Nueva historia, por fa comenten si les gusta...

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Capítulo 1: Nueva vida..

—¡Se lo suplico! Solo sera una semana le prometo que... ¡YA BASTA!— fue interrumpida abruptamente.

La joven palideció de prisa quedando tan blanca como una delgada hoja de papel, sus labios rosas temblaron ligeramente sin saber que más hacer. Juntó sus manos en un desesperado ruego y la miró suplicante por última vez.

—Mi tía y yo no tenemos a donde ir, el trabajo esta difícil y todo lo he gastado en las medicinas de mi tía... Yo puedo empeñar algunos electrodomésticos, con eso pagaría el mes que le debo y las otras semanas pues... — Bajó la mirada al suelo pensando de donde obtendría el resto del dinero.

—¿Acaso crees que soy idiota?, Ya se la clase de gente que son y no pienso rentarles más la vivienda. Nunca pagan a tiempo y siempre rompen cosas, los vecinos se quejan de los quejidos constantes en la noche y no puedo permitirlo más sakura — Habló una mujer pelinegra bastante molesta.

—Las tuberías están viejas y la madera esta muy gastada, solo es cuestión de algunas reparaciones y con respecto a los gritos... mi tía no puede evitarlo el dolor en su columna es constante y los analgésicos no le funcionan— Dijo desesperada la pelirrosa.

—¿Reparaciones?... Como demonios piensas que voy a reparar la vivienda si no pagan la renta. No me importa en lo más mínimo sus problemas, ¡sino pagan la renta se largan! — Dijo la mujer haciendo una seña.

De pronto unos hombres entraron de prisa, arrojaron la poca ropa que cayó al suelo. Sakura miraba espantada todo aquello, sus ojos jades se cristalizaron y poco apoco las lágrimas llenaron su rostro.

La imagen de su tía moribunda le vino a la mente, su pobre tía enferma no podría soportar eso, de pronto los hombres salieron con algunos aparatos en la mano y ella arrugó el ceño desconcertada.

—¿Q-Que creen que hacen con eso? — dijo sakura limpiando sus lágrimas.

—Pagaras la deuda, no creas que el mes que no pagaron quedara en el olvido — dijo la mujer sonriendo ampliamente.

Sakura empuñó su mano con impotencia, estaba indignada, cuando estuvo a punto de pronunciar unas cuantas palabras su tía moribunda salió de la pequeña casa.

— Sakura... Que sucede— dijo una mujer rubia de ojos castaños, se sostenía de un bastón de madera para evitar caer de bruces al suelo. Su aspecto estaba deteriorado y su piel reseca.

—Tia tsunade— dijo sakura corriendo a su lado, miró la ropa regada en el piso entristecida—Tia debemos irnos, este lugar no es para nosotras—

—Lo entiendo sakura, no podemos estar con esta clase de gente tan malvada, prefiero la calle mil veces a verte humillada, rogar por un lugar que jamas será nuestro hogar —habló la mujer abrazando a la joven.

Sakura recibió el abrazo sorprendida. Su tía había escuchado todo, y ciertamente tenía mucha razón, ellas jamás se sentirían cómodas alrededor de una gente sin escrúpulos ni corazón. Pero por otro lado no era conveniente deambular por la calle, de noche, y completamente solas...

Poco a poco fue recogiendo sus prendas, las metió en una bolsa cristalina y la sostuvo entre sus manos. Caminó junto a su tía agarradas de la mano, no se molesto en mirar atrás, no valía el esfuerzo.

O*-O*-O-*O-*O-*O-*O

Ya eran las 9 en punto de la noche, pero no era problema porque las calles de new york estaban muy iluminadas, tanto sakura como su tía caminaron durante una hora hasta que por fin llegaron al lugar esperado. La pelirrosa dejó a su tía descansando en una banca y entró al lujoso bar que tenía al frente.

Esperaba encontrar allí la ayuda de un antiguo conocido, por lo menos una cama para dormir una noche.

Caminó insegura por el establecimiento, una música de piano se escuchaba de fondo mientras figuras bailaban al compás de dicha melodía. Había varias personas sentadas en la barra tomando diferentes tragos, sakura observó al pelinegro detrás del mesón sirviendo las copas y sonrió levemente, casi nerviosa.

