaras blancas persiguiendolos a toda prisa.

-Lo siento… te eh involucrado- se disculpo el pelinegro apresurando mas el paso, Orihime dio otro grito al ver que por delante tambien se dirgian ah ellos – Por aquí- giraron rapidamente hacia el lado izquierdo tratando de escapar pero era imposible. Por enfrente se acercaban varios enfurecidos y por detrás los seguian a prisa, ya no habia escapatoria. Este era su fin.

El ojimarron solo rio divertido mientras sujetaba fuerte a la pelinaranja de la cintura -¡Sujetate!- grito y de un rapido brinco salieron volando hacia arriba, Orihime cerro sus ojos con fuerza al impacto que dio al saltar, al abrirlos pudo ver que estaba por encima de las casas, mas no tocaba sus techos. ¡Ella estaba suspendida en el aire! ¡Como si estuviera volando! -¡Estira tus piernas y continua caminando!- exclamo el pelinegro. Orihime acoto a sus indicaciones mientras movia sus piernas, ambos lo hicieron y comenzaron a caminar en el aire. La chica rio al ver lo preciosa que se apreciaba la ciudad desde arriba, y como las personas que se hallaban festejando ni cuenta se daban de que ellos iban volando.

-¡No puedo creerlo!- grito emocionada la ojigris mostrando una brillante sonrisa dejando embobado al mago.

-¡Eso es, no tengas miedo!- apoyaba el pelinegro a su felicidad mientras tomaba sus manos y comenzaban a correr divertidos sobre el aire –Muy bien- susurro de nuevo a su oido felicitandola, haciendo que la pelinaranja apretara mas el agarre aun mas sonrojada. El solo rio de nuevo, por alguna razon comenzaba a gustarle las expresiones de la ojigris. Continuaron asi hasta que llegaron a una terraza de un edificio de tres pisos, coloco a Orihime a salvo mientras que el se mantenia en el barandal aun tomando su mano.

-Los alejare de aquí… espera hasta que pase el peligro ¿de acuerdo? – pregunto guiñandole el ojo.

-Si…-contesto Orihime fasinada por la mirada del ojimarron.

-Esa es mi niña…- contesto el chico como despedida, se dejo caer hacia atrás cayendo desde el tercer piso. La ojigris corrio sorprendida hasta el barandal observando hacia abajo pero el no estaba, no habia caido. ¿Entonces como? Miro hacia el cielo para ver si habia volado de nuevo. Pero no. Simplemente desaparecio asi de la nada.

Hasta ahora habia puesto atencion a todo lo que le habia pasado, recordo la voz, era muy parecida al chico que le habia dado la chaqueta. Sin mencionar que su sonrisa causaba los mismos efectos que la que aprecio aquella noche. No pudo creer haber tenido una pequeña aventura con un chico tan agradable y apuesto, aunque todo se desvorono cuando recordo las partes que contenian algo –magico- el no era humano, era un mago.

Sintio un vacio en su interior al pensar en eso, asi que decidio ya no hacerlo y dirigirse hacia la pasteleria.


Despues de dos calles llego con Matsumoto, aunque realmente fue un problema entrar a la pasteleria pues estaba llena de hombres. Todos escandalosos y clamando el nombre de su querida hermana quien se encontraba en la caja atendiendo a los clientes. Al percatarse de su llegada Matsumoto hablo con su jefe para ver si podia darle la tarde libre, este no pudo negarcele por lo que acepto al instante.

Matsumoto y Orihime salieron corriendo divertidas de ahí seguidas por varios fans de la rubia y uno que otro que se queria colar entre la muchedumbre. De tanto correr llegaron al lugar indicado encontrandose con Tatsuki. Quien enojada ahuyento a toda la bola de inutiles –como los llamo ella- Orihime les hablo de su recien encuentro con aquel chico. Ambas hermanas se miraron sorprendidas al saber que la ojigris habia conocido a un mago, y no uno cualquiera, al menos eso pensaba tatsuki pues como ella estudiaba magia, sabia mas sobre ello, y el truco de vuelo no era algo que se aprendia a manejar en varios años. Ya algo mas calmadas decidieron disfrutar del festival, despues de encontrar al ojiazul, Matsumoto fue la encargada de traer a Grimmjow quien se hallaba rodeado de mujeres.

Orihime lloro de la emocion por haberlo visto de nuevo, el no tuvo palabras por que su rostro mostraba todo, realmente se preguntaba si la mujer que tenia enfrente era la misma niña que tenia como amiga. Duraron casi dos minutos abrazados, sabian que eso no compensaba cinco años pero debian aprovechar el tiempo.

Los cuatro se dirigieron hacia los juegos que habia en el festival, disfrutando de cada momento vivido, Grimmjow simplemente no podia separarse de Orihime, por lo que cuando llego la noche se ofrecio acompañarla a su casa.

Matsumoto y Tatsuki se despidieron cuando llegaron a la pasteleria de nuevo. Dejandoles un tiempo a solas.


Ambos jovenes caminaban de regreso, ya habian pasado la "Taberna Sloth" por lo que se estaban acercando al parque, el frio de la noche se hizo presente a lo que Grimmjow dio su chaqueta a la ojigris con la excusa de cuidarla de cualquier resfriado.

