Disclaimer: los personajes de Naruto no me pertenecen.
N/A: hola este es un twoshot que escribí hace un par de días atrás. Es un GaaIno un poco raro situado en un universo alterno y se repiten algunas cosas pero aún así espero que al menos les guste un poco.
.
.
.
.
"El mundo es una comedia para los que reflexionan y una tragedia para los que sienten." H. Walpole
.
.
.
.
.
.
I
Gaara es como un (poco) demonio, eso le dicen a menudo, no de frente, si no de manera cobarde (a sus espaldas). Lo malo de ser Gaara (según piensa él a menudo) es el hecho de ser el hijo de una persona importante, siempre creen que él como que tiene las puertas abiertas a un paraíso, pero no es así (no en realidad), y también de parecerse mucho a su progenitor (físicamente), Gaara siempre debe ser el mejor en todo, y eso le fastidia un poco, por no decir bastante, aunque quizás lo más molesto de todo sea el hecho de ser un bastardo (como lo llaman sus hermanos), a Gaara no le molesta ser hijo de una mujer que su padre un día conoció de la nada (fuera de su matrimonio), a él en verdad no le molesta eso, porque él ni siquiera deseaba pertenecer a la familia Sabaku No, ni tampoco quería pertenecer a la familia de su "supuesta" madre que lo abandono recién nacido, a Gaara solo le molesta que se lo digan siempre, y vivir con ellos, él como que los odia a todos (solo un poco).
Cuando camina por los pasillos de la enorme casa en donde vive con sus hermanos (hermanastros) la servidumbre cuchichea por lo bajo historias raras, y muy alejadas de la realidad, sobre el niño de cabellos rojos, sobre él, y Gaara los mira con desdén, se detiene y les dice- ¿sucede algo?- su voz suena grave, y los empleados niegan con la cabeza y siguen con sus quehaceres, porque Gaara tiene 5, pero es como un (poco) demonio.
A Gaara le gustan los peluches (bastante), sobre todo los que tienen forma de osos, pero no se lo dice a nadie, porque tiene 6 años, un ojo morado, un padre (que como que no es su padre), y dos hermanos que lo odian, y Gaara sabe que él no puede ser un niño, Gaara sabe que tiene que ser un hombre, y que los osos no son de hombres (y además salen caro).
Ir a la escuela es diferente a estar en casa (según nota) y los niños son mucho más crueles que los adultos (o eso cree). Es su primer día de escuela y como que tiene la muñeca fracturada (no está muy seguro) y le duele, no tanto como cuando su padre le pego en las costillas, pero le duele, es como si tuviera un ejército de hormigas picándole alrededor, y las maestras se asustan porque el hijo (bastardo) del empresario ,más reconocido ,esta lastimado, lo llevan al hospital entonces ( a pesar de que Gaara no quiere), lo sermonean, y lo llevan a casa cuando su padre no va por él. Al segundo día ya no se preocupan si es que entre varios chicos más grandes lo golpean porque saben que Gaara está solo (porque es un bastardo) porque su madre lo abandono. Pero a Gaara no le molesta (que lo golpeen), él es como un (poco) demonio, aunque como que se cansa (mucho) y entonces termina fracturando huesos, con sus pálidas manos, y termina dando mordidas, con sus caninos afilados (más que nunca), y deja un rastro de moretones en las caras (de otros niños) y entre golpe y golpe recuerda que odia (un poco) a su familia, la sangre corre por sus puños, y las maestras gritan, las niñas se desmayan y Gaara se ríe porque es como un (poco) demonio.
II
Cuando su padre llega a la escuela, Gaara aprieta sus labios y obediente espera, y en realidad no le importa porque ya sabe cuál va a hacer su castigo, así que decide prepararse durante el camino, porque Gaara es fuerte (mucho), pero el hombre es más poderoso, y Gaara no puede ir (aun) contra él.