—H-hola sai— dijo cuando llegó a su lado. El hombre abandonó su acción y la miró fijamente, con ojos oscuros y casi siniestros.

—vaya, no pensé que regresarías tan pronto — habló con arrogancia el joven.

—Sai, se que lo nuestro no terminó muy bien, nunca pensé que acabaríamos así... Pero por lo que alguna vez fue te pido un gran favor — dijo sakura mirándolo sin titubeos.

—¿En serio? Piensas que yo te ayudare después de todo — expresó con una burlesca mueca. Tomó su mano entre la suya con fuerza.

—Sabes que me lo debes sai—

—Si claro, mira sakura tu y tu tía pueden irse a la mierda, siempre fuiste una mojigata y nunca Servirás para nada — habló cruelmente.

—Por favor sai... te lo pido por mi tía, ella necesita donde dormir. Si no me quieres ver a mi yo puedo quedarme en cualquier lugar, pero a ella dejala dormir en tu casa— dijo sakura suplicante.

El joven pelinegro sonrió de lado, soltó su mano y la miró fríamente.

—Lo siento, pero tengo a alguien que me espera en casa y no quiero a nadie estorbando... Ahora fuera de mi vista — concluyó arrogante.

La pelirrosa inhaló profundamente y sus manos temblaron ansiosas. Esta era su única oportunidad, no había nadie más cercano, no tenía amigos que la ayudaran y su tía tsunade era su único familiar que poseía, se había criado con su padre y su tía pero desgraciadamente este murió en un accidente dejándola a cargo de la mujer rubia.

Sakura miró el lugar sintiéndose ahogada, su pecho se oprimía y sentía que casi se desvanecía. Caminó despacio hasta la salida, su tía aun continuaba descansando en el banco donde la había dejado hace un rato.

—Tia— dijo sakura tocándose el pecho.

—Sakura no te preocupes por mi, ya yo estoy vieja... Pero tu aun eres fuerte y debes continuar — habló la mujer abrazándola.

—Tia yo no te dejaré nunca... Estaré contigo siempre — dijo sakura correspondiendo a su abrazo.

—Hija... Toda la vida has sufrido, nunca has tenido buenas oportunidades y quiero que ahora vivas tu vida sin detenerte ni siquiera por mi —continuó la rubia mientras tocia un poco.

—Se que no pude estudiar y tener una carrera, pero lo más importante era trabajar para que a ti no te faltara nada — dijo la chica con lágrimas.

—Lo sé sakura, se todo lo que has hecho por mi. Por eso me alegro de que haya terminado tu relación con ese cretino, nunca fue de mi agrado —

Sakura sonrió levemente, para ella también era un verdadero alivio. Dio gracias a dios de que su relación no avanzó tanto, de lo contrario se arrepentiría toda la vida.

— Saldremos de esto...lo prometo — habló sakura estrechándola más fuerte, nunca se rendiría por nada ni nadie.

Las luces de los coches y de los edificios brillaban con intensidad, desde donde estaban se podía apreciar una hermosa vista en medio de esa terrible tempestad. No se rendiría, ella y su tía algún día tendrían la vida que siempre soñaron.

Poco a poco sus ojos se fueron cerrando, descansaría un poco para continuar con la búsqueda. Algún lugar debía encontrar para su tía.

O*-OO*-OOO*-OO*-OO

Cuando abrió sus ojos miró el reloj en unas de las pantallas con anuncios. Una con treinta y cinco de la madrugada, era muy tarde para caminar y por otro lado su tía se veía muy cansada, la arropó con una manta y velo su sueño.

Se mantuvo alerta hasta las dos de la madrugada y cuando sus ojos estuvieron a punto de cerrarse de nuevo, una lujosa y hermosa limusina se ubicó justó enfrente de donde estaban. De pronto y para sorpresa de ella una esbelta mujer salió de ella, vestía muy elegante y refinada.

Lucía un precioso vestido rojo de corte de corazón y un lujoso abrigo de piel sintética blanca. Su cabello lacio llegaba un poco a la mitad de la espalda, de largas piernas y delicada cintura, una joven sumamente hermosa ante los ojos de cualquiera.