El peliazul paro al estar frente al parque, su mirada melancolica recordaba cualquier buen momento que paso ahí en su niñez. Continuaron caminando hasta que decidio romper el silencio.

-Hoy es la noche de Orihime…-comento aun nostalgico.

-Si… recuerdo cuando te caiste de la resbaladilla- continuo Orihime riendo ante el sonrojo del peliazul.

-Aun asi nunca has podido derrotarme en las escondidas- dijo triunfante y orgulloso.

-Eso es por que siempre has hecho trampa- contesto la chica inflando sus mejillas haciendo puchero.

-¿Trampa? ¿Como esto?- rio divertido y de un jalon comenzo hacerle cosquillas, la chica reia a carcajadas por las graciosas caricias que le provocaba su querido amigo se recargo sobre el y por un momento perdio el equilibrio. Ambos cayeron al suelo aun riendo sin darse cuenta de la vergonzosa posicion en la cual se encontraban.

Un poco mas calmados se miraron a los ojos sonrojados por la escena, Orihime sin saber se acerco a su mejilla y aun sonrojada la beso tiernamente. No sabia el por que solo hizo lo que su corazon le dictara. El solo se quedo quieto procesando la idea de haber sido besado por su mejor amiga, aunque fuera un beso ordinario en la mejilla.

-Te extrañe Grimmi…- susurro Orihime rodando sobre si para acostarse a un lado del chico.

-Yo tambien Hime…- sin mas deposito un beso en su frente, como un buen amigo. Aunque claro si ella aceptara, el estaria mas que dispuesto a ser mas que eso.

-Dime ¿como es la vida militar?- pregunto curiosa la ojigris viendo hacia el cielo estrellado.

-¡Puaj! –exclamo el chico- cinco años separados y ¿de verdad quieres saber como es eso?- cuestiono a lo que la chica asintio sonriente – pues es aburrida, no hay comida decente, y solo te la pasas en entrenamientos- respondio sin interes.

-¡hoo! Y yo que pense que era entretenida- contesto decepcionada.

Grimmjow solo sonrio, decidio levantarse del suelo, el lugar estaba empezando a congelarse por lo que les haria daño, estiro su mano hacia la chica, quien la tomo agradecida para poder ponerse de pie.

-Vamos te llevare a tu casa- Ambos comenzaron a caminar por las frias calles nocturnas, en poco tiempo ya se encontraban frente a la sastreria. Subieron las escaleras para estar frente a la puerta de Orihime.

-Gracias por venir conmigo, es usted un caballero- comento la pelinaranja comenzando a jugar como lo hacian en los viejos tiempos. El solo sonrio para seguirle el juego.

-De nada… nunca seria capaz de dejar a tal bella dama en la penumbra de la noche- dijo tomando su mano.

-Me halaga joven- se inclino un poco para acariciar su cabello con ternura- yo tambien soy muy afortunada por haber sido acompañada por tal apuesto caballero-comento jugetona.

-¿Te volvere a ver?- pregunto el ojiazul con preocupacion en su rostro terminando de golpe con el juego.

-¿De que hablas Grimmi? No es como si fuera a desaparecer- sonrio sincera para tratar de tranquilizarlo.

-Es cierto…- la miro a la cara, sus ojos plateados resplandecian mas que cualquier noche de luna llena y su sonrisa lo llenaba de felicidad en su corazon, no lo penso dos veces, ya no queria esperar. De un movimiento rapido tomo su delicado rostro entre sus manos y la beso con anhelo. Orihime no supo que hacer, le saco una verdadera sorpresa, pero de una forma u otra al juntar sus labios no pudo evitar corresponderle haciendolo mas calido y apasionado a la vez. Sus manos pasaron por detrás de su cuello llegando a tocar su cabello azul, dio pequeños jalones alborotando sus mechones azulados. Despues de un largo tiempo decidieron separarse por falta de aire. El sonrio tierno al verla agitada y con carmin en sus mejillas. La atrajo hacia el fundiendose en un abrazo, uno que fue abiertamente correspondido.

-Deberias entrar, esta helando aquí afuera- pronuncio con voz algo ronca.

-D-de acuerdo… ¿te iras?- pregunto algo desilucionada.

-Tengo que volver, pero prometo venir a buscarte mañana temprano- sin mas se separaron para poder despedirse, Grimmjow le robo otro beso fugaz y de un salto bajo las escaleras para separarse de ella –Quiero verte entrar…- comento esperando a que la chica entrara a su hogar para sentirse seguro.

-Tranquilo, contigo cerca dudo que alguien pueda robarme…- contesto sonriente mientras habria la puerta, entro a la casa y cerro con llave. Observo por el cristal a Grimmjow que se despedia con su mano alzada, ella hizo lo mismo.

Cuando el la vio dentro supo que ya nada podria pasarle por lo que emprendio camino hacia la resistencia donde se quedaban los Elite mientras sonreia como si fuera el hombre mas feliz y afortunado del mundo.