Gaara está listo, así que cuando llega a casa y un puño se estrella en su mandíbula no le duele (no demasiado) y cuando su sedosos cabellos rojos son sujetados con brusquedad sus ojos agua marina están como vacíos, porque su cuerpo es como un cascaron, y Gaara divaga en otro lugar, un lugar en donde hay osos de peluche y él puede vestir de rojo ,y tiene hermanos (de verdad, hermanos que lo quieren) también tiene una mamá que es capaz de dar la vida por sus hijos. Gaara a veces piensa sobre muchas cosas, como por ejemplo en los tomates que se da por hecho de que son verduras, pero que en realidad son fruta, y a Gaara no le gustan los tomates, porque en cierta forma como que le recuerdan (un poco) así mismo, porque son rojos, como su cabello, porque son clasificados como algo que no son, así como él se parece a su padre (físicamente) y dan por entendido que es igual que él.
Cuando su padre (bestia) se va, le duelen un poco las costillas y sus dedos de la mano izquierda como que no están en su lugar, su lengua pequeña y rosa se desliza entonces entre sus dientes y se da cuenta que le falta uno de sus colmillos, y a Gaara no le gusta porque es como un (poco) demonio y ahora sabe que ya no podrá morder bien.
Camina hacia la cocina porque sabe que ahí debe de estar la servidumbre, los cuales escucharon todo, pero no hicieron nada, a Gaara no le importa siempre y cuando le acomoden sus dedos que como que están fuera de lugar, no le importa mientras le den algodón para poner en su boca para dejar de sangrar.
Y una mujer algo anciana con unos lentes pequeños (pero de mucho aumento) se le acerca porque ella lleva bastante en la casa y ella sabe acomodar (un poco) los huesos (a lo bruto), Gaara la mira fijo, porque la conoce prácticamente desde que tuvo conciencia, y ella ( a él) no le gusta, ella es como el recordatorio vivo de cada paliza que ha recibido, pero la respeta, porque a pesar de que no interviene cuando él la necesita, ella lo cura después.
La mujer (anciana) le sumerge la mano en el agua tibia, ambos en silencio, un silencio que se rompe cuando ella jala (fuerte) los dedos de él posicionándolos de manera correcta, los huesos suenan "trac" y Gaara no llora, aunque la primera vez sí lo hizo, pues debe de reconocerlo, pero ahora… ahora ya no llora, aunque le duele, ella le vuelve a sumergir la mano en el agua, pero esta vez el agua es fría (muy fría) y aprieta los dientes, y le duele aún más, porque su boca esta adolorida y tiene heridas en las encías, y le falta un diente, pero Gaara no es un niño, él es como un hombre, o más bien como un (poco) demonio y no llora, se traga la sangre, y lleva la cuenta de cuantas fracturas ha tenido y cuantas heridas posee, saca sumas, hace una nota mental sobre ello, y piensa que tan solo en un par de años él será más fuerte que el diablo que tiene por padre. – ya está— susurra ella entonces, Gaara asiente con un movimiento de cabeza y la mira a los ojos, y sus ojos agua marina brillan por primera vez (para ella), entonces la mujer se sorprende, la mujer aprieta los labios, y lo deja ir, le da la espalda, y ella es tan mala como el padre del niño así que sigue con sus labores pero en su mente hay una mirada de la cual no se olvidara nunca.
III
A Gaara le gustan las cosas brillantes, no lo dice en voz alta porque tiene 7 años, una navaja rota en su mano, dos muelas sueltas, una costilla rota, y unos hermanos asustados, muy asustados (por su culpa) , y Gaara como que le encanta como se ven.
Gaara (entonces) ríe (para sus adentros), porque a pesar de que es un (poco) demonio, su intención nunca fue asustarlos (aunque le gusta verlos así) , los mira fijo, sin moverse, y ellos como que le tienen miedo (mucho), Temari que es la más grande se pone frente a su hermano Kankuro (y Gaara piensa que ella es linda en cierta forma) y con voz firme (aunque su cuerpo tiembla) le dice – ¿Qué haces?— y Gaara no le contesta, porque es una pregunta un poco tonta (a su parecer), es obvio que tiene una navaja rota en su mano, unas costillas adoloridas, y dos muelas flojas por su culpa, así que el pelirrojo no le contesta, la mira fijo y no se mueve, quieto como una estatua que en cualquier momento cobrara vida, que cobrara venganza.