La joven caminó con lo que parecía ser su guarda espaldas, un hombre alto vestido todo de negro, caminó elegantemente por la acera pero cuando estuvo a solo unos pasos de entrar al bar donde trabajaba sai su lujoso calzado se rompió quedando todo estropiado, causando que accidentalmente cayera de lado. El guarda espaldas no pudo evitar que tocará el piso, y sintiéndose nervioso intentó tomarla del brazo, pero la mujer estaba avergonzada, su rostro estaba fruncido con una notable mueca.

—¿Sra Se encuentra bien?— preguntó intentando levantarla.

—Ayudame. Rápido, ¡Vamos!—habló enojada.

—¡Si claro!—

La tomó de la cintura y la sostuvo fuertemente, la gente miraban curiosos mientras comentaban de lo ocurrido.

Sakura que estaba a solo unos pasos sintió la necesidad de acercarse. No era algo sumamente grave, pero tal vez podía ayudar en algo.

Pensó en los pares de zapatos extras que llevaba, en otra circunstancias se los hubiera ofrecido pero era difícil de creer que alguien como esa mujer aceptaría usar esos viejos y sucios zapatos.

—¿Se encuentra bien?...— dijo la pelirrosa llegando a su lado.

—Que diablos le importa, largo de aquí — dijo la mujer sin siquiera mirarla.

—Lo siento señorita, sera mejor que se retire— habló el hombre.

—C-claro, no fue mi intención molestar — dijo apenada, más bien entristecida porque siempre la humillaban.

Se dio la media vuelta para regresar con su tía al banco, pero la voz del hombre la detuvo.

—Perdón srta, podría abrir la puerta del coche — dijo el hombre, aun sostenía a la mujer que se negaba a levantar el rostro

—Oh si—

Sakura se apresuró a abrir la puerta y esperó a que ellos avanzaran. El hombre le agradeció con el rostro y caminó con la mujer tomada de la cintura.

—Suba la llevare a un...—

—No, llevame al hotel — habló cuando estuvo dentro del auto. El guarda espaldas asintió y cerro la puerta de la limusina.

Sakura que permanecía a un lado se alejó un poco para mirar el auto, siempre veía muchos coches iguales en las casas donde iba a limpiar y planchar ropa, solo que nunca se imaginó tocar uno con sus propias manos.

—Se lo agradezco srta—dijo el hombre dando la vuelta para subir al coche.

—No fue nada, adiós — dijo mirando el cristal del asiento de atrás. Aún de pie en la acera mientras el auto se encendía.

No podía ver más allá del vidrio polarizado, solo frunció el ceño un poco al solo escuchar el ronroneo del auto sin decidirse a arrancar.

–" " ¡¿Que haces Sakura!? ¡Mi tía! " "–Pensó girando rápidamente, observando desde los distancia a su tía aún dormida.

–Oh cielos... Que susto–Dijo dispuesta a regresar pero cuando dio un paso la puerta del mismo auto se abrió.

–Srta... Disculpe, la señora quiere conversar con usted unos minutos–Habló el hombre mirándola directo al rostro.

Sakura arrugó el ceño desconcertada, si hace unos segundos ni siquiera levantó el rostro para mirarla... ¿y así de la nada quería hablar con ella?

–D-disculpe pero no se de que podría yo hablar con la señora–Dijo la pelirrosa muy segura.

–Solo será unos minutos, es mejor que entre al auto–

–¿Que?... No yo no voy hacer eso–Dijo la joven con mucha desconfianza.

–Por favor srta...–Dijo el hombre en súplicas. Se notaba su nerviosismo.

–Ya le dije que no, y mejor ya vayase–Dijo Sakura con la mano empuñada, preparada para dar un golpe si fuese necesario.

–Srta...–

–Sube, te convendrá–Dijo una voz, proveniente del auto, y es que como la chica pelirrosa estaba tan concentrada en el hombre no percibió que la Señora, habia bajado el vídrio.

–No... creo que sea...–Dijo Sakura un poco sorprendida.

–" " Sus ojos son... jades" "

Te lo pedire esta única vez, sube–Dijo la mujer con voz serena.

Los ojos de Sakura estaban desorbitados, esa mujer tenía los ojos iguales a los de ella.

–Yo... no se–Dijo caminando aún desconfiada. Miraba al hombre y después regresaba al auto... era tan extraño.

La puerta del auto se abrió y dudo un poco en acercase, miró hacia su tía que estaba dormida y sin peligro, estaba intrigada y definitivamente necesitaba averiguar lo que pasaba.