Orihime camino hacia el estudio de su padre, sonrio algo avergonzada por recordar lo anterior, pero no estaba arrepentida. Sinceramente penso que Grimmjow pudiera ser el hombre perfecto para ella… el era guapo, era sincero, inteligente, y trabajador. Eso era demasiado para un hombre, y esas cosas solo suceden en los cuentos de hadas.

Aunque aquí si abria un pequeño pero importante problema, Elite nunca lo dejaria ir. Lo primero que le conto el ojiazul en cuanto la llego a ver fue su rango, tras grandes esfuerzos se habia convertido en general de la segunda division. Ahora era respetado, tanto como siempre lo soño ser. Y ella no es quien para impedirle su sueño, por mas que lo quiera –si querer, pues aun no sabia si lo amaba o no- nunca dejaria que se quedara a su lado, solo para complacerla. Y ese era un problema pues Elite solo estaba ahí para festejar el festival, no tardarian ni una semana mas para partir viaje hacia tierras desconocidas.

Ahora que lo pensaba con mas claridad aunque trataba de no arrepentirse, tal vez corresponderle fue un grave error.

La campanilla de la puerta sono sorprendiendo a la pelinaranja pues habia cerrado la puerta con llave. Coriio hacia la sala y en ella se encontraba una joven de cabello negro liso, sus ojos amarillos brillaron por todo el lugar, y su sonrisa fria le provocaba mas de un escalofrio. Lo que mas la asusto es que dos de los montruos con mascaras que la persiguieron con aquel mago, eran sus guardias.

La mujer comenzo a reir al ver la presencia de la pelinaranja.

-Disculpe pero la tienda esta cerrada- comento casi balbucenado- lo siento pero pense haber cerrado con llave-

-Hmp, que tienda de mal gusto… sombreros de muy mala calidad- la mujer camino en direccion ah ella, su largo abrigo de piel caia con elegancia sobre sus hombros, y su sombrero largo a juego le daba un toque de finalidad –Parece que él solo busca jovencitas con un buen cuerpo y una cara bonita- pronuncio observandola de pies a cabeza.

-No se de que esta hablando pero este lugar esta cerrado- Orihime camino hacia la entranda abriendole la puerta, dando a entender que se fuera.

-Pero tu no estas nada perdida… me pregunto si Ichigo sabe que lo estas engañando con aquel apuesto peliazul- se cuestionaba la pelinegra ignorando las indicaciones de Orihime.

-¿Ichigo? Debe de ser un error, esta solo es una simple sastreria – opto por un carácter mas serio y fuerte alzando un poco la voz- Creo que sera mejor que se vaya-

-¡Oh vaya! Despues de que te salvo de esos militares, tu lo niegas como si no lo conocieras… eso debe doler – pronuncio algo burlona la pelinegra- Debes ser… jaja no, eres muy valiente para enfrentarte a la bruja del waste –

-¿La bruja del waste?- pregunto la ojigris nerviosa. De un movimiento descuidado, grito al sentir como los monstruos la sujetaban de los brazos para quedar frente a la mujer de ojos amarillos.

-Veamos si esto te enseña a no entrometerte con cosas que no te pertenecen…- rapidamente paso sobre ella como si fuera un completo fantasma, la traspaso como si ella no existiera. ¡Por dios! ¿En que se habia metido? La mujer se volvio hacia ella y desde atrás la tomo de los hombros para poder susurrarle… -El no te pertenece, el solo puede ser de una persona y esa soy yo… Dale este mensaje y mis saludos a Ichigo- camino hacia la puerta seguida por los monstruos. Se quedo parada en el lumbral y rio ante el aspecto de la chica.

-Por cierto, cualquiera que te conosca y te vea no podra reconocerte, Pues seras una extraña ante los ojos de tus conocidos, y no podras decirle a nadie que estas bajo los efectos de un conjuro, diviertete- salio asotando la puerta y desapareciendo por completo.

Orihime miro sus manos todo estaba normal, no sabia de que estaba hablando. Tal vez solo era una advertencia. Pero ¿Por qué ichigo? Acaso ese chico de hermosos ojos chocolate era el temido mago mas famoso. No podia creerlo era algo imposible.

Camino de nuevo hacia el despacho, paso por enfrente de un espejo que colgaba en la pared pudo verse por el rabillo del ojo. Al pasarlo se quedo paralizada, y sorprendida se volvio hasta el espejo viendo casi asustada de lo que veia.

En su cabeza se hallaban dos orejas peludas del color de su cabello, y no pudo evitar sentir como su falda era levantada por algo, volteo hacia atrás y grito al ver una cola esponjada del mismo color que las orejas, ¿Qué era esto? Toco ambas cosas sintiendo su suavidad, eso no era un advertencia, realmente la habian maldecido.

-Ahora soy mitad humana y mitad lobo…- pronuncio frente al espejo casi sin palabras.


¿Y bien? ¿Que les parecio? Tengo muy buenas ideas para este Fic muajajaja *-*!

Espero que les haya gustado tanto como a mi al escribirlo ^^

Recuerden dejarme un Review que sin ellos no soy nada XD!

Matta nee ~~