Capítulo 1: El olvido de los héroes.

Hace años el maravilloso reino de Lionés era basto, rico y abundante, por lo que la envidia y el peligro siempre lo acechaban, las guerras e invasiones eran el pan de cada día, fueron un puñado de valerosos hombres los cuales se comprometieron y juraron proteger al reino y a su gente, gracias a estos nombrados "caballeros sacros" la paz abundó durante muchos años, pero no todo dura para siempre; una noche la bruja del castillo tuvo un presagio, una visión del futuro, unos extraños seres de magia corrupta llegarían a tomar el reino y ni siquiera la fuerza de los caballeros sacros bastaría para hacerle frente a la amenaza, el noble rey palideció, su reino apenas mostraba mejoría por las invasiones, su segunda hija acababa de nacer y su esposa se encontraba delicada de salud, la invasión destrozaría todo Lionés.

- La premonición de su habilidosa bruja parece tener muchas probabilidades de ser cierta, su majestad - la voz de ese imponente nombre que se arrodilló frente al rey luego de entrar de improvisto parecía ser calmada y confiable, por lo que el rey lo dejo seguir.

- Puedo ayudarle con su problema, conozco a alguien que puede vencer a esos seres de los que tanto teme - los ojos del rey brillaron con esperanza.

- Presente a ese "alguien" ante mi para que pueda ver con mis propios ojos a mi posible salvador - el rey ocultó su jubilo al ordenarle a aquel hombre traer a la persona de la que parecía sentirse muy orgulloso.

Después de 3 días de angustia para el rey por fin regreso aquel misterioso hombre, pero esta vez venia con alguien, el acompañante parecía muy joven como para poder ayudarlo.

- Hola de nuevo su majestad, aquí traigo a su salvador - de una palmada puso enfrente al rey a su acompañante- vamos joven Izuku, preséntate– el tembloroso muchacho saludó con timidez.

- ¿Este niño será quien salve a Lionés? - el rey parecía tener un fraude frente a él, no dejaría que nadie se burlara ni él ni de su reino – señor lamento decirle que mentir ante mi presencia es inaceptable, ¡GUARDIAS LLEVENLOS AL CALABOZO! – el rey no aguantaría una falacia, y menos en momentos tan críticos.

Todos los caballeros presentes en el gran salón saltaron a someter a los invitados, pero se llevaron una gran sorpresa.

- Joven – le ordenó al peli verde.

De un momento a otro el aire se volvió denso, el chico frente al rey, aquel tímido niño desapareció de la vista de todos, el aire dejó una estela, y de un momento a otro todos y cada uno de los caballeros sacros presentes fue derrotados, ninguno quedó en pie; la mirada tímida del peli verde fue sustituida por una mirada de determinación.

- Yo nunca mentiría, mucho menos a usted majestad, sé que el joven Izuku puede parecer tímido, pero es un chico muy observador además de ser muy poderoso, como lo habrá notado – La seguridad de sus palabras nunca titubearon, el rey estaba sorprendido ante la demostración de tan descomunal poder.

- Este muchacho será una gran adición a mi guardia de caballeros sacros, déjelo a mi cargo señor… –entonces el rey se dio cuenta que nunca le había preguntado su nombre a tan peculiar invitado.

- Toshinori Yagi, su majestad – una vez mas aquel musculoso hombre se arrodilló ante el rey y le dio una palmada a su acompañante.

- ah – se recompuso la actitud temerosa del chico – m-mi nombre es Izuku Midoriya, un gusto, su majestad – y de nuevo empezó a temblar.

- Entonces que dices joven Izuku, ¿te unirías a mi reino para combatir esta amenaza? – la felicidad era tan grande que incluso dejó su trono para estrechar la mano de aquel poderoso chico.

- No – la respuesta del joven hizo palidecer a su maestro y cu fundió al rey – yo solo no podré vencer a esos seres de los que hablan, eh peleado contra ellos, y si quieren destruir su reino, no vendrán pocos, déjeme reunir a un equipo, y nosotros salvaremos a su pueblo – su voz sonaba pensativa, pero el rey aceptó, dejó que aquel chico reuniera a su cuadrilla.

Poco a poco el chico fue reclutando a seres increíblemente poderosos, llegó ante el rey y le presentó al equipo que derrotaría a la poderosa amenaza venidera, aquella cuadrilla era poderosa, inquebrantable, honorable; defendieron infinidad de veces al reino de pequeñas invasiones, de tan bestial poder la gente los nombró…

-En el presente-

- ¡Las bestias de Lionés! – gritó de emoción una pequeña niña de cabello negro que empezó a dar saltitos de alegría en su cama.

- Dejen dormir a gusto ¡por el amor del rey! – se quejó una niña un poco mas grande que la pelinegra, la chica tenía el cabello anaranjado; se dio vuelta en su cama y se cubrió con su almohada la cabeza – Papá deja de contarle esas tontas historias a Momo – parecía realmente molesta.

- Según recuerdo a ti también te gustaban estas "tontas historias" – le recordó con alegría un señor con unas cuantas canas en su cabellera negra.

Los tres parecían vestir ropas demasiado ostentosas.

- Eso fue antes de que me diera cuenta de que son absurdas, ningún grupo de bestias pudo haber salvado a Lionés, los caballeros sacros son muy poderosos, nadie los ah podido derrotar nunca, deberías saberlo mejor que nadie, por algo eres el rey, ¿no papá? – le afirmó con seguridad a su padre el cual reaccionó confuso.

- ¿Quién te dijo que los caballeros sacros nuca han sido derrotados? – la pregunta del rey cohibió a la peli naranja.