–Que bien–Dijo la voz de la mujer cuando ella entró al auto.

–Espera... que es todo esto–Dijo Sakura paralizada del asombro...

–También me lo preguntó, pero debe haber una explicación.. ¿No lo crees?–

–S-si, Oh no se... estoy confundida–

–Vamos al hotel Hernán–

–¡Espera! noo, mi tía, ¿A donde me llevas?–dijo alterada, miró en el cristal del asiento de atrás, a su tía aún en la banca.

–¿Es tu tia ?–Dijo la mujer.

–Si, yo no voy a ningún lado–dijo Sakura tomando la manija.

–De acuerdo espera. Hernán, ve por ella–

–¿Que? ¿Porque?, ¿son unos secuestradores?–Dijo esta vez asustada.

–Tranquilízate, solo iremos al hotel... además tal parece que no tienen a donde ir–Dijo la joven con una misteriosa sonrisa.

–Si pero..–

–Anda Hernán–

–Si señora–dijo el guarda espaldas saliendo y entrando con la mujer dormida en brazos.

La depositó en el asiento de atrás de la limusina ya que había mucho espacio disponible.

–Arranca, vamos–

Mientras que Sakura tragó grueso un poco, ese día había sido el más terrible de todos sus días. Primero botada del alquiler de la vivienda, sin donde dormir y ahora secuestrada por unos extraños... sin mencionar que la mujer era...

–Oye, baja, rapido–dijo la mujer impaciente.

Sakura arrugó el ceño dispuesta a reclamarle pero cuando fijó la mirada se encontró en la entrada de un lujoso hotel para estrellas, de esos para celebridades...

–Hernán, llama a los de servicio para que te ayuden a subir con la señora–Dijo la patrona saliendo del auto junto con una Sakura anonadada.

–Si señora–

–Vamos–Dijo la mujer tomando a Sakura del brazo.

–¿Pero que?–

Al entrar era como lo imaginaba, no, era mucho mejor, un hermoso, pero hermoso lugar.

–Bienvenida señora–Saludaron los de la recepción con una leve inclinación de cabeza.

–Oye, espera... Me dirás de qué se..–

–Mira niña, lo que va a pasar a continuación dependerá de ti, ¿ya te has dado cuenta no?... tu y yo somos... parecidas–Dijo lo último con una gran sonrisa

–Si, bueno tus ojos son muy parecidos a los míos, aunque creo que los míos son más claros–Dijo Sakura pensativa.

–Mínimos detalles–Dijo la mujer saliendo del ascensor.

–Si, pero.. ¿ y eso que?, no explica que hago aquí–Dijo ya cruzada de brazos.

–Vamos entra si quieres averiguarlo–Dijo abriendo la puerta de su suite.

–¿Y mi tía que?–

–Oh por Dios, ya viene–Dijo enojada.

–Bien, solo escuchare lo que tengas que decir y después...–Dijo pensadolo bien.

–Regresaras a deambular por las calles–

Y Sakura solo resopló un poco, tenía razón, eso era lo que harían.

–Sígueme–Dijo caminando elegantemente. La pelirrosa lo hizo y descubrió una enorme habitación preciosa.

–Ven– Se escuchó la voz de le joven en el baño.

Sakura entró y la miró observarse en el espejo, estaba sonriendo... ¿feliz?

–Que sucede..–

–Lo ves... tu y yo somos idénticas–Dijo emocionada.

Sakura se colocó a su lado y miró el espejo... era cierto, sus rasgos eran identicos, su nariz, labios, barbilla y ojos eran iguales, pero su cabello era lo que cambiaba, ya que la otra mujer lo tenía lacio y largo además de color castaño con reflejos... y el de ella era Rosa hasta los hombros.

–Pues si–Dijo ahora mirándola a la cara.

–Bien, tengo algo en mente... Tanto tu como yo saldremos ganando–Habló.

–¿Un plan?–Dijo la pelirrosa insegura.

–Si... Te lo aseguro–Dijo sonriente.

O*O*O*O*O

–¿QUE?... no, ¡¡eso es una locura!!–Dijo Sakura frunciendo el ceño desconcertada.

–Nadie lo notará, somos idénticas– Dijo la mujer fumando en su elegante sofá.

