Dulce sacrificio.

No veo en kilómetros una opción que pudiera tomar para evadir siquiera un poco lo que en este preciso momento estoy a punto de enfrentar.

Después de correr desesperadamente por una dimensión casi imprecisa, me he dado cuenta de algo: no hay hacia donde correr, hacia donde escapar y mucho menos un ser humano que me escuchase gritar.

Han sido los dos minutos mas largos de toda mi existencia y si bien me va los últimos de esta vida, he descubierto su identidad, yo no quería hacerlo, pero es claro que por nada del mundo me dejara ir.

No fue buena idea tomar el camino fácil para escapar de casa, quizás era demasiado para mi lo que tenia, pero no estuve nunca satisfecha, soy egoísta, debajo de esta mascara de perfección y comodidad siempre fui ambiciosa.

Hubiera preferido quedarme en casa, resguardada de todos mis miedos infantiles que de cierto modo acababan lentamente con mi alma.

No hay marcha atrás, no puedo hacer nada, nada mas allá de tirarme en el suelo frío sin escondite. Cierro los ojos, algo dentro de mi aun tiene la leve esperanza de que sea tan solo una pesadilla de aquellas que recurrentemente llegaban hasta mi por la noche.

Creí sentir el viento correr despacio, inerte en el ambiente, pero mis sentidos me engañaban, ¿Cuál aire?, no había nada, suspire, si acaso las cosas terminarían tan fácilmente podrían ser al menos rápidas, sin sufrimiento, abrí los ojos, no me levante, me quede ahí mismo con la vista enfocada a lo mas alto.

Puedo ver, ahí, justo enfrente de mi, a escasos dos metros se encuentra Phantom, el ser mas despreciable que pudiera causarme temor, que podría terminar con mi existencia en tan solo un abrir y cerrar de ojos.

El miedo provocador de un frío intenso sentido por mi cuerpo crece con prontitud, miro mis manos, las uñas están moradas, tal vez pueda darme hipotermia, eso seria lo mas conveniente. Aparecidas en el lugar sin una explicación lógica, cuatro muros transparentes de color azul nos encierran, todo esta a punto de acabar, Phantom me apunta con un arma ectoplasmatica de muy evidente alto calibre.

-Tiemblas como un insecto ante el fumigante, ja ja ja, eres sencillamente tonta, me das risa- me dice en tono completamente monofónico, esta claro que no pretende verme a los ojos.

-No tengo la mas minima intención de huir ¿acaso no es obvio?, haz lo que tengas que hacer y terminemos con esto de una buena vez – le desafío tragándome mis propias palabras.

-¿Crees que es tan sencillo?, no me satisface el que no trates desesperadamente de salvarte, ¿No puedes ser un poco menos humana?, mírate estas paralizada. – comenta cruelmente al tiempo que comienza a caminar en círculos a lado mío.

-¿y tu puedes? – saco a flote mis clases de sarcasmo. -¿acaso no eres humano igual que yo?, le recuerdo.

-Y que si lo soy, no puedes compararte en nada conmigo.

-Sin dudarlo eres… despreciable.

-Gracias, -sonrío- no muchos objetivos me hacen cumplidos tan lindos.

Me estaba asfixiando, en aquel lugar parecía el oxigeno extinguirse y Phantom no daba muestra de incomodidad, en la vida nunca me había imaginado encontrar a una persona con tal forma sádica de pensar, inclusive mas joven que yo, con todo un futuro por delante y trabajando para tan malos propósitos.. Tal vez necesitaría ayuda, quizás trataba de evadir la realidad a través de tan malos planes, para si, la muerte era causa de satisfacción.

-¿si? - dijo alejándose rápidamente de mi sin nunca dejar a un lado el arma ectoplasmatica sostenida por su mano derecha.

De su brazalete azul colocado sobre su muñeca izquierda pude vislumbrar la aparición de un avanzado intercomunicador sin entender a la perfección con quien y de que estaban hablando.

-Entiendo... voy para aya... -termino de decir para lanzarme una mirada terroríficamente suspicaz al tiempo que una sonrisa maléfica se dibujaba sobre su pálido rostro blanco.

- He recibido instrucciones y lamento decirte que nuestra interesante conversación debe llegar a su fin.

-Me dio mucho gusto conversar contigo... Phantom.- respondí mientras trataba de levantarme, me tendió la mano, yo la tome, de cierto modo acepte su ayuda.

-Soy de pocas palabras, dejémonos de tonterías y terminemos de una buena vez, mi amo me ha confiado un nuevo objetivo y digamos que tiene mucha relación contigo, quizás si desapareces me facilites el trabajo.

-Muy buena elección., hazlo de una buena vez

-¿Tus ultimas palabras?

-No tengo

Su arma volvió a apuntar hacia mi, de ella un destello de energía comenzaba a hacer aparición y rápidamente corrió hacia mi, parpadee, no era una sensación ni la mitad de difícil como me la había imaginado unos momentos atrás, me congele, su arma apuntaba directamente hacia mi corazón y fue ahí donde Phantom se detuvo.

-¿En verdad creíste que soy capaz de deshacerme de un humano?

-¿Y no es así?

-¿Esa es la parte del contrato que mas me gusta?

-Pero……….

-Bienvenida Jazmine….. has firmado tu contrato con sangre. Shadow te espera.

Cerré los ojos, la sensación era calida, confortante, se expandió rápidamente desde mi corazón hasta el ultimo de mis dedos, sentí como mi alma era arrancada rápidamente y pese a la cantidad de cosas que sobrepasaban por mi cabeza dos de ellas robaron mi atención, Phantom y Danny.

Espero le haya gustado, mi primer one shot por aquí, bueno en realidad, este one shot es como un prologo de un un fic que he estado escribiendo y si sus comentarios me dicen que les gusto publicare pronto un primer capitulo.

Gracias por haberse tomado la molestia de leer, y claro que espero sus opiniones…