Y Temari comienza a ser consumida por los nervios, y Kankuro (su único hermano) aprieta los dientes (tratando de guardar calma). —Para— le demanda la niña (mayor que él), pero Gaara no está haciendo nada, y como que le dan ganas de decírselo pero prefiere verla un poco histérica (porque es la primera vez que la ve de esa manera). –Para—le vuelve a decir, pero él de veras que no está haciendo nada, entonces Kankuro se enoja, y le dan ganas de pegarle otra vez ( así como antes), pero tiene como un poco de miedo, y eso le jode (y mucho), además como que le duelen los brazos , y la sangre que cae desde el principio de su frente hasta su mandíbula no le ayuda demasiado, Gaara es como un demonio, y Kankuro sabe que no debió a verse metido en el infierno, pero Kankuro y Temari como que son un poco tontos.—vamos Temari… déjalo solo—logra decir (entonces) el niño de cabellos castaños y su hermana como que no puede moverse (porque tiene miedo, y es tonta) –vamos—repite el niño que también es tonto (pero en una de una manera diferente).
Al final se van, y Gaara queda solo en medio de la biblioteca (de su casa) con una navaja rota en sus manos, unas costillas adoloridas, dos muelas flojas, y una mirada triste. A Gaara le gustan las cosas brillantes, debajo de su cama tiene algunas escondidas, como una piedra azul que encontró un día de lluvia (en el que nadie fue por él para llevarlo a casa), también tiene una bandeja que al parecer es de plata (que tiene los patrones de una flores bonitas), y tiene un montón más de cosas brillosas, Gaara agradece en cierta forma que no se preocupen mucho por su persona, porque si alguien le ordenara su habitación, o le diera de comer o lo cuidara, él no tendría nunca un tesoro en su baúl secreto (su cama), y cuando contempla la pequeña cuchilla rota (que encontró en un cajón del mueble de la biblioteca) decide que es hermosa, brillante y como que tiene un poco de su sangre y la de sus hermanos (hermanastros), así que Gaara decide guardarla como tal, como un tesoro, y camina a su habitación sintiendo que fue un buen día, que va dormir tranquilo sobre sus preciados objetos, y como que Gaara siente ganas de reír fuerte (muy fuerte) pero no puede, él nunca puede.
Ir a la escuela se vuelve (un poco) complicado, y no por que le peguen (porque en realidad ya no lo hacen), sino que se vuelve complicado porque ahora está rodeado de gente (pero solo), los profesores lo vigilan en cada momento sin darle un minuto de privacidad, ya ni siquiera puede dibujar en el recreo (ya no puede dibujar la sangre, ni a sus hermanos que no son sus hermanos, ni a la bestia que lo azota por la tarde), además está el hecho de que varios par de ojos lo miran a cada instante, y eso lo cansa, pero no dice nada, porque esta como un poco triste, y los dedos le cosquillean para hacer algo, que no sabe bien que es, pero le cosquillean así como cuando se tiene un pluma entre la piel ( entre la carne y los nervios), y Gaara no entiende (en verdad que no lo hace) porque siente esa sensación, o quizás sí (quizás en su interior lo entienda).
IIII
A Gaara le gusta el rojo (mucho), sobre todo si es un poco oscuro (como la sangre) pero no lo dice porque tiene 8 años, un plato de galletas (frente a él) en una mesa, un vaso de leche entre sus manos, y un Psicólogo que lo mira de frente, que lo cuestiona con una mirada, y Gaara sabe que no tiene que contarle lo de su padre (la bestia), ni lo de sus hermanos, ni del cosquilleo que siente en los dedos (hace más de un año), ni lo del color rojo, ni mucho menos lo de sus tesoros.