–Es una locura... No lo haré–Dijo sakura caminando de un lado a otro.

–Bien, no lo hagas, regresa a la calle con tu enferma tía, Yo sobreviviré–Dijo haciendo una seña a la puerta, para que saliera.

La pelirrosa miró a su derecha donde descansaba su tía en el cuarto de huespedes. ¿Que haria? ¿Como vivirian de ahora en adelante?

–¿Si lo hago que ganare yo?– preguntó sakura sentandose a su lado.

–Dinero, lujos, dinero... ¿Que anhelas?– le dijo sonriendo satisfecha.

–Solo... solo quiero un buen estilo de vida para mi tía–Habló con tristeza la pelirrosa.

–Hecho, Aquí podrá recibír su tratamiento. La internaré en la mejor clínica de New York, no le faltara nada... y para cuándo todo termine, tendrás casa propia y dinero...–Dijo contenta mientras inhalaba el humo.

–¿Todo eso?–Dijo sakura sorprendida.

–Se recompensar muy bien a los que me sirven–Habló con seguridad.

–Pero hay algo que no entiendo.. ¿Porque hacer todo esto?–Dijo Sakura confundida.

–Te lo contaré solo una vez...–Dijo bajando la mirada por breves segundos, Sakura estaba atenta, mientras que la otra mujer lucía muy pensativa...

–Tuve un matrimonio arreglado desde muy joven, de hecho me case a los 17 años con el permiso de mis padres... Nunca me ha gustado obeder órdenes, y desde hace mucho tiempo que estoy estancada–Habló inhalando más cigarro.

–Entonces tu no quieres a tu esposo...–Dijo Sakura al aire.

–Mmm digamos que de algo me sirve–Dijo con una sonrisa perversa.

–¿eh?–Dijo Sakura sin entender.

–Escucha, de la familia de donde provengo son muy estrictos, no puedo salir sin sentirme libre y presionada, quiero tener paz... libertad. Por lo menos un año–

–¿Un año?–Dijo la joven sorprendida.

–Si, es lo mínimo a cambio de una casa, un tratamiento costoso y demas gastos–Dijo con el ceño fruncido.

–Pero hacerse pasar por otra persona es un delito... yo corro el riesgo de que..–

–Tranquila... No parará nada. Yo me encargaré de que nadie sospeche, tu seras mi perfecta copia–Dijo muy complacida.

O*O*O*O

–Por favor, que quede idéntico al mio, no importa el costo–Dijo la mujer elegante al estilista.

–Si señora–

Mientras que sakura estaba en la silla, en manos de ese increíble salón.

–Recuerde, largo, sedoso, hermoso... y castaño–Dijo la mujer tomando de su capuchino.

Tres horas después...

–Si, ese con esos zapatos y ese bolso–Le Dijo a la vendedora.

–Con gusto–

–No creo que sea buena idea... no suelo usar tacones–Dijo Sakura insegura.

–Tendrás que, suelo usarlos siempre querida–Dijo saliendo de la boutique con la pelirrosa y las bolsas.

–Bien, comencemos...–Dijo la mujer empezando con las lecciones, de caminar, sentarse, hablar, girar, comer, dormir...

–¿Es enserio todo esto?–Dijo cansada después de varias horas.

–Debes ser yo, además Mañana mismo estarás en el aeropuerto, Regresaras a japon–

–¿Japon? se te olvidó ese pequeño detalle... yo no hablo japonés–Dijo Sakura histerica.

–No importa, yo tampoco lo uso, solo a veces, toda mi familia habla nuestro idioma–

–Que suerte–Dijo aliviada.

–Bien, ahora pasemos a lo esencial–Dijo haciéndole una seña para que se acercara a la mesa del comedor.

–Estos... son mis parientes–Dijo sacando unas fotografías.

–Wao–Dijo sorprendida.

–Mis padres son estos–

–Se parecen un poco a ti– Dijo Sakura sintiendo nostalgia.

–Estos son mis suegros–Dijo mostrando a dos pelinegros, una hermosa mujer y un hombre.

–El es el hermano de mi marido y esa pelirroja es su esposa–

–Es muy apuesto–Dijo Sakura con un leve sonrojo.

–De hecho si– Dijo la mujer sonriendo con malicia.