- em… me lo dijo Tenya – la respuesta insegura de su hija dejó aún mas dudas en el rey, a lo cual la chica reaccionó – es el hermano menor de Tensei – entonces el pelinegro entendió – me dijo que su hermano nunca ah perdido una batalla, que es muy poderoso, Tenya va a ser tan grande y valeroso como su hermano – sus ojos brillaron al recordar las palabras de su amigo.

- El joven Tenya tiene razón, su hermano es muy fuerte, pero eso no significa que todos los demás no hayan perdido antes – le aclaró a la princesa.

- ¿Lo vez Itsuka?, las bestias de las que padre nos cuenta si fueron reales – dijo llorosa – si son reales, tu noviecito no sabe lo que pasó en realidad – le mencionó en un grito infantil.

- T-Tenya n-no es m-mi novio, y esos tontos cuentos de hadas son solo eso, cuentos de hadas, para que la pequeña e inmadura Momo pueda dormir – aquella tanda de burlas logro hacer llorar a momo.

- YA BASTA – alzó la voz el rey – Itsuka no le hables así a Momo, y Momo no incomodes a Itsuka – dijo estrictamente – ya duerman mis princesas, no me gusta que peleen, son hermanas, se deben de querer la una a la otra – la peli naranja estaba a punto de decir algo, pero su padre le tapo la boca subiendo la sabana hasta ella.

- Lo siento papá – dijo somnolienta la peli naranja – lo siento Momo – fue lo ultimo que dijo antes de caer dormida.

Momo se quedó viendo aún llorosa a su padre – las bestias de tus cuentos son reales, ¿verdad padre? – y con esa pregunta la princesa logró conciliar el sueño.

- Si que lo son mi pequeña – un deje de culpa invadió su vista que fijo hacia afuera de la ventana – ojalá el reino pueda estar a salvo después de mi error – dijo culposo y triste el rey al salir de la habitación de sus hijas – mi hermosa Adelina, no sabes cuánto te extraño, nuestras hijas no paran de crecer – acarició un cuadro de una hermosa mujer de cabello anaranjado – seguro que serán tan bellas y listas como tu – soltó un suspiro melancólico y fue a su alcoba a dormir.

-7 años después-

La joven princesa peli negra paseaba por los jardines del palacio, su mirada pensativa acompañaba a su indeterminada caminata.

- ¿A dónde se dirige princesa? – una voz gruesa dispersó los pensamientos de la doncella.

- Oh, Sir Shota, a ningún lado en concreto, solo estaba sumida en mis pensamientos – ante la respuesta el caballero se puso a la altura de la princesa.

- Entonces siga, yo la escoltaré – le señaló el camino y dejo que avanzará.

- Mi padre se preocupa de más, solo quería pasear por el jardín, tiene unas hermosas flores, y hace un excelente día, no cree ¿Sir Shota? – su amabilidad era totalmente deslumbrante.

- Su padre, el rey, se preocupa por usted porque la quiere, y no quiere que le pase nada, además, el peligro siempre acecha – justo al momento de terminar aquella frase la gran muralla que custodiaba el reino fue atacada por una explosión, pronto los gritos de los pueblerinos inundaron el palacio.

El caballero rápidamente se encaminó hacia la abertura, pero la princesa se quedó quieta, su estupefacción fue interrumpida por el grito de un caballero – SIR SHOTA – gritó un caballero de armadura azul con plateado.

- ¡Tensei! – contestó aquel caballero, rápidamente se quitó la manta que cubría su armadura y su siempre fiel arma de captura.

- Se acercan cientos de bestias que jamás había visto, algunas son verdes, otras blancas, hay por lo menos tres de color morado y parecen tener algo viscoso en la cabeza, son muy repugnantes – dio el informe el caballero azul algo asqueado.

La descripción de los invasores dejó helado al caballero negro – ¡princesa! – la hizo salir del shock – busque resguardo en el castillo – en ese momento empezaron a escoltarla ambos caballeros a la puerta del palacio, pero una explosión desde dentro de la construcción conmocionó a los caballeros.

- ¡PADRE! – soltó un grito desesperado.

Aquel hecho cambiaba totalmente el paradigma del caballero pelinegro – Tensei, saca a la princesa Momo del reino, ¡rápido! – ordenó a su compañero, pero la princesa se resistió.

- No me iré del reino, tengo que ir con mi padre – trató de ir hacia la puerta, pero fue detenida por el pelinegro.

- Escape princesa, si el reino cae, usted es la más indicada para restaurarlo y seguir con la voluntad de su padre – aquellas frías palabras conmocionaron a la princesa, pero rápidamente apretó sus puños, asintió aun insegura y comenzó a correr siendo escoltada por el caballero azul.

- "Debo hacer esto por el bien de mi reino" – dio un vistazo hacia el palacio – "yo salvaré a mi pueblo, a mi hermana y a mi padre -.

Antes de llegar al limite de la muralla un pequeño grupo de invasores los atacó, el caballero no tardó en defender a la princesa y combatir contra las abominaciones.

- corra princesa, escape, yo me encargo esto – la princesa trató de ayudarlo, pero una de esas aberraciones se lanzo a atacarla, el ataque fue frenado por la espada del caballero - ¡CORRA PRINCESA, SALVE A SU REINO! – entonces la princesa corrió fuera del reino.

En ese momento la princesa recordó los cuentos que su padre le recitaba cada noche cuando era niña – "Debo encontrar a las bestias de Lionés, ya nos salvaron una vez, seguro pueden ahora"y con esa meta en mente la princesa se escabulló en el bosque.

FIN

¡HOLA HOLA!, esta es la primera historia que publico, díganme que les pareció, ayúdenme a crecer con consejos y criticas.

¡DISFRUTEN DEL DÍA Y NO LEEMOS LUEGO GENTE, CHAO!