— ¿Qué tal te esta yendo en la escuela?—le pregunta (le interroga), y Gaara lo mira con sus enormes ojos (casi) infantiles, y trata de sonreír (porque es lo que los niños hacen ¿verdad?) pero no puede. –Bien— finalmente le contesta un poco escueto, y el hombre mayor asiente, anota algo en su libretita. – ¿No te gustan las galletas?- pregunta intentando conseguir un poco sobre el niño (que ya no es), y Gaara decide a jugar un poco con él (y mentirle como dijo la bestia) —no esas… prefiero las de chocolate—el hombre entonces sonríe, al parecer lo toma positivamente, y Gaara se siente algo tenso, pero relaja un poco su postura, porque si no quizás levante sospechas. — ¿Tus compañeros te molestan?
—Nop—le responde sincero, pues en verdad que hace tiempo que no recibe las bromas pesadas, ni los golpes, ni los insultos, y a Gaara como que le aburre un poco que no lo hagan (no lo de los golpes, porque que lo golpeen no le gusta demasiado –porque esta cansado- además eso ya lo hace su padre), y como que extraña un poco lo de sus compañeros, es raro, pero es así y no puede evitarlo.
Entonces el hombre continúa con sus preguntas (interrogatorio) y Gaara continua tratando de ser un buen chico y que no descubran que le cosquillean los dedos, ni que su padre es como una bestia, ni que sus hermanos (hermanastros) le tienen miedo. Cuando termina finalmente, el hombre se va un poco relajado porque el niño que supuestamente tenía problemas, que lo golpeaban, y que cada vez se perdía más en un mundo oscuro, solo resulto ser un chico un poco tímido y un poco reservado, el hombre mayor sonríe porque fue un buen día, porque el niño estaba bien, y su familia lo quiere (o eso pensó).
El patio de la casa es un poco desolado, las flores se marchitan y mueren, y el poco césped que hay esta todo chamuscado, amarillo y seco, y eso a Gaara como que le gusta (un poco), su patio es diferente, su jardín es diferente, y hay hormigas a las que guiar a su casa, hay casas de hormigas que puede mojar con la manguera, también hay un cielo azul, mucho más azul que en cualquier otro lugar (o eso cree), y hay un cactus surgiendo ,y cuando lo ve y lo toca, la pluma que esta entre su carne y nervios desaparece, siente un poco de dolor, pero el cosquilleo desaparece y se siente como un poco bien.
—El amor es una maravillosa flor, pero es necesario tener el valor de ir a buscarla al borde de un horrible precipicio. El amor es intensidad y por esto es una distensión del tiempo: estira los minutos y los alarga como siglos. El amor es un sacramento que debería recibirse de rodillas. — lee un día en una hoja que se encontraba arrugada en el suelo, en el camino que lo lleva a casa, y Gaara graba las letras en su mente, y guarda el papel en sus bolsillos. Cuando llega a casa entonces recita varias veces las palabras en voz alta, una y otra vez, en el patio, y como que las hormigas lo escuchan (aunque están enojadas porque hace una semana mato a algunas de sus compañeras en una inundación y destruyo sus casas- aunque después le ayudo a reconstruirlas-), y los cactus surgen un poco más grandes, las flores marchitas se dejan caer al suelo como si estuvieran relajadas con las palabras, por su voz, y Gaara las remarca, él las dice más alto, y trata de enfrascar las palabras en su vida, las asocia con su padre (que es como una bestia), con sus hermanos (que le tienen miedo), con su escuela (que no le gusta), y con su madre… entonces Gaara cuando se queda sin aliento porque hablar lo cansa, porque no lo hace a menudo, se dirige a su cuarto y busca sus tesoros (dos en especial), y su tesoro esta como un poco oxidado, pero para él es brillante, su tesoro se clava en su frente y puede verlo en su reflejo, que le brinda amablemente su bandeja de plata con patrones de flores bonitas.