–Este es su mejor amigo naruto y su esposa, hinata prima de mi esposo, esta de aquí es tu asistente Ino en la oficina, y ellos...–Dijo hacíendo una pausa.

–¿Ellos?–Dijo Sakura esperando la fotografia.

–Ellos son mis hijos y mi... Y sasuke–Dijo entregado la fotografia sin remordimiento.

Sakura se quedó impresionada, eran muy lindos, preciosos, pero el hombre a su lado era más que bello, era un Dios.

–Tus hijos son hermosos.. ¿Los extrañaras?– Dijo apretando la foto en su regazo.

–Sakura allí tienes todo lo que necesitas saber en esa carpeta, todos los datos importartes... Te localizare cuando estés allá...–Dijo sacando un cigarro.

–Bien–

–Te llevarás mis papeles y yo los tuyos... Desde ahora serás Samara Uchiha–Dijo contenta.

–Si, Sakura–Dijo la ex- pelirrosa sintiéndose extraña.

–Bien, vas entendiendo–

O*O*O

Después de haber pasado varias horas en el avión por fin ya había aterrizado, Hernán el chófer estaba con ella y justo la llevaba a su casa. Era increíble todo eso, ya no estaba en New York como mendiga, su tía estaba internada y Samara se había quedado con su identidad... Así que ya nada podía hacer, era esto o una vida de miseria y pobreza.

De camino a su casa discretamente ojeaba los papeles, lo cierto era que nadie debía sospechar, ni siquiera el chofer, al cual habían engañado haciéndole pensar que quien se había quedado era la verdadera Sakura y no Samara Uchiha, la esposa de un importarte empresario japonés.

" " todo estará bien, muy pronto estaré con mi tía" "Se dijo suspirando, cuando por fin llegó a su casa, mejor dicho mansión, quedó impresionada, era muy elegante y hermosa. El chofer la ayudó a salir y casi tropezo con los tacones, lo que se le hizo muy curioso porque de ese modo conoció a Samara. Así que caminó de espacio sintiéndose tonta.

Cuando una chica como ella, de 24 años, humilde y pobre...podría tan solo imaginarse en esas ropas entrar en una lujosa mansión japonesa.

" " Que locura, además estos tacones me están matando" "

Al entrar se maravilló un poco al instante, era una estructura antigua pero muy lujosa, habrá muchos cuadros y porcelana fina, una enorme escalera de caracol, visualizó aún desde la entrada, sin atreverse a moverse de ese sitio, necesitaba creer que todo eso era posible. Cuando buscó con la mirada, justo bajaban de las escaleras unas figuras llegando a la sala de estar. Después de unos segundos tragó grueso al verse observada por toda esa gente, desde la servidumbre hasta su ahora nueva familia.

–Mami, mami–Dijeron dos niños pequeños, abrazandole las piernas.

" " que lindos son" "Pensó con ternura y cariño. Quería agacharse y abrazarlos también, pero con ese conjunto de Braga y camisa negra (jumper) además de sus zapatos de aguja, era casi imposible...

–Mami–Dijo una niña hermosa.

–Hola mi vida..–Susurró Sakura sonriendo.

–Niños vengan, dejen que su Madre se instale primero–Dijo una voz profunda que es capaz de erizar la piel.

Y fue entonces que Sakura levantó la mirada, buscando por toda la sala al dueño de esa poderosa voz...

Y allí estaba, con un pulcro traje negro, camisa negra, corbata negra y peinado algo desordenado. Estaba recargado en la escalera casi al final del enorme salón, y es que su voz era tan imponente que retumbaba perfectamente en toda la sala.

Cuando sus miradas se cruzaron fue entonces en qué sakura comenzó a temblar, sus profundos y penetrantes ojos negros la miraba directamente, inspeccionando cada detalle de su ser... O al menos eso pensaba ella... Pero había algo más, un gesto de odio se percibía en sus ojos, como si existiera mucho rencor de por medio.

–Si papi–

Dijeron los niños corriendo hasta llegar junto con su con padre.

Pero Sakura estaba asombrada, esos ojos la hipnotizaba profundamente... y eso definitivamente era peligroso.

" " Esto está mal, acabo de llegar y ya estoy en problemas" "Se dijo temblando y tragando grueso

Comentarios plisss

Si si si

Me inspire un poco, al menos digan si quieren otro capítulo...