¡HOLA!
No soy nueva en FanFiction, pero sí en subir una historia de One Piece. He de decir que, después de adentrarme en el mundo anime, esta fue la primera historia de este género en escribir, así que le he puesto mucho entusiasmo. Aquí veréis, desde el punto de Nami, cómo es viajar con cuatro chicos siendo la única mujer. Será una historia corta ya que todos los capítulos, excepto el primero (y a lo mejor el último) son de Nami con cada uno de sus amigos. Esta, transcurre en el tiempo entre que han salvado a Nami de la tripulación de Arlong hasta que llegan a la ciudad de Loguetown, ¡espero que os guste!
Disclaimer:Los personajes de One Piece no me pertenecer, de ser así, entre Sanji y Zoro hubiera habido demasiado yaoi hard. Esta historia la hago para divertirme.
Chapter 1: Única en la tripulación.
El viento soplaba, pero el calor no desaparecía en ningún momento, ni los fuertes rayos del sol tampoco. El agua rebotaba contra la cubierta y el sonido de gaviotas hacía de ello un paisaje bastante marítimo. Los balanceos del barco ya eran cosa normal en la rutina, además del sonido de delfines, del crujir de la madera… Y de los ronquidos de Zoro, ¿es que nunca se cansaría de dormir ese espadachín de tres al cuarto?
Llevábamos ya varios días recorriendo el mar, sin ninguna isla a la vista. No es que me quejara, ya que yo amaba viajar en barcos… ¿Por algo era pirata, no? Pero me agobiaba el no llegar a tierra firme… Y además muchas veces deseaba que hubiera algún que otra chica en la tripulación. Tampoco me parecía mal la compañía de Luffy, Zoro, Usopp y Sanji… Pero hay que entenderme. Además de ser la única chica, en muchos momentos me sentía rodeada de completos idiotas.
-¡Nami!
Me incorporé en la tumbona y aparté el mapa que tenía entre las manos. Justo en frente de mí estaba Luffy, con su tonta sonrisa y su risita de querer hacer algo. Seguramente se aburría y ahora quería ver si hacíamos algo juntos… ¿Acaso no le había bastado cuando hace unas horas estábamos jugando a las cartas?
-¿Qué?
-¿Quieres jugar a las imitaciones? –dijo alegremente-. Yo imitaré a uno y lo tendrás que adivinar.
No me apetecía ponerme a jugar como niños pequeños, y mucho menos a ese estúpido juego. Lo único que hice fue volverme a acomodar en la tumbona y seguir mirando el mapa. Por el rabillo del ojo pude ver como la tonta sonrisa de Luffy se borraba.
-¿Acaso eso no lo haces con Usopp? –pregunté sin mirarle.
-Sí, pero él está en el mástil –dijo, señalando el objeto nombrado-. Su "instinto" dice que pronto veremos una isla.
-¿Su instinto, eh? –solté con indiferencia.
-Me contó que desde pequeño su instinto nunca le había traicionado… -puso su dedo en su barbilla, pensativo-. Que llevaba unos cincuenta años fiándose de él y siempre tenía razón…
Entonces noté que la vena de mi frente se hinchaba. Como yo decía… Rodeada de idiotas. Enrollé el mapa y le di a Luffy un golpe en su cabezota, aunque él ni se inmutó.
-¿Y te crees eso, idiota? –grité.
-Bueno… Se le veía tan convencido… -dijo, mirando a donde se encontraba Usopp con un telescopio viejo-. Así que le dejé ir. No perdemos nada.
El cabreo se me bajó de golpe. Ya me empezaba a acostumbrar a la forma de hablar de Luffy en respecto a nosotros, su tripulación. Y, la verdad, me hacía relajarme. Pero entonces fue cuando en la escena interrumpió un gran bostezo a mis espaldas. Tanto Luffy como yo nos giramos.
-¿Ya estamos en una isla? –preguntó Zoro frotándose los ojos y levantándose del suelo.
-Pregúntale a Usopp –dijo Luffy, señalando al nombrado.
Zoro miró al más mentiroso de la tripulación y luego clavó sus ojos en nosotros. Justo cuando iba a decir algo, Sanji salió de la cocina.
-¡Mi querida Nami, la comida está lista! –gritó el rubio en un tono cariñoso y poniendo sus ojos en forma de corazón-. ¡La hice especialmente por ti!
Yo me levanté de un salto. La verdad es que tenía hambre, y aunque ignoraba completamente la forma en la que se comportaba Sanji conmigo… Lo agradecía, pero no se lo pensaba decir.
-¡Hey, tripulación de tres al cuarto! –gritó de nuevo, con gesto desagradable-. ¡Vuestra comida ya está! ¡Subid antes de que se enfríe, idiotas!
Mientras subía las escaleras en dirección a la cocina no pude evitar sonreír.
-¡Vayamos rápido! –dijo Usopp, al tiempo que bajaba rápidamente del mástil-. ¡No quiero perder ni un segundo de la vista del mar! ¡Estoy seguro de que hay una isla por aquí cerca!
Yo fui la primera en entrar en la cocina y al segundo entraron todos los demás. La mesa estaba repleta de la espectacular comida de Sanji. Los chicos se sentaron en seguida y empezaron a engullir como animales. Bueno, todos excepto Sanji, que siempre esperaba a que todos empezáramos a comer y cuando alguien hacía algún cumplido de su comida es cuando él ya empezaba. Esa era una de sus manías. Aunque todos tenían sus costumbres y manías. Quizás debería empezar a verlos más de cerca…
Y hasta aquí el primer capítulo, espero que os haya gustado. Y si es así, seguiré con ella muy pronto. El siguiente capítulo tratará de Luffy y Nami.
¡Un saludo! :D
