Nunca creí que mi vida seria así, creí que nunca podría encontrar la felicidad, toda mi vida estuvo llena de sufrimientos, pero una pequeña luz ilumino mi camino.

La guerra me había dejado mentalmente destrozado, vi a mis amigos morir frente a mis ojos, mate a miles de personas, sufrí torturas que ningún ser podría soportar, aun así no se como sobreviví a tanto, pero después comprendí el por qué seguía con vida, me había convertido en una bestia, una máquina capaz de matar a cualquiera sin piedad alguna.

quise cambiar mi rumbo, quería una vida normal, pacífica y sin ninguna preocupación. Me mude a un pequeño pueblo el cual no estaba nada mal. Al cabo de unas semanas ya me había acostumbrado a la nueva vida que decidí llevar de ahora en adelante, ahora era un simple hombre retirado de su cargo.

Comencé a conocer a mucha gente agradable y me hice amigo de la mayoría, pero aun mi pasado me perseguía y no me dejaba en paz, tenía miedo de que mis nuevos amigos se enteraran de la verdad y se alejaran de mi. Entre mis amigos estaba una temerosa pero muy linda chica pelirroja, de ojos rojos como la sangre y tan brillantes como un rubí y de baja estatura. Creo que empecé a tomarle cariño para después darme cuenta de que en verdad me había enamorado de ella.

Varias veces pensé en declararme ante ella pero me fue imposible, tenía miedo de ser rechazado por la persona que había robado mi corazón. Un día me arme de valor y decidí decirle de una vez por todas lo que sentía por ella, la invite a dar un paseo en el parque y ella gustosa acepto.

Ese día me presente a la hora acordada en el parque, pero el tiempo pasaba y no la veía venir, empecé a pensar que ya no vendría y ya estaba por irme a casa, cuando a lo lejos vi que venía hacia mí.

-Siento la demora.

-No te preocupes

Comenzamos a caminar, el ambiente era algo tenso acompañado de un silencio un tanto incomodo, así que decidí hablar.

-Gracias por haber venido.

-no hay problema ¿Me citaste por algo en especial?

-Eh...bueno es que necesitaba decirte algo

-Y que es?

-Bueno lo que quiero decirte es...-De repente soy interrumpido por el sonido de un celular, el de Flaky.

-Disculpa, dame un segundo.

No es que me moleste, pero tenían que llamar justo en este momento?, termino su llamada y se acerco a mí.

-Lo siento pero tengo que irme.

-No, espera, no puedes irte.

-Eh? porque?

-Por que si no te digo ahora sé que no lo hare jamás.

-Lo siento, será en otra ocasión.

Había perdido mi oportunidad, la única oportunidad que tenia para decirle a Flaky lo que sentía por ella.

-¡ME GUSTAS!-Grite, tenía que decirle de una manera u otra y sé que gritándolo no fue la mejor opción pero no se me ocurrió otra cosa.

-¿Q-que?

-Que me gustas Flaky, me gustas.

Se quedo callada, no decía nada, no se si no podía creer lo que le acababa de decir o tal vez esperaba otra cosa y no una confesión.

-Entiendo que no sientas los mismo que yo, siento haberte hecho venir, adiós.

Estaba por irme cuando algo me detuvo, me sorprendí cuando sentí el agarre de la mano de Flaky en la manga de mi chaqueta.

-T-tu también me g-gustas.

No me podía creer lo que oía, estaba en shock pero al instante reaccione, ¡le gusto!¡le gusto a Flaky!, la abrace y ella también lo hizo.

En ese mismo momento me di cuenta de que Flaky era mi pequeña luz en el oscuro pasillo de mi pasado y sabia que en algún momento esos recuerdos horribles se irían y en su lugar quedaría la imagen de Flaky grabada en mi memoria.