Gaara llora un poco, porque se dejó caer en el precipicio para robarse el amor y tatuarla en su alma, porque el amor en algo horrible y como que le gusta. Gaara a veces piensa en que no le gustan los tomates, porque su cabello es del mismo color y como que los dos son tachados por algo diferente a lo que son en realidad, a veces también piensa en los osos (de verdad) y decide que simplemente prefiere uno de peluche (porque los osos de verdad son demasiado grandes y no podría ocultarlo de su padre), aunque recuerda también ( a veces) que los osos de peluches no son para los hombres (y el como que ya es uno) y a demás salen caro.
IIIII
Gaara tiene 9 y está desorientado, con un dolor en su cabeza (y también con un dolor en su trasero), un helado de fresa en sus cabellos, y frente a él hay una niña de cabellos amarillos (como el color del césped de su casa) y que tiene los ojos azules (como el azul del cielo que solo se ve desde su patio), también tiene las mejillas un poco rojas (casi como la sangre) y a Gaara como que le gusta.—lo siento, es que yo no te….—comienza a decir (casi chillando) pero él la corta antes de que termine, porque su cabeza duele—está bien—ella entonces saca de uno de los bolsillos de su vestido rosa un lindo pañuelo blanco con flores bordadas—para que te limpies—se lo ofrece, pero el pañuelo es demasiado lindo, es casi brillante, así que él lo acepta tomándolo con cuidado entre sus dedos y lo aguarda igual de cuidadoso en su bolsillo. La niña de hermosos ojos azules resplandecientes y llorosos (porque siente mucho la pérdida de su helado) parpadea sorprendida, como que no entiende mucho al niño frente a ella, y también como que le dan ganas de tener su pañuelo devuelta (porque es un poco egoísta) —mi nombre es Ino, y me acabo de mudar cerca de aquí ¿y tú eres?—dice al final mordisqueando un poco sus labios porque está nerviosa.
—Gaara Sabaku No- le contesta con voz clara y con su nombre completo, así como en el libro de modales que leyó hace un par de semanas.
—oh, ¿eres hijo de Sabaku no-sama, el de las empresas?
El pelirrojo frunce un poco las escasas cejas que tiene- sí
—vaya entonces somos vecinos, me acabo de mudar con mis padres, mi papá va a trabajar con el tuyo en un proyecto creo.
El helado se resbala ahora como agua fría por su cuello, y se filtra por su remera, es pegajoso, pero no le molesta en realidad (no mucho) —tus padres ¿en dónde están ahora? , no deberías estar sola por aquí- le dice porque en su libro decía que siempre hay que ser caballero.
Ino lo mira un poco sorprendida pero luego ríe— no te preocupes, yo vivo aquí desde que nací, solo que me cambie de casa, conozco las calles, y la gente... y ¿Por qué nunca te había visto?
—no salgo mucho
—oh ¿eres un poco anti social? O ¿tus padres no te dejan salir?
Gaara la mira unos instantes, y se siente un poco raro, porque sus dedos no le cosquillean, y también porque ella como que habla demasiado. —me tengo que ir.
—Entonces vamos juntos, yo como que voy a llegar tarde para el almuerzo.
— ¿Vas a almorzar ahora?—no puede evitar preguntar, siempre ha leído en los libros sobre ello (porque Gaara no ve la televisión).
—Sip ¿ustedes no?—le interroga curiosa.
—Padre trabaja hasta tarde—se limita a contestar (y no le dice acerca de que es un bastardo y no está invitado a comer con la gente de la casa, ni que solo come un poco de sobras, ni que ni siquiera sabe a qué hora exacta se debe comer).
—bueno eso es mejor, mi papá es tan molesto, no me deja comer tranquila, es un poco pastoso.
Comienzan a caminar en dirección a sus casas y a Gaara como que le dan un poco de celos, y un poco de rabia, porque la niña tiene lo que él nunca tendrá, y lo desprecia, además sus dedos le volvieron a cosquillear otra vez.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
"El amor es una maravillosa flor, pero es necesario tener el valor de ir a buscarla al borde de un horrible precipicio." Stendhal
"El amor es intensidad y por esto es una distensión del tiempo: estira los minutos y los alarga como siglos." Octavio Paz
"El amor es un sacramento que debería recibirse de rodillas." Oscar Wilde
.
.